jueves, 8 de noviembre de 2012

5 claves en la relación Argentina-EEUU

En la siguiente nota explico los 5 puntos que para mí son claves en la relación entre Argentina y Estados Unidos, a partir de la reelección de Obama.
 
Clinton podría dejar su lugar a Kerry. Geithner, titular del Tesoro, sería reemplazado por Lew
Hillary Clinton sería reemplazada por John Kerry. También se va Geithner del Tesoro.

Por Alejandro Bercovich
BAE Negocios en Chicago

 
Tras su ajustada victoria sobre el republicano Mitt Romney y la reelección que le garantizan los congresales conquistados en estados que las encuestas le auguraban esquivos, el presidente estadounidense Barack Obama prepara una reestructuración de su gabinete. Una candidataa dejar su silla en enero, cuando inicie su nuevo mandato, es la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien sería reemplazada por el senador John Kerry. Otro es su par del Tesoro, Tim Geithner, para cuyo puesto suena el jefe de gabinete Jack Lew, quien antes dirigió la influyente Oficina de Presupuesto. Según diplomáticos y académicos consultados por BAE en esta ciudad, la renovación podría servir como punto de partida para que la Casa Blanca vuelva a prestar más atención al Cono Sur y especialmente al gobierno argentino, con el que mantuvo en los últimos años una relación distante.
Todo tomará su tiempo y dependerá en buena medida de si Washington retira paulatinamente sus soldados de Medio Oriente, como prometió Obama en campaña. Pero para el embajador John Nay, delegado del Departamento de Estado para la región del MidWest y diplomático de carrera que trabajó con once secretarios distintos, “la relación con América latina se va a estrechar más durante el segundo mandato del Presidente” y el vínculo con Argentina “también mejorará, si bien hubo algunos malos entendidos en los útlimos años”.
En diálogo con BAE , luego de una charla que ofreció para periodistas extranjeros en la Universidad de Illinois, Nay diagnosticó que “la relación de Estados Unidos con Brasil es excelente y con Argentina es buena”. Y detalló que uno de los “malos entendidos” que explican esa diferencia –significativa en el sutil idioma de la diplomacia– fue el fuerte cruce de hace casi dos años entre ambas administraciones, cuando un avión de la Fuerza Aérea norteamericana fue detenido y demorado en Ezeiza por orden de Cancillería, acusado de pretender ingresar al país material de espionaje no declarado.
“Fuera de ese episodio, que percibimos como más grave porque partió del más alto nivel del gobierno, la relación tiene todo para mejorar. Estamos trabajando muy bien el tema de la deuda y respecto de la disputa con el Reino Unido por las Malvinas–Falkland, siempre hemos dicho que es algo que ambos países deben sentarse a conversar”, añadió.
Si ganaba Romney, según Nay, “el enfoque hacia América latina no iba a ser muy distinto”. Para Argentina, en cambio, habría sido negativo por la influencia que hubieran ganado sobre la Casa Blanca los fondos buitres que aportaron millones a su campaña, según comentó a este diario en otra conferencia organizada por el Departamento de Estado en esta ciudad el presidente del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales, Richard Longworth.
Entre los observadores argentinos, la percepción es similar. El presidente del Laboratorio de Políticas Públicas, Gabriel Puricelli, reconocido experto en política estadounidense, dijo a BAE desde México que “en la medida en que va a estar menos demandado por los escenarios bélicos, Obama podrá dedicarse más a nuestra región, constructivamente”. A su juicio, hasta ahora, “absorbido por los conflictos iraquí y afgano–pakistaní, Washington sólo ha enviado a América del Sur la clara señal de que acepta el liderazgo de Brasil, pero no mucho más”.
Kerry, postulante fallido a la presidencia en 2004, fue presentado en la Convención Demócrata de este año como un casi seguro candidato para reemplazar a Hillary Clinton en caso de que ganara Obama. Si el giro se produce, será el encargado de ejecutarlo.

5 claves para entender cómo seguirá la relación con los Estados Unidos
Comercio, fondos buitre, CIADI y FMI, seran los puntos centrales a resolver en la agenda política y económica de la relación bilateral, marcado por el intento de la Argentina en reducir el déficit comercial con los EE.UU. El historiador y especialista en las relaciones entre los Estados Unidos y la Argentina, Leandro Morgenfeld, explicó a BAE cómo puede ser el próximo escenario con la reeleccion de Obama.
1. Disputas comerciales.
Durante los últimos meses ambos gobiernos presentaron demandas cruzadas en la Organización Mundial del Comercio (OMC). La Casa Blanca acusa a la Rosada de limitar importaciones de bienes manufacturados. Argentina, por su parte, señala que Estados Unidos subsidia fuertemente a sus productores agrícolas, distorsionando los precios internacionales, y limita las compras de carnes y limones, con excusas fitosanitarias. El carácter no complementario de ambas economías fue una constante en el último siglo y medio. La actual crisis mundial y la necesidad de proteger mercados internos hace prever que no habrá demasiados avances en este punto. Este conflicto no se circunscribe a estos dos países sino que es parte de un debate más general en la OMC, que paralizó la Ronda de Doha hace años. Europa, Japón y Estados Unidos se niegan a desregular el comercio de alimentos, mientras que exigen a los países no desarrollados que abran sus mercados a los bienes industriales y servicios. El desafío para Argentina será revertir un déficit comercial bilateral que se proyecta en la cifra récord de 6.000 millones de dólares para este año y que se explica, en parte, por la fuerte importación de hidrocarburos.

2. Fondos buitres.
Los fondos especulativos que compraron bonos argentinos al 20-30% de su valor y ahora presionan para cobrar el 100% apostaron financiando a Mitt Romney. Paul Singer, uno de los principales impulsores de las acciones contra Argentina (incluido el embargo de la Fragata Libertad), invirtió cuantiosas sumas en la campaña del candidato republicano. Si bien la victoria de Obama no es una buena noticia para ellos, van a seguir haciendo lobby, fundamentalmente en el Capitolio, en donde han invertido millones de dólares pare presionar por sus intereses.

3. Ciadi y FMI.
la Casa Blanca respaldó a empresas como Azurix y Blueridge en las demandas que impulsaron (y ganaron) contra Argentina en el CIADI (organismo dependiente del Banco Mundial). Obama le planteó a Cristina Kirchner esta demanda desde que se reunieron en Cannes en noviembre de 2011. También exigió que se permita al FMI auditar las cuentas nacionales y revisar las estadísticas del INDEC. En esa línea, la Casa Blanca votó reiteradas veces en el BID y el Banco Mundial en contra del otorgamiento de créditos para Argentina. Dada la creciente crítica que reciben estos organismos financieros internacionales, el desafío para la Casa Rosada es sacar estos temas del ámbito bilateral y situarlos como problemáticas regionales. La estrategia para avanzar en la denuncia del CIADI y los Tratados Bilaterales de Inversiones (TBI) es coordinar con los demás países latinoamericanos esta medida estratégica. Y lo mismo con el FMI.

4. America Latina.
China es ya un socio comercial, prestamista e inversor más importante que Estados Unidos en muchos países latinoamericanos. Obama necesita mejorar la relación con Argentina para reposicionarse en una región que cada vez se autonomiza más. El eje de la estrategia del demócrata será profundizar su alianza con el Eje Pacífico (México, Colombia y Chile), pero también necesita tener un vínculo al menos cordial y más fluido con la Casa Rosada, para contener al Eje Bolivariano y evitar que Brasil pueda desplegar una política exterior regional de mayor independencia respecto a Washington.

5. Cooperacion bilateral.
En la noche de las elecciones, la embajadora estadounidense Vilma Socorro Martínez enfatizó las fuerzas centrípetas de la relación bilateral: "Tenemos intereses en común tan importantes, que sea quien sea nuestro (próximo) presidente, reconocerá el interés común que tenemos en tantos temas, como la no proliferación nuclear y el desarrollo en asuntos científicos". Destacó la existencia de 500 empresas estadounidenses operando en el país y fue optimista en relación con las disputas comerciales bilaterales. Washington pretende que Buenos Aires colabore para aislar a Irán y coopere en la "lucha antiterrorista", objetivos no son fáciles en tiempos de declinación hegemónica. En ese sentido, el triunfo de Obama genera mejores condiciones para una mayor cooperación bilateral, a pesar de las actuales disputas económicas.

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