martes, 6 de noviembre de 2012

La Casa Rosada y las elecciones en EEUU


La carrera / El impacto local

La Casa Rosada, indiferente ante el resultado

Por Martín Dinatale | LA NACION

Como pocas veces en la reciente historia argentina, el Gobierno espera con poco entusiasmo y mucha apatía el resultado de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. La indiferencia de la Casa Rosada por lo que ocurra hoy en la urnas norteamericanas se explica en las relaciones poco amistosas que en los últimos tiempos protagonizaron Washington y Buenos Aires.
Si bien Cristina Kirchner se inclinó por el presidente Barack Obama, lo hizo casi por descarte: no sólo no simpatiza con la candidatura de Mitt Romney por ser republicano sino que a ello le agregó su recelo por los vínculos que ese postulante tiene con los fondos buitre que retuvieron a la Fragata Libertad en Ghana.
A diferencia de los comicios de Venezuela, donde el Gobierno y la oposición jugaron muy fuerte en favor o en contra de Hugo Chávez, las elecciones norteamericanas no generaron el mismo entusiasmo.
Habrá, no obstante, una amplia comitiva de dirigentes argentinos de la oposición y del oficialismo que viajaron como veedores no oficiales de los comicios a Washington.
Una de las causas centrales de la indiferencia que mostró el Gobierno por los candidatos norteamericanos la dio la misma Presidenta. "En los tres debates que realizaron Obama y Romney, América latina no ocupó un lugar importante", dijo.
Pero por su alineamiento histórico con los demócratas, Cristina Kirchner se mostró más cerca de Obama: "Nosotros pensamos más parecido al actual presidente", dijo, y añadió que "Romney es más conservador".
A esta postura hay que agregarle un dato relevante de la relación tirante que vivió la administración Kirchner con Estados Unidos.
Según un informe de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales, durante la presidencia de Obama, la Argentina tuvo la mayor cantidad de diferencias comerciales de los últimos años con Washington y en términos nominales se vio una caída efectiva mayor de las exportaciones argentinas en el mandato de Obama si se la compara con los gobiernos de Reagan, George Bush, Clinton y George W. Bush.
Hay otras explicaciones posibles a la indiferencia del Gobierno por los comicios de hoy. "Hubo malentendidos lamentables, por ejemplo en temas de seguridad y comercio", admitió a LA NACION el embajador argentino en Washington durante el gobierno de Néstor Kirchner José Octavio Bordón.
En el peronismo encuentran otros parámetros para analizar la actual apatía kirchnerista por los Estados Unidos: "La famosa frase de Perón podría reformularse por la realidad que indica que hoy nos encuentra unidos o marginados con Norteamérica", reflexionó el ex canciller de Carlos Menem Andrés Cisneros, para quien la administración de Obama tiene una baja apreciación de América del Sur. En este sentido, Cisneros evaluó que "para cualquier candidato que gane los comicios la relación con la Argentina será igual".
El académico en relaciones internacionales de la Universidad Di Tella Juan Gabriel Tokatlian cree que "la relación entre Buenos Aires y Washington se debe reencauzar para establecer una agenda de convergencias y diferencias sin recurrir a la diplomacia estridente". No parece opinar lo mismo la Casa Rosada.

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No importa el ganador, no habrá mejoras en el trato con Argentina

Clarín
La impresión es que en la próxima etapa, con Obama o Romney, la relación se complicará.
 
“Yo prefiero que gane Obama”, dijo en una ocasión el embajador argentino ante la Casa Blanca Jorge Argüello frente a un grupo de amigos. “Uno de los principales contribuyentes de la campaña electoral del candidato republicano Mitt Romney es Paul Singer, dueño de uno de los fondos buitre que ha actuado más agresivamente contra Argentina”, explicó.
Singer es el dueño de NML, el fondo que logró que la fragata Libertad fuera embargada en Ghana y que hizo un lobby feroz en el Congreso de EE.UU. para poder cobrar los fallos en su favor en la corte del juez Griesa. NML está detrás del voto que EE.UU. emite en contra de los créditos para la Argentina en el BID y en el Banco Mundial; de la expulsión de Argentina del Sistema general de Preferencias; y del pedido que hizo el senador Richard Lugar para que Argentina sea suspendida del G20 por sus incumplimientos internacionales.
Pero el lobby de NML sólo tuvo éxito porque Argentina lo favoreció no pagando la deuda con el Club de París, ni los fallos del CIADI, como tampoco mejorando la calidad de las estadísticas del INDEC. Es decir NML trabajó de algún modo sobre terreno fértil y lo hizo durante la administración de Obama.
¿Puede empeorar la situación bajo un gobierno de Romney?La relacion de Argentina con EE.UU. no dependerá tanto de quien es el ganador de las eleccione en estadounidenses sino de cuál será la política del gobierno argentino hacia esos temas y otros que siguen sobre el tapete. De hecho, las cosas pueden empeorar tanto en un gobierno de Romney como en uno de Obama.
Mitt Romney ha dicho en diversas ocasiones que quiere multiplicar las relaciones comerciales con América Latina. Según el candidato republicano el comercio es una vía para promover el crecimiento económico y consecuentemente generar fuentes de trabajo.
Pero Obama inició una demanda en contra de Argentina ante la Organización Mundial de Comercio en la que califica a todas las medidas que adoptó el gobierno de Cristina Kirchner en los últimos meses en materia comercial de proteccionistas. Y eso no va a cambiar con Romney.
Tampoco cambiará con Romney la preocupación que tiene actualmente la Casa Blanca por las conversaciones que Argentina ha iniciado con el régimen de Irán. “Las relaciones con Irán nunca son benignas”, le dijo a Clarín la subsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson.
Lo que puede cambiar con Romney, sin embargo, es el tono de los encargados de la política para nuestro país. Jacobson es una diplomática de carrera. Pero si gana el republicano, Jacobson podría ser reemplazada por Way Walser, un especialista en la región de la Heritage Foundation, quien en un editorial atacó la nacionalización de YPF bajo el título.“Argentina da ganas de llorar”.
“Como su amigo y patrón Hugo Chávez (y como Evita) la presidenta Fernández de Kirchner cree que los recursos, ahorros y propiedades de una nación existen para servir a fines partidistas”, escribió Walser en el comentario.
El texto está en línea con la posición que adoptó Robert Zoellick, ex presidente del Banco Mundial y director del equipo de transición para la seguridad nacional de Romney y uno de los candidatos a ser su canciller. Cuando le preguntaron sobre la nacionalización de YPF afirmó sin vueltas: “Es un error, puede tener gran beneficio político a corto plazo para el gobierno, pero este no es el momento de jugar con fuego, y en última instancia dejará a Argentina atrás de la economía internacional y perjudicará al pueblo argentino y eso es lo que me preocupa”, dijo.
“Las señales que provienen de Argentina son pésimas … Esa payasada que se mandó Timerman con la detención del avión (norteamericano) en Ezeiza. Si un país no quiere ser amigo de EE.UU. se lo ignora. Y eso es lo que pasará si no cambian de actitud ”, dijo a Clarín , el ex jefe de la diplomacia de George Bush para América Latina, Otto Reich.

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