domingo, 7 de octubre de 2012

EEUU frente a Chávez: Obama y los republicanos

Hoy, elecciones / Las potencias, atentas a Caracas

EE.UU., entre la esperanza de cambio y la cautela diplomática

Hace meses, el gobierno de Barack Obama optó por evitar los conflictos con Hugo Chávez; los republicanos, por otro lado, advierten sobre sus intentos de "perpetuarse en el poder"
Por Silvia Pisani  | LA NACION
WASHINGTON.- Sin apartarse de la prudencia y en tono formal, el gobierno de Barack Obama aseguró que "sigue de cerca y con atención" el decisivo proceso electoral que vive hoy Venezuela, mientras que en medios políticos y diplomáticos locales muchos se esperanzan con un cambio que abra paso a una etapa de mejora democrática e institucional en el país caribeño.
La conflictiva relación política entre Washington y Caracas empeoró en los últimos meses, con el retiro de embajadores. Hoy el vínculo formal se mantiene en el nivel de "encargado de negocios", sin embajadores.
Tal vez conocedora del gusto que tiene el bolivariano Hugo Chávez por victimizarse y de la frecuencia con que apela al uso político del disenso o de la crítica, la administración demócrata optó por evitar el conflicto y no polemizar. "Chávez no representa una amenaza para la seguridad", fue la declaración con la que Obama planchó el ego del líder caribeño. Fue meses atrás, en un reportaje televisivo en el que el presidente de los Estados Unidos evaluó los contactos de Caracas con Teherán.
Dentro de la cautela, lo único que llegó a decir Obama es que le "gustaría" que Venezuela pueda tener "elecciones libres y justas".
Otra cosa es la prédica republicana sobre el mismo asunto. En ese caso, la titular del Comité para el Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, Ileana Ross Lehtinen, previno contra los intentos del caraqueño de "perpetuarse en el poder".
"Es vergonzosa la forma en la que Chávez procura tener el control sobre el pueblo de Venezuela", se indignó la legisladora, ante las dificultades que el régimen impuso para el voto de sus exiliados en Estados Unidos.
En los 13 años que lleva Chávez en el poder, el número de venezolanos que buscaron refugio en los Estados Unidos ha ido en aumento. Hoy se estima que son más de 200.000, buena parte de los cuales residen en la zona de Florida. Ayer, miles marchaban en caravana hasta Nueva Orleáns para ejercer su voto. "Desde hoy, Chávez empieza a tener problemas", era su consigna. Los 1400 kilómetros de viaje responden a la decisión de Caracas de cerrar su consulado en Miami.
"Saben que casi todos los que votamos aquí somos opositores, por eso nos complican la vida", decían ayer quienes partían para votar. El movimiento fue largamente mostrado por la TV y la radio norteamericanas.
La expectativa aquí es una elección muy ajustada. En esa línea, el temor es que un triunfo acotado del opositor Henrique Capriles o un desarrollo incierto de los comicios genere inestabilidad. En ese caso, el gobierno de Barack Obama "no tiene planes de contingencia", según reconoció el subsecretario para Asuntos Públicos del Departamento de Estado, Michael Hammer.
El funcionario añadió que su país, "como el resto de América en la Organización de los Estados Americanos [OEA] y el mundo, está prestando mucha atención a las elecciones en Venezuela, pero a la larga es un asunto interno que esperamos que se desarrolle pacíficamente".
Fue entonces cuando desechó que su gobierno tenga algún plan de contingencia para prever cualquier posible alteración del orden durante o después del proceso electoral.
La responsable del Departamento de Estado para la región, Roberta Jacobson, abundó en esa línea al sostener que la expectativa es que "los venezolanos puedan expresar sus preferencias de liderazgo de manera justa y libre", pero que "no corresponde" a los Estados Unidos "pronunciarse" sobre los resultados.
Pero, entre analistas locales, el temor es justamente ése: que, cumplidos los comicios, se dé paso a una situación de inestabilidad institucional. "Una repetición del enfrentamiento que caracterizó los esfuerzos de la región para resolver la crisis de Honduras sería corrosivo para las relaciones de Estados Unidos con la región", consideró, por caso, Patrick Duddy, experto en relaciones regionales de la Universidad de Duke.
Chávez es crecientemente cuestionado en esta ciudad por el deterioro de la vida institucional en el país y su persecución de la prensa libre. "Un recambio en el poder sería una esperanza para muchos países de la región que hoy están bajo su influencia", dijo Robert Manden, de la Universidad de Pensilvania. "Sin Chávez, mucho en la región podría cambiar", añadió.

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