viernes, 23 de marzo de 2012

Comercio ARG-EEUU: reunión en Embajada en Washington

Dice el embajador argentino en Washington:

Exportar más y con mayor valor agregado, puro sentido común y ningún sacrilegio



Por Jorge Argüello
Enumerar la lista de acciones que durante los últimos años ha emprendido la Argentina para restaurar el grave daño que las políticas neoliberales provocaron en el tejido económico y social del país llevaría a estas alturas, con suerte, mucho tiempo. Uno de los últimos pasos han sido las reformas en la regulación de entidades financieras y el rol proactivo del Banco Central. Ahora es también el turno de administrar en consonancia el comercio exterior.
Pero como pasó antes con otras reformas, aparecen las resistencias. Cambios tan sólo dictados por el sentido común en una nación que busca ganar en independencia y autonomía, que quiere darle una orientación a su crecimiento, chocan contra viejos intereses que apelan a viejos latiguillos. Por ejemplo: Argentina cierra sus importaciones, se aísla.
Como dijo la presidenta Fernández de Kirchner en su discurso de apertura de sesiones del Congreso Nacional, el 1 de marzo, con los números de 2011 sobre la mesa y dirigiéndose a los que reprochan al país levantar barreras proteccionistas: “Somos el segundo país del G-20 donde más crecieron las importaciones y, sin embargo, ellos aplican y defienden sus barreras proteccionistas desde hace siglos”.
Durante este fin de semana (23 y 24 de marzo), nuestro gobierno volverá a desmentir esa falacia nada menos que en Estados Unidos, potencia indiscutible del libre comercio, con un conjunto de acciones concretas de la Cancillería, de Economía y de la propia Embajada, destinado a aumentar el intercambio bilateral. El contexto de esta iniciativa es muy claro: las importaciones argentinas de Estados Unidos en los últimos 10 años se incrementaron en un promedio anual del 15,5%. Sólo en 2011, alcanzaron 8.647 millones de dólares.
Ciertamente,  Argentina es una de las economías de mayor crecimiento del mundo y uno de los pilares de este modelo de crecimiento es la consolidación de la reindustrialización a través de una política de sustitución de importaciones en determinados sectores estratégicos. Pero también como contracara de este proceso, el país ha hecho una importante contribución a la demanda agregada global a través de sus importaciones del resto del mundo.
¿Cómo se puede hablar de trabas al comercio internacional cuando en 2010-2011 las importaciones aumentaron más del 30 por ciento? ¿Acaso Argentina no fue también de los países que más aumentó las importaciones en su propia región? ¿Acaso no se consolidaron las compras de sus principales diez importadores? ¿Acaso no aumentaron las importaciones provenientes de todos los demás países miembros del G-20 y, en general, de todos los continentes?

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