viernes, 28 de diciembre de 2012

Reunión Nahón-Martínez



Fue una reunión privada y algunos la calificaron como "muy cálida". Intercambiaron opiniones sobre la política exterior que llevan adelante sus respectivos países, pero sin llegar al arduo debate. La embajadora de Estados Unidos en la Argentina, Vilma Martínez, recibió ayer a la designada representante del Gobierno en Washington, Cecilia Nahón, quien planteó que la misión pedida por Cristina Kirchner será "reforzar las relaciones comerciales" con la administración de Barack Obama.
El encuentro se realizó en la imponente residencia de la embajadora norteamericana situada en Palermo y duró más de una hora. Fue un tiempo suficiente para que la actual secretaria de Relaciones Económicas Comerciales de la Cancillería explicara a Martínez que el objetivo de la Casa Rosada es "equilibrar la balanza comercial" con Washington. Sin que hiciera falta mencionarlo, se refería al eterno reclamo de la Argentina para que Estados Unidos acepte el ingreso de carnes y limones argentinos, entre otros productos. Fuentes calificadas de la Cancillería explicaron a LA NACION que Nahón quería conocer a la embajadora norteamericana y llevarle un mensaje similar al que emitió hace una semana cuando el Senado le aprobó su pliego de embajadora: durante su gestión en Washington buscará "hacer crecer el posicionamiento argentino en el mercado norteamericano".
La aclaración de Nahón resultó válida si se tiene en cuenta que la Argentina tiene con Estados Unidos la balanza comercial más deficitaria de su relación con el mundo. Con 3000 millones de dólares de déficit en el intercambio con Washington, ese resultado superará este año a la balanza negativa que tiene la Argentina con países como China o Brasil, según datos de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), que dirige Marcelo Elizondo.
Los voceros de la embajada de Estados Unidos sólo se limitaron a confirmar a LA NACION el encuentro y añadieron que "se intercambiaron diversos aspectos de las relaciones bilaterales". No dieron más detalles de la reunión privada, que no estaba en agenda oficial.
La secretaria de Relaciones Económicas Comerciales no respondió a las llamadas que hizo LA NACION para ahondar en detalles de su encuentro con Martínez.
No obstante, se supo que Nahón sólo podría asumir sus funciones en abril del próximo año y no antes, ya que Obama sólo otorga cuatro veces al año las credenciales para los embajadores en su país y el turno correspondiente a enero ya estaría cerrado. Hasta ese momento, el actual embajador Jorge Argüello seguirá al frente de la sede diplomática en Washington. Por ello, es muy probable que hasta entonces Argüello se haga cargo de la reapertura del canje de la deuda con los bonistas en default y de los reclamos judiciales contra los fondos buitre que se llevan adelante en la Cámara de Apelaciones de Nueva York.
Más allá de las relaciones comerciales entre ambos países, a la administración de Obama le preocupa, entre otras cosas, que la Argentina pague su deuda con los bonistas y con el Club de París, del que Estados Unidos forma parte junto con Alemania y Japón, entre otros países. También preocupa a Estados Unidos el acercamiento que la Argentina tiene en estos momentos con Irán, más allá de que la Casa Rosada aclaró que el diálogo con Teherán se limitará a la causa del atentado contra la AMIA donde están acusados ocho iraníes.
Al margen de la reunión con Martínez, Nahón dejó en claro que con su llegada a Washington se prevén tiempos de cambio y mayor dureza.


Será "la voz indiscutida de Cristina Kirchner en Estados Unidos", como admiten varios funcionarios de la Casa Rosada. También ejecutará la misión de poner en el tope de la agenda bilateral el "equilibrio" de las relaciones comerciales. No tendrá juego propio y la artillería de su línea de ataque se sustentará, indistintamente, con los consejos de su mentor, Axel Kicillof , y del todoterreno Guillermo Moreno. Todos estos objetivos reúne la designación de Cecilia Nahón como embajadora argentina en Washington .
Cansada de los zigzagueos de Jorge Argüello y de su alta exposición mediática, la Presidenta optó por poner en Estados Unidos a una embajadora que reúne las condiciones que buscaba: lealtad absoluta, desprecio por los medios, capacidad técnica y una sintonía plena con el modelo nacional y popular.
Según coincidieron ante LA NACION varios funcionarios del Gobierno, desde el año pasado Cristina Kirchner se encandiló con la figura de Nahón . La llevó a varios viajes y dialogó mucho con la hasta ahora secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería.
Su trabajo académico titulado "Transformaciones económicas en la década del 90 en la Argentina: la consolidación de la valorización financiera" terminó por convencer a la Presidenta de que Nahón era la elegida para ir a Washington. En ese texto Nahón sostiene que "la elaboración de una estrategia de desarrollo nacional, incluso en un contexto internacional, es insoslayable y debe ser integral, coherente y coordinada como fue la reforma neoliberal, aunque con un sentido progresivo e industrializador". Una mezcla del dogma de Kicillof y la práctica de Moreno, señaló un funcionario que la conoce.
En su paso por el Senado previo a su designación, Nahón dejó en claro que su "principal misión" en Washington "será responder a desafíos en materia de economía y de comercio". Esto implicará revertir el déficit de la balanza comercial y romper con las barreras que pone Washington a la carne y los limones argentinos. Alguna de estas negociaciones ya empezó a trabajar Nahón junto con Moreno hace 15 días, cuando viajaron a Estados Unidos para reunirse con las autoridades de la Oficina del Representante Comercial. Ese viaje fue uno de los detonantes de la salida de Argüello.
La futura embajadora argentina lleva órdenes precisas de Cristina Kirchner de insistir en "el modelo de equilibrio en las relaciones comerciales". En algunos ámbitos diplomáticos preocupa el tema por la forma y el modo en que presentará Nahón estos reclamos. Cuentan allegados al despacho de Nahón que en la Universidad de Buenos Aires, donde se recibió de licenciada en Economía y conoció a Kicillof, le decían "Cecilia Nerón", por sus modales ariscos. Al parecer, sus estudios en la London School of Economics no cambiaron su carácter. Si no, habrá que preguntar en la Cancillería por qué se enojó con Ricardo Arredondo, un destacado funcionario de la Secretaría de Relaciones Económicas que le advirtió con un mes de antelación a su jefa que 40 países suscribirían una queja ante la OMC por las trabas a las importaciones que impone Moreno. El funcionario pasó al destierro: fue enviado al consulado de Los Ángeles.
¿Será Nahón una aliada a Moreno en detrimento de su mentor el camporista Kicillof? La respuesta llega de varias fuentes de la Casa Rosada: "Hará equilibrio entre uno y otro. Pero terminará haciendo lo que diga Cristina". No queda en claro cuál será su estrategia en torno a la situación de los reclamos de fondos buitre ante tribunales norteamericanos. "Voy a ejecutar las instrucciones de la Presidenta", se limitó a decir Nahón en el Senado.
Fuentes calificadas del Departamento de Estado aseguran que la designada embajadora contará con el plácet de Washington y que la semana próxima se reunirá con la embajadora norteamericana en Buenos Aires, Vilma Martínez, quien no la conoce más allá de lo protocolar y en los últimos días buscó referencias para profundizar en el currículum de Nahón.
En el ámbito empresarial argentino Nahón tiene buenas relaciones con los sectores más afines al Gobierno. Cosecha elogios tanto del titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, como del hipermorenista y ex menemista Carlos Spadone. "Nahón es una joven preparada. La recuerdo con afecto cuando nos ayudó en una ronda con más de 400 empresarios chinos en el Sheraton", dijo Spadone a LA NACION.
No piensan lo mismo algunos empresarios con contactos en Washington, que no sólo la ven como una desconocida sino que creen que para las negociaciones comerciales estará "muy lejos" del nivel que tenía el ex embajador en Estados Unidos Alfredo Chiaradia.
Referentes de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina expresaron a LA NACION que conocen a Nahón desde que trabajaba en la Agencia Nacional de Desarrollo de Inversiones y no dudan de su capacidad técnica. Aunque observaron que tendrá muchos retos por delante: entre ellos, acordar un marco regulatorio para la exportación de servicios y apaciguar los caldeados ánimos de los importadores y exportadores ante el nuevo régimen de declaraciones juradas en el comercio exterior.
Un ex embajador en Washington comentó poco después de la designación de Nahón: "El Gobierno cometió el mismo error de poner las relaciones comerciales por encima de todo y no valorar que antes se debe crear un clima de confianza".
No será un error de cálculo de Nahón. En tal caso, es una jugada de la Presidenta para relanzar su vínculo con los Estados Unidos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario