domingo, 31 de julio de 2016

El TPP permitirá a los contaminadores demandar a EEUU por limitar las emisiones de carbono. Entrevista a Joseph Stiglitz

Democracy Now

El economista ganador del premio Nobel y profesor de Columbia Joseph Stiglitz advierte sobre los peligros del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP): “Sabemos que vamos a necesitar regulaciones que restrinjan las emisiones de carbono”, dijo Stiglitz. “Pero bajo estas cláusulas, las corporaciones pueden demandar al gobierno, incluyendo al gobierno de Estados Unido. Por lo tanto, todos los gobiernos que están suscritos al TPP pueden ser demandados por la pérdida de beneficios como resultado de las regulaciones que restringen su capacidad para emitir el carbono que produce el calentamiento global”.

TRANSCRIPCIÓN

Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.
 
AMY GOODMAN: Finalmente, Joseph Stiglitz, hace poco usted escribió un artículo, "The Trans-Pacific Partnership Charade: TPP Isn’t about 'Free' Trade at All" (La Farsa del Acuerdo Transpacífico: El TPP no tiene nada que ver con el "libre" comercio). Hable de eso.

JOSEPH STIGLITZ: Bueno, trata sobre el punto que han expuesto en el segmento sobre la inclusión de Indonesia en el tratado. El punto básico es que este es un acuerdo comercial que tiene todo tipo de disposiciones destinadas a restringir las regulaciones. Eliminamos una pequeña parte— el TPP ha eliminado una pequeña parte que era tan indignante que provocó que todo el mundo se pusiera en pie de guerra, y esa era una disposición sobre el tabaco. En una disposición muy similar a esta, Uruguay está siendo demandado por Philip Morris, el sucesor de Philip Morris, porque Uruguay aprobó un reglamento, al igual que hizo Australia, según el cual en el paquete tiene que decir que esto es perjudicial para la salud.

AMY GOODMAN: Igual a lo que tenemos en Estados Unidos.

JOSEPH STIGLITZ: Exactamente. Es un poco más gráfico, porque tenían una imagen de lo que le provocaba a los pulmones. Funcionó. La gente comenzó a dejar de fumar. No todo el mundo, pero se redujo el consumo de tabaco. En virtud de estas disposiciones, de la cláusula del TPP, Philip Morris puede demandar a Uruguay por la pérdida, como resultado de la regulación, de los beneficios que esperaba obtener. En otras palabras, el punto de vista es que tienen derecho de matar a la gente, y si quieres quitarle ese derecho, tienes que pagarles para que no maten.
Ahora, nosotros eliminamos— esta disposición fue eliminada, pero todo el resto se dejó dentro. Ellos estaban hablando acerca de la regulación del cambio climático. Sabemos que vamos a necesitar regulaciones para restringir las emisiones de carbono. Pero bajo estas disposiciones, las corporaciones pueden demandar al gobierno, incluyendo el gobierno de Estados Unidos, por cierto. Todos los gobiernos que forman parte del TPP pueden ser demandados por la pérdida de ganancias como resultado de las regulaciones que restringen su capacidad de emitir el carbono que provoca el calentamiento global. Si esta disposición hubiera estado vigente cuando descubrieron que el amianto era perjudicial para la salud, en virtud de las disposiciones vigentes, los fabricantes de amianto tienen que pagar por el daño que están ocasionando. Tienen que pagan miles de millones de dólares. Si el TPP hubiera estado vigente, tendríamos que pagar a los fabricantes de amianto para que no nos maten. Es indignante.

AMY GOODMAN: Tenemos que terminar aquí, pero vamos a continuar la conversación cuando termine el programa y y lo vamos a poner en línea en democracynow.org. Joseph Stiglitz, economista ganador del Premio Nobel, Profesor de la Universidad de Columbia, economista jefe del Instituto Roosevelt. Su nuevo libro se llama "Rewriting the Rules of the American Economy: An Agenda for Growth and Shared Prosperity" (La reformulación de las reglas de la economía estadounidense: una agenda para el crecimiento y la prosperidad compartida). Visite democracynow.org. para ver la segunda parte.
Traducido por Linda Artola. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.

Peligra la aprobación del TPP en el Congreso de EEUU? Criticado ahora por Trump y Clinton, se complica el plan de Obama de ratificarlo este año

 Delegados con carteles contra el TPP durante la convención demócrata en Filadelfia.

Los demócratas reniegan del tratado comercial estrella impulsado por Obama

La campaña de Clinton cuestiona los beneficios del TPP y el Nafta


El sentimiento proteccionista sobre el que camina la campaña de Donald Trump en materia de comercio ha calado también en el campo demócrata. Los ataques del republicano a los tratados internacionales han hecho correr ríos de tinta, pero también Hillary Clinton ha cuestionado los beneficios de la alianza con México y Canadá (Nafta, por sus siglas en inglés) y se mantiene más que distante del acuerdo estrella impulsado por Barack Obama para fortalecer los intercambios en el Pacífico (TPP). El comercio provoca divisiones en ambos partidos.

Unos cinco millones de empleos fabriles se han evaporado de EE UU en los últimos 15 años. El dato sirve para entender la ansiedad de los estadounidenses de clase media y su creciente rechazo a una apertura comercial que, sospechan, tiene que ver con la fuga de empleos a países con mano de obra más barata (olvidando, a veces, el peso que también ha tenido la tecnología). Eso explica que los ya candidatos a la Casa Blanca, tanto del Partido Republicano como del demócrata, adopten posturas que entran en contradicción con sus propias formaciones.
En el discurso para aceptar la nominación, el pasado jueves, Hillary Clinton aludió directamente a ese malestar y aseguró: “Si creéis que debemos decir no a acuerdos comerciales injustos (…), que debemos plantarnos ante China, que deberíamos apoyar a nuestros trabajadores del sector del acero, de la automoción y nuestras fábricas locales (…), uníos a nosotros”.
Mientras, las gradas del pabellón de Filadelfia donde se celebraba la convención demócrata para confirmarla como candidata estaban plagadas de carteles de protesta contra el TPP (las siglas con las que se conoce el Acuerdo de Asociación Transpacífico) que impulsaron Estados Unidos y Japón con otros 10 países de la zona que no incluyen a China.
Si algo une a muchos de los electores a los que el partido de Clinton quiere conquistar con aquellos a los que apela Trump es el miedo a los efectos del nuevo tratado, una apuesta de Obama que ha supuesto cinco años de negociaciones. Y tanto la candidata como su compañero y aspirante a la vicepresidencia, Tim Kaine, han cambiado sus posiciones al respecto. Cambio de postura Como jefa de la diplomacia americana, Clinton defendió de forma entusiasta el TPP: “Fija el patrón oro de los acuerdos comerciales para abrir un comercio libre, transparente y justo, el tipo de marco en el que rige la ley y que establece unas reglas iguales para todos”, dijo en 2012. Pero a partir de 2014 empezó a matizar que su adhesión dependería del contenido final y, en las primarias, recalcó que no cumplía los requisitos necesarios para apoyarlo.

Dificultades para un nuevo tratado con Europa

Dado el clima hostil que rodea el TPP, el otro gran acuerdo comercial que se empezó a cocinar con Obama, el de Estados Unidos y Europa (llamado TTIP), tendrá un encaje difícil en la agenda del futuro presidente, se llame Hillary Clinton o se llame Donald Trump.
En un viaje a Bruselas en julio, el secretario de Estado, John Kerry, manifestó la voluntad de cerrar el acuerdo antes del fin del mandato de Obama. Los detractores del TTIP en EE UU critican el mayor acceso que tendrían las firmas europeas a sus contratos. También en Europa hay resistencia al acuerdo.
También Kaine, que lo había defendido, lo critica. Clinton cuestiona ahora incluso los resultados del Nafta, la alianza comercial de Estados Unidos con Canadá y México que su marido, Bill Clinton, firmó en 1993 cuando era presidente.
Este es el complicado escenario con el que Obama pretende lograr refrendar el TPP en el Congreso este año, antes de dejar la presidencia. La postura de su partido se aleja de la que el mandatario pretende dejar como legado económico. El año pasado logró en el Senado una ley que le daba más poderes para negociar por su cuenta los tratados comerciales con el apoyo de los republicanos y el rechazo masivo de sus compañeros demócratas (curiosamente, Kaine votó a favor). Con esa norma (llamada del fast track o vía rápida), el Congreso da su visto bueno a los acuerdos a posteriori y solo puede votar sí o no.
Que fueran los republicanos los que hicieran posible el fast track para Obama refleja bien las contradicciones que esta campaña está suponiendo para los republicanos (tradicionalmente unos defensores a ultranza del libre comercio) con su candidato, que ha convertido su crítica a los actuales tratados en una de sus grandes bazas electorales, y también para los demócratas, cuyas bases sindicales son más críticas con la globalización  y reniegan del tratado de su presidente.

Las 5 razones por las que Trump va a ganar, según Michael Moore

Las 5 razones por las que Michael Moore cree que va a ganar Trump

 

Las 5 razones por las que Michael Moore cree que va a ganar Trump

Notas.org.ar
 
[leer acá el ensayo original de Michael Moore]
 
El documentalista estadounidense publicó en su página web una carta abierta analizando la situación en el país del norte y argumentando por qué considera que en las próximas elecciones presidenciales se impondrá Donald Trump, del Partido Republicano.
“Lamento ser el portador de malas noticias, pero ya se los anticipé cuando dije que Donald Trump sería el candidato republicano a la presidencia”, comienza Moore y afirma que el multimillonario “va a ganar en noviembre”. “Este desgraciado, ignorante y peligroso payaso a tiempo parcial y sociópata tiempo completo va a ser nuestro próximo presidente”, asegura.
“Nunca en mi vida he querido tanto estar equivocado como ahora”, dice el realizador de Bowling for Columbine y Fahrenheit 9/11 y suma que “si creen que Hillary Clinton va a vencer a Trump con hechos, inteligencia y lógica, entonces, obviamente, no estuvieron prestando atención a las 56 primarias y asambleas del año pasado donde 16 candidatos republicanos lo estuvieron intentando hasta constatar que nada podía detener este juggernaut“. La expresión hace referencia al dios Krisna, de la religión hinduista, de fuerza irrefrenable y despiadada que en su avance aplasta o destruye todo lo que se interponga en su camino.
“No me malinterpreten”, pide Moore, “tengo una gran esperanza en el país en que vivo. Las cosas están mejor”. “La izquierda ha ganado batallas culturales. Los homosexuales pueden casarse. La mayoría de los estadounidenses asumen una posición liberal en casi todos los temas: Igualdad de retribución para las mujeres, aborto legal, leyes ambientales más fuertes, más control de armas, legalización de la marihuana”, enumera. “Un gran cambio ha tenido lugar (un socialista que ganó en 22 estados este año). Y no tengo dudas de que si la gente pudiera votar desde su sofá en casa a través de su X-Box o PlayStation, Hillary ganaría tranquila”, ironiza.
“Pero no es así como funciona la cosa en Estados Unidos”, aclara el cineasta, conocido por su posición crítica respecto del establishment en su país: “La gente tiene que salir de la casa y ponerse en fila para votar. Y si vives en un barrio pobre, de negros o hispanos, no sólo habrá una cola de votación más larga sino que se está haciendo de todo para evitar que votes. Por eso en la mayoría de las elecciones es difícil llegar al 50% de asistencia”. “Ahí radica el problema para noviembre”, afirma y se pregunta “¿quién va a tener a los electores más motivados para votar? ¿Quién es el candidato con los partidarios más rabiosos?”
De acuerdo a Moore, las razones por las que Trump se impondrá electoralmente se pueden resumir en estos cinco puntos, que reproducimos resumidos:

1- Matemáticas del Medio Oeste, o bienvenidos a nuestro Brexit

Creo que Trump va a centrar gran parte de su atención en los cuatro estados azules (demócratas) del cinturón sobre los Grandes Lagos: Michigan, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin. Cuatro estados tradicionalmente demócratas que desde 2010 han elegido gobernadores republicanos. Trump aventaja a Hillary en las últimas encuestas en Pennsylvania y está empatado en Ohio. ¿Cómo puede estar tan cerca después de todo lo Trump ha dicho y hecho? Bueno, tal vez porque ha dicho (correctamente) que el apoyo de los Clinton a los Tratados de Libre Comercio (TLC) ayudó a destruir a los estados industriales del alto Medio Oeste.
De Green Bay a Pittsburgh podemos ver las chimeneas derruidas junto al cadáver de lo solíamos llamar clase media. Millones enojados, mal empleados o desocupados, para quienes ha naufragado el sueño americano, van a creer que esta es su oportunidad. ¡El Forastero, Donald Trump, ha llegado para limpiar la casa! ¡Usted no tiene que estar de acuerdo con él! ¡Ni siquiera tiene que gustarle! Él es su bomba Molotov personal para tirársela a los hijos de puta que le hicieron esto!
Y aquí es donde las matemáticas entran en acción. En 2012, Mitt Romney perdió por 64 votos electorales. Sumen los votos electorales emitidos por Michigan, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin. Da 64. Todo lo que Trump tiene que hacer es ganar la franja de estados tradicionalmente rojos (republicanos) y luego sólo necesita de estos cuatro estados. No necesita de Florida, Colorado o Virginia. Sólo Michigan, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin.

2- El momento crucial para el hombre blanco enojado

Nuestra historia presidencial masculina de 240 años está por llegar a su fin. ¡Una mujer está a punto de tomar el poder! ¡¿Cómo pudo pasar esto?! Hubo señales, pero las ignoramos. Nixon, un traidor de género, imponiendo la regla de que las niñas en la escuela deben tener la misma oportunidad de practicar deportes. Luego se las deja volar aviones comerciales y antes de que nos demos cuenta está Beyoncé en el Super Bowl (¡nuestro juego!) con un ejército de negras con el puño en alto declarando que nuestra dominación se ha terminado.
Esa es una pequeña ojeada en la mente del Hombre blanco amenazado. Ese monstruo, la “Feminazi” que, como dice Trump, “sangra a través de los ojos o por donde sea”, nos ha conquistado. Y ahora, después de soportar ocho años que un negro nos diga qué hacer, ¿vamos a tener que soportar que una mujer nos mande durante otros ocho años? ¿Qué vendrá luego? ¿Ocho años de homosexuales en la Casa Blanca? ¿Y luego las personas trans? Se avizora dónde terminará esto. Para entonces se habrán concedido derechos humanos a los animales y un puto hámster va a dirigir el país. ¡Esto tiene que parar!

3- El problema de Hillary

Primero debo decir que en realidad me gusta mucho Hillary y creo que se le ha dado una mala reputación que no merece. Pero su voto a favor de la guerra de Irak me hizo prometer que nunca la votaría de nuevo. Si bien hasta la fecha no he roto esa promesa, lo haré para impedir que un proto-fascista se convierta en nuestro Comandante en Jefe. Aunque creo que Clinton encontrará la manera de meternos en algún tipo de acción militar. Ella es un halcón, a la derecha de Obama. Pero peor es imaginar el dedo psicópata de Trump en el botón.
Seamos realistas: nuestro mayor problema aquí no es Trump, sino Hillary. Ella es enormemente impopular (casi el 70% de todos los votantes cree que es poco fiable y deshonesta) y representa a la vieja manera de hacer política. Por eso primero se opone a que los homosexuales se casen y luego oficia un matrimonio gay. Las mujeres jóvenes se encuentran entre sus mayores detractoras, no le gusta a los niños y los millennial no la votan. Ningún demócrata, y menos un independiente, se despertará excitado el 8 de noviembre para ir a votarla, como sucedió con Obama o con la votación primaria a Bernie Sanders.

4- El votante deprimido de Sanders

Basta de preocuparse porque los seguidores de Bernie no voten por Clinton: todos vamos a hacerlo. La alarma debería sonar porque ese voto a regañadientes por Hillary es un “voto deprimido”, lo que implica que no arrastra a otras cinco personas a votar ni va a ofrecerse para hacer trabajo voluntario. Es que cuando uno es joven tiene tolerancia cero para los farsantes. Hillary Clinton tendría que haber hecho algo para convencerlos y la elección de un moderado hombre blanco de centro como compañero de fórmula no ha sido precisamente una jugada vanguardista. Tener dos mujeres en la boleta hubiera sido interesante, pero Hillary se asustó.

5- El efecto Jesse Ventura

Por último, no hay que descartar la capacidad maliciosa del estar a solas en la cabina de votación. Es uno de los pocos lugares que quedan sin cámaras, micrófonos, cónyuges, hijos, jefes o policías. Nadie puede obligarte a hacer nada. Y debido a eso y a la ira que muchos tienen hacia un sistema político quebrado, millones van a votar a favor de Trump. No porque estén de acuerdo con él, con su intolerancia o su ego, sino sólo porque pueden hacerlo.
¿Recuerdan que en los ’90 el pueblo de Minnesota eligió a un luchador profesional como gobernador? No lo hicieron por estúpidos o porque pensaban que Jesse Ventura era un estadista. Lo hicieron simplemente porque podían hacerlo. Votar por Ventura era su versión de una buena broma para un sistema político enfermo. Eso va a suceder de nuevo con Trump.
Esta semana un hombre me detuvo y me dijo: “Mike, hay que votar a favor de Trump. Las cosas tienen que cambiar”. Eso fue todo. Eso era suficiente para él. “Cambiar las cosas”. Elegir como presidente a Trump sería una forma de hacerlo. Y a una buena parte del electorado le gustaría sentarse en las gradas y ver en directo ese reality show.

sábado, 30 de julio de 2016

Macri y Peña Nieto avanzan hacia un acuerdo de libre comercio. En Plaza de Mayo, movilización contra el presidente mexicano por las violaciones sistemáticas a los derechos humanos. El presidente de Perú, PPK, profundiza el giro derechista en la región

Peña Nieto y Macri exhibieron la buena sintonía mutua en el encuentro de ayer

 

Macri y Peña Nieto avanzarán hacia un acuerdo de libre comercio

Fijaron esa meta al firmar convenios para profundizar el vínculo económico y comercial; uno de ellos establece preferencias arancelarias; acercamientos en Seguridad
LA NACION
Sábado 30 de julio de 2016
 
"Queremos que el ACE 6 se transforme en un tratado de libre comercio", dijo Macri en la ronda de negocios de empresarios argentinos y mexicanos en la Cancillería.

El presidente Mauricio Macri y su par de México, Enrique Peña Nieto, se reunieron ayer en la Casa Rosada y acordaron profundizar la relación económica y comercial para una mayor integración y, así, avanzar hacia un acuerdo de libre comercio entre ambos países, que según funcionarios argentinos podría firmarse en 2017."Aspiramos a que estos convenios se multipliquen y nos lleven a un acuerdo de integración absoluta, de libre comercio entre ambos países", dijo Macri. Lo mismo planteó Peña Nieto durante la declaración conjunta en el Salón Blanco del palacio gubernamental. Expresó su deseo de que "esta profundización nos permita aspirar en un futuro no muy lejano a un acuerdo de mayor integración y de libre comercio".La clave del acercamiento fue la firma del convenio de ampliación y profundización del Acuerdo de Complementación Económica (ACE 6), referido a preferencias arancelarias, el más importante de los seis convenios de intercambio y cooperación que se firmaron. Por falta de tiempo para afinar los detalles, en las próximas semanas se suscribirán otros once acuerdos bilaterales.
Según confió a LA NACION el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, el ACE 6 "profundizará una relación comercial que estaba paralizada en estos años". Cerca de la canciller Susana Malcorra deslizaron que hasta la noche anterior había incertidumbre y todo se destrabó a la madrugada.
México exporta a la Argentina por US$ 1500 millones y la Argentina sólo por US$ 1000 millones. Esa balanza comercial equivale a un día y medio de comercio entre México y Estados Unidos.
La ampliación del ACE 6 abrirá posiciones arancelarias para profundizar el inter cambio comercial en los sectores agrícola, ganadero y automotriz, entre otros. "El tratado de libre comercio será a mediano plazo, pero eso podría ser en 2017", reveló a LA NACION un alto funcionario macrista.
México tiene tratados de libre comercio con Estados Unidos, su principal mercado, con Chile y con dos países del Mercosur, Paraguay y Uruguay.
Luego de firmar los seis convenios, Macri le ofreció a Peña Nieto un almuerzo de honor en el Museo de la Casa Rosada junto con las dos primeras damas, Juliana Awada, y Angélica Rivera Hurtado.
En materia de inversiones, no hubo anuncios concretos. Dentro de los 17 convenios que se habrán firmado en los próximos días, existen acuerdos de protección de inversiones que favorecerían el clima de negocios, especialmente en agricultura, industria y servicios.
Además, se informó que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, firmará en agosto un acuerdo de intercambio de información entre todas las agencias de seguridad, migraciones e inteligencia de ambos países para investigar el narcotráfico y el crimen organizado.
El foco estará puesto en las investigaciones en marcha en la Argentina sobre el ingreso de cárteles mexicanos como el de Sinaloa, que apareció vinculado con el tráfico de efedrina y a resonantes crímenes, como los del Unicenter y General Rodríguez, que tienen conexiones políticas con delincuentes vinculados a funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.
En el Gobierno confiaron en que el acercamiento servirá consolidar la relación entre el Mercosur y México. Para Macri los "desafíos comunes" serán "la integración, la defensa de los derechos humanos, el combate del crimen organizado y el narcotráfico, y el cuidado del ambiente".
Luego de la reunión a solas en el despacho presidencial, ambos mandatarios se dirigieron al Salón Eva Perón, donde se sumaron Malcorra, Pompeo, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay. Del lado mexicano estuvieron los secretarios de Economía, Ildefonso Guajardo, de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, y el embajador de México, Fernando Castro Trenti. También los gobernadores de Córdoba, Juan Schiaretti; de Santiago del Estero, Claudia Ledesma Abdala; de Jujuy, Gerardo Morales; de Tucumán, Juan Manzur; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; de Neuquén, Omar Gutiérrez, y de San Juan, Sergio Uñac.
Malcorra y Prat-Gay recibieron a empresarios en el Palacio San Martín, donde también hablaron Macri y Peña Nieto. Unas 20 grandes empresas manifestaron su interés en invertir en el país.

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Resumen Latinoamericano, 29 julio 2016.- Organizada por las Asamblea de Mexicanos y Mexicanas, decenas de organizaciones sociales, partidos de izquierda y movimientos solidarios escracharon al Presidente mexicano Enrique Peña Neto al grito de “asesino” , “Atyozinapa vive y vive”, recordando a os 43 normalistas secuestrados y desaparecidos y también vitorearon a las maestras y maestros mexicanos de la CNTE que luchan contra la ley educativa neoliberal que pretende imponer el gobierno.
Peña Nieto se reunió con Macri en la Casa Rosada con Mauricio Macri y hablaron de efectivizar tratados de libre comercio y de apoyar la Alianza del Pacífico impuesta por los Estados Unidos en una clara reedición del ALCA.
La fuerte presencia policial no arredró a los manifestantes que primero en Plaza de Mayo y por la tarde marchando desde allí hasta la Cancillería (donde entregaron un comunicado de repudio a Peña Nieto a la canciller argentina) expresaron su protesta contra “la afrenta de que el gobierno argentino reciba a un asesino y jefe de un narcoestado”, según expresaron varios oradores.
Entre los asistentes a la movilización se destacó la dirigenta de las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Nora Cortiñas, y representantes de varios sindicatos y organizaciones políticas y sociales.

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PRIMERAS DEFINICIONES DE POLITICA EXTERIOR DEL PRESIDENTE PERUANO PEDRO PABLO KUCZYNSKI

PPK se alinea con EE.UU. y la derecha regional

Con críticas abiertas a Venezuela y silencios intencionados con respecto a Brasil, el mandatario peruano, de buena sintonía con Macri, prioriza la relación con Washington y las economías neoliberales de la Alianza del Pacífico.

Por Carlos Noriega
Desde Lima
Página/12
 
En su primer mensaje como presidente luego de juramentar el cargo, el economista Pedro Pablo Kuczynski casi no habló de política exterior. En este tema se limitó a una frase: que aspira a que el Perú se integre a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Eso fue todo. Nada de política regional. No habló del tema en su primer discurso presidencial, pero por su conocida posición política y sus declaraciones previas, los gobiernos de derecha de la región ya le dan la bienvenida a ese bloque.
Una orientación comercial de la política exterior; reforzar la apuesta por los tratados de libre comercio; priorizar en la región a la Alianza del Pacífico, integrada por Colombia, Chile, México y Perú, bloque de economías neoliberales cercano a Estados Unidos; poco interés por procesos de integración regional como Unasur; una relación privilegiada con Washington, que ya existe, serán, por lo que se sabe, las pautas centrales de la política exterior del recién estrenado presidente peruano.
“Esas prioridades en política exterior de Kuczynski serán una continuidad, una vuelta más de tuerca, de la política que han tenido Humala y los gobiernos anteriores. Se van a profundizar esas prioridades. Que en su discurso de toma de mando Kuczynski solamente haya mencionado su interés de entrar en la OCDE, que es el club de los países capitalistas, revela que su énfasis va a estar en el comercio internacional”, le señaló a Página/12 Alberto Adrianzén, analista político y ex parlamentario andino.
Por razones comerciales, China será otra prioridad de la política exterior del nuevo gobierno. El primer viaje al exterior de Kuczynski como presidente será, precisamente, a ese país, a donde viajará en setiembre. “Voy a ir a China porque me interesa nuestro principal mercado para nuestras exportaciones”, ha declarado el presidente peruano, explicando su viaje al país asiático.
Kuczynski se reunió con Macri antes de su juramentación como presidente. Ambos tienen mucho en común: su cercanía con el mundo de las empresas y los negocios, las políticas neoliberales, y muchas coincidencias en política exterior.
“Siempre he sido amigo y amante de Argentina. Felicito al presidente Macri por el inicio de su gobierno. Tiene problemas económicos que está tratando de resolver”, le dijo Kuczynski a este diario, dejando ver su simpatía por el presidente argentino.
“Habrá un mayor acercamiento del Perú con Argentina por la cercanía y afinidad entre Kuczynski y Macri, que piensan parecido en política exterior, en términos de que hay que integrarse a Estados Unidos, a los países europeos, a la globalización, a los tratados de libre comercio, comparten su oposición al gobierno de Venezuela y a ninguno de los dos les gusta Unasur”, señaló Adrianzén.
En conferencia con la prensa extranjera dos días antes de ju- ramentar como presidente, Kuczynski señaló que su política exterior estará guiada por los principios de tener “relaciones amistosas y cordiales con todo el mundo” y “defender con total determinación los principios democráticos”. Pero lo de buenas relaciones con todos parece no incluir al gobierno de Venezuela.
Días antes de asumir el gobierno, el nuevo presidente peruano se pronunció contra el régimen de Venezuela y se reunió con miembros de la oposición venezolana, a la que apoyó abiertamente. Pero no ha querido pronunciarse sobre el golpe parlamentario en Brasil contra Dilma Rousseff. Revelador doble estándar.
“La defensa de la democracia aplica al caso de Venezuela, donde ha habido un voto contundente que ha puesto a la oposición en control de la Asamblea Nacional y que ha terminado en un conflicto en el que hay presos políticos. Estamos en contra de eso”, le dijo Kuzcynski a la prensa extranjera.
Preguntado por Página/12 si esa defensa de la democracia también incluye el caso de Brasil y el golpe parlamentario contra la presidenta Dilma Rousseff, y cuál será su posición frente a esta situación y el gobierno de Temer, el presidente peruano se declaró prescindente.
“No interferimos en los temas de otros países. Los brasileros arreglarán sus cosas sin que otros países se metan”, respondió. “El caso de Venezuela es diferente, porque ahí hay una violación a los derechos civiles y humanos básicos, con presos políticos, en Brasil no hay eso”, se justificó para explicar la diferente vara para medir uno y otro caso.
Para Kuczynski, en Brasil no hay una violación de derechos, ni afectación de la democracia. “En Brasil hay una disputa entre diversos grupos importantes políticamente a raíz de un escándalo de corrupción, nosotros no tenemos nada que decir en eso”, fue su interpretación del golpe parlamentario en ese país, ante la pregunta de este diario.
Para el analista Adrianzén, PPK es un emergente de un nuevo ciclo en la región. “Kuczynski es parte de la derecha regional, ve como positivos los recientes cambios políticos en Argentina y Brasil. En la región tendrá un mayor acercamiento con los gobiernos de Argentina, Colombia, México y con Brasil en la medida que se mantenga la derecha en el poder. Se siente cercano a todo lo que sea libre comercio”, señaló el especialista. “En el caso de Venezuela sí hay un cambio respecto a lo que fue la política de Humala, quien nunca se pronunció sobre el caso venezolano, como lo ha hecho Kuczynski a favor de la oposición de ese país”, indicó.

viernes, 29 de julio de 2016

Elecciones en EEUU tras ratificación de Trump y Clinton como candidatos. Qué dicen las encuestas?

 

Entrevista a Leandro Morgenfeld sobre Elecciones en EEUU 

Radio Cooperativa AM770, 29 de julio de 2016

El historiador Leandro Morgenfeld, autor de “Relaciones peligrosas. Argentina y Estados Unidos y de Vecinos en conflicto”, dialogó con Luisa Valmaggia en el aire de “Abrir el Juego” sobre la recta final en la carrera presidencial de Estados Unidos.
“Una última encuesta de CNN por primera vez lo da ganador a Trump por arriba de Hillary Clinton”, señaló Morgenfeld y agregó que en un escenario de dos candidatos, el candidato del Partido Republicano “saca 3 puntos de ventaja”, mientras que “con cuatro candidatos está 5 puntos arriba”.
Según el historiador, la elección presidencial en Estados Unidos “hoy está en un empate técnico con Donald Trump algunos puntos arriba”.
“En la Convención Demócrata los seguidores de Bernie Sanders lo abucheaban cuando pedía el voto para Hillary Clinton. Trump tiene una alta imagen negativa, pero Hillary Clinton también. Será una campaña de muchas agresiones”, cerró Morgenfeld.

[AUDIO] Abrir el Juego – Cooperativa la 770 – 29 de Julio de 2016


- escuchá el audio acá -






"Cómo los JJ.OO. de Brasil se volvieron un espejo de los peores males de Latinoamérica"

 

Cómo los JJ.OO. de Brasil se volvieron un espejo de los peores males de Latinoamérica

Por Santiago Mayor
RT en español


Obras sin terminar, corrupción, violencia y conflictividad social son la antesala de la competencia olímpica en Río de Janeiro.

El 5 de agosto comenzarán los Juegos Olímpicos 2016 en la ciudad de Río de Janeiro. Será la primera vez que esta milenaria competencia se dispute en Sudamérica. Sin embargo el escenario social, político y económico del país anfitrión no es el mejor.

Infraestructura y limpieza a medias

La Villa Olímpica fue abierta esta semana y la mitad de sus edificios (son 31 en total) están sin terminar. Ante esto el comité organizador debió poner 600 obreros a trabajar las 24 horas del día para tratar de tener todo listo antes del comienzo de los juegos.



Esta obra fue llevada a cabo por la constructora Odebrecht, la más grande Brasil y una de las mayores del mundo, que está implicada en los casos de corrupción relacionados con la estatal Petrobras. De hecho, su presidente fue condenado a 19 años de prisión por estos hechos.
Otro trabajo inconcluso es la limpieza de las aguas residuales y basura que contaminan la Bahía de Guanabara y otras playas de Río donde habrá competencias de vela y nado. Esto sucede a pesar de que se han destinado miles de millones de dólares para los Juegos Olímpicos. Sin embargo el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, se justificó señalando que los problemas de polución en esa zona no son "un tema olímpico".



Violencia policial

Uno de los aspectos más resaltados por distintas organizaciones sociales y políticas ha sido el incremento de la militarización de Río de Janeiro además de otros puntos del país. Se han desplegado solo en Río 70.000 efectivos de distintas fuerzas (policía militar, ejército, marina, aeronáutica).
Hay "un aumento considerable de la violencia", explicó a RT Gerardo Gamarra, periodista del portal en inglés The Dawn que refleja las luchas populares de América Latina. Según detalló, "con el planteo de 'pacificar' las favelas militarizaron Río de Janeiro y desalojaron alrededor de 65.000 familias".



"Está aumentando también la violencia policial hacia la juventud", destacó el periodista. En opinión del informador, desde el Mundial de fútbol de 2014 a la actualidad "se calcula que hay un incremento del 20% de violencia de parte de las fuerzas de seguridad".
Por su parte, la ONG Human Rights Watch señaló en un reciente informe que solo en 2015 la Policía de Río acabó con la vida de 645 personas. "La criminalidad violenta es un problema muy real en Río; sin embargo, ejecutar a presuntos delincuentes no es la solución", observó Maria Laura Canineu, directora para Brasil de la organización. "Estas ejecuciones provocan que las comunidades se vuelvan en contra de la policía y empeoran la seguridad de todos, añadió.



¿En qué se gasta el presupuesto?

Como suele suceder ante estos grandes eventos deportivos (así sucedió también con el Mundial 2014) un punto de debate es por qué se gasta tanto dinero en estos cuando la población sufre por la falta de servicios básicos.
"El gobierno está con muchas dificultades para pagar los salarios de los empleados públicos y para sostener los presupuestos de salud y educación", relató Gamarra. Pero a pesar de ello han realizado "una inversión de miles de millones de dólares en la organización que incluso se ha ampliado respecto a lo que era la propuesta original".



Por su parte el analista internacional Leandro Morgenfeld cuestionó que "hace un año y medio que Brasil está en una fortísima recesión pero gastaron solo en Río 12.000 millones de dólares".
Finalmente, Gamarra aseguró que el argumento de las autoridades es que los Juegos Olímpicos "no representan un gasto tan importante porque un 43% del presupuesto salió de las asociaciones público-privadas". Pero en realidad el resultado es que "el Estado queda como gerente de las inversiones de las empresas privadas".

Amenaza terrorista y expulsión social

"Los últimos atentados que hubo en el mundo, en las recientes semanas, redoblaron el temor a un posible atentado en este acontecimiento que concentra toda la atención", comentó Morgenfeld a RT. Al respecto, detalló que la semana pasada "detuvieron una supuesta célula de militantes musulmanes" pero al poco tiempo "el mismo juez que los detuvo dijo que no se los podía acusar de terrorismo porque eran más bien amateurs". De todas formas el investigador explicó que si bien "no hay nada cierto" tampoco se puede descartar "que haya algún atentado".
"La militarización no tiene que ver con este proceso sino que es algo que comenzó en 2012/2013", aseveró Morgenfeld en relación al despliegue de las fuerzas de seguridad. Comenzó con "la gran especulación inmobiliaria que se produjo en Río a partir del anuncio de la Copa de las Confederaciones, el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos", recordó.




"Ocurrió entonces un proceso que se suele dar en las grandes metrópolis que es el de la gentrificación", añadió el especialista. Asimismo subrayó que subió tanto el precio de los alquileres "que se expulsó a los sectores medios hacia la periferia y a los sectores más vulnerables aún más lejos". Así es como se da "un proceso de limpieza de la población que, con la excusa de la lucha contra la inseguridad, se profundiza" con la llegada de los Juegos Olímpicos.
Para terminar, Morgenfeld afirmó que todo está atravesado por la crisis política. "La gestión del presidente interino Michel Temer es rechazada incluso por quienes estaban en contra de Rousseff. Tiene una intención de voto de un dígito", explicó. El analista internacional se preguntó quién será capaz de capitalizar los Juegos Olímpicos. "El dictamen del Senado sobre el juicio contra Dilma Rousseff se iba a conocer durante los juegos y sigilosamente decidieron postergarlo para después. Por eso creo que el gobierno de Temer va a intentar capitalizar la competencia para tratar de fortalecerse", concluyó.

jueves, 28 de julio de 2016

Reseña bibliográfica libros Colección Nuestras Malvinas, por Leandro Morgenfeld (Ciclos)




Reseña bibliográfica libros Colección Nuestras Malvinas

Por Leandro Morgenfeld


Año XXVI, Vol. XXII, Nº 44-45, año 2015, pp. 218 y ss.




Ana Pastorino, Maximiliano J. Álvarez y Gabriel H. Rosa, Colonialismo en el siglo XXI. La estrategia del Imperio para mantener la ocupación de Malvinas, EDULP, La Plata, 2015, 154 páginas.

Uriel Erlich, Malvinas: soberanía y vida cotidiana. Etapas y perspectivas de la política exterior argentina a 50 años de la Resolución 2065 (XX) de Naciones Unidas, EDUVIM, Villa María, Córdoba,  2015, 276 páginas.

En 2015 se cumplen 50 años de la Resolución 2065 (XX) de las Naciones Unidas. El 16 de diciembre de 1965, la Asamblea General de la ONU aprobó (94 votos a favor, 0 en contra, 14 abstenciones) esa disposición, que invitaba formalmente a los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña a mantener negociaciones sobre la soberanía. Esta histórica resolución sostiene que las Malvinas no pueden ser descolonizadas atendiendo al principio de autodeterminación de los pueblos –su población no es originaria, sino trasplantada tras la conquista por la fuerza- y pide a las partes que informen al Comité Especial de los Veinticuatro y a la Asamblea General sobre el progreso de las negociaciones. Antes, el Subcomité III había redactado un informe con sus conclusiones, contrarias a lo que pretendía Gran Bretaña: se aceptaba la existencia de una disputa por la soberanía; la Resolución 1514 (XV) era aplicable al territorio, pero no a la población de las Malvinas; se recomendaba al Comité Especial que invitara a ambas partes a iniciar negociaciones que tendrían en cuenta los intereses (pero no los deseos) de los isleños. Fue el mayor logro diplomático alcanzado tras la usurpación británica, en enero de 1833.
En este contexto, la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas y la Subsecretaría de Políticas Universitarias, junto a la Red de Editoriales de las Universidades Nacionales (REUN), lanzaron la colección Nuestras Malvinas, compuesta por las series Ciencia, Ensayo, Ficción e Infantil.
El primer libro de la colección¸ Colonialismo en el siglo XXI, de Pastorino, Álvarez y Rosa, tres graduados del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, se ocupa de temas poco visitados a la hora de analizar el conflicto por Malvinas: la estrategia colonial británica de apelar al principio de autodeterminación de los pueblos, la estructura del gobierno colonial en Malvinas, el control poblacional en las islas, a través de la regulación del “estatus de isleño”, y la demografía–cómo se utiliza la población como herramienta política del Reino Unido-. Con novedosa documentación británica y argentina, el libro analiza alguno de los actuales enclaves coloniales –Archipiélago de Chagos, Isla Banaba, Islas Turcas y Caicos-, mostrando el doble estándar británico. Como señala Daniel Filmus en el prólogo, “Este reclamo británico de libre determinación se manifiesta cuando conviene al colonialismo para su persistencia, como sucede en Malvinas, puesto que cuando un verdadero pueblo, como el de Turcas y Caicos, lo reclama para obtener su genuina independencia y separación del Imperio Británico, el Reino Unido no lo concede” (p. 6).
Los autores analizan también cómo funciona el entramado institucional del gobierno colonial - incluyendo la “constitución” de 2008, en la cual el poder queda reservado para Su Majestad, siendo el “gobernador” y la “asamblea legislativa” órganos subordinados-; la economía de las Malvinas –básicamente de enclave, en la que los recursos naturales están monopolizados por el Falkland Islands Holdings, cuyas relaciones con el Partido Conservador británico se ponen de manifiesto- y la importancia económica y militar de la Base Militar de Mont Pleasant, razón de ser de la persistente ocupación colonial. Otro hallazgo del libro es focalizarse en el estudio de la cuidada política poblacional, que regula quiénes pueden acceder al “estatus de isleño” y a los permisos de residencias permanentes y no permanentes, y en un detallado análisis demográfico histórico, que permite demostrar que la población –entre la que sobresale la afectada a la Base Militar- es estrictamente controlada a través de la política migratoria, en función de los intereses imperiales.
La precisa investigación de estos autores permite desmontar los principales argumentos de Gran Bretaña para sostener la situación colonial. Como señalan en la conclusión: “A partir de la usurpación de las Islas Malvinas, el Reino Unido ha construido una estructura que sirve a sus intereses coloniales. A pesar de que el mundo ha declarado la ilicitud del colonialismo, y tal vez por ello, el Reino Unido ha ido perfeccionando su estrategia para poder conservar su viejo imperio colonial. En Malvinas, la población le sirve como una herramienta y por ello es editada, regulada, periódicamente renovada para mantener una situación de usurpación territorial bajo la justificación del supuesto derecho de libre determinación de ese conjunto poblacional diseñado a medida de la potencia” (p. 147).
El segundo libro, Malvinas: soberanía y vida cotidiana, de Uriel Erlich, se origina en su tesis de Maestría en Políticas Públicas de la Universidad de San Martín y Georgetown University. Además de reconstruir la política argentina hacia Malvinas en los últimos 50 años, uno de los atractivos de este libro son las entrevistas realizadas, tanto a funcionarios que lidiaron con la problemática –Andrés Cisneros, Fernando Petrella, Fernando Maurette, Eduardo Airaldi, Javier Figueroa y Jorge Taiana-, como también a malvinenses y descendientes de malvinenses –Alejandro Betts, Cynthia Dickie, Guillermo Clifton, Georgina Gleadell y Michael O’Byrne-.  La estructura del libro responde a un orden cronológico. En el capítulo primero se reconstruye el origen del conflicto; en el segundo el período 1965-1982 (desde la resolución de Naciones Unidas hasta la conflagración); en el tercero, el más escueto, la guerra; en el cuarto, la distancia, durante el gobierno de Alfonsín; en el quinto, la política de acercamiento, durante las presidencias de Menem y De la Rúa; en el sexto, la política de firmeza, durante el kirchnerismo. Luego están las conclusiones y los anexos, que incluyen las principales resoluciones de la ONU sobre Malvinas y una síntesis de la relación Argentina-Reino Unido durante el último cuarto de siglo.
El libro de Erlich es un libro polifónico. Más que insistir en su propia perspectiva, igualmente presente, el autor repone los planteos y las lógicas argumentales de distintos actores que protagonizaron la política argentina hacia Malvinas, en períodos y con orientaciones diferentes, y esas voces se cruzan, además con las de los malvinenses y sus descendientes, quienes, a través de sus relatos de vida, permiten conocer otra/s mirada/s sobre el conflicto, distintas a las que reproducen los medios de comunicación y la propaganda británica.
En su detallado recorrido desde la resolución de Naciones Unidas de 1965, el autor destaca dos momentos de quiebre: 1982 y 2003. El primero, obvio, por el conflicto bélico, que marcó el final de las largas negociaciones y de los acuerdos alcanzados a principios de los años 70. La segunda ruptura se produjo con el kirchnerismo. Como señala Filmus en el prólogo, “Si la perspectiva de los 90 implicaba la convicción de los referentes de la diplomacia argentina de que la discusión sobre la soberanía surgiría al final de un recorrido de entendimientos provisorios sobre diversos temas de interés común, a partir del año 2003 la soberanía volvió a ser el eje de la relación. Así fue planteado ya en el primer encuentro del presidente Néstor Kirchner con Tony Blair, en julio de ese año en Londres, cuando le manifestó al Primer Ministro británico su intención de retomar las negociaciones sobre la soberanía de las islas” (p. 12). En esta última etapa, y tras el fracaso de la política de seducción iniciada por el canciller Di Tella, se puso fin al proceso de “desmalvinización” a la vez que se recuperó la firmeza en las relaciones bilaterales con el Reino Unido. Por eso Erlich muestra que “la relación quedó atada a la dialéctica de la disputa. El avance unilateral británico y la muestra de su falta de voluntad de resolver aquello que la comunidad internacional instó hace cincuenta años –la disputa de soberanía- fue tensionando la relación” (p. 231). Como bien muestra el autor, esos avances británicos tienen que ver tanto con cuestiones económicas, pero también geoestratégicas.
 
Ambos libros, bien distintos, presentan documentados y precisos análisis de distintos aspectos de la disputa por Malvinas y presentan, en el primer caso, fundamentos que respaldan el reclamo argentino y, en el segundo, un estudio de los alcances y límites de las estrategias diplomáticas desarrolladas en el último medio siglo. 
El litigio por Malvinas no sólo es simbólico, sino real y concreto. Gran Bretaña mantiene esta colonia por sus intereses geoestratégicos, ya que la ocupación de Malvinas le permite tener bases (a Londres y a la OTAN) en el Atlántico Sur, y muy próximas a la Antártida, otra región disputada por muchos países. Además, hay crecientes intereses económicos en juego. La pesca (los permisos que conceden los isleños en aguas argentinas), deja ingresos anuales muy importantes. Por otra parte, ya está comprobada la existencia de cuantiosas reservas de petróleo y gas. Cuando empiece su extracción, esto generará ganancias muy significativas para las grandes petroleras inglesas y sus socios.
La vía diplomática es la alternativa que viene desplegando el gobierno argentino en los últimos 12 años. Aunque también planteó algunas medidas, informales, para limitar compras británicas. A nuestro juicio, la presión diplomática en todos los foros internacionales debe ir acompañada con medidas económicas, preferentemente tomadas en forma conjunta con los demás países latinoamericanos. El problema con la diplomacia es que la máxima autoridad de la ONU es su Consejo de Seguridad, antidemocrático, que cuenta con cinco potencias con asiento permanente y derecho a veto. Allí no va a resolverse nada sin la aceptación británica y estadounidense. Argentina debería presionar cada vez más junto a los demás países latinoamericanos. Insistir en todos los foros diplomáticos, pero también tomar medidas concretas que afecten intereses económicos británicos en la Argentina (petroleras, tierras, bancos, empresas), para convencer al gobierno inglés de la necesidad de sentarse a negociar, tal como viene reclamando la ONU (y desconociendo Londres) desde 1965.
Los futuros debates sobre la problemática, que seguramente serán abordados en futuros libros de la colección Nuestras Malvinas, deberían incluir, entre otros, los siguientes interrogantes: ¿Es conducente la actual estrategia del gobierno argentino para recuperar las Malvinas? ¿Qué medidas concretas podrían tomarse en Argentina y América Latina para forzar la negociación que reclama la ONU desde 1965? ¿Qué políticas habría que desplegar si se recuperara la soberanía plena de Malvinas? ¿Qué habría que hacer con los isleños? ¿Es posible pensar en algún tipo de gobierno local de los isleños, pero en el marco de una soberanía argentina? ¿Cómo se podría relacionar el reclamo por Malvinas con el que exige la desmilitarización del Atlántico Sur por parte de potencias extracontinentales?