domingo, 25 de noviembre de 2012

Expectativa mundial por el juicio de los buitres contra Argentina

Muchas dudas sobre el resultado final del juicio

De mantenerse el fallo sin cambios, tendría consecuencias sobre las deudas de varios países de Europa.

Por Eduardo Cardenal (Clarín) 
El miércoles a última hora se conoció que el juez Thomas Griesa, de Nueva York, falló en contra de Argentina y ordenó pagarle al fondo NML US$1.330 millones antes del 15 de diciembre. El ministro de Economía Hernán Lorenzino adelantó que la Argentina va a apelar el fallo y, claro, no hará pago alguno.
Como era de esperar, los bonos argentinos reaccionaron con bajas generales afectados por el fallo de Griesa, y que en el caso particular de los bonos con legislación neoyorquina significó un derrumbe, ya que en algunos casos –como el cupón PBI– las cotizaciones retrocedieron hasta un 15%. Se esfumó así en cuestión de horas el optimismo que se había generado diez días atrás, cuando la Reserva Federal había decidido apoyar a la Argentina en el litigio.
Es lógico que el mercado sobre-reaccione, pero muchos operadores locales opinan que tampoco son bajas las probabilidades de que el fallo del juez Griesa sea encauzado por las instancias superiores, tal como pretende el Gobierno. Para aquellos que no están muy familiarizados con la situación, vale decirles que los fondos buitres desarrollan desde hace mucho tiempo –mucho antes que en el caso argentino– la estrategia de comprar bonos de países en problemas, y que comienzan a actuar masivamente justo cuando la probabilidad de no pago por parte del país deudor es muy alta. Tienen espalda financiera para aprovechar estas situaciones –ya que tienen todo el tiempo del mundo para esperar– y terminan utilizando los resquicios legales para realizar un excelente negocio financiero luego de diez o doce años o los que lleve. Pero no siempre el contexto internacional es proclive a su estrategia, como por caso el actual, con media Europa en jaque financiero.
Concretamente, de prosperar el desenlace a favor de los fondos buitre, a partir de allí la situación de muchos países europeos se tornaría desesperante, ya que el antecedente jurídico les jugaría muy en contra. En un reciente informe de la consultora InvertirOnline, que analiza los posibles escenarios de aquí en más, se sostiene que “a nivel internacional se sentaría jurisprudencia desfavorable para países en problemas económicos que deseen reestructurar sus pasivos en el marco de negociaciones con sus acreedores. No habría incentivos a ingresar en un canje si luego vía judicial tiene la posibilidad de cobrar la totalidad de la deuda (¿Grecia, Italia, España?)”.
Es decir, que habría un riesgo sistémico, y lo más llamativo es que, por el momento, los mercados de bonos de los países europeos en problemas no hayan tomado nota del asunto. Este es un elemento que debería ser tranquilizador para los tenedores de bonos argentinos, y más aún para los que tienen legislación nacional. Al menos para que, aquellos que tienen estos títulos en cartera, no se dejen arrastrar por tanto fuego de artificio actuando impulsivamente.
Por cierto, aún no está todo dicho, y el panorama dista de ser sencillo. La sentencia del juez Griesa pasa a la Cámara de Apelaciones para confirmación o rectificación, y lo más probable es que ocurra la última. No hay que olvidar que lo que la Cámara le había pedido a Griesa eran detalles de la fórmula de pago y lo que Griesa les devuelve es impracticable dado el riesgo sistémico global que generaría. Por ende, los bonos seguirán operando muy volátiles, y probablemente caigan mucho mañana, cuando los mercados norteamericanos vuelvan a operar tras los feriados del Día de Acción de Gracias.

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