martes, 23 de octubre de 2012

Tensión con Ghana / Negociación internacional

La Argentina no encontró en la ONU la solución para la Fragata

Timerman sólo obtuvo una respuesta formal; "Se podrán quedar con la Fragata, pero no con la libertad", dijo Cristina
Por Rafael Mathus Ruiz  | LA NACION
NUEVA YORK.- El canciller Héctor Timerman había llegado a Nueva York apremiado por encontrar en la ONU una salida del escándalo que ató la Fragata Libertad al puerto de Tema, en Ghana. Tuvo éxito en conseguir en tiempo récord audiencia con los máximos responsables de la Secretaría General, del Consejo de Seguridad y de la Asamblea del organismo. Sin embargo, el resultado de las conversaciones no fue muy alentador. Sólo recogió un compromiso diplomático, pero no una solución de fondo para el problema.
El canciller y los líderes del organismo indicaron que será la justicia, y no una gestión del organismo, la que terminará de liberar la Fragata. Un reconocimiento de que la apuesta a una salida a través de la presión de la ONU no fue suficiente. La misma idea pareció sobrevolar cuando dijo que llevará su planteo al G-20 y al FMI.
De hecho, por la noche, la presidenta Cristina Kirchner, por cadena nacional, le dio un sesgo pesimista a la recuperación de la embarcación retenida en Ghana desde hace 20 días. "Mientras yo sea presidenta, se podrán quedar con la Fragata, pero no con la libertad, la dignidad y la soberanía del país", planteó la jefa del Estado durante un acto en la Casa Rosada.
La Presidenta se quejó, sin precisar, de "algunos que defendían a los fondos buitre creyendo que van a extorsionar", y dijo que no va a renunciar a sus convicciones.
"Hay que bancar lo que haya que bancarse para defender los intereses de los argentinos", agregó, en referencia a su rechazo a pagar la caución impuesta por la justicia de Ghana después de que hizo lugar a la demanda de un fondo buitre que reclama el pago de la deuda al Estado argentino.
De esa manera, la Presidenta ratificó su decisión de no negociar una salida por la vía económica, como le habían ofrecido los abogados del fondo NML-Elliott Capital Management.
La intervención de la Presidenta se produjo después de la fría recepción que tuvo en la ONU el reclamo del Gobierno. "Hemos apelado la decisión del juez, y le hemos dicho que si bien vamos a agotar todos los recursos legales en Ghana, nos resguardamos el derechos de concurrir a los tribunales internacionales", afirmó Timerman.
Lo hizo apenas terminó su reunión con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. También se reunió con el presidente del Consejo de Seguridad, el guatemalteco Gert Rosenthal, y con el presidente de la Asamblea General, el serbio Vuk Jeremic.
Ban ofreció sus "buenos oficios" para intervenir ante Ghana, un gesto diplomático habitual. "El secretario general expresó la esperanza de que ambos gobiernos encontrarán una manera de abordar el asunto de manera bilateral, de conformidad con el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, de la que Argentina y Ghana son firmantes", sostuvo en un comunicado.
Más elusivo fue Rosenthal, quien planteó en su diálogo con la prensa que el problema entre ambos países no es un tema que corresponda ser tratado en el Consejo de Seguridad.
"Este caso no amenaza precisamente el derecho a la paz mundial", afirmó, al invocar la principal preocupación del cuerpo más importante de la ONU. "Pero, dicho eso, sí hay de por medio el respeto del derecho internacional y eso es un tema que nos preocupa mucho", completó para moderar el impacto de sus palabras.
"Gracias por recibirnos con tan corto aviso", le dijo Timerman a Jeremic, apenas iniciada la reunión en la que estuvo acompañado, como en el resto de los encuentros, por el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, y la flamante embajadora ante la ONU, María Cristina Perceval.
Pero el serbio sólo expresó su buena voluntad para "ayudar a ambas partes a alcanzar una solución en el tema, y "subrayó la necesidad de que todos los Estados miembros cumplan plenamente con sus obligaciones en virtud del derecho internacional".
El Gobierno le dio un alto perfil a la visita de Timerman. Ante medios argentinos y extranjeros cargó contra el fondo buitre Elliot Management y su fundador: "No es Ghana el problema de la Argentina. El problema de la Argentina es el señor Paul Singer".
Con esa frase, Timerman quitó un poco la atención del país africano, al que antes había acusado de violar tratados internacionales -la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, y otra, de 1926, que protege la inmunidad de los buques de guerra-, el punto clave de la disputa legal que mantiene varada a la Fragata.
Elliott Management argumenta que la Argentina renunció a ese derecho y que, por lo tanto, la Fragata es embargable. Timerman, que se recostó en los fallos favorables que logró el país en Estados Unidos, Alemania, Francia y Suiza, dijo que jamás se renunció a esa inmunidad.
Una y otra vez, el canciller afirmó que la Argentina jamás negociará con los fondos buitre, a los que llamó "los piratas del siglo XXI", que operan desde "guaridas fiscales" como las islas Caimán.

Los nexos de Romney con el fondo buitre

Paul Singer, el hombre de Wall Street que llevó su pelea con la Argentina hasta los tribunales de Ghana, es una persona cercana al candidato presidencial republicano, Mitt Romney. Ayer, LA NACION le preguntó al canciller Héctor Timerman si al Gobierno le preocupaba ese vínculo, ya que Romney puede convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos. "Si fuera americano, me preocuparía. Me parece que tener de asesor a Paul Singer no indica que sea una persona que esté a favor del desarrollo", dijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario