viernes, 30 de noviembre de 2012

Cómo enfrentar a los buitres

Cómo enfrentar a los buitres Cómo enfrentar a los buitres

Leandro Morgenfeld* (www.marcha.org.ar)
 
¿Por qué el tema de la deuda se dirime en un tribunal de New York? ¿Por qué no se audita la deuda externa, a pesar del fallo del juez Ballesteros del año 2000? ¿Por qué el tema no se trata en ámbitos latinoamericanos? Tres interrogantes que no se abordan en los análisis corrientes.
El embargo de la Fragata Libertad y el fallo del juez Griesa que ordenó pagar 1450 millones de dólares a los fondos buitre el 15 de diciembre actualizó el debate sobre el endeudamiento externo.
La deuda externa argentina tiene una larga historia. Empezó en 1824, con el empréstito de la Baring Brothers, y desde allí en más hilvanó escandalosos negociados, sucesivas renegociaciones ante cesaciones de pagos y una constante: los distintos gobiernos se negaron a discutir junto al resto de los países latinoamericanos una posición conjunta frente a los acreedores externos. Durante la última dictadura la deuda se disparó como nunca antes y las posteriores administraciones se negaron a auditarla para determinar el carácter fraudulento de al menos una parte de ella. Siguieron pagando, renegociándola y endeudándose. En el 2001 se declaró el mayor default de la historia. Luego hubo dos canjes, en 2005 y 2010, en los que se logró una importante quita. El 93% de los que poseían bonos aceptaron las condiciones. Buena parte del resto, incluyendo los llamados "fondos buitre" -que habían comprado bonos a la cuarta parte de su valor nominal-, vienen hace años batallando en la justicia estadounidense para cobrar sin quita alguna. La deuda pública que no ingresó al canje ascendería a unos 6.600 millones de dólares de capital, que llegarían a 11.200 si se les suman los intereses. Algunos de estos fondos especulativos, como NML, de Paul Singer, impulsaron acciones contra Argentina como el embargo de la Fragata Libertad en Ghana. Y ahora lograron un polémico fallo del juez Griesa, que conmina al gobierno argentino a pagarles unos 1450 millones de dólares el 15 de diciembre.
Este fallo, apelado por la Argentina el lunes 26 de noviembre, impide abonar a quienes sí entraron al canje, hasta que no se haga lo propio con los "buitres". Todo el sistema financiero internacional mira con atención cómo se resolverá el caso en la justicia estadounidense, en particular por las reestructuraciones de los países europeos sobreendeudados. Si se ejecuta el pago según la sentencia de Griesa, difícilmente los bonistas acepten quitas en futuras reestructuraciones de las deudas de otros países. Esta circunstancia, sumada a la oferta argentina de reabrir el canje para incluir a quienes anteriormente no lo aceptaron, suscitó la expeditiva resolución de la Cámara de Apelaciones de New York, el miércoles 28, de suspender el fallo de Griesa y plantear un compás de espera hasta febrero, instando a Argentina a proponer una solución para los buitres. Así, el gobierno argentino podrá pagar ahora en diciembre a los bonistas que sí entraron al canje. Se aleja el temor al inminente default técnico y los acreedores externos respiran aliviados. Pero la cuestión de fondo sigue sin resolverse.   
Uno de los temas preocupantes y en general soslayados es el de cesión de soberanía. Si Argentina debe someterse ahora a las decisiones de un juez de New York es porque, a contramano de doctrinas argentinas de derecho internacional planteadas hace más de un siglo (las doctrinas Calvo y Drago, que enfrentaban la acción imperialista de Estados que intervenían militarmente en América Latina para defender a sus capitalistas), se cedió soberanía jurídica. Así, desde que Argentina ingresó al CIADI (tribunal dependiente del Banco Mundial al que acuden las trasnacionales cuando no acuerdan con decisiones soberanas de los Estados en los que radicaron sus capitales) o cuando emitió bonos y determinó que los eventuales diferendos se saldarían en tribunales estadounidenses, se resignó soberanía. Las consecuencias están hoy a la vista: la Fragata Libertad embargada en Ghana, cuentas del Banco Nación bloqueadas en New York, un fallo que obliga a desembolsar 1450 millones de dólares y bloquea mientras tanto el pago a los bonistas que sí ingresaron al canje.
Más allá de los encendidos discursos oficiales en contra de los buitres, o de las posturas opositoras que reclaman "seguridad jurídica" (para los capitales trasnacionales), pocas voces se alzan para reclamar la necesaria salida del CIADI (como ya lo hicieron Venezuela, Ecuador y Bolivia) o el fin de la renuncia a la soberanía jurídica. La mayor parte de la clase política local muestra su alivio por la sentencia de la Cámara, señala que hay que arreglar con los buitres y pagar, en función de mantener la tan mentada "seguridad jurídica". Otros países, como Ecuador, optaron en cambio por realizar una auditoría de su deuda externa y repudiaron parte de ella. En Argentina, a pesar del fallo del juez federal Ballesteros del año 2000, en la causa Olmos (iniciada en 1982), el Congreso se negó y se niega sistemáticamente a abordar esta problemática. 
Al mismo tiempo, al menos hasta ahora, hay una negativa a plantear las negociaciones con los acreedores externos en forma conjunta con los demás países latinoamericanos. Ya en 1933, ante una propuesta mexicana de discutir una moratoria conjunta de las deudas de los países latinoamericanos, el canciller argentino Saavedra Lamas (futuro premio Nobel de la Paz) operó para que fracasara. Para alivio de Estados Unidos, su actuación fue crucial para hacer fracasar la iniciativa mexicana, que hubiera sido de mucha ayuda para las asfixiadas finanzas latinoamericanas y que tanto preocupaba a los acreedores estadounidenses. En los años '80, también se cedió frente a las presiones para evitar que el tema de la deuda fuera abordado en forma conjunta por los países latinoamericanos. Hoy en día, las presiones de los fondos buitres se multiplican. ¿Podrá América Latina avanzar, por primera vez, en un repudio conjunto a las presiones del gran capital trasnacional?


* Docente UBA e ISEN. Investigador del CONICET. Autor de Vecinos en conflicto. Argentina y Estados Unidos en las conferencias panamericanas (Ed. Continente, 2011), de Relaciones peligrosas. Argentina y Estados Unidos (Capital Intelectual, diciembre 2012) y del blog www.vecinosenconflicto.blogspot.com 

1 comentario:

  1. a ver si entiendo, Auditar una deuda implica la posibilidad de desligarse de la deuda., de parte de la deuda, dejar sentada la legitimidad o ilegitimidad de la misma,? digo, Hoy, como enfrentar a los buitres?

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