jueves, 30 de enero de 2014

Novedad editorial: "La era Obama. Estrategia y política exterior", de Ana María Ezcurra


La era Obama. Estrategia y política exterior

En su último libro, publicado por la La editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) en 2013, Ana María Ezcurra. analiza la política exterior de Obama durante su primer mandato, centrándose en la aparición de un “globalismo selectivo” en las relaciones exteriores estadounidenses, en la disminución de las campañas contrainsurgentes y en cómo se produjo un cambio en las prioridades geoestratégicas de EEUU hacia la región Asia-Pacífico. La autora reconstruye los debates entre demócratas y republicanos y la declinación (o no) de la hegemonía de los Estados Unidos.

"CELAC: ganadores y perdedores de la cumbre de La Habana"



Por Juan Manuel Karg (ALAINET)

Al momento de escribir este texto, finalizaban en La Habana, Cuba,  las reuniones presidenciales en el marco de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos. Tras propuesta del país anfitrión, se declaró a América Latina y el Caribe como "territorio de paz". Asimismo, se avanzó en un plan contra el hambre y la desigualdad, y se firmaron una serie de documentos con el eje puesto en la soberanía. ¿Qué niveles de acuerdos se lograron? ¿Cómo continuará la integración regional? ¿Qué significado tuvo la presencia de Ban Ki Moon (ONU) y José María Insulza (OEA) en La Habana?
Finalizada la II Cumbre de la CELAC, podemos afirmar que uno de los grandes derrotados de este cónclave ha sido nada menos que el gobierno de EE.UU. No sólo por su ausencia en la reunión, algo que ya estaba previsto desde la propia conformación de la CELAC -que lo excluye, junto a Canadá, de su funcionamiento-. Sino porque la II Cumbre fue en Cuba, lo que significó un revés instantáneo para Washington en su intento de aislar a la isla en su otrora “patio trasero”, y en el mundo. La visita del propio Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, legitimando la reunión, sus reuniones con Fidel y Raúl Castro, y su visita a la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) fueron parte de un triunfo político, diplomático (y también simbólico) de la isla. “Cuba tiene una larga historia de cooperación. Los médicos cubanos son los primeros en llegar y los últimos en retirarse. Cuba puede enseñarle al mundo sobre su sistema de salud, basado en la atención primaria, con importantes logros como una baja mortalidad, una mayor esperanza de vida y una cobertura universal”, fue la contundente frase de Ban Ki Moon durante su recorrida por la ELAM, algo que, en general, los grandes medios de comunicación del continente no han difundido.
Los discursos y la acción
En la plenaria general de presidentes, Rafael Correa despabiló a todos con su crítica frontal a la OEA. Lo escuchaba nada menos que su Secretario General, José María Insulza- quien fue a La Habana con bajo perfil, asumiendo una derrota (aún relativa) del organismo que conduce en manos de la propia CELAC-. “¿Para qué sirve la OEA si no es capaz de rechazar el colonialismo británico en las Islas Malvinas; si tiene su sede en el país del criminal bloqueo a Cuba?”, se preguntó el presidente ecuatoriano, quien también afirmó que “la única forma de liberarse del imperio del capital es la integración real de las naciones del área”.
A su vez, la lucha por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas fue un eje transversal en la casi totalidad de las intervenciones, incluida la de Cristina Fernández de Kirchner, quien denunció la violación del Tratado de Tlatelolco -relativo a la desnuclearización de América Latina- por parte de Gran Bretaña, a través de submarinos nucleares en el Atlántico Sur. También hubo consenso, en líneas generales, en que “sin Puerto Rico la CELAC está incompleta”, una frase que se repitió constantemente para hacer alusión a la ausencia de la isla y a su situación neocolonial, a raíz de la propuesta venezolana de poder integrar a la isla a esta herramienta de integración.
El combate a la pobreza y la desigualdad fue otro tópico trabajado por la mayoría de los Jefes de Estado, en una América Latina y el Caribe con unos 50 millones de pobres. Acá, sin embargo, encontramos un contrapunto entre aquellos países que plantearon la necesidad de una mayor intervención estatal en la generación de nuevos puestos de trabajo, y otros que han defendido (y defienden) una apertura mayor a los capitales privados –incluso transnacionales- para el “desarrollo” de los países de la región. El mejor ejemplo para graficar esta última posición fue la intervención del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien venía de asistir al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Peña Nieto defendió la reciente “reforma energética” –que no ha sido otra cosa que la pérdida del monopolio estatal sobre los hidrocarburos- como forma de estimular el crecimiento del país. Además fue el único presidente que, durante su intervención, no saludó a Cuba por su presidencia pro témpore durante el año que pasó, algo que se repitió en todos los demás oradores.
¿Cómo sigue la CELAC en 2014?
La presidencia pro témpore pasó ahora a manos de Costa Rica, país que el próximo 2 de febrero tendrá una elección crucial entre, precisamente, dos modelos de país: el actual, representado en Johnny Araya (PLN) y el de un horizonte de transformación política y económica representado en el joven candidato del Frente Amplio José María Villalta. El resultado de esta elección –y de una posible segunda vuelta- también tendrá que ver con el desarrollo de la CELAC en el año. La voluntad de Cuba, durante 2013, ha sido vital para el desarrollo del organismo –quien aún depende, por su pronta gestación, de cierto “voluntarismo” de algunos actores-. ¿De ganar Villalta, asumirá un papel de protagonismo en su carácter de presidencia pro témpore de este importante organismo regional? Sin dudas propulsará un mayor impulso a la CELAC que de continuar el PLN.
Ahora bien, otra conclusión ha sido la necesidad de avanzar a una mayor "cotidianeidad" de la CELAC. El contexto de América Latina y el Caribe necesita un esfuerzo diario para que la integración en todos los niveles -social, económica, política y cultural- pueda producirse. Aquí probablemente pueda mencionarse como interesante la propuesta de "gabinete permanente" que el uruguayo José Mujica llevó a la plenaria presidencial, propuesta luego retomada por el presidente venezolano Nicolás Maduro. Significaría el involucramiento de más actores en la toma cotidiana de decisiones de índole de integración, con contacto directo con los presidentes -con el ideario de no replicar la burocracia de "cuadros intermedios" que, de acuerdo a los análisis hechos por varios Jefes de Estado, torna más lenta las definiciones-. Las funciones de este "gabinete permanente" sería aumentar el flujo de tareas entre cumbre y cumbre, algo necesario para no repetir algunos errores del pasado.
En definitiva, tras la II Cumbre de La Habana, la CELAC se ha consolidado como herramienta integracionista de primer orden para los 33 países involucrados, y en una referencia a nivel internacional, como lo ha comprobado la propia presencia de Ban Ki Moon -mal que le pese a Washington-. Es tarea de los países involucrados no sólo preservar, sino profundizar, lo logrado hasta el momento. Otra integración, autónoma, abierta a los intereses de las grandes mayorías y no de las élites de nuestros países, no sólo es necesaria sino también es posible. 
Juan Manuel Karg
Licenciado en Ciencia Política UBA
Investigador del Centro Cultural de la Cooperación - Buenos Aires
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miércoles, 29 de enero de 2014

Entrevista a Evo Morales: "EEUU es ahora el país más aislado del hemisferio"



En la cumbre de la CELAC, en La Habana, conversamos en exclusiva con Evo Morales. En Entrevista con RT, el presidente boliviano comenta la importancia de ser Cuba anfitriona del evento y por qué es EE. UU. ahora el país más aislado del hemisferio. También nos revela su plan de construir un reactor nuclear y cómo toma Occidente sus planes de desarrollo tecnológico. Además, concluye que según la lógica de Obama, la garantía de paz en el mundo pasaría por espiar al mismo presidente de EE. UU.

martes, 28 de enero de 2014

Llegamos a las 150.000 visitas! Muchas gracias


Mapas geopolíticos: "La dominación de espectro completo sobre América"

alt_textLa dominación de espectro completo sobre América

En este trabajo se hace una revisión de la estrategia de Estados Unidos, autoasumido como líder mundial del proceso capitalista, para disuadir los cuestionamientos y construcción de rutas distintas de organización social y de soberanía sobre los territorios; y para disponer con la mayor amplitud de las riquezas de América Latina y el Caribe. Se refieren los mecanismos de disciplinamiento puestos en juego y se identifican los puntos neurálgicos de la política de control sobre la región.
En conjunto, la estrategia hegemónica contempla posicionar capitales, disponer de los recursos más valiosos, multiplicar y abaratar costos con regímenes de outsourcing, implantar cultivos de aprovechamiento industrial, la mayoría de las veces con modos agrícolas altamente predatorios y, en esencia, usar el territorio a su criterio, de acuerdo con sus necesidades e intereses, como espacio propio de fortaleza interna y de defensa frente al resto del mundo. Los mecanismos combinan diplomacia, política, asimetría y fuerza y varían de acuerdo con los desafíos internos y la visión y condiciones globales de lucha por la hegemonía. La pinza está puesta desde lo económico-territorial hasta lo militar, con una ofensiva transversal que circula en el nivel de los imaginarios, los sentidos comunes virtualizados y políticas culturales colonizadoras.

lunes, 27 de enero de 2014

"CELAC, cita en La Habana"



No es un milagro, pero casi. Contra todos los pronósticos la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se va consolidando como institución “nuestroamericana” y está a punto de celebrar en La Habana su Segunda Cumbre de Presidentes. Decimos “milagro” porque ¿quién habría podido imaginar, hace apenas cinco años, que el sueño bolivariano de Hugo Chávez –sueño fundado en un impecable diagnóstico de la geopolítica mundial- por construir un organismo regional sin la presencia de Estados Unidos y Canadá rendiría sus frutos? Para ello Chávez y quienes lo acompañaron en esta empresa patriótica tuvieron que vencer toda clase de obstáculos: la resignación de algunos gobiernos, la claudicación de otros, el escepticismo de los de más allá y la sistemática oposición de Washington, dato nada menor en la política de nuestros países. Eppur si muove, diría Galileo al contemplar la concreción de este proyecto bolivariano que por primera vez en la historia nuclea a todas las naciones de América Latina y el Caribe con la sola excepción-¡por ahora!- de Puerto Rico. Sin dudas, el fortalecimiento de la CELAC -como el de la UNASUR en el plano sudamericano- son muy buenas noticias para la causa de la emancipación de la Patria Grande.
La Casa Blanca intentó primero impedir el lanzamiento de la CELAC, realizado en Caracas en Diciembre del 2011 con la presencia de su incansable promotor y mentor, ya atacado por el cáncer que le costaría la vida. Al fracasar en su intento el imperio movilizó a sus aliados regionales para abortar –o por lo menos, posponer para un futuro indefinido- la iniciativa. Tampoco resultó. La siguiente estrategia consistió en utilizar algunos de sus incondicionales peones en la región como caballos de Troya, para malograr desde adentro el proyecto. No avanzó demasiado, pero consiguió que el primer gobierno que ejerció la presidencia pro témpore de la CELAC durante el 2012, el Chile de Sebastián Piñera, declarase por boca de Alfredo Moreno, su canciller, que “la CELAC será un foro y no una organización, que no tendrá sede, secretariado, burocracia ni nada de eso”. ¡Un foro!, es decir, un ámbito de amables e intrascendentes pláticas de gobernantes, diplomáticos y expertos que ni por asomo pondría en cuestión la dominación imperialista en Latinoamérica y el Caribe. Y la Casa Blanca también logró, a través del militante activismo de sus principales amigos de la Alianza del Pacífico, México, Colombia y Chile, que todas las decisiones de la CELAC debieran adoptarse por unanimidad. Parecería que la “regla de la mayoría” –tan cara a la tradición política estadounidense- sólo funciona cuando conviene; cuando no, se impone un criterio que de hecho le confiere poder de veto a cualquiera de los treinta y tres miembros de la organización. Pero esta es un arma de doble filo: Panamá u Honduras podrán vetar una resolución que exija poner fin al status colonial de Puerto Rico, pero Bolivia, Ecuador y Venezuela podrán hacer lo mismo ante otra que proponga requerir la colaboración del Comando Sur para combatir al narcotráfico.

El segundo turno presidencial de la CELAC, durante el 2013, recayó en Cuba, y el presidente Raúl Castro Ruz dio pasos importantes para desbaratar las maquinaciones del canciller chileno: se avanzó en la institucionalización de la CELAC y se creó el embrión de una organización que para esta próxima Cumbre pudo elaborar 26 documentos de trabajo, algo que ningún foro hace. Algunas propuestas, como la declaración de América Latina y el Caribe como una “Zona de Paz” serán objeto de un sordo debate porque no se trata sólo de evitar la presencia de armas nucleares en la región -¿cómo saber si ya no las hay en la base de Mount Pleasant, en nuestras Islas Malvinas?- sino también de utilizar el recurso de la fuerza para dirimir conflictos internos. Este tema hace subrepticia alusión a la tradición intervencionista de Washington en Latinoamérica y a la presencia de sus 77 bases militares en la región, cuyo propósito es exactamente ese: intervenir, cuando las condiciones lo aconsejen, con su fuerza militar en la política interna de los países de la región complementando la abierta intervención que ya Washington realiza en todos ellos. Recuérdese, para poner un ejemplo bien didáctico, el decisivo papel de “la embajada” para determinar el ganador de la reciente elección presidencial en Honduras. El tema, como se ve, será uno de los más urticantes y divisivos porque hay gobiernos, y no son pocos, que no sólo toleran la presencia de esas bases militares norteamericanas sino que, como Colombia, Perú y Panamá, las reclaman.
Otro tema potencialmente disruptivo es la aprobación de la propuesta venezolana de integrar a Puerto Rico a la CELAC -lo cual es absolutamente lógico teniendo en cuenta la historia y el presente de ese país, así como su cultura, su lengua, y sus tradiciones- pero que probablemente suscite reservas entre los gobiernos más cercanos a Washington para quien Puerto Rico es un innegociable botín de guerra. Una guerra cuya victoria les fue arrebatada a los patriotas cubanos y merced a lo cual con la apropiación de Cuba, Puerto Rico y las Filipinas, la Roma americana iniciaría su ominoso tránsito de la república al imperio. Se descuenta, en cambio, un apoyo unánime para el reclamo argentino en relación a las Islas Malvinas, al levantamiento del bloqueo a Cuba y para otras propuestas tendientes a reforzar los vínculos comerciales, políticos y culturales. Se sabe que Ecuador presentará una propuesta de repudio al espionaje que realiza los Estados Unidos y de desarrollo de una nueva red de comunicaciones en la Internet a salvo de la interdicción de Washington; y que es probable que se aprueben propuestas concretas en relación al combate a la pobreza y que se examinen alternativas para consolidar el Banco del Sur y, eventualmente, para crear una gran empresa petrolera latinoamericana, tema sobre el cual el presidente Chávez había insistido una y otra vez.
La transición geopolítica internacional en curso, y que se manifiesta en el desplazamiento del centro de gravedad de la economía mundial hacia el Asia-Pacífico; la declinación del poderío global de Estados Unidos; el irreparable derrumbe del proyecto europeo; la persistencia de la crisis económica estallada a fines del 2007 y que sólo parece acentuarse con el paso del tiempo y la permanencia de un “orden” económico mundial que concentra riqueza, margina naciones y profundiza la depredación del medio ambiente han actuado como poderosos alicientes para remover la inicial desconfianza que muchos gobiernos tenían en relación a la CELAC. El acuerdo logrado en Caracas en 2011 establecía que una troika se haría sucesivamente cargo de la presidencia durante los primeros tres años: comenzó Chile, siguió Cuba (ratificando el repudio continental al bloqueo estadounidense y su propósito de aislar a la Revolución Cubana) y al terminar esta Cumbre la presidencia se trasladará a Costa Rica. Este país, incondicional aliado de Washington, deberá afrontar unas decisivas elecciones el próximo 2 de Febrero, cuando por primera vez en décadas la hegemonía política de la derecha neocolonial costarricense estará amenazada por el ascenso de un nuevo y sorprendente actor político: el Frente Amplio. La actual presidenta, Laura Chinchilla, por largos años funcionaria de la USAID, garantizaba con el triunfo del oficialismo la “domesticación” de la CELAC y el retorno al proyecto acunado por Sebastián Piñera y expresado con total descaro por su canciller. Pero todas las encuestas dan por sentado que habrá una segunda vuelta y allí el discurso y las propuestas bolivarianas del candidato del Frente Amplio, José M. Villata, podrían catapultarlo a la presidencia de Costa Rica. Por supuesto, al igual que ocurriera pocos meses atrás con las elecciones presidenciales en la vecina Honduras todo el aparato de inteligencia, manipulación mediática y financiamiento de los partidos amigos ha sido ya puesto en marcha por Washington, para quien una derrota de la derecha neocolonial costarricense sería un revés de amplias repercusiones regionales. Si tal cosa ocurriera la CELAC podría dar un nuevo paso hacia su definitiva institucionalización, algo que América Latina y el Caribe necesitan impostergablemente. 

domingo, 26 de enero de 2014

La CELAC y la independencia de Puerto Rico

"La CELAC puede dar opciones por la independencia de Puerto Rico"

Héctor Pesquera Sevillano da las razones para estar optimista sobre la cumbre que comienza el martes en La Habana. Es que el presidente venezolano reclamó el ingreso de la isla como nuevo miembro de la organización.


Este martes comienza en La Habana la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el organismo regional creado a fines de 2011 que cuenta con la presencia de 33 países de todo el continente y del que están excluidos expresamente Estados Unidos y Canadá. 
Puerto Rico no ha participado en la fundación de esta herramienta, en Caracas, ni en su primer encuentro, en Santiago de Chile en enero de 2013. Ocurre que el país sigue siendo un "Estado Libre asociado a EE UU". ¿Qué significa esto? Que aunque tiene un gobernador, Alejandro García Padilla, su jefe de Estado es nada menos que el presidente estadounidense. 
Días atrás, el venezolano Nicolás Maduro anunció que su país llevará la propuesta de integrar a Puerto Rico a la CELAC durante la reunión presidencial de La Habana, abogando para que este pueblo logre iniciar el camino a su independencia. Las declaraciones de Maduro despertaron  un rápido revuelo, suscitando el análisis de especialistas en integración regional. 
Un mano a mano exclusivo con un protagonista de la lucha del pueblo de Puerto Rico por su independencia aporta una dosis de claridad para comprender la problemática. Héctor Pesquera Sevillano es presidente del Movimiento Independentista Nacional Hostoniano (MINH) y opina sobre la posición venezolana, rechaza las decisiones adoptadas por el gobierno de Obama y pide a la CELAC poner al pueblo puertorriqueño y a su gobierno a mirar al sur. 
 
–¿Cuál es la posición del movimiento independentista sobre la propuesta venezolana de que Puerto Rico ingrese a la CELAC?
–El movimiento independentista puertorriqueño se siente sumamente complacido y esperanzado de poder ocupar una silla, como miembro observador, de la CELAC. Desde que el comandante Hugo Chávez Frías propuso la creación de tan importante instancia de integración caribeña y latinoamericana, hemos planteado que la CELAC no estará completa sin la participación de Puerto Rico. La determinación del gobierno colonial de Puerto Rico de rechazar su participación en la CELAC no debe desalentarnos. Después de todo, como nos advirtiera Pedro Albizu Campos, a los pueblos les representan quienes les afirman, no quienes les niegan.
–En 2013, el Comité de Descolonización de la ONU se pronunció afirmando necesaria la independencia y autodeterminación de Puerto Rico. ¿Esto hizo cambiar en algún aspecto la posición del gobierno de Barack Obama? ¿Cuál es la evaluación del MINH sobre las sucesivas muestras de solidaridad con respecto a la lucha independentista del pueblo puertorriqueño?
–El gobierno de EE UU ha ignorado consistentemente las expresiones del Comité de Descolonización de la ONU, del Movimiento de Países No Alineados y, más recientemente, de la CELAC para que propicie un verdadero proceso de descolonización, de conformidad con el derecho internacional. Washington ha alegado que el caso de Puerto Rico es un "asunto doméstico", que no le compete a la comunidad internacional. De ahí, la importancia de la Declaración de Santiago de Chile –de la Primera Cumbre de la CELAC–, que expresa en su párrafo 21: "Destacamos el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y, al tomar nota de las resoluciones sobre Puerto Rico adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, consideramos que (Puerto Rico) es un asunto de interés de la CELAC." El MINH tiene tres pilares estratégicos: la lucha a nivel nacional, la lucha a nivel de las comunidades de puertorriqueños que residen en EE UU, y la lucha a nivel internacional. Es lo que hemos llamado el trípode de nuestra lucha. El fortalecimiento de la solidaridad internacional contribuye fuertemente al desarrollo de las otras dos patas del trípode.
–¿En Puerto Rico hay persecución al movimiento independentista? ¿Cuál es la situación de Óscar López Rivera, condenado desde 1981 en EE UU? 
–Desde el mismo día de la invasión a Puerto Rico, en 1898, el independentismo ha sido perseguido, encarcelado y reprimido por el imperialismo. Han criminalizado el ideal independentista, al punto de que un gran sector de la población siente temor de expresar su simpatía con el proyecto independentista. Hoy día, aunque con métodos más sofisticados, el imperialismo estadounidense, a través de sus agencias policíacas como el FBI, la CIA, el Tribunal de EE UU en Puerto Rico y la policía local, han continuado su política de persecución. El caso más dramático es el de Oscar López Rivera, quien lleva 32 años encarcelado en EE UU, acusado de "conspiración sediciosa". Es decir, de querer derrocar por la fuerza al gobierno norteamericano. No ha sido acusado y mucho menos convicto de ningún acto de violencia o daño a persona alguna. Sin embargo, lo han mantenido como rehén durante más de tres décadas, como disuasivo para desalentar la lucha revolucionaria del movimiento independentista. La comunidad internacional y particularmente la CELAC tienen mucho que aportar en la campaña de excarcelación que se desarrolla actualmente.
–¿Cómo cree que será 2014 en relación con la lucha por la independencia de Puerto Rico? ¿Piensa que a partir de la propuesta venezolana se reabrirá el debate sobre la independencia?
–Se vislumbra como un año de grandes adelantos en el proceso descolonizador y el nacimiento de la República de Puerto Rico, la más joven del Caribe y Latinoamérica. La propuesta venezolana ya consiguió reabrir el debate regional sobre la independencia. Ahora le corresponde a la CELAC poner al pueblo puertorriqueño y a su gobierno a mirar al Sur. ¿Pueden los países miembro de la CELAC expresar su disposición a asistir al financiamiento y desarrollo de la República de Puerto Rico? Sería interesante ese escenario. Lo fundamental es que el pueblo puertorriqueño vea, de una manera clara y precisa, que la salida no es una mayor integración a Estados Unidos sino, por el contrario, desligarnos de los depredadores de Wall Street e integrarnos al bloque económico de la comunidad latinoamericana y caribeña, una de las pocas regiones que experimenta un sólido desarrollo y crecimiento económico. La CELAC puede brindarle al país opciones que nos alejen de la dependencia, del secuestro económico al que nos ha sometido EE UU durante más de cien años. La CELAC puede ofrecernos que se desplomen las gríngolas que sólo le permiten a nuestro pueblo mirar hacia el Norte; y a través de esto acercarnos paulatinamente al proyecto de Betances, Hostos y Bolívar de integración antillana, caribeña y latinoamericana. «

viernes, 24 de enero de 2014

Salió un nuevo número de la Revista Ciclos









Ciclos, Año XXI, Vol. XX, Nº 41 año 2012-2013


Índice

Los mercados de materias primas: especulación, inestabilidad y perspectivas 

Keynes y los mercados de materias primas: de la especulación a la regulación.
María Cristina Marcuzzo

Recursos humanos especializados y cambios tecnológicos en la
vitivinicultura de la provincia de Mendoza (Argentina), 1890-1920.
Rodolfo Richard-Jorba y Florencia Rodríguez Vázquez

La doble periferialidad del circuito petrolero mendocino.
Martín Alejandro Ferreyra y José Luis Jofré

Comercio internacional, materias primas y “enfermedad holandesa”.
El caso argentino.
Alicia Carlino, Moira Carrió, Lucas Ferrero y Matías Hisgen

Acceso a la alimentación: el consumo de carne
vacuna en Argentina (1980-2001)
Joaquín Farina y Javier Rodríguez


Autonomía o dependencia en las relaciones internacionales

Un conflicto regional e internacional en el Plata. La Vuelta de Obligado.
Edmundo Heredia
Las relaciones China-Mercosur y Chile.
Raúl Bernal-Meza


La metamorfosis exportadora china y sus implicancias globales (1980-2010).
Gustavo Girado
Reseñas Bibliográficas

Rapoport, Mario y Eduardo Madrid, Argentina Brasil. De rivales a
aliados, Capital Intelectual. 2011, 354 págs.
Julián Kan
Luzzani, Telma, Territorios vigilados. Cómo opera la red de bases
militares norteamericanas en Sudamérica. Editorial Debate, 2012, 560 págs.
Ricardo Vicente
Ricardo Scavone Yegros, Después de la guerra. Las relaciones paraguayo-bolivianas desde el Tratado de Paz hasta 1952, Servilibro, 2013, 169 págs.
Liliana M. Brezzo
 






miércoles, 22 de enero de 2014

Ofensiva neoliberal pro-libre comercio: el apoyo interno a la Alianza del Pacífico

Legislador del PRO, a favor de la Alianza del Pacífico, una integración de orientación neoliberal:

Enseñanzas de América latina

El comienzo del nuevo año ofrece una oportunidad para evaluar lo acontecido en 2013. América latina deja atrás un año intenso, que se complementa con importantes logros en ciertos países que marcan una región en transición, logros que pueden ser enseñanzas valiosas para la Argentina.
En primer lugar se puede mencionar a Paraguay. La economía paraguaya, con 13,6%, fue la de mayor crecimiento en la región. El crecimiento estuvo asociado principalmente a la agricultura y la ganadería, mientras Paraguay se imponía como uno de los grandes exportadores de carne de América del Sur. Pero es sabido que el crecimiento económico no se traduce automática ni necesariamente en desarrollo y bienestar social. Por eso, el gobierno lanzó un nuevo plan para reducir la brecha social. Se trata de Sembrando Oportunidades, un programa nacional de reducción de la pobreza extrema que busca aumentar los ingresos y el acceso a los servicios sociales de las familias en condiciones de mayor vulnerabilidad. Destinada a familias rurales y urbanas, la propuesta ofrece capacitaciones en oficios, asistencia técnica e incluso semillas, según las necesidades de la población de cada sector.
La idea de Correa es jerarquizar la profesión docente a través de la exigencia y el prestigio que eso conlleva
En Ecuador, la gestión de Rafael Correa puso énfasis en la educación y en la idea de "formar formadores". En 2013 se lanzó el programa Quiero ser Maestro. Unos 80.000 aspirantes atravesaron una serie de pruebas para determinar quiénes eran candidatos para continuar con el proceso de ingreso a la docencia. Los exámenes incluían, en una primera instancia, preguntas de razonamiento y lógica. La segunda etapa estaba orientada a un análisis más específico, donde se evaluaban conocimientos disciplinares. Los resultados se dieron a conocer en diciembre y debido al nivel de exigencia, solamente el 30% de los aspirantes alcanzó la elegibilidad para acceder al concurso, que recién ahí les permitirá competir para distintos puestos y posiciones en el cuerpo docente. La idea de Correa es jerarquizar la profesión docente a través de la exigencia y el prestigio que eso conlleva: por eso el lema de la docencia como "la profesión de las profesiones". La medida afecta a maestros de nivel inicial y primario y a todos los profesores del bachillerato, y se enmarca en una reforma educativa más amplia que está llevando a cabo Ecuador, cuyo pilar fundamental es el fuerte vínculo entre educación y progreso.
En Brasil se produjo un avance en la lucha contra la corrupción que se inició en 2012 a partir del escándalo que involucró a importantes figuras políticas, banqueros y empresarios. Durante 2013 se produjeron arrestos por dicho escándalo y se aprobó una nueva y más estricta ley anticorrupción. A partir de ahora, la corrupción pasa a integrar el grupo de los delitos de mayor gravedad, calificado como "delito hediondo". El castigo mínimo aumentará a 4 años y no se admitirá el pago de fianzas ni la reducción de la pena. Incorpora, además, una novedad: se aplicará tanto para figuras del gobierno que tomen ventaja de su posición y malversen fondos públicos como para individuos o instituciones que ofrezcan sobornos a las autoridades. En un año colmado de protestas sociales, la ley responde a una de las demandas principales de la población y es una iniciativa que posiciona a Brasil como un ejemplo a seguir en la lucha contra la corrupción, un problema común a toda la región.
México aprobó una importante reforma energética. Desde la nacionalización de la industria petrolera en 1938, la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex) ostentaba el monopolio del gas y del petróleo. La reforma surge frente a un contexto de disminución de la producción del crudo y de falta de inversiones. La propiedad de los hidrocarburos del subsuelo quedará en manos de la nación, pero se abrirá la posibilidad de que el Estado firme contratos de producción e inversión con empresas privadas, nacionales e internacionales. Para justificar la medida, el gobierno mexicano hizo hincapié en que es una apuesta al desarrollo y una herramienta para combatir la corrupción y lograr un mayor abastecimiento energético a mejores precios.
Tuvo avances importantes en temas fundamentales como el desarrollo social, la educación, la lucha contra la corrupción, la integración y el autoabastecimiento energético
México alcanzó un segundo logro, que comparte con Perú, Colombia y Chile. En el marco de la Alianza del Pacífico, estos países pactaron en mayo la liberalización de 90% de su comercio. Desde la creación de la Alianza, sus integrantes la han promovido como una alternativa comercial y de integración regional, firmando tratados de libre comercio con Estados Unidos, la Unión Europea y países asiáticos. Hoy, hay 25 países observadores del mecanismo, incluyendo a Alemania, Reino Unido, China, Estados Unidos, Ecuador y dos países de nuestra región, Uruguay y Paraguay. En esta categoría se encuentran, además, Turquía, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, lo que demuestra un interés global por la experiencia. La importancia que adquirió la Alianza a nivel mundial y, principalmente, el acuerdo para reducir la mayoría de las tarifas de comercio entre los países, marca un hito en la integración regional.
Como vemos, América latina tuvo avances importantes en temas fundamentales como el desarrollo social, la educación, la lucha contra la corrupción, la integración y el autoabastecimiento energético. El desafío consiste en destacarlos manteniendo una visión de largo plazo, pensando que esos logros pueden ser enseñanzas para el cambio y la mejora, evitando caer en la chicana de comparar sólo para criticar.

martes, 21 de enero de 2014

Hacia la II Cumbre de la CELAC



Hacia la II Cumbre de la CELAC

Por Juan Manuel Karg


El gobierno de Raúl Castro planteará declarar a América Latina y el Caribe como “zona de paz” en la II Cumbre de la CELAC, a realizarse en La Habana este 28 y 29 de enero. La reunión presidencial también discutirá la toma de una serie de decisiones para combatir el hambre y la pobreza, y la promoción de la “seguridad alimentaria” en la región. Por último, se espera el tratamiento de una veintena de comunicados, para que el organismo se posicione frente al bloqueo de EE.UU. a Cuba, por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas, y por la independencia –y el ingreso a la CELAC- de Puerto Rico, entre otros temas.
“Es preciso que los jefes de Estado y gobiernos de la región lleguen al acuerdo de que cualquier diferencia, cualquier conflicto, siempre se resuelva por las vías del diálogo, de la negociación y que nunca se llegue ni a la amenaza ni al uso de la fuerza”, afirmó recientemente el vicecanciller cubano Abelardo Moreno, en referencia a la propuesta del gobierno de Raúl Castro de declarar a América Latina y el Caribe como “zona de paz”.
Moreno hizo hincapié en que los 33 países que componen la CELAC son a su vez socios en el Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (OPANAL), espacio que se propone “una región libre de armas nucleares”. En la última Conferencia General de OPANAL, realizada en Buenos Aires en 2013, Cristina Fernández criticó la creciente presencia de “submarinos nucleares” del Reino Unido en las Islas Malvinas. Esta denuncia sobre la violación del Tratado de Tlatelolco –acuerdo internacional firmado en el marco de OPANAL, que establece la desnuclearización del territorio de América Latina y el Caribe- debe ser refrendada por la CELAC en el marco de la declaración de “zona de paz” que pretende impulsar La Habana.
La erradicación del hambre y la pobreza, eje transversal
Otro eje trascendental a ser tratado entre los mandatarios será el de proponer y definir acciones para el combate del hambre y la pobreza en nuestro continente, problemas que aún afligen a más de 50 millones de latinoamericanos y caribeños. En diciembre pasado, los países miembros de Petrocaribe y ALBA suscribieron un plan de acción para la erradicación del hambre y la pobreza, que contará con el apoyo técnico de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).
El combate a estos problemas estructurales de nuestros países también encuentra antecedentes en la propia CELAC: como resultado de la I Cumbre en Santiago de Chile, en enero de 2013, se definió promover la “seguridad alimentaria” –es decir, la disponibilidad y el acceso físico y económico a los alimentos- en los países de la región, tras lo cual meses atrás se llevó a cabo la I Reunión de Altos Funcionarios sobre Agricultura Familiar de la CELAC, en Brasil. “Una de las lecciones que nos dejó la crisis alimentaria de 2007 fue que los países más afectados por ella fueron aquellos que dependían de las importaciones agrícolas. Por ello, fortalecer a la agricultura familiar es fortalecer la seguridad alimentaria de un país”, señaló en esta reunión Raúl Benítez, Representante Regional de la FAO.
Se espera que, durante la reunión de La Habana, la CELAC pueda avanzar, tal como ya hicieron ALBA y Petrocaribe, en el diseño de planes conjuntos para atacar este problema regional, fomentando la “seguridad alimentaria” a través de un reimpulso de la agricultura familiar. El tratamiento es necesario: si bien en general hubo avances en este tema en los últimos años, países como Haití, Guatemala y Paraguay, entre otros, aún afrontan complicadas situaciones relacionadas con no priorizar la resolución de estas problemáticas.
La soberanía de nuestros pueblos, el punto impostergable
Más de una veintena de documentos sobre diversos temas vinculados a la soberanía de nuestros pueblos están siendo elaborados al momento de escribir estas líneas. Algunos caen de maduro por el consenso que han generado en las últimas cumbres: el rechazo –una vez más- al bloqueo comercial, financiero y económico que EE.UU. impone sobre el país anfitrión, Cuba, y la reafirmación de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas.
La novedad será sin dudas la propuesta venezolana, que se encuentra en estos momentos siendo trabajada por el canciller Elías Jaua: un documento para exigir el ingreso de Puerto Rico a la CELAC, que sirva asimismo para promover el debate sobre el status neocolonial del país, y la –aún perdurable- injerencia norteamericana en América Latina y el Caribe. Diversas organizaciones sociales y políticas puertorriqueñas saludaron rápidamente la propuesta, afirmando que “la CELAC no está completa sin Puerto Rico”, tal como lo hiciera recientemente Héctor Pesquera Sevillano, presidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano.
Todas estas definiciones (y agendas) de carácter progresivo para América Latina y el Caribe –declarar al continente como “zona de paz”, implementar políticas para la erradicación de la pobreza con “seguridad alimentaria”, y ratificar diversas luchas por la soberanía que dan nuestros pueblos- dan cuenta del momento histórico en el que llega la CELAC, posiblemente el punto más importante en la integración regional de nuestros tiempos.
El gran desafío de los gobiernos postneoliberales en nuestro continente, precisamente aquellos que mayoritariamente han impulsado la aparición de este organismo, será el de reimpulsar esta y otras instancias autónomas (ALBA y UNASUR, principalmente). De la mano de ese reimpulso, América Latina transitará con menores riesgos los intentos de algunos gobiernos de avanzar en una “restauración conservadora”, tal como denunciara recientemente Rafael Correa en alusión a la Alianza del Pacífico y su subordinación a Washington, el gran ausente de la reunión en La Habana.