jueves, 25 de agosto de 2016

Pato quiere ser Donald? Mientras Trump ahora dice que podría "suavizar" su propuesta migratoria, Bullrich creó un centro de detención para migrantes irregulares y propone políticas expulsivas y xenófobas

 

 

El gobierno crea un centro de detención para migrantes

Notas.org.ar

Un inmueble, controlado por la Policía Federal y ubicado en el barrio de Pompeya de la Ciudad de Buenos Aires, alojará a los migrantes irregulares previo a su expulsión del país. La violación del derecho migratorio y las garantías constitucionales.

El pasado 19 de agosto se dio a conocer un comunicado oficial que anunciaba el acuerdo entre Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación; Fernando Ocampo, ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (MJS); y Horacio García, director Nacional de Migraciones (DNM).
En el mismo se informó la entrega en comodato a la DNM de un inmueble ubicado en Pasaje Colmo N° 3860, destinado “de manera exclusiva al alojamiento de las personas infractoras a la Ley 25.871 [Ley de Migraciones] y su normativa complementaria vigente, en calidad de retenidos”. Además se señaló que de esta forma se buscan “optimizar” las condiciones para “combatir la irregularidad migratoria”.
Según lo anunciado, el documento firmado por las tres partes entrará en vigencia a partir del 1 de septiembre.
Agostina Hernández Bologna, abogada e integrante del Programa de Migración y Asilo de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) explicó a Notas que la gravedad de la creación de estos centros de detención reside en que “en estos lugares lo que pasa es que no se respetan las garantías correspondientes y tiene un fuerte impacto en lo que significa la criminalización de la migración”.
De acuerdo al análisis de la abogada, estas personas “cometieron una infracción administrativa y se las está deteniendo por eso. No cometieron un delito penal donde corresponda ir a la cárcel”. “Es como que a vos te metan en una prisión por cruzar un semáforo en rojo o estacionar mal el auto”, ejemplificó.
El gobierno crea un centro de detención para migrantes
“Es un retroceso enorme en la política de derechos humanos de los migrantes que teníamos en la Argentina”, sostuvo la especialista. “Ahora las camionetas de Migraciones van a realizar razzias para buscar personas en situación irregular”, sumó.
La abogada explicó que la actual ley migratoria 25.871 permite la “retención” de migrantes y su posible deportación, después de un proceso judicial. “Eso es un gran avance de la legislación argentina. En el resto del mundo, salvo Uruguay, esto lo decide el Poder Ejecutivo”, comentó.
Si bien reconoció que existen detenciones “de hecho” en comisarías y otros lugares, “son arbitrarias e ilegales, no existía en Buenos Aires un centro dedicado exclusivamente a la detención de personas migrantes”, indicó Hernández Bologna.
“El Estado argentino en su legislación se compromete a garantizar el derecho humano a migrar. Para lograr esto hay que garantizar la regularización de esas personas, no la criminalización”, remarcó y aseguró que en la mayoría de los centros de detención del mundo “se vulneran todas las garantías del derecho procesal y penal”.
Regularizar o sancionar
Repasando las políticas migratorias del último tiempo, Pablo Ceriani Cernadas, coordinador del mismo Programa de Migración y Asilo de la UNLa contó a Notas que la política argentina en la materia cambió “radicalmente” desde fines de 2002 cuando Argentina firmó el Acuerdo de Residencia del Mercosur y con la Ley de Migraciones que entra en vigencia en 2004.
Anteriormente a eso, era “muy restrictiva” con una ley que venía desde la Dictadura. De acuerdo al especialista, en los ’90 no era restrictiva “porque la gente no entrara, entraba igual”, el punto era que la dejaban en condiciones de “irregularidad, explotación, vulnerabilidad y discriminación” y que el Estado en vez de regularizar su situación la sancionaba.
El especialista de la UNLa contó que la política de la Unión Europea y Estados Unidos de construir centros de detención, vallas, etc., fue muy criticada por toda Sudamérica en su momento. Y además no redujo la migración irregular. “Sí tuvo efecto en los derechos, porque personas que no son acusadas de ningún delito más que alguna irregularidad administrativa en sus papeles, terminan siendo privadas de su libertad”, analizó.
“Entonces este anuncio es preocupante porque es una marcha atrás de una política de Estado que ha sido tomada como modelo por la ONU, la OEA, la ACNUR y otros organismos”, aseguró Ceriani Cernadas.
Por otro lado, el integrante del Global Detention Project, Michael Flynn también pensó, consultado por Notas, la situación en clave global e indicó que existen actualmente unos dos mil centros de detención de migrantes en el mundo. “Estados Unidos tiene, aproximadamente, la mitad de los migrantes detenidos del mundo. Cada día alrededor de 30 mil personas son apresadas por razones migratorias”, resaltó Flynn. “Hasta hoy en día, esta era la parte del mundo donde no había un sistema de detención sistemático”, expresó.
“Que un país como Argentina cree un centro de detención quiere decir que en el futuro va a haber más detenidos para justificar la existencia de este lugar”, advirtió.
Ceriani Cernadas fue contundente: “La migración irregular no hay que combatirla, hay que resolverla”. Además, aseguró que políticas como la creación de centros de detención reflejan “una falsa vinculación entre migración y delito que ninguna estadística avala”.
“Este tipo de miradas y estas políticas suele generar -esto pasó en casi todas las regiones- efectos negativos. Para la gente en primer lugar y también para los Estados porque la migración trae innumerables aportes positivos para una sociedad. Argentina es una prueba de ello”, planteó

Cambio de paradigma y xenofobia

De acuerdo a Ceriani Cernadas, esta decisión va en sintonía con otras medidas que se tomaron en estos meses como la eliminación de un programa de la Dirección de Migraciones que era de abordaje territorial. “En muchos barrios donde se sabía que había una mayor población migrante se facilitaba la documentación. Es decir personas que tienen el derecho, por pertenecer al Mercosur, de residir acá y por falta de información quizás no se habían regularizado”, explicó.
“Pasamos de ayudar a los migrantes con sus papeles, lo cual mejora sus condiciones de acceder a un trabajo formal, de consumo, de vivienda, a mirarlos como infractores y sospechosos”, puntualizó el especialista en temas migratorios.
“Se alimenta la xenofobia”, aseguró y planteó que se trata de una “criminalización simbólica” que “crea y refuerza todo un imaginario social que tienen sectores de la sociedad que es errado”.
“Es un chivo expiatorio. En vez de hablar de la desocupación, la pobreza, etcétera se le echa la culpa de todo a los inmigrantes”, concluyó el investigador de la UNLa.

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- PETICIÓN "No a la creación de centros de detención de personas migrantes en Argentina": FIRMÁ ACÁ -

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Lo que Trump dijo y lo que ahora dice sobre inmigración

El candidato republicano dice que podría “suavizar” su postura migratoria






El candidato republicano habla a los hispanos en un mitin en Tampa, Florida, el miércoles
Según dijo el miércoles uno de sus hijos y asesores de campaña, Eric Trump, la estrategia migratoria del magnate inmobiliario devenido en político está “evolucionando”. Lo que sí permanece, aseveró en declaraciones a una emisora, es el muro, que también está explicitado en el plan migratorio que publicó hace un año. El resto, estará por ver, previsiblemente en próximos discursos dedicados a este asunto que Trump asentó como uno de los pilares de su campaña. El que había anunciado para este jueves ha sido pospuesto sin nueva fecha, aunque se espera que lo pronuncie la semana próxima. Mientras tanto, esto es lo que ha dicho y lo que ahora dice Trump sobre inmigración.

El muro con México

En junio de 2015, Donald Trump lanzó su candidatura afirmando que México enviaba a través de su frontera “drogas” y “violadores” y anunció por primera vez que construirá un muro en la frontera y hará que “México lo pague”. Hasta ahora, es la única promesa de campaña que mantiene de forma consistente y reitera en casi cualquier comparecencia pública. “100%”, contestó Trump la noche del martes al moderador ultraconservador de la cadena Fox Sean Hannity cuando este le preguntó si seguía manteniendo su plan. Lo reiteró en la segunda parte del programa, emitida el miércoles.  “Nos están matando en la frontera, nos están matando con el comercio, tenemos un déficit comercial con México de casi 60.000 millones de dólares al año. Así que se puede construir un muro”, sostuvo. Un clásico de sus mítines es cuando Trump promete construir el muro y pregunta al público quién lo va a pagar y este exclama “¡México, México!”

Y qué pone en su plan?

La construcción del muro figura de manera destacada en el plan migratorio que Trump publicó hace un año en su web. Es el único programa específico hasta ahora en esta materia del candidato republicano. En el primer punto, bajo la premisa de que “una nación sin fronteras no es una nación”, afirma que “debe haber un muro en la frontera sur” y que “hay que hacer que México pague por el muro”. No dice en ningún momento que haya que hacer lo mismo con la frontera norte con Canadá.

La deportación de los 11 millones de indocumentados en EE UU

¿Cómo se deporta a 11 millones de personas? “Lo haces, lo haces” ¿Va a tener algún tipo de fuerza deportadora? “Vamos a tener una fuerza de deportación. Vamos a hacerlo de forma profesional”. Durante meses, sobre todo hasta el inicio de las primarias republicanas, Trump respondió una y otra vez sin dudar sobre la necesidad de expulsar a los 11 millones de indocumentados que viven en EE UU, incluidas aquellas familias que tienen hijos ciudadanos estadounidenses. “Se tienen que ir”, enfatizó ante las cámaras de forma insistente.




¿Otras propuestas migratorias de Trump


En su plan migratorio, Trump promete acabar con el derecho constitucional de ciudadanía por nacimiento para los bebés de indocumentados, argumentando que “es el mayor imán para la inmigración ilegal”. También reclama que los inmigrantes irregulares que sean aprehendidos en la frontera permanezcan detenidos hasta su deportación —no especifica si esto afectaría también a las decenas de miles de menores centroamericanos y niños acompañados de sus madres que desde hace dos años llegan solos hasta EE UU— y el aumento de las penalizaciones por sobrepasar el tiempo permitido en el visado de entrada.
Su discurso comenzó a cambiar en junio, cuando en una entrevista dijo que “no llamaría deportación masiva” a sus planes y que sus políticas al respecto tendrán “corazón”. Ahora, ha admitido que está abierto a “suavizar” las leyes. “Ciertamente pueden suavizarse, porque no pretendemos hacer daño a nadie", respondió Trump el martes a la pregunta de si estaría dispuesto a modificar su postura ante inmigrantes que llevan años en el país y cumplen las leyes o a los que han educado a hijos estadounidenses. “Tenemos algunas personas estupendas en este país”, agregó el candidato que ha demonizado durante casi un año a los indocumentados. Según adelantó, tomará “muy pronto” una “decisión” definitiva sobre las deportaciones. El miércoles, Trump negó que lo que se está planteando ahora sea una “amnistía”, aunque es como lo calificó cuando sus rivales en las primarias proponían también una vía para las personas que “llevan 20 años en el país y pagan sus impuestos” y como ha llamado las políticas de los demócratas en el mismo sentido.

¿Qué dice de las deportaciones su plan?

En el plan migratorio publicado, Trump no hace referencia alguna a la deportación de todos los indocumentados. Solo reclama, como sigue argumentando ahora, que hay que echar “a los malos”. De hecho, en todo su programa solo aparece una vez la palabra “deportación”, cuando afirma que “todos los inmigrantes ilegales que pertenezcan a bandas (criminales) deberían ser detenidos y deportados”. También promete la devolución forzada a sus países de “todos los inmigrantes criminales”, es decir, que hayan sido condenados en EE UU por un delito grave, una política que ya implementa el Gobierno de Barack Obama.
En su plan, Trump también promete acabar con la financiación de las denominadas “ciudades santuario”, aquellas urbes que se niegan a dar información sobre inmigrantes irregulares si no tienen antecedentes criminales graves. En julio del año pasado, una mujer murió por un disparo fortuito cuando paseaba por San Francisco. Horas después fue detenido un mexicano sin papeles y que había sido deportado cinco veces como autor del fatal disparo. Trump utilizó este hecho para reiterar su política contra indocumentados y las ciudades santuario y, desde entonces, ha invitado reiteradas veces a sus discursos a familiares de otras personas fallecidas a manos de un inmigrante indocumentado, como volvió a hacer esta semana.

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