sábado, 31 de marzo de 2012

Entrevista sobre Malvinas

"Malvinas es un resabio colonial inaceptable"

 


"La disputa por Malvinas signó uno de los mayores ejes de conflicto de la política exterior argentina", explica …Leandro Morgenfeld es docente de la Universidad de Buenos Aires e investigador del CONICET. Autor de Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las conferencias panamericanas (editado por Continente el año pasado), es una referencia para cuestiones bilaterales y Malvinas no escapa a su ojo crítico.

El historiador da "Historia Social General" en la carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras, además de "Historia argentina" en las facultades de Económicas y Sociales. Aquí, algunos conceptos fundamentales: el análisis de la situación actual, las posibilidades reales de recuperar las Islas, y el origen de "uno de los mayores ejes de conflicto de la política exterior argentina" son algunos de los temas que trata el autor con claridad, un ojo crítico y una precisión admirable. 

1. ¿Qué implica la discusión sobre la soberanía de Malvinas? ¿Es un litigio simbólico, económico o bien una combinación de ambos?

El litigio no sólo es simbólico, sino real y concreto. Gran Bretaña tiene intereses geoestratégicos ya que la ocupación de Malvinas le permite tener una base (a Londres y a la OTAN) en el Atlántico Sur, y muy próxima a la Antártida, otra región estratégica disputada por muchos países. Además, hay intereses económicos. La pesca (los permisos que conceden los isleños), dejan ingresos muy importantes (el PBI llega a 100 millones de dólares anuales, para una población de sólo 2200 personas, lo cual da un PBI per cápita de casi 50000 dólares anuales, elevadísimo). Además, hay importantes reservas de petróleo. Cuando empiece su extracción, dará ingresos económicos muy significativos. No es casual que la British Petroleum y socios estadounidenses estén detrás del negocio, ampliando la exploración en los últimos años.

2. A 30 años de la guerra, ¿qué se está disputando la Argentina con Gran Bretaña? ¿Cómo surgió el conflicto?

La discusión fundamental es por el tema de soberanía. Sobre ese punto no hay discusión: es un inaceptable resabio colonial de principios del siglo XIX. El conflicto por Malvinas surge a partir de un incidente entre las Provincias Unidas y Estados Unidos en 1832: Gran Bretaña había abandonado las Islas en 1774, luego de la firma de un acuerdo con España, que pasó a ocuparlas, prohibiendo el ingreso de los barcos balleneros y la pesca extranjera. Tras la declaración de la independencia, se retiraron los colonos, y hacia 1820 el gobierno de las Provincias Unidas tomó posesión formal de las mismas. Tres años después, Pablo Areguati fue nombrado gobernador. En 1829, Lavalle nombró a Lewis Vernet como gobernador político y militar, a quien se encomendó un control más rígido de las islas. Sin embargo, los barcos extranjeros fueron reacios a aceptar los límites impuestos por Vernet, quien se apoderó de tres buques estadounidenses. Uno de ellos, el "Harriet", fue enviado a Buenos Aires, para ser sometido a juicio. Esto ocasionó fuertes protestas del cónsul George Slacum, novato representante de Washington en Buenos Aires. Slacum presentó una protesta formal, desconociendo el derecho argentino a capturar buques estadounidenses o negarles el uso de las pesquerías, lo cual suscitó una airada respuesta del canciller Tomás Manuel de Anchorena. La controversia diplomática no hizo sino agravarse, tras la llegada del buque de guerra estadounidense "Lexington" al puerto de Buenos Aires. Su capitán, Silas Duncan, dio un ultimátum a Anchorena, en respuesta a la captura del "Harriet", amenazando con avanzar con su embarcación hacia las Malvinas. Duncan calificó al gobernador Vernet como saqueador y pirata. En medio de esa controversia, el influyente comerciante y diplomático inglés Woodbine Parish comunicó al gobierno de las Provincias Unidas que Gran Bretaña tenía pretensiones sobre las islas desde que se había retirado, más de medio siglo antes.

3. ¿Cómo reingresaron los ingleses en esta historia?
Aprovecharon el conflicto Buenos Aires-Washington para avanzar en su pretensión colonialista. Reivindicando derechos abandonados explícitamente en 1774, ocuparon las islas en diciembre de 1832 y trasplantaron allí población nueva. Sabían que el gobierno de Estados Unidos, en fuerte controversia con el de las Provincias Unidas, no se opondría a la ocupación inglesa. En el medio de la puja bilateral, ni el gobierno de Buenos Aires exigió a Estados Unidos que aplicara la doctrina Monroe para rechazar la apropiación inglesa (a pesar de que la misma se declaraba contraria al establecimiento de cualquier colonia europea nueva en América), ni la Casa Blanca reaccionó por su cuenta protestando contra Gran Bretaña. Se iniciaba, así, uno de los mayores ejes de conflicto de la política exterior argentina.

4. ¿Cómo puede afectar el reflote del reclamo por las Islas la relación de Argentina con Gran Bretaña?
Argentina debería presionar junto a los demás países latinoamericanos, como lo viene haciendo. Insistir en todos los foros diplomáticos, pero tomar medidas que ataquen intereses económicos británicos en Argentina (petroleras, tierra, bancos, empresas), para convencer al gobierno inglés de la necesidad de sentarse a negociar, tal como viene reclamando la ONU desde 1965.

5. ¿Cuán real es la posibilidad de recuperar la soberanía sobre las islas por vía diplomática?

La vía diplomática es la alternativa que actualmente viene desplegando el gobierno argentino. Aunque también planteó algunas medidas, informales, para limitar compras británicas. A mi juicio, la presión diplomática en todos los foros internacionales debe ir acompañada con medidas económicas, preferentemente tomadas en forma conjunta con los demás países latinoamericanos. El problema con la diplomacia es que la máxima autoridad de la ONU es su Consejo de Seguridad, antidemocrático, que cuenta con 5 potencias con asiento permanente y derecho a veto. Allí no va a resolverse nada sin la aceptación británica.

6. Philip Hammond , ministro de Defensa inglés, dijo que Argentina no es una amenaza bélica porque no tiene poderío militar. ¿Creés que tiene lugar algún tipo de potencial planteo bélico, considerando lo dramática que fue la experiencia de 1982?
No actualmente. Efectivamente, como dijo Hammond, el potencial militar argentino es casi nulo. Sin embargo, pese a esas declaraciones, los ingleses vienen reforzando la presencia militar en las Islas. Esto tiene que ver con la crisis política, económica y social que atraviesa el gobierno de Cameron, que pretende tapar los problemas internos agitando el fantasma del "colonialismo argentino", como hizo Thatcher cuando aplicaba un ajuste social sin precedentes. No creo que, en Argentina, existan condiciones para una opción militar, luego del fracaso del intento del dictador Galtieri.

7. Ambos países se muestran muy firmes con sus posturas: Argentina con reclamar, Gran Bretaña con defender. ¿Qué crees que puede llegar a suceder con esta disputa?
Si se desarrolla una estrategia consecuente, tarde o temprano debe terminar esta situación de dominación colonial. El colonialismo es una rémora de otra etapa del capitalismo. Será cada vez más difícil a los británicos defender la ocupación de un territorio tan lejano. Como el peñón de Gibraltar. Y es absurdo, habiendo sido la mayor potencia colonialista de toda la historia, que planteen el principio de autodeterminación de los isleños, siendo estos un pueblo trasplantado y de ciudadanos británicos.

8. ¿Cómo afectaría a la gente que vive allí un cambio de soberanía?
En principio, podrían conservar el gobierno local, y pasarían a formar parte del Estado argentino. Dado que actualmente en Malvinas hay una amplia actividad económica, no afectaría demasiado. Sí se eliminaría la base militar británica, y podía ampliarse la presencia de argentinos, con programas de asentamiento como los que existen en la Antártida. Además, se acrecentarían los flujos con el continente, con Argentina, y seguramente tendrían una mucho mayor actividad turística.

9. Estados Unidos intervino diplomáticamente en el conflicto en la OEA. ¿Puede hacer a la solución del conflicto la intervención norteamericana?
 Estados Unidos fue y es un aliado clave de Gran Bretaña. Históricamente, en la OEA, trató de evitar que se tocara el tema Malvinas, para no comprometerse con su mano derecha en la OTAN. Hace años que se declaran "neutrales" en el conflicto, señalando que deben resolverlo Londres y Buenos Aires, que reconocen la ocupación "de facto", pero que no se expiden sobre el debate en torno a la soberanía. Como América Latina viene presionando cada vez más fuerte por el tema Malvinas, Washington intenta un equilibrio para no malquistarse con América Latina, y  a la vez no tomar compromisos que generen tensiones en la relación con Londres (hace pocos días, Cameron visitó a Obama, tras lo cual salió a declarar que la Casa Blanca respaldaba su posición, cuestión que fue matizada rápidamente por el Departamento de Estado). En síntesis, no creo que la solución provenga de una intermediación estadounidenses, ya que Estados Unidos no va a romper esa alianza histórica con Gran Bretaña.

1 comentario:

  1. Pepe Muñoz Azpiri1 de abril de 2012, 5:31

    Es interesante constatar, cómo voces calificadas del CONICET (He leído con mucho interés la obra sobre la Argentina y USA en los congresos panamericanos)son desdeñadas por los grandes medios como Clarín o La Nación que se dedican a editar las opiniones de voceros de pensamiento colonial. Una de estas voces es la de Lendro, con muchos más pergaminos que la mayoría de las cacatúas que firman manifiestos a favor de la autodeterminación

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