viernes, 24 de febrero de 2012

Repercusiones reunión ARG-EEUU



ECONOMIA › REUNION CON EE.UU. POR TRABAS AL INGRESO DE PRODUCTOS ARGENTINOS (Página/12)

Las delicias del libre comercio

Tras una gestión de CFK ante Obama, la embajadora de EE.UU. se reunió con los ministros de Economía, Industria y Agricultura para escuchar las preocupaciones por las dificultades de los productores agrícolas y cárnicos para acceder a ese mercado.

 Por Cristian Carrillo
No hubo respuestas “contundentes”, pero al menos el gobierno argentino pudo plantear cara a cara y puntualmente sus reclamos comerciales a las autoridades estadounidenses. Los ministros de Economía, Hernán Lorenzino; de Industria, Débora Giorgi; y de Agricultura, Norberto Yauhar, se reunieron ayer con la embajadora en Buenos Aires, Vilma Martínez. El objetivo fue iniciar un proceso de análisis riguroso del comercio entre ambos países, el cual es actualmente deficitario para la Argentina. El encuentro fue la consecuencia del compromiso que le arrancó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a su par estadounidense, Barack Obama, en noviembre pasado en Cannes, de atender las demandas comerciales de los exportadores argentinos. En la mesa de trabajo se analizó la situación de los cítricos, especialmente limones, y los denominados “cítricos dulces” (naranjas y otros), donde todavía existen barreras paraarancelarias. También el incumplimiento de Estados Unidos al no dejar entrar las 20.000 toneladas de carne fresca que se acordó en 2000. La delegación norteamericana respondió ofreciendo una línea de financiamiento público-privada para la compra de maquinaria estadounidense, con una tasa de entre 7 y 7,5 por ciento a cinco años.
El Gobierno había criticado en reiteradas oportunidades las trabas para acceder al mercado estadounidense. Esta preocupación fue expresada por la propia Presidenta el año pasado a Obama, quien se comprometió a reencauzar las negociaciones. La embajadora Martínez fue quien pidió la reunión efectuada ayer. Al finalizar el encuentro, Yauhar explicó que “hemos restablecido una agenda de trabajo, que había empezado (el ex ministro) Julián Domínguez, y la idea es darle continuidad”. Fue en la sede de Agricultura, ya sin la presencia de Lorenzino, Giorgi y la embajadora. Yauhar estuvo escoltado por el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, y el secretario de Agricultura y Ganadería, Lorenzo Basso.
A pesar de que el pedido de reunión provino de Martínez, la diplomática fue quien tuvo que dar explicaciones por la manera en que su país administra el comercio. Luego de las presentaciones de rigor, Yauhar abrió el juego poniendo sobre la mesa de discusión los tres temas –de su sector– pendientes de tratamiento y que más problemas acarrean a los productores locales. “Le planteamos la intención de seguir trabajando sobre el tema de los cítricos o cítricos dulces, la zona libre de aftosa para la región patagónica en lo que se refiere a ganado ovino y la exportación de carne fresca a partir de un acuerdo que tiene la Argentina desde el año 2000 y que aún no ha cumplido el gobierno de Estados Unidos”, relató Yauhar. Según relataron fuentes oficiales a este diario, las respuestas de Martínez “no fueron contundentes”. “Sus colaboradores argumentaron que esos temas están bajo tratamiento del Congreso y que aún no hay definiciones al respecto”, explicaron. Por eso, la contrapropuesta argentina es que se permita a los productores –también a funcionarios– negociar con sus pares estadounidenses y, de ser necesario, ir al Capitolio a “hacerse oír”. No obstante, Argüello se mostró optimista en encontrar una rápida solución sobre estos temas.
Giorgi y Lorenzino focalizaron sus planteos en el desequilibrio que existe en la balanza comercial. “No es una crítica, si se quiere, sino una descripción de la realidad”, le dijo el ministro de Economía a la embajadora estadounidense. “Debemos emparejar la balanza comercial para hacer sustentable la relación en el largo plazo, porque mientras la demanda mundial cae, Argentina aumenta las compras de bienes de capital y productos de alto valor agregado a Estados Unidos”, expresó Giorgi. La funcionaria insistió en que “la relación no puede seguir funcionando a dos velocidades: nuestra demanda crece y Estados Unidos nos compra cada vez menos”. Resaltó también el hecho de que Estados Unidos no permita el ingreso de productos argentinos que son competitivos internacionalmente. Yauhar consideró que la apertura del mercado para carnes bovinas argentinas “sería un primer buen gesto” de la administración Obama. El déficit en manufacturas de origen industrial, que se busca reducir, asciende a los 4600 millones de dólares anuales. Las exportaciones a Estados Unidos representan el 5 por ciento del total de lo que la Argentina le vende al mundo, mientras que las importaciones de productos norteamericanos representan poco más del 10. “La directiva de la Presidenta no es equilibrar la balanza comprando menos, sino vendiendo más, y éste es el objetivo de la diplomacia argentina”, anticipó Argüello.

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