viernes, 12 de julio de 2013

Intensa Cumbre del Mercosur: repudio al espionaje de EEUU y retención de Evo, asilo a Snowden, presidencia de Venezuela, Bolivia miembro pleno, regreso de Paraguay, nuevos socios




LOS PRESIDENTES DEL MERCOSUR FIRMARAN HOY DUROS DOCUMENTOS SOBRE EL ESPIONAJE DE EE.UU., LA DETENCION DE EVO Y EL DERECHO DE ASILO

“Son tres puntos en los que seremos inflexibles”

Página/12
Los presidentes se reunirán esta mañana en Montevideo, también participará Evo Morales. Los cancilleres acordaron ayer las tres declaraciones en las que expresarán su rechazo y anticiparán posibles medidas diplomáticas.

Desde Montevideo
Cinco mandatarios sudamericanos se darán cita hoy en esta ciudad, en el marco de la Cumbre de Presidentes del Mercosur y con una agenda impuesta por la coyuntura: el espionaje de Estados Unidos sobre países de la región, la posibilidad de que un país de la región otorgue asilo al ex contratista de inteligencia estadounidense Edward Snowden y el episodio sufrido por el presidente boliviano Evo Morales en Europa, donde su avión fue retenido ilegalmente en el aeropuerto de Viena. Estos tres temas, estrechamente relacionados, merecerán tres documentos específicos que hoy firmarán los presidentes. Entre otras definiciones, considerarán allí insuficientes las explicaciones brindadas por los países europeos que le negaron el permiso de sobrevuelo a Morales, a Estados Unidos por sus maniobras de espionaje y anticiparán posibles medidas diplomáticas hasta tanto no reciban una respuesta convincente.
“Son tres banderas que no podemos dejar de lado y debemos demostrar que en esos puntos seremos inflexibles en la respuesta que vamos a brindar”, señaló ayer el canciller argentino Héctor Timerman, tras el encuentro preliminar que mantuvieron los ministros de Relaciones Exteriores de los países que forman parte del bloque, a los que en estas circunstancias se sumó Bolivia, que todavía aspira a convertirse en miembro pleno.
Así, el anfitrión José Mujica, junto a Cristina Kirchner, la brasileña Dilma Rousseff, el venezolano Nicolás Maduro y el mismo Morales, como invitado, se darán cita desde las 8 en el Edificio Mercosur, sede formal de este bloque, un regio palacete frente al Río de la Plata, rodeado por los árboles del Parque Rodó, en la zona más linda de la capital uruguaya. Trescientos metros más allá, apenas, se alza como una mole verde coronada por la bandera de estrellas y barras la Embajada de Estados Unidos, donde seguramente seguirán con interés lo que suceda en estos salones: la cita de hoy será, indican las circunstancias, la más hostil hacia Washington desde que en 2005, en Mar del Plata, se decidió descartar definitivamente el plan de un mercado común en todo el continente ante las narices del entonces presidente George W. Bush. Eso explica también la inusual presencia de reporteros de ese país en la sala de prensa.
La agenda incluirá, por supuesto, temas intrínsecos al funcionamiento interno de la región, que se perfilaban desde antes de que el affaire Snowden cambiara el libreto, entre ellos la inclusión de Bolivia como miembro pleno, siguiendo el protocolo firmado en Brasilia el año pasado, y también el acercamiento de Surinam y Guyana como Estados asociados: países donde se habla holandés e inglés y de idiosincrasia muy distinta a la de los miembros del Cono Sur que fundaron el mercado común, con todos los desafíos que eso implica. También se discutirá el lento avance de las negociaciones comerciales con la Unión Europea, el reconocimiento a las organizaciones y movimientos sociales y la apertura de oficinas que representen al Mercosur en otras regiones del mundo.
Además, la jornada de hoy verá el final de la presidencia pro témpore del Mercosur a manos de Uruguay. Siguiendo el orden alfabético que se utiliza para determinar los turnos, desde este mediodía el lugar caerá por primera vez en manos de Venezuela, miembro pleno desde el año pasado. Esto pone una incógnita acerca del regreso al bloque de Paraguay, que había sido suspendido tras el golpe de Estado institucional sufrido por el ex presidente Fernando Lugo. Aunque la fecha de retorno estaba pautada para el 15 de agosto, cuando asuma el mandatario electo de ese país, Horacio Cartes. Pero Cartes supeditó el reingreso a que su país ejerza la presidencia pro témpore que le hubiera correspondido durante su suspensión. Aunque ayer el canciller anfitrión, Luis Almagro, sostuvo que “existe la mejor disposición de todos los socios del Mercosur para que esto se haga”, también ratificó el turno que le corresponde a Venezuela, por lo que el final aún es incierto.

Una de espías

De todas formas, la atención de lo que sucede en el encuentro estará puesta en el escándalo por el espionaje, y sus inesperadas secuelas que tocan a Sudamérica, sobre todo desde que Morales fuera retenido en Europa de forma ilegal ante sospechas infundadas de que, de regreso de una visita a Moscú, transportaba en su avión oficial al ex contratista de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense Snowden, buscado por Washington luego de que decidiera hacer públicos los sistemas de espionaje de ese país sobre sus propios ciudadanos y otros países del mundo.
La cuestión mereció la semana pasada una reunión de urgencia de los presidentes de la Unasur en Cochabamba, Bolivia, donde llevaron su solidaridad a Morales. Hoy, la cuestión será tratada por el plenario de los presidentes, que luego emitirán un documento. La novedad será –además del obvio rechazo– la posibilidad de aplicar medidas diplomáticas a Italia, Francia, España y Portugal, quienes prohibieron al presidente boliviano el uso de su espacio aéreo.
Respecto de Snowden, de acuerdo con lo consensuado ayer por los cancilleres, habrá otro documento reivindicando la tradición histórica de América latina en materia de asilo y subrayarán que no se permitirán amenazas contra los países que lo ofrezcan. Será una referencia implícita a Snowden y el ofrecimiento de asilo realizado por Venezuela, Bolivia y Nicaragua, aunque no mencionarían con nombre y apellido al espía.
La tercera situación que ameritará un documento tendrá que ver con el espionaje que sufrieron los países del continente, que sacaron a la luz justamente las filtraciones de Snowden. Habrá otro pedido de explicaciones, en este caso al gobierno que Barack Obama.
“Los tres problemas son banderas que no podemos dejar de lado”, insistió Timerman, luego de la reunión que compartió junto a sus pares ayer por la mañana. Allí, el argentino, junto al anfitrión Almagro, el brasileño Antonio Patriota y el venezolano Elías Jaua delinearon los documentos. “Estos tres temas van a mostrar la unidad que marca el Mercosur, el horizonte al cual queremos dirigirnos y al que siempre la Argentina va a ser solidaria”, reforzó Timerman.
Sobre el episodio que sufrió Evo Morales, Timerman lo consideró “una agresión que se origina indudablemente en que es un presidente suramericano, es un presidente indígena, un dirigente que se ha opuesto a las políticas de los países más desarrollados, en tanto y en cuanto afectaban a los intereses de su propio pueblo y de Latinoamérica”.
El canciller manifestó además la preocupación de todos los miembros del bloque por “el espionaje” ilegal de los Estados Unidos en la región. “Principalmente el que sufrió Brasil, aunque no dudamos también que muchos otros países hayan sido víctimas. Algunos han cooperado con ese espionaje, otros no. Sabemos que Brasil está, no entre los que han cooperado, sino entre los que lo han sufrido”, aclaró. Y aunque reconoció que aún no hay pruebas de que Argentina –aunque así trascendió a través de publicaciones periodísticas– haya sido también víctima, no hay dudas de que “Argentina siempre va a ser solidaria con el Mercosur”.

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