viernes, 17 de agosto de 2012

Debate en Buenos Aires sobre la destitución de Lugo: instigada por EEUU?

Afirman que Lugo lo derribó la oligarquía apoyada por EE.UU

Télam
El dirigente paraguayo del Frente Guasú, Belarmino Balbuena, afirmó que el golpe que destituyó a Fernando Lugo fue realizado por "una oligarquía terrateniente violenta y traficante apoyada por Estados Unidos para hostigar a los países progresistas de la región".
"La masacre de Curuguaty del 15 de junio, donde murieron 11 campesinos y siete policías fue preparada, como otras anteriores, para justificar, con apoyo de la prensa, el golpe parlamentario", afirmó Belarmino, dirigente campesino y presidente del Partido Movimiento Patriótico Popular, que integra el Frente Guasú.
Invitado a Buenos Aires por la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copppal), que preside Antonio Cafiero, para un debate sobre el Paraguay, Belamino opinó que "los legisladores no son representantes sino miembros de esa oligarquía terrateniente de tierras mal habidas, de tráficos ilícitos y contrabandistas".
Esto, agregó, es extensivo a "ministros y jueces, que son propietarios de grandes extensiones de tierras y exportadores de soja, como un ministro de la Corte Suprema que tiene 20.000 hectáreas obtenidas bajo la dictadura de Alfredo Stroessner.¿Cómo pueden, entonces, los campesinos reclamar por tierras mal habidas ante esa Corte".
"Lugo quedó preso de esta oligarquía, y la Constitución dice que el presidente no puede ser reelecto si completó un mandato, nada precisa si no lo terminó, como es este caso ¿Pero como discutirlo con esta Justicia terrateniente?", se preguntó.
Según Balbuena "la embajada de Estados Unidos en Asunción trabajó mucho para este golpe; hubo 17 intentos anteriores, y no lograron el golpe clásico, con los militares, por la depuración que hizo Lugo y su ministro de Defensa, el general Luis Bareiro Spaini.
A su juicio, la prensa paraguaya "preparó el terreno propicio para la represión contra los luchadores populares y si todavía no lo hizo el gobierno de facto de Federico Franco es porque la solidaridad internacional se lo hizo pensar dos veces".
Por su parte, el asesor argentino de la Unasur, Rafael Follonier, destacó que la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) "tuvo una reacción rápida, al suspender a Paraguay por la interrupción del proceso democrático, pero no impuso (otras) sanciones contra el pueblo paraguayo".
En cambio, ironizó, "la OEA (Organización de Estados Americanos) aún andaba redactando un informe sobre Paraguay" y finalmente no avaló la existencia de un golpe institucional parlamentario.
El asesor, que acompañó al fallecido ex presidente Néstor Kirchner en la creación del bloque regional, analizó el contexto en que se dio la asonada paraguaya, "ya no un golpe militar clásico, como también lo intentaron con el golpe cívico en Bolivia (2008) tratando de separar la Bolivia fértil de la andina y con el golpe policial de Ecuador (2010)".
Recordó que en la frustración de ambas intentonas tuvo un papel importante la rápida reacción de la Unasur: "El organismo estratégico de la integración; el más político y el más novedoso de los últimos 200 años de historia suramericana porque las decisiones las toman y controlan los 12 presidentes de la región".
Agregó que "nunca tuvimos las posibilidades de ahora, que como decía Néstor Kirchner, la utopía no se aleja como cuando se marcha hacia el horizonte, sino que se acerca y está más al alcance de la mano".
Follonier señaló que Sudamérica no es un gran polo financiero o tecnológico industrial mundial, pero tiene pueblos con gran "cultura, capacidad de lucha y paciencia" y posee "la mayor reserva de agua dulce del planeta, de hidrocarburos, posee minerales estratégicos como el cobre o el litio, y una gran potencialidad en alimentos, no para ser granero sino fábrica de productos alimenticios".
"Somos una región de paz hacia adentro y no estamos en guerra con nadie", a diferencia de "Estados Unidos, que tiene paz interna, pero es el promotor de las guerras en el mundo".
A su turno, Oscar Laborde, Representante Especial para la Integración y la Participación Social de la Cancillería argentina, explicó que hoy Sudamérica y América Latina viven una etapa crucial de su integración, de gran "potencialidad", pero también con "peligros", por la crisis del capitalismo en Estados Unidos y Europa.
Sostuvo también que la caída de la Unión Soviética y lo que calificó de "defección del socialismo europeo", "nos permitió buscar en nuestras raíces, en cada país, sin modelos para copiar".
Definió como punto fundamental de la actual etapa de integración "el `no` al ALCA (Area de Libre Comercio de Las Américas) que logró Kirchner en 2005 con el apoyo mayoritario de América Latina, frente a frente con el presidente estadounidense George W. Bush".
Laborde también destacó que tras la suspensión de Paraguay en el Mercosur, se logró, como contragolpe "la incorporación de Venezuela".
Finalmente, el senador del socialismo antikirchnerista, Rubén Giustiniani, señaló que "la gente no acepta más los golpes de Estado aunque estén disfrazados institucionalmente", calificó de importante la suspensión de Paraguay del Mercosur tras el derrocamiento de Lugo -en "un golpe parecido al de Honduras", dijo-, y expresó su solidaridad con el pueblo y la resistencia paraguaya.

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