sábado, 7 de abril de 2012

Entrevista en Alegre Rebeldía


Leandro Morgenfeld en Clase Pública


Por Rodrigo Picó

Leandro Morgenfeld es Doctor en Historia (UBA). Investigador Asistente del CONICET, Docente de "Historia Argentina" (FSOC-UBA), "Historia Social General" (FFyL-UBA) e "Historia Económica y Social Argentina" (FCE-UBA). Autor de diversos artículos y los libros: “El ALCA: a quién le interesa?” y “Vecinos en conflicto” donde analiza las relaciones de EE.UU y Argentinas desde 1880 a 1955. Tuvimos la posibilidad de entrevistarlo para hablar de los temas actuales y sobre el papel de la Universidad de Buenos Aires.  A continuación compartimos con ustedes la entrevista que recorrió Malvinas, Integración Latinoamericana, la relación EE.UU-Argentina, “Ley antiterrorista”, YPF y la Universidad Pública. 

Alegre Rebeldía (AR): ¿Por qué el tema “Malvinas” cobra relevancia en este momento?
Leandro Morgenfeld (LM): Primero por una cuestión de efeméride tradicional que se cumplen 30 años de la guerra y segundo porque el Gobierno Inglés, sobre todo a principio de este año, puso interés en el tema para cobrar legitimidad interna frente a la crisis económica y social interna. Lo mismo que había hecho Margaret Thatcher hace 30 años: utilizar Malvinas como una causa nacional. Empezando a enviar primero buques y después submarinos. Así mismo que el príncipe heredero viajó en ejercicios militares tiene que ver en que Gran Bretaña busque esa parte de reivindicación.
Por parte de Argentina, tiene que ver con una causa que a mi juicio, no es en forma oportunista, pero sí el gobierno consigue el consenso dejando otros temas fundamentales por fuera de la agenda. En todo el debate que está habiendo y las distintas posiciones, no hay que dejar de lado que Malvinas es uno de los resabios de dominación colonial que queda del Imperio Británico. Toda lucha contra una forma de supervivencia colonial es una lucha que tiene una potencialdad interesante. También está la cuestión de por qué se hizo la guerra: Galtieri en la dictadura, como para legitimarse frente a una situación de crisis política y social. ¿Cuáles son las vías para hacer el reclamo?, ¿Cuánto sirve o no las vías diplomáticas que está haciendo ahora el gobierno? Pero el primer punto a señalar es que existe una situación colonial que lleva casi 180 años.

AR: ¿Por qué EE UU, que fue un aliado de Gran Bretaña a lo largo de la historia, toma la postura de negociación propuesta por Argentina?
LM: Hay matices. EEUU siempre trató de hacer equilibrio. Argentina siempre trató de ir del ámbito interamericano al reclamo de Malvinas desde la misma creación de la OEA; las distintas delegaciones siempre trataron de discutir el tema y Gran Bretaña siempre hizo lobby a través de EEUU para evitar que este tema se planteara. Lo que EEUU tiene que enfrentar es un creciente consenso regional, que antes no existía, con el tema de Malvinas.
En los últimos años apareció el MercoSur, luego la UNASUR y finalmente la CELAC (es decir, la OEA sin EEUU) y presionan para que se cumplan las resoluciones de la ONU y que discutan Argentina y Gran Bretaña, sin los Kelpers o los Malvinenses como tercer actor. EEUU es muy difícil que siga sosteniendo abiertamente la posición británica frente a un consenso regional y mundial, en el marco de la ONU, cada vez  mayor que apoya el reclamo. No va a salir directamente a confrontar con Gran Bretaña, de hecho acaba de recibir en una gira de Estado al primer ministro, James Cameron, a pocos días que se cumplan los 30 años de la guerra. La postura de EEUU será una de equilibrio entre las demandas latinoamericanas, que se van a presentar en la próxima Cumbre de las Amércias, donde EEUU perdió bastante posición en la región, entonces no va a querer defender esta dominación colonial británica, pero al mismo tiempo nunca hay que olvidar, que uno de los aspectos por los cuales Gran Bretaña quiere mantener a esta colonia al sur del continente,  es porque tiene una base de la OTAN. Una base militar británica, que pertence a la OTAN, es decir que pertenece al sistema por el cual EEUU y otras potencias europeas mantienen la hegemonía a nivel mundial. Para EEUU también es estratégico tener una base militar en Océano atlántico sur, cerca de la Antártida que está en disputa de diferentes países, cerca de Brasil y de la Argentina. EE.UU intenta recomponer las relaciones con la Argentina y con la región, por eso toma esta postura, de relativa neutralidad, pero no va a dejar de tener esa alianza con Gran Bretaña y no va a ir más allá del Consejo de Seguridad de la ONU, que es antidemocrático, donde Gran Bretaña tiene el poder de veto y EEUU no estará en contra.

AR: ¿Puede llegar a una solución por vía diplomática o sólo quedarán en reclamos?
LM: La postura del gobierno es la vía diplomática: plantearlo en los foros regionales y en los multilaterales como inicio de negociaciones. Tomar medidas como restringir las importaciones británicas, cosa que no se hizo oficialmente, pero hubo pedido de varios Ministros y la presión de la región que permitió que países del Mercosur no dejaran a barcos con bandera malvinense entrar en la región por los puertos. Más allá de estas ofensivas, ¿qué se puede hacer?: tocar intereses británicos en el país y a partir de ahí instar a Gran Bretaña a llegar a una negociación.

AR: Al igual que la denuncia que elevó Timmerman por la explotación de los recursos…
LM: Ese es otro tema. Los recursos pesqueros, que en general no se consideran. Las patentes que otorga el gobierno actual de las Islas, para la explotación pesquera, a diferentes buques factorías le deja a las Islas una ganancia importante. Tiene un PBI de u$s 100 millones, un PBI per capital de casi u$s 50 mil anuales, uno de los más altos del mundo; y sólo eso con las regalías que otorga la actividad pesquera.
Pero en cuanto al tema petrolero, si los estudios y las exploraciones que hicieron pueden dar la explotación para los próximos años, va a tener en tema la centralidad económica de Malvinas. Lo que planteó Timmerman, en algún sentido, es frenar o intentar frenar a aquellas empresas que estén participando de la explotación de petróleo. Empresas norteamericanas y British Pretroleum tienen el convenio para explotar el recurso y ahí aparecen los intereses económicos de EEUU en las Islas.
Por un lado, la posición del gobierno tuvo resultados positivos, ya que instaló el debate a nivel mundial. Muchos británicos también sostienen que hay que devolver las Islas a los argentinos, y eso siempre hay que diferenciarlo: no siempre la voluntad del gobierno o de algunos partidos, es la del pueblo. Escuchar también a Inglaterra hablar de la autodeterminación de los pueblos, que desde hace más de 300 años trasplantaron a ese pueblo que hoy están en Malvinas y que durante toda la historia tuvieron colonias en los cinco continente, es triste e irónico.

AR: Volviendo al tema EEUU – Argentina, vos sostenías en una entrevista que luego de la reelección de Cristina, el gobierno estadounidense se acercó al argentino y detallabas el cobro de los “fondos buitres”. ¿Ese es el principal acercamiento de los gobiernos?
LM: Hay varios puntos. EEUU desde hace unos años perdió, desde el punto de vista económico, incidencia en la región; pierde peso desde el punto de vista comercial, desde las inversiones y como principal prestamista. El gran asenso de China y de otras potencias desplazó la influencia que EEUU tenía. Además, el ascenso de gobiernos no alineados con Washington, conformados en el Eje Bolivariano, hace que EEUU necesite reposicionarse en la región. Una de las formas es tener mejores relaciones con Brasil y Argentina para tratar de contener este otro eje político. Después de un año de roces entre el Departamento de Estado y el Gobierno Nacional, Cristina gana las elecciones y hay una intención de ambos gobiernos en mejorar el vínculo bilateral. Esto corresponde intereses concretos y estratégicos. Dentro de los primeros está la presión para que se le pague a los que se conocen como “Fondos Buitres”, que son u$s 5000 millones que le reclaman a la Argentina y que no ingresaron en el canje de la deuda. Por otro lado están las empresas norteamericanas que le ganaron juicios a Argentina dentro del CIADI, que es un organismo del Banco Mundial, y reclaman entre u$s 200 y 300 millones. Argentina exige que pasen por tribunales locales antes de pagar ese laudo del CIADI. Finalmente lo que piden, o hacen presión para que Argentina no bloquee importaciones de EEUU, es decir que no trate de regular en el contexto de la crisis. Argentina lo que responde es que ya arregló la deuda con el 93% de los acreedores externos después del default del 2002 y los “Fondos Buitres” son fondos especulativos que ni siquiera son de ciudadanos de EE.UU, sino que establecieron su nacionalidad jurídica dentro de paraísos fiscales y sería nada menos que desembolsa u$s 5000 millones en la situación que se encuentran las cuentas públicas fiscales. Argentina en el último año tuvo u$s 4120 millones de déficit comercial con EEUU y el gobierno nacional proponen que hay que equilibrar el comercio mundial. Son mecanismo de protecciones distintas: Argentina mediante ciertas disposiciones burocráticas para evitar las importaciones y EEUU usa mecanismos no arancelarios, como los fito-sanitarios: Argentina tenía un brote de aftosa y se prohibió la entrada, esto se solucionó hace años pero no se normaliza en ingreso de las carnes. Lo mismo ocurrió con limones y demás productos. Por último, lo que se conoció estas semanas es que EEUU eliminará a Argentina del Sistema de Preferencias General, eso es que los beneficios del sistema aduanero en cuanto aranceles que se les otorga a países emergentes para que puedan entrar el mercado norteamericano. Esto se usa como mecanismo de presión por no pagar a la empresas del CIADI, por negarse a que el FMI audite la economía y no querer pagarle a los fondos buitres. Argentina va a perder ese beneficio comercial que no es mucho, son u$s 30 millones, pero sí desde el punto de vista simbólico implicaría una fuerte sanción a la Argentina.

AR: Vos también sostenés que América Latina sigue siendo un territorio en disputa, el Eje Bolivariano en lo político y China en lo económico. ¿Hay una clara intención de dejar de ser un territorio en disputa y buscar la propia autonomía?
LM: Hay indicios claves en este sentido. Se han creado nuevas Instituciones y si uno ve los conflictos que pasaron hace algunos años, se trataron de dirimir en la UNASUR y no en la OEA (organismo creado por EEUU en 1948 que siempre funcionó a los intereses del Departamento de Estado). Si uno mira el Golpe de Estado en Honduras durante el 2009, el intento separatista en Bolivia, la rebelión policial en Ecuador, en todos los casos el protagonismo de las negociaciones se dio en el ámbito latinoamericano y no en el de la OEA. En la próxima Cumbre de las Américas, en Cartagena, se discutirá una agenda que tiene más que ver con reclamos de los gobiernos latinoamericanos. Se va a discutir el bloqueo y la exclusión de Cuba, el tema Malvinas, el fracaso de las política anti-narcotráfico impulsadas hace años por EE.UU, para intervenir militarmente en la región. El desafío es evitar la balcanización regional y la puja interna por liderar el proceso. Es ese sentido, hay que mirar con atención cierta pretensión de Brasil de "cortarse solo", negociar un asiento permanente en el antidemocrático Consejo de Seguridad de la ONU.

AR: Frente a la integración que quiere llevarse a cabo a través del Banco del Sur. ¿Cómo podrán convivir países con economías tan dispares?
LM: Efectivamente, las disparidades entre los países de la región suponen un problema para la integración. También está el debate sobre la finalidad del Banco del Sur y de las reservas latinoamericanas. Van a ser para financiar a los países centrales (recordemos que el FMI pretende, por ejemplo, que Brasil aporte a los fondos anti-crisis de ese organismo). O va a servir para lograr una mayor autonomía financiera. Ahí está parte de la cuestión y de las trabas para el avance más acelerado de este tipo de instituciones.

AR: ¿Cómo debe leerse la “ley antiterrorista” impulsada por el GAFi y aceptada por el Gobierno Nacional?
LM: La ley se aprobó como una concesión al GAFI y a la permanencia de Argentina en el G20. Es una ley muy grave. Sabemos que EE.UU utiliza la excusa del terrorismo para violar las soberanías nacionales de los Estados en los que interviene. Para aumentar la militarización. Además, esta ambigua legislación puede ser utilizada por jueces para reprimir la protesta social. Es necesario plantear la necesidad de su rápida derogación.
También hay que advertir contra la reimplantación de ejercicios militares conjuntos, como el “Operativo Gringo-Gaucho”, que este año se reanuda. Luego del incidente del avión suspendieron algunos entrenamientos por parte de fuerzas militares de EEUU, pero ya en noviembre de volvió a avanzar en ese sentido. En los últimos días se conoció la instalación de una "base sanitaria" en Chaco, provista por el gobierno de EEUU. Hay que estar muy alertas.

AR: El gobierno nacional insiste en despegarse de la etapa neoliberal, sin embargo muchas políticas siguen igual, como por ejemplo la Ley de Entidades Financieras.
LM: Existe una gran resistencia a modificar la Ley de Entidades Financieras neoliberal. Persiste también un esquema primario exportador, que no sólo avanzó en la sojización de la producción agrícola, sino también en un avance de la minería a cielo abierto, desarrollada por grandes multinacionales que contaminan, pagan escasos impuestos y exportan sin demasiado control. Actualmente se ve claramente que la desinversión de Repsol llevó a una crisis energética. Es necesario avanzar en la anulación de las concesiones de recursos estratégicos para lo cual, entre otras cosas, hay que abandonar organismos como el CIADI, que defienden los intereses del gran capital trasnacional y limitan las políticas soberanas de los Estados no centrales.

AR: Desde la conformación del Estado-Nación hasta el Kirchnerismo. ¿Pueden identificarse variables persistentes?
LM: Pese a todos los cambios, Argentina sigue siendo un país dependiente y la producción primario-exportadora es el núcleo de la actividad económica. La forma en la cual Argentina se insertó y fue insertada en la economía mundial, en la etapa del imperialismo, determinó la manera en la que se desarrolló el capitalismo en Argentina.

AR: Para finalizar, las preguntas que hacen a la sección. ¿Qué rol cumple la Universidad Pública en la sociedad?
LM: La Universidad Pública y gratuita es una anomalía en tiempos de reformas neoliberales. Hubo una gran resistencia docente-estudiantil ante el embate privatista de los años noventa. Al capital no le sirve actualmente la Universidad Pública argentina, por eso busca reformarla de acuerdo a sus necesidades. Las reformas impulsadas y financiadas por el Banco Mundial fueron y van en el sentido de transformar a la educación en una mercancía. Para nosotros, en cambio, debe ser un derecho. Debe cumplir la función de generar una masa crítica para luchar por la transformación de las diversas formas de opresión del sistema actual. Si bien no es una isla (es decir, no va a poder escapar a la lógica capitalista ya que está inserta en ese sistema), presenta grietas a través de las cuales se puede trabajar, intentar generar una reflexión y acción vinculadas a otras formas de organización social.

AR; ¿Cuál es el rol del docente?
LM: El docente no debería ser considerado como la figura que, desde arriba de un atril, transmite sus saberes a los a-lumnos, a aquellos que no tienen luz. Debe poder socializar su mayor experiencia y a su vez enriquecerla en el debate: la discusión con otros saberes, otras preguntas, otros interrogantes. Debería poder presentar a los estudiantes diversas herramientas para problematizar el conocimiento de la realidad, y para poder transformarla. Creo que la Universidad, aún con las jerarquías sobre las que está construida, permite un mayor cuestionamiento de los saberes instituidos, a diferencia de otras instituciones mucho más reacias a la crítica y al cambio.

AR: ¿Qué se espera del estudiantado?
LM: Yo espero que los estudiantes de mis cursos tengan un rol activo, que cuestiones los saberes que pretendo trasmitirles, que no sean meros receptores y repetidores. No hay nada más estimulante para ampliar el conocimiento que su cuestionamiento. La experiencia de aprendizaje, así, es bidireccional. Los cursos en los que disfruto dar clase son aquellos en los que aprendo cosas nuevas, a partir de la interacción con los estudiantes, con sus preguntas, con sus perspectivas. Los estudiantes, en general, tienen menos compromisos y ataduras que los docentes, pueden cuestionar una serie mayor de supuestos. Claro, siempre que se conciban como sujetos crítico-prácticos y no como meros acumuladores de un saber impartido por la autoridad.



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