lunes, 5 de noviembre de 2012

Guillermo Almeyra, sobre elecciones en EEUU

Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada



Mario Hernandez (MH): Escuchábamos el tema “Solidarity Forever” interpretado por Pete Seeger, “Solidaridad por siempre”, un himno obrero norteamericano. Previamente escuchamos un informe de “Democracy now” el informativo de Amy Goodman sobre la huelga en Wallmart, la primera en 50 años. A propósito, los 6 herederos de Sam Walton, el fundador de la empresa, tienen tanta riqueza como los 100 millones de estadounidenses de menores recursos. El 1% más adinerado posee más riqueza colectiva que el 90% restante según el Instituto de Política Económica de Washington.

Guillermo Almeyra (GA): Esa es la consigna de los “indignados”: Somos el 99%

MH: ¿Las elecciones que se realizarán el próximo 6 de noviembre cambiarán en algo esta situación?

GA: Creo que no. El establishment norteamericano es uno solo. Está dividido históricamente en dos partes pero intercambiables y ambas profundamente imperialistas y conservadoras. No hay grandes diferencias desde los ’30, entonces hubo un ala en el Partido Demócrata que era relativamente más progresista, no me refiero a Roosevelt, sino a un sector que lo apoyaba pero estaba más a la izquierda compuesto por ex liberales.
El establishment es uno solo. Obama continuó la política de Bush en todos los terrenos. No cerró Guantánamo, se mantuvo en Afganistán, extendió el conflicto a Pakistán e Irán, exactamente la misma política aunque los modos y los tiempos puedan cambiar un poquitito, pero el establishment lleva una sola política.
Obama ni siquiera fue un cambio desde el punto de vista de los derechos de la gente de color. Todas las cárceles están repletas de negros, simplemente por ser negro y pobre.

MH: Podríamos calificar a Obama de un Tío Tom…

GA: Exactamente. El color del perro no modifica mucho la función de guardián del capital.

MH: Mucho se ha hablado que es preferible el triunfo de Obama sobre Romney, porque éste representaría una extrema derecha.

GA: No fue lo mismo Lanusse que Videla. Los dos eran dictadores, antiobreros, anti derechos sociales, excluían a la mayoría de la actividad política, pero ni los métodos ni la ferocidad de la represión fueron iguales. Eso no quiere decir que el cambio sea cualitativo.
Romney es peor, representa a un ala que quiere jugarse toda una aventura brutal en el campo exterior y en el interior una anulación de todo lo que sea racionalidad y solidaridad. Rechazan la teoría de la evolución de las especies, insisten que La Biblia es la base de todo conocimiento, niegan los avances científicos y se oponen al estudio y la ciencia. Desconocen por completo los Derechos Humanos, en particular el caso de los inmigrantes latinos que les aportan U$S 100.000 millones anuales en impuestos, porque aunque no tengan documentos pagan impuestos en todo.

Dilma y Lula continúan teniendo un apoyo importante

MH: Te quiero llevar a otro escenario electoral. Hubo elecciones municipales en Brasil y a pesar de la campaña de acusaciones contra los dirigentes del PT por el desvío de fondos públicos durante la administración de Lula, salió airoso, incluso ganó en San Pablo que era uno de los escenarios más comprometidos, donde enfrentaba a Serra, un candidato que de ganar se proyectaba como el próximo rival presidencial.

GA: San Pablo es un caso bastante particular. Serra, que fue ministro de Hacienda del gobierno tucano y también gobernador y alcalde, es un tipo muy desprestigiado y muy visiblemente de derecha. Al contrario, el candidato del PT era un hombre joven no comprometido con el aparato, aunque no sé si eso es mejor o peor, aparecía como un renovador.
El triunfo fue importante pero hay que tener en cuenta que el PT fue derrotado en Río Grande do Sul, reducido a una proporción mínima de su electorado a causa de las peleas internas y el desprestigio de algunos candidatos, una de las regiones más evolucionadas, más politizadas, más organizadas, en la ciudad del presupuesto participativo, donde el PT había gobernado durante años y donde el MST, el movimiento de trabajadores sin tierra está más fuerte y organizado.
Hay que ver el conjunto. El triunfo en San Pablo es muy importante para las próximas elecciones. Dilma y Lula continúan teniendo un apoyo importante, pero el PT está muy desprestigiado. Si recibe votos es porque los demás lo están más aún.

El grueso del pueblo chileno no tiene alternativas

MH: En Chile también hubo elecciones municipales con un alto nivel de abstencionismo que fue impulsado fundamentalmente por la campaña “Yo no presto el voto” que buscaba sensibilizar a la sociedad chilena denunciando una institucionalidad política que consideran agotada y sin legitimidad democrática. Lo interesante fue que la campaña tuvo como protagonistas centrales a los estudiantes secundarios que el 25 de octubre, previo a las elecciones, efectuaron una jornada de movilizaciones. Por otro lado el 40% que votó lo hizo en contra del gobierno de Sebastián Piñera. ¿Coincidís con este análisis?

GA: Todavía no se ve una alternativa. Los que aparecieron como eje de una oposición más dura, los comunistas, tanto en el movimiento estudiantil como en el sindical, entraron en visibles componendas muy antipopulares con los partidos de centro-derecha que se hacen llamar centro-izquierda como la Concertación. Incluso para conseguir cargos, por ejemplo, la dirección de la Central Unica de Trabajadores (CUT), eligieron a una mujer en acuerdo con la cúpula burocrática del Partido Socialista en contra de un dirigente minero del PC que era mucho más combativo e independiente.
En el movimiento estudiantil, Camila Vallejos, entró en una vía de conciliación y ahora ha triunfado una izquierda independiente más radical que en este momento es la dirección estudiantil.
Todos los sectores políticos organizados actúan con vistas a las próximas elecciones. Muy probablemente vuelva al gobierno Michelle Bachelet ya que no tiene contrapeso. La derecha tiene al ex ministro de Minas que rescató a los mineros, es su figura más popular, pero está dividida como siempre.
El grueso del pueblo chileno no tiene alternativas. Nadie se refiere a sus problemas, a sus luchas por derechos democráticos, por el salario, por la carestía de la vida, por vivienda, no ha cambiado en lo más mínimo y la oposición a Piñera es esencialmente parlamentaria.

MH: Hemos hecho un recorrido por las elecciones municipales en Chile y Brasil y quedamos a la espera de las presidenciales norteamericanas que según tu análisis no traerán grandes cambios.

GA: Yo creo que va a ganar Obama, por poco, porque la política de Romney es muy brutal, pero en lo esencial no va a cambiar nada.

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