jueves, 22 de mayo de 2025
Nuevo orden global: "La esfera de poder angloestadounidense está en plena crisis
Sputnik Mundo, 21 de mayo de 2025
martes, 20 de mayo de 2025
lunes, 19 de mayo de 2025
Boletín #13 Estados Unidos: Miradas críticas desde Nuestra América

Boletín #13 Estados Unidos: Miradas críticas desde Nuestra América
Grupo de Trabajo CLACSO Estudios sobre Estados Unidos
Boletín Estados Unidos: Miradas críticas desde Nuestra América
Año 6 – Número #13 Trump 2.0: Guerra comercial, vulneración de derechos humanos, fronteras y su impacto en América Latina
Junio 2025
Contenido
- El Comando Sur en Argentina
- Apertura. Nuestra América, la avanzada de Trump y aceleración de la transición geopolítica
Gabriel Merino
Leandro Morgenfeld - Trump 2.0: Guerra comercial, vulneración de derechos humanos, fronteras y su impacto en América Latina. Presentación
Sonia Winer
Claudio Gallegos - El trumpismo 2.0 y el neomacartismo global en la era Truth Social
Ariel Goldstein - El desmadre programado que desborda a Trump.
Claudio Katz - El mundo en tiempos de Trump. ¿A dónde nos llevan los aranceles?
Ivan López Martínez
Mariana Aparicio Ramírez - Trump 2.0: efectos del proteccionismo en Nuestra América
Luis René Fernández Tabío - ¿America First? Estados Unidos entre la amenaza externa y la ruptura interna
Violeta A. Canales de la O - La política migratoria de Trump como instrumento de hegemonía de Estados Unidos sobre México
Yasmín Martínez Carreón - Panamá, Trump y la falsa amenaza china
Dídimo Castillo Fernández - La administración Trump. Más allá de la nostalgia por un renacimiento imperial de Estados Unidos
Raúl Rodríguez Rodríguez - El Comando Sur en Argentina. Historia, disputa geoestratégica y subordinación en tiempos de Trump y Milei
Sonia Winer
Foro "Escenario geopolítico mundial y América Latina" (CONFERENCIA CLACSO 2025)

Escenario geopolítico mundial y América Latina
Este cambio estructural del mapa de poder tiene como un elemento clave de análisis y de debate: el declive relativo del llamado Occidente (o el Occidente geopolítico expresado en la OTAN) y el ascenso de poderes emergentes que expresan fuerzas sociales y políticas cuyo ascenso está reconfigurando la economía mundial y el sistema inter-estatal, a la vez que son el motor de nuevas instituciones multilaterales propias de un mundo crecientemente multipolar.
A partir de la Pandemia de Covid-19 se aceleraron un conjunto de tendencias fundamentales que expresan dichos cambios sistémicos y se han hecho cada vez más presentes los síntomas de descomposición del orden mundial y la crisis hegemonía estadounidense, así como el devenir hacia un mundo post-occidental, con un creciente protagonismo del Sur Global.
Un signo propio de este escenario de transición es la multiplicación de tensiones y conflictos. Las guerras en Ucrania, Gaza, Yemen, Siria y las crecientes tensiones en Asia Pacífico constituyen focos calientes de una puja más amplia, que puede interpretarse como una Nueva Guerra Fría o una Guerra Mundial Híbrida, según las diferentes perspectivas, que pueden también incluir otras conceptualizaciones. Se puede observar la articulación de conflictos locales con pujas entre las grandes potencias, así como la multiplicación de frentes en disputa: guerra comercial, guerra económica a través de sanciones, guerra tecnológica, ciber-guerra, guerra de información, lawfare, etc. Y resulta insoslayable, sin por ello caer en determinismos y una visión maniquea, que las acciones imperiales del hegemón en declive para detener a las fuerzas y poderes emergentes son fundamentales para entender el actual escenario geopolítico mundial y regional.
América Latina se encuentra en una encrucijada histórica, en donde se debate entre ser o no ser un polo emergente en un escenario de multipolaridad relativa en desarrollo. Comprender el escenario geopolítico mundial, sus principales tendencias y su relación con las dinámicas de nuestra región resulta fundamental para elaborar una estrategia propia.
Actividades del Foro por día
Los horarios corresponden a la Zona horaria de Bogotá (UTC-5)
Panel. Transición del sistema mundial: transformaciones en la economía mundial
Panel: Dimensión geopolítica y geoestratégica de la transición: (Des)Orden Mundial, ‘Caos Sistémico’ y Guerra
Panel.BRICS+ y el nuevo multilateralismo: poderes emergentes y ascenso del Sur Global
Panel. América Latina en la transición de poder mundial: militarización, doctrina Monroe e imperialismo
Panel. Nuestra América como Polo Emergente o ‘Patio Trasero’: Multipolaridad, regionalización mundial y los dilemas de la integración
“Milei está entregándole todo a Estados Unidos”
Por Leandro Albani*
Lo que somos, 19 de mayo de 2025
En esta entrevista, el investigador y académico argentino Leandro Morgenfeld analiza en detalle la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China, y reflexiona sobre cómo se posiciona América Latina y el Caribe ante esta situación que por momentos se vuelve crítica
¿Cómo pensar la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China desde una mirada latinoamericana? ¿Qué esperar en un continente donde las pujas entre las expresiones políticas neoliberales (y ahora de ultraderecha) y progresistas ya llevan varias décadas? En un contexto que se vislumbra de reestructuración mundial, ¿en qué lugar queda una Argentina gobernada por Javier Milei?

Algunas respuestas e hipótesis a estas preguntas las responde a LQSomos Leandro Morgenfeld, profesor de Historia de la Universidad de Buenos Aires (UBA) e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Autor de los libros Vecinos en conflictos: Argentina y Estados Unidos en las Conferencias Panamericanas, 1880-1955; Relaciones peligrosas: Argentina y Estados Unidos; Bienvenido Mr. President. De Roosevelt a Trump: las visitas de presidentes estadounidenses a la Argentina, y Nuestra América frente a la doctrina Monroe. 200 años de disputas, Morgenfeld analiza cómo repercute en América Latina (y en particular en Argentina) la puja política y económica entre Washington y Beijing, y se adentra en el “declive relativo” de un Estados Unidos en el ojo de la tormenta bajo el gobierno de Donald Trump.
Recientemente, Morgenfeld y el investigador Gabriel Merino coordinaron Nuestra América, Estados Unidos y China. Transición geopolítica del sistema mundial, publicado recientemente por Batalla de Ideas y CLACSO, en el cual abordan en detalle el devenir latinoamericano ante las dos principales potencias mundiales. A través de veintitrés autoras y autores de América Latina, en el libro se detalla de forma milimétrica el actual contexto de transición geopolítica a nivel global, el declive relativo de Estados Unidos y el ascenso de China y Asia-Pacífico, y cómo se posiciona Nuestra América antes este escenario.
Al
referirse al libro, Morgenfeld destaca que muchos y muchas
investigadoras vienen trabajando hace años con la hipótesis del declive
estadounidense, “que en otro momento era mucho más discutido, pero hoy
es casi de aceptación global”. Sobre esta actualidad, dice que se
atraviesa “un momento de transición geopolítica, que no se traduce en la
narrativa del Norte Global, o del Occidente geopolítico, de que es una
nueva Guerra Fría, sino como una transición hacia un mundo más
multipolar donde Estados Unidos ya no puede ejercer su hegemonía”.
En este nuevo libro aparecen temas diversos, que van desde la militarización estadounidense del continente latinoamericano hasta la disputa por los recursos naturales (con el litio como eje central) y la competencia de la producción de los chips a nivel internacional. En medio de estos análisis, se profundiza sobre cuestiones específicas como la “guerra mundial híbrida y fragmentada”, la guerra comercial y tecnológica, la disputa ideológica, política y mediática, y el lawfare, siempre reflexionando sobre cuáles son los desafíos para América Latina y el Caribe.
LoQueSomos: ¿Cuáles son las consecuencias para Argentina de la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China?
Leandro Morgenfeld: Argentina, con el gobierno
ultraderechista de Milei, tiene una de las políticas exteriores más
subordinadas de toda la historia del país. En un contexto de declive de
Estados Unidos y ascenso de China y otros actores, tiene la peor
política exterior posible. En 2023 se había negociado, a instancias de
Brasil, el ingreso de Argentina al grupo BRICS, del cual decenas de
países quieren participar. Argentina fue parte histórica de la
ampliación del BRICS y tenía que ingresar en enero de 2024, pero hubo
una reversión del gobierno de Milei de la gestión que había logrado Lula
a finales de 2023, que es el año de la aprobación de Argentina y cinco
miembros más plenos del grupo BRICS.
El gobierno de Milei se alinea completamente con Estados Unidos. Se
pelea con algunos de los socios comerciales principales donde Argentina
destina sus exportaciones, como son Brasil y China, y apuesta por una
economía como la norteamericana, que siempre fue más competitiva que
complementaria con Argentina. Washington siempre aplicó diferentes
formas de proteccionismo arancelario y no arancelario, y esto hace que
los últimos años el déficit comercial de Argentina con Estados Unidos,
más allá de algún año en particular, sea cada vez más deficitario. En la
última década, hay casi treinta mil millones de dólares de déficit
comercial de Argentina con Estados Unidos. A cambio del apoyo del Fondo
Monetario Internacional (FMI), de respaldo político y de alineamiento
ideológico, Milei está entregándole todo a Estados Unidos, dejando al
país en una posición de mucha indefensión al regalar recursos
estratégicos a empresas norteamericanas, de avanzar en un alineamiento
político -por ejemplo cancelando la compra de aviones chinos que ya se
había acordado y cambiando por los F-16 norteamericanos-, de hacerle
promesas al Comando Sur estadounidense de construir una base militar
como parte de la ocupación de nuestros territorio en Tierra del Fuego,
para un control estratégico de uno de los dos pasos bioceánicos en
América.

LQS: ¿El declive de Estados Unidos que analizan en el libro se puede profundizar con la administración de Donald Trump?
LM: Es muy pronto para afirmarlo, pero mi hipótesis es que sí. Trump logró algunos triunfos parciales cortoplacistas con una serie de amenazas, incluidos a sus principales socios comerciales y económicos, como la Unión Europea (UE), Japón, Corea del Sur, Canadá y México. El ataque fue muy virulento frente a sus socios. Dinamitar todo el orden multilateral, retirarse de organismos, denostarlos, atacar a los países y establecer sanciones comerciales, generó que algunos de esos países negocien con Estados Unidos y consigan ciertas concesiones. Pero en el mediano y corto plazo se va a profundizar el declive de Estados Unidos, porque ninguna hegemonía se mantiene solo con el hard power (poder duro), es decir con la amenaza. La estrategia de Trump es distinta a la estrategia globalista: va a una negociación bilateral, país por país, y extorsiona o amenaza con sanciones económicas o incluso militares. Por estos días, volvió a amenazar con una incursión militar para reapropiarse de Groenlandia por la fuerza, y hasta dijo que podría ocurrir con Canadá, como había dicho en su momento con Panamá.

Por un lado, están las amenazas de agresiones directas, y por el otro están las sanciones comerciales. Esto hace que, incluso, socios que tienen una dependencia muy fuerte con el mercado interno norteamericano estén evaluando en el mediano y largo plazo una diversificación de sus mercados. La gran novedad es que China, a diferencia de 2018, no se avino a impulsar una rápida negociación con Estados Unidos, sino que le contestó punto por punto la andanada de aumentos de aranceles que puso el gobierno de Trump. Por más que tuvo que recular en relación con China por la necesidad de suspender algunos de los anuncios en términos de la importación de smartphones, de computadoras, de chips, ahí existe un reconocimiento de que Estados Unidos, que ha deslocalizado buena parte de su producción industrial en las últimas décadas, no puede prescindir de las importaciones provenientes de China. Y si lo hace, China está desarrollando rápidamente un plan B y un proceso de reemplazar a Estados Unidos desde el punto de vista comercial en aquellos países o regiones con las cuales se profundice esta política comercial tan agresiva. Mi hipótesis es que Trump no solo va frenar o a revertir el proceso de declive de Estados Unidos, sino que lo va a terminar acelerando.
LQS: ¿Pensás que el bilateralismo de cualquier país con Estados Unidos puede ser una política efectiva en la actualidad?
LM: Puede ser efectiva en algunas cuestiones, pero no puede establecer una hegemonía a mediano y largo plazo sin herramientas de consenso y sin construir un orden alternativo. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos en Occidente, y en la posguerra fría a nivel global, construyó un multilateralismo funcional para mantener y sostener su dominio y hegemonía a nivel global. Dinamitar eso, porque ya no es funcional a Estados Unidos para tratar de frenar el ascenso de China y otros actores, lo deja sin una de las herramientas de construcción de hegemonía, como es el poder blando (soft power) y construir un orden institucional donde pueda sostener ese dominio unipolar. Es un multilateralismo unipolar, que es el que supo tener Estados Unidos desde el final de la Guerra Fría para acá. La idea de que va a sostener ese dominio a nivel mundial con negociaciones bilaterales y sin un orden multilateral alternativo, tiene patas cortas y está destinado al fracaso.
LQS: ¿Qué desafíos tiene América Latina frente a las tensiones entre Estados Unidos y China?

LM: Los desafíos son enormes por dos motivos. El primero, porque en Estados Unidos el gobierno de Trump coquetea con cierta posición aislacionista o con reconocer que ya no pueden seguir siendo el gendarme planetario como lo fueron hasta ahora. Entonces, reconoce ciertas áreas de influencia y dice que el continente latinoamericano es su patio trasero y que no va a aceptar que sigan avanzando potencias extrahemiféricas. Por eso digo que Trump actualiza la Doctrina Monroe. Hay, implícitamente, un corolario Trump de la Doctrina Monroe, reivindicada por el secretario de Estado Marco Rubio, y por una prédica muy agresiva: recuperar Groenlandia, incluso Canadá como el estado cincuenta y uno de la Unión, la posibilidad de intervenir militarmente con drones en México por los carteles de droga, la posibilidad de recuperar por la fuerza el canal de Panamá, la construcción de nuevas bases militares, por ejemplo en Argentina. Son una serie de amenazas para reforzar el dominio en lo que consideran su patio trasero y su área exclusiva de dominio. Esto hizo que muchos países se doblegaran ante las amenazas arancelaria e incluso de intervención militar y política. Hay un reforzamiento y una militarización de la política estadounidense hacia América Latina y el Caribe, en particular, y hacia América en general.
LQS: Ante esta realidad, ¿qué opciones tiene América Latina?
LM: Tiene una posibilidad histórica en términos estructurales, incluso hay condiciones mucho mejores que cuando en 2005 los países del Mercosur más Venezuela le dijimos “No” al ALCA. En esa etapa era el proyecto de dominio estratégico, donde la estrategia globalista era la predominante en Estados Unidos, se promovían los mega acuerdos de libre comercio, el objetivo era controlar a China estableciendo las reglas de juego del comercio internacional, como después dijo Barack Obama. Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela le dijeron no al ALCA, y eso permitió construir una instancia de coordinación y cooperación política en el continente por parte de los países sudamericanos, y después latinoamericanos, con organismos como la CELAC, la Unasur, el ALBA, y frenar un poco el proyecto imperial de Estados Unidos. Sin embargo, hoy estamos con un mundo mucho más multipolar que el de hace veinte años, cuando le dijimos “No” al ALCA. Esa transición hacia un mundo multipolar se observa en la creación de instituciones como los BRICS y el Banco de Desarrollo como instancias de financiamiento alternativo.

En los hechos, estamos en un mundo donde el poder está mucho más redistribuido que hace veinte años. Eso genera enormes posibilidades para América Latina para que fructifique una mayor autonomía de la región, para la diversificación de la inserción económica internacional. Sí o sí, como precondición de esto, es que se avance en procesos de coordinación y cooperación política, y se retomen los proyectos de integración regional. Si discutimos con Estados Unidos cada uno de los países de la región en forma bilateral, no hay ninguna posibilidad que Washington no avance en el proceso de perifelialización de los propios países de la región. El caso de Argentina es el más claro, pero podemos decir lo mismo de Ecuador, Paraguay, El Salvador, por tener los gobiernos más afines a Trump, pero también de muchos otros que intentan o no confrontar, o zafar de las amenazas de Estados Unidos, sin articular una estrategia continental común.
Hay que recuperar los organismos regionales, a la CELAC como instancia de discusión de todos los actores que están redefiniendo este mundo más multipolar, y desde ahí construir una inserción internacional y un proyecto de desarrollo con mayores márgenes de autonomía en la región. Sin eso, no hay ninguna posibilidad. La conclusión sería que depende de América Latina y de que sepamos superar esos obstáculos para la integración regional y aprovechar esta oportunidad. Si no, tendremos como destino ser cada vez más periféricos y subordinados en un mundo en disputa y frente a esta política más agresiva que plantea el actual gobierno de Estados Unidos.
* Leandro Albani, periodista y escritor, desde Argentina para LoQueSomos. Autor de No fue un motín. Crónica de la masacre de Pergamino, y Ni un solo día sin combatir. Crónicas latinoamericanas. Tiene cuatro libros sobre Kurdistán. Ha realizado coberturas desde Venezuela, Bolivia, México, Cuba, Ecuador, España, Bélgica, Irán y Bashur (Kurdistán iraquí).
martes, 13 de mayo de 2025
Resenha de ‘Nuestra América, Estados Unidos y China: transición geopolítica del sistema mundial’

Resenha de ‘Nuestra América, Estados Unidos y China: transición geopolítica del sistema mundial’
Dossiê “100 Dias de Trump 2.0”
Por Matheus de Oliveira Pereira* [Resenha OPEU]
Introdução
A escalada da rivalidade entre China e Estados Unidos é, há anos, um dos principais motores da política internacional contemporânea — e as histriônicas medidas adotadas pelo governo Trump desde seu retorno à Casa Branca, em janeiro de 2025, indicam que essa dinâmica está longe de se estabilizar. Nesse contexto, a América Latina emerge como um espaço particularmente sensível: historicamente subordinada à hegemonia norte-americana, a região tem aprofundado seus vínculos econômicos e políticos com a China, convertendo-se em terreno privilegiado para análise das disputas entre as duas potências.
Nesse sentido, o esforço de pensar as implicações deste quadro e o cardápio de opções disponíveis para os países da região são crescentes, dando origem a uma expressiva literatura, para a qual a obra Nuestra América, Estados Unidos y China: Transición geopolítica del sistema mundial (2025), organizada por Gabriel Merino e Leandro Morgenfeld, representa uma adição bastante oportuna. Publicado em 2025 pelo Conselho Latino-americano de Ciências Sociais (CLACSO) e Batalla de Ideas, o volume surge em um momento especialmente crítico, em que as medidas adotadas pelo governo de Donald Trump já confirmam muitos dos prognósticos mais pessimistas e ampliam a incerteza na região.
A obra analisa a conjuntura recente, de uma perspectiva e propósitos claros, inscritos em uma larga tradição de pensamento crítico orientado pelo marxismo, que produziu algumas das mais originais e férteis contribuições intelectuais da região – como a teoria da dependência. O livro parte, ainda, de uma ambição clara: pensar uma questão central das Relações Internacionais contemporâneas desde o Sul, articulando história, empiria e teoria para analisar o quadro atual sem se render à reprodução acrítica dos binarismos que marcam parte expressiva das análises convencionais. Com esse intuito, propõe uma leitura matizada, e mais complexa, da realidade em curso.
A
publicação coroa duas décadas de trabalho do Grupo de Estudos sobre os
Estados Unidos (GT EE.UU.), criado em 2004 no âmbito do CLACSO, cuja
hipótese central era a crise da hegemonia estadunidense. O grupo se
destaca por adotar uma perspectiva enraizada na América Latina, atenta
às especificidades regionais e ao papel persistente do imperialismo
contemporâneo no continente. Mais recentemente, soma-se a esse esforço o
GT China, criado em 2019 para analisar o papel da potência asiática no
sistema mundial e suas implicações para os países do Sul Global. A
coletânea se insere também em um conjunto de publicações recentes, sob o
selo CLACSO, composto pelas obras Geopolítica imperial (2020), que examina as estratégias dos Estados Unidos no século XXI; China y el nuevo mapa del poder mundial (2022), que analisa a ascensão chinesa de perspectivas latino-americanas; e Nuestra América frente a la doctrina Monroe (2023), de Leandro Morgenfeld, que reconstrói a longa trajetória de ingerência imperial no hemisfério.
Estruturado em três partes — que vão dos marcos conceituais às experiências nacionais e à disputa por setores estratégicos específicos —, o livro propõe um exercício coletivo de leitura crítica das transformações globais, destacando o impacto que estas transformações têm sobre a América Latina não apenas em termos de constrangimentos, mas, também, de oportunidades.
Assinada pelos organizadores da obra, a introdução define o tom do livro, ao destacar a aceleração da transição hegemônica global e a necessidade de uma leitura geopolítica, do ponto de vista de Nuestra América. Os autores sustentam que a (des)ordem do sistema internacional pós-Guerra Fria é evidente e que a região não deve ser tratada como mero objeto de disputa. Em vez disso, propõem o conceito de “Guerra Mundial Híbrida e Fragmentada” como chave interpretativa do presente, em contraste com a narrativa da “Nova Guerra Fria”.
Nesse sentido, os editores defendem a necessidade de adoção de abordagens autóctones, informadas pelas experiências e pelos interesses da região, e advertem para a imprecisão heurística e política que os termos em que se dão os debates na Europa e Estados Unidos contêm. Uma leitura possível, segundo os autores, é considerar que o contexto atual pode representar uma democratização efetiva da ordem mundial. Destacam, ainda, um “trilema” para a América Latina: aprofundar sua condição periférica sob um EUA em declínio; aceitar uma nova dependência econômica da China, acompanhada de subordinação político-diplomática ao Ocidente; ou, alternativamente, explorar o contexto multipolar para se constituir como um polo autônomo.
Primeira seção: estado da arte e contexto sistêmico
A primeira parte do livro é dedicada à dimensão sistêmica da questão, recuperando debates de longa duração sobre o declínio da hegemonia norte-americana, a crise do sistema-mundo e a possibilidade de estarmos vivendo um caos sistêmico e, portanto, uma transição hegemônica.
O primeiro capítulo da seção é assinado por Gabriel Merino, professor da Universidade Nacional de La Plata (Argentina). O autor examina o cenário pós-pandemia, marcado por tensões em torno de Taiwan, pela guerra tecnológica e comercial entre EUA e China, pela escalada na Ucrânia e por disputas informacionais. Merino interpreta a Guerra Mundial Híbrida como expressão da crise prolongada da hegemonia anglo-estadunidense, em curso desde 2008. O capítulo delimita conceitos centrais para a obra, como a distinção entre a guerra híbrida e a chamada “Nova Guerra Fria”, e analisa seus principais eixos, com atenção especial à posição ambígua da América Latina — oscilando entre o papel subordinado de “pátio traseiro” e o potencial de se afirmar como “polo emergente”.
O autor compara os modelos de inserção externa promovidos por EUA e China: enquanto os Estados Unidos, sob a Doutrina Monroe, buscam preservar uma exclusividade de influência, a China se orienta pelos Cinco Princípios de Coexistência Pacífica — soberania, não ingerência, igualdade, benefício mútuo e competição regulada —, sem reproduzir os mecanismos imperiais tradicionais. Merino também analisa os principais focos da projeção estadunidense: Taiwan, a ampliação da OTAN e o controle de regiões sensíveis da Eurásia (Europa Oriental, Oriente Médio, Ásia-Pacífico), além da crescente preocupação com a presença chinesa no Oriente Médio e no Indo-Pacífico. Por fim, detalha as iniciativas dos EUA para conter a influência chinesa na América Latina — incluindo presença militar, pressões diplomáticas e apoio a mudanças de governo. O caso da Argentina sob Javier Milei é citado como exemplo de alinhamento incondicional ao eixo Washington-OTAN.
A análise sistêmica é desenvolvida, na sequência, nos capítulos de Carlos Eduardo Martins, Atilio Boron e Claudio Katz. Professor da Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), Martins
recupera o quadro da Teoria do Sistema-Mundo e dos ciclos de
Kondratieff para elaborar o diagnóstico de que a crise financeira de
2008 é um marco da fase terminal da hegemonia estadunidense. Este
declínio está caracterizado pela transição do imperialismo informal para
um imperialismo direto, simbolizado pelo trumpismo. Nesse cenário,
Trump emerge como figura central de um projeto neoconservador
autoritário, que mistura protecionismo, unilateralismo e mobilização de
massas descontentes, confrontando os pilares do liberalismo político e
econômico, não com vistas à superação das contradições inerentes ao
capitalismo neoliberal, mas como forma de preservação das condições
políticas que asseguram sua continuidade.
Um dos principais cientistas sociais da Argentina, Boron complementa essa perspectiva, ao traçar a trajetória histórica das relações sino-americanas, evidenciando como o expansionismo econômico da China, especialmente após sua entrada na OMC, desestabiliza o modelo tradicional de dominação dos EUA. A emergência da China não se dá por meio de força militar, mas sim por uma diplomacia econômica eficaz, marcada por investimentos estratégicos e pela promoção de uma ordem multipolar. O autor sublinha o papel das sanções, do militarismo seletivo e da “ambiguidade estratégica” dos EUA diante do avanço chinês. Katz, por sua vez, desloca o foco para a América Latina, descrevendo a região como palco da nova Guerra Fria. Com abundantes recursos naturais, o subcontinente se torna terreno disputado entre os dois gigantes. Pautada por pragmatismo econômico, a política chinesa, contrasta com a estratégia errática e declinante de Washington, incapaz de oferecer contrapartidas significativas às elites locais.
Encerrando a primeira seção do livro, Ada Celsa Cabrera García, Eduardo Crivelli Minutti e Giuseppe Lo Brutto ampliam a discussão, ao examinarem a cooperação Sul-Sul promovida pela China na América Latina, tendo como pano de fundo a erosão da hegemonia estadunidense. O capítulo argumenta que, no quadro de um declínio relativo de sua hegemonia, os Estados Unidos têm buscado “securitizar” a cooperação hemisférica e reforçar o neoliberalismo na região, conforme exposto em iniciativas como a Aliança para a Prosperidade Econômica nas Américas (APEP) e Cúpula da Democracia. Neste sentido, o contraponto da China não poderia ser mais evidente: a partir de uma posição discursiva de crítica à hegemonia, ao unilateralismo, e de defesa da cooperação Sul-Sul, a China avança na América Latina, apresentando-se como parceira e fortalecendo uma agenda econômica sem envolver condicionalidades políticas explícitas – como é praxe no trato dos EUA.
Segunda seção: uma perspectiva cartográfica
Se a primeira seção tem caráter diagnóstico, delineando linhas de fratura na ordem internacional, a segunda adota uma perspectiva cartográfica, ao mapear como essas tensões se manifestam em experiências nacionais e sub-regionais. Ela se inicia com a análise de Carlos Raimundi sobre o quadro institucional fragmentado da América Latina. Em vez de lamentar a estagnação da integração, Raimundi busca compreender suas causas. Examina organismos como a Organização dos Estados Americanos (OEA), o Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID) e a Comunidade de Estados Latino-Americanos e Caribenhos (Celac) não somente como instrumentos ou obstáculos, mas como arenas de disputa ideológica — espaços onde a memória da subordinação colonial confronta a aspiração por soberania. Suas reflexões, embora normativas, colocam uma questão central: é possível reimaginar a integração regional fora da inércia das estruturas atlânticas?
A bacia do Caribe, frequentemente marginalizada nas análises hemisféricas, ganha protagonismo no capítulo de Lourdes Regueiro Bello, Claudia Marín Suárez e Luis René Fernández Tabío. O foco nos países da Comunidade e do Mercado Comum do Caribe (CARICOM) vai além do recorte sub-regional: funciona como teste para a hipótese central do livro — a de que mesmo pequenos Estados, situados em zonas de atrito entre potências, conservam margens de manobra. Os autores mostram como esses países oscilam entre as exigências securitárias dos EUA e as oportunidades de financiamento e infraestrutura oferecidas pela China, recorrendo à flexibilidade diplomática como estratégia de sobrevivência. Ao reposicionar os chamados “atores periféricos” como agentes diplomáticos ativos, o capítulo amplia o escopo da análise regional.
Essa atenção à diversidade de trajetórias nacionais prossegue no capítulo de Jaime Zuluaga sobre a Colômbia, posicionada há décadas como peça-chave da arquitetura militar dos EUA no hemisfério. Zuluaga examina as mudanças introduzidas pelo governo de Gustavo Petro, especialmente no campo das parcerias com a China e do multilateralismo regional. Em vez de sugerir uma ruptura clara, o capítulo investiga as limitações estruturais e os dissensos internos que condicionam as opções de política externa colombiana. Trata-se, portanto, de um estudo de caso sobre um país que ainda não se reorientou por completo, mas que tampouco permanece integralmente alinhado, um estado de certa latência que pode se constituir como objeto de interesse para compreensão do quadro regional mais amplo.
A seção se encerra com a análise de Leandro Morgenfeld
sobre a Argentina. Morgenfeld delineia a trajetória das relações
sino-argentinas desde 1972, destacando marcos como a Parceria
Estratégica Integral, de 2014, e os acordos com o Banco Central chinês.
Ainda assim, observa que a relação segue desigual: a pauta exportadora
argentina continua primarizada, o déficit comercial com a China
persiste, e os investimentos chineses, embora relevantes, atendem a
interesses próprios, e não necessariamente articulados a metas de
desenvolvimento nacional na Argentina. Os Estados Unidos, por sua vez,
conservam uma posição baseada nas noções da Doutrina Monroe, que
considera a região como seu “quintal”, e apostam na histórica influência
diplomático-militar e em pressões econômicas para conter a China na
região.
Em relação à conjuntura, o autor analisa a política externa do governo Milei como um exercício de alinhamento aos Estados Unidos, que é funcional aos interesses norte-americanos, mas bastante arriscado do ponto de vista dos interesses argentinos — inclusive por, potencialmente, comprometer compromissos e acordos assumidos com os chineses. Essa inflexão é interpretada não apenas como um reposicionamento de ocasião, mas como um retrocesso que pode comprometer a soberania nacional e limitar as opções de desenvolvimento ante um mundo multipolar em formação. Neste sentido, o autor propõe a retomada de um projeto de unidade regional sob inspiração dos ideais bolivarianos, que permitam, efetivamente, fortalecer a posição regional em meio ao quadro de disputas hegemônicas.
Terceira seção: análise setorial e temática
A terceira e última seção desloca o foco para setores específicos: os domínios concretos, nos quais as disputas globais se materializam em infraestruturas, recursos e tecnologias. Juan Ramón Quintana e Loreta Tellería abrem esse bloco com uma genealogia da doutrina militar dos EUA na América Latina, culminando no conceito de “dissuasão integrada”. Sob a lógica de uma “guerra preventiva ampliada”, os EUA articulam presença militar, vigilância tecnológica, diplomacia coercitiva e alianças securitárias. A militarização da política externa norte-americana aparece, assim, não como reação excepcional, mas como elemento estruturante da presença regional dos EUA, moldando, ademais, agendas civis.
A persistência de padrões assimétricos também se revela na análise de Ariela Ruiz Caro sobre soberania tecnológica. Com foco nas redes 5G, Inteligência Artificial e infraestrutura digital, ela argumenta que a América Latina se tornou campo de disputa infraestrutural. A pressão dos EUA para barrar a Huawei e outras empresas chinesas é interpretada não somente como expressão de uma guerra comercial, mas como uma tentativa de reconfigurar os mecanismos de controle hemisférico. O mérito da análise de Ruiz Caro reside em sua sobriedade: ela não idealiza o alinhamento com a China, nem o apresenta como solução emancipatória.
Infraestrutura, em sentido mais literal, é o tema do capítulo de Laura Bogado Bordazar e Sebastián Schulz. A partir de estudos de caso envolvendo portos, usinas e corredores de dados, os autores investigam a presença chinesa na construção de ativos logísticos. Estão particularmente atentos à política da visibilidade: quais projetos são celebrados, quais geram resistência e quais são renegociados em silêncio. A análise demonstra que a expansão da infraestrutura chinesa nem sempre implica soberania para o desenvolvimento. Pelo contrário, pode gerar novas dependências, assimetrias e oportunidades de barganha para elites locais.
Em linha semelhante, Bernardo Salgado Rodrigues e Elias Jabbour exploram a geopolítica dos semicondutores — um tema raramente vinculado à América Latina. Ao examinar as cadeias produtivas de empresas taiwanesas e sul-coreanas, os autores propõem um deslocamento de perspectiva. A periferia regional não é ausência, e sim posição estrutural — fora dos centros decisórios da produção, mas vulnerável às suas disrupções. Embora o capítulo seja mais conceitual que empírico, amplia o escopo temático do volume, ao conectar escassez tecnológica e inserção regional em uma economia interdependente.
O livro se encerra com a análise de Julián Bilmes, Pablo Fuentes e Solange Castañeda sobre o Triângulo do Lítio (Argentina, Bolívia e Chile). A força do capítulo está em articular soberania, ecologia e disputa geopolítica sem ceder a simplificações. Em vez de tratar o lítio como maldição ou salvação, os autores mostram como empresas chinesas, elites locais e instituições multilaterais disputam — e, por vezes, convergem — o controle das cadeias de valor. Sua abordagem rejeita a separação entre política de recursos e estratégias globais. Com isso, transforma o lítio não somente em commodity, mas em metáfora condensada dos impasses latino-americanos diante de uma globalização cada vez mais contestada.
Conclusão
Ao final de Nuestra América, Estados Unidos y China, uma proposição já se delineia com clareza. Embora marcado por assimetrias e riscos, o atual momento geopolítico abre possibilidades para a renovação conceitual e política — desde que analisado de uma perspectiva situada. Um dos méritos da obra está na forma como a bibliografia ostensiva é elaborada. Em vez de adotar modelos analíticos consolidados de maneira acrítica, os autores buscam reelaborar conceitos com base nas especificidades latino-americanas. A teoria global não é rejeitada nem reproduzida mecanicamente: ela é tensionada e ressignificada à luz da história regional, das disputas por recursos e das trajetórias institucionais. Essa operação permite construir análises que dialogam com debates internacionais sem perder de vista as particularidades do contexto em que se inserem.
Como sói ocorrer em coletâneas como esta, contudo, o texto, ao ser visto em conjunto, destaca-se por algumas irregularidades e oscilações seja do ponto de vista diagnóstico, seja teórico-conceitual. No primeiro caso, trata-se de uma heterogeneidade bem-vinda e que não compromete a integridade do livro, cujas bases epistemológicas são bem mais coesas. Do ponto de vista conceitual, porém, o volume deixa em aberto uma classificação unívoca sobre a rivalidade hegemônica em curso – com alguns capítulos preservando o rótulo da “nova Guerra Fria”, e com pouca recuperação do conceito de “Guerra Mundial Híbrida e Fragmentada”, proposto por Merino, e merecedor de uma reflexão mais detida.
De todo modo, a organização editorial do livro contribui para a consistência do argumento geral, mesmo diante da diversidade de perspectivas que informam os diferentes capítulos, articulando satisfatoriamente contribuições mais ensaísticas e textos de maior fôlego empírico. Em parte por causa desta característica é que a obra tem relevância para além do debate puramente acadêmico, fornecendo elementos que podem subsidiar intervenções no debate público e interessar formuladores de políticas e atores institucionais – o que, sem dúvida, é algo que vai ao encontro do propósito dos autores.
Em vez de oferecer respostas conclusivas, a
obra propõe caminhos interpretativos que contribuem para pensar
alternativas em um mundo em transformação. Para a América Latina e o
Caribe — cujas elites oscilam entre a fidelidade atlantista e a atração
por uma ordem sino-centrada —, trata-se de um exercício relevante de
reflexão crítica sobre a inserção internacional como construção ativa de
autonomia.
Sobre o livro
Título: Nuestra América, Estados Unidos y China: transición geopolítica del sistema mundial
Organizadores: Leandro Morgenfeld e Gabriel Merino
Editora: CLACSO
Ano de publicação: 2025
Número de páginas: 442
Acesso e download em: https://libreria.clacso.org/publicacion.php?p=4259&c=1
* Matheus de Oliveira Pereira é doutor em Relações Internacionais, pesquisador do INCT-INEU e professor na Fundação Armando Álvares Penteado.
** Primeira revisão: Victor Cabral. Revisão e edição finais: Tatiana Teixeira. Recebido em 2 de maio de 2025. Este Informe não reflete, necessariamente, a opinião do OPEU, ou do INCT-INEU.
*** Sobre o OPEU, ou para contribuir com artigos, entrar em contato com a editora do OPEU, Tatiana Teixeira, no e-mail: tatianat19@hotmail.com. Sobre as nossas newsletters, para atendimento à imprensa, ou outros assuntos, entrar em contato com Tatiana Carlotti, no e-mail: tcarlotti@gmail.com.
Assine nossa Newsletter e receba o conteúdo do OPEU por e-mail.
Siga o OPEU no Instagram, X/Twitter, Linkedin e Facebook
e acompanhe nossas postagens diárias.
Comente, compartilhe, envie sugestões, faça parte da nossa comunidade.
Somos um observatório de pesquisa sobre os EUA,
com conteúdo semanal e gratuito, sem fins lucrativos.