lunes, 29 de octubre de 2018

Trump, Bolsonaro y Macri. Un trío explosivo

La agenda internacional de Bolsonaro pondrá en jaque a la estrategia geopolítica de Macri

El presidente electo del Brasil ya no quiere implosionar al Mercosur, pero tampoco aceptará que su hoja de ruta se adecue al ritmo de la cancillería argentina
Jair Bolsonaro, nuevo presidente de Brasil (AFP)
Jair Bolsonaro, nuevo presidente de Brasil (AFP)
Mauricio Macri construyó prestigio político global y liderazgo regional por su discurso antagónico al populismo, su crítica diplomática al régimen de Nicolás Maduro, su proyecto económico de apertura al mundo, la profunda crisis de Brasil y su relación personal con Donald Trump. Con estas herramientas de poderoso peso geopolítico, el presidente argentino obtuvo dos créditos del Fondo Monetario Internacional (FMI), una relación privilegiada con la Casa Blanca, la organización de la Cumbre del G20 y de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y lideró la ofensiva institucional contra Maduro y las negociaciones para lograr un acuerdo bilateral entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
Pero esa agenda a la medida de Macri será puesta en jaque por Jair Bolsonaro, el presidente electo del Brasil que buscará recuperar la influencia regional del país más importante del Cono Sur. Bolsonaro apuesta a reconstruir la economía brasileña y compartir –en principio- el liderazgo de Macri en el Mercosur, que estaba beneficiado por la debilidad política e institucional de Michel Temer. El presidente electo del Brasil ya no quiere implosionar al Mercosur, pero tampoco aceptará que su hoja de ruta se adecue al ritmo de la cancillería argentina.
Durante las negociaciones con la Unión Europea, que otra vez están en un complejo laberinto técnico, Macri diseñaba la estrategia política en Buenos Aires y Temer la convalidaba en Brasilia. Había mucha presión de la línea técnica de Itamaraty para ajustar las constantes ofertas que llegaban desde Bruselas, en defensa de su producción local y de los intereses económicos que se concentran en San Pablo. Sin embargo, al margen de esa puja por lo propio, Brasil siempre aceptó que Macri fijara la estrategia política de negociación.
Bolsonaro ganó las elecciones con un discurso cuasi imperial, que planteó la necesidad de rescatar la influencia internacional de Brasil. En este contexto, el sucesor de Temer recuperará los espacios perdidos y disputará con Macri cómo se debe negociar con la Unión Europea, que prefiere la mirada ideológica del presidente argentino que la perspectiva nacionalista de Bolsonaro. Macri y Temer desean cerrar un acuerdo político con la UE antes que concluya la cumbre del G20 en Buenos Aires, un objetivo diplomático de difícil factura ante la reticencia de Bruselas y el temor de una reacción en contrario del presidente electo brasileño.
El liderazgo regional de Macri también se observa en la posición que defiende el Grupo Lima sobre la crisis social y política de Venezuela. Este importante bloque regional sostiene que la crisis de Venezuela solo se debe resolver a través de elecciones libres y una corta transición democrática sin impunidad para Maduro y su gobierno acusado de narcotráfico, lavado de dinero y corrupción estatal. Trump acepta a regañadientes esta posición diplomática y ya ha tanteado a ciertos militares venezolanos para desplegar una eventual invasión que termine por la fuerza con el régimen de Maduro.
Bolsonaro aún no fijó posición pública respecto al Grupo Lima y su hoja de ruta frente al gobierno de Maduro, pero ha señalado que "los venezolanos están muriendo de hambre debido a un gobierno tiránico vinculado con la dictadura cubana". Esta línea argumental repite la de Trump, que busca distintas alternativas –no solo la democrática—para terminar con Maduro como presidente de Venezuela.
Donald Trump (REUTERS/Carlo Allegri)
Donald Trump (REUTERS/Carlo Allegri)
Brasil y Estados Unidos tienen históricos acuerdos regionales y fuertes diferencias geopolíticas. China integra el BRICS junto a Brasil, y avanza en la región traccionada por sus fondos frescos a tasas ultralivianas. Trump intenta frenar la ofensiva china y siempre chocó con la resistencia de Brasil, que buscaba un balance de poder en el Cono Sur y empujar –a través del BRICS– una agenda multilateral con alcance global.
Bolsonaro coincide con Trump y pondrá en tensión a los BRICS, que perdió su influencia y su peso específico. Macri fue a la última cumbre de los BRICS para buscar un punto de coincidencias con el Mercosur, que sufrirá la tensión causada por un presidente del Brasil que está buscando su lugar en el mundo. Hay en ciernes un efecto dominó, con final abierto.
La ambición de poder local, regional y global de Bolsonaro complicará la agenda internacional de Macri, que se apalancaba sobre sus éxitos en la arena mundial y la debilidad institucional de Brasil. El presidente argentino ahora se encuentra ante un complejo desafío de estado: preservar sus propios espacios de poder en el Mercosur, en el mundo y con Trump, y a su vez coordinar acciones con el presidente Bolsonaro, que sueña con un imperio apoyado por un ejército nacionalista, un establishment económico liberal y la iglesia evangélica.
No será una tarea fácil para Macri, que busca su reelección presidencial. Una debilidad coyuntural del presidente argentino que Bolsonaro aprovechará al máximo cuando empiece a frecuentar a los líderes mundiales. El presidente brasileño es militar y paracaidista. Está acostumbrado a caer parado en todos lados.

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Elecciones en Brasil

Donald Trump quiere una estrecha cooperación con Jair Bolsonaro en comercio y defensa

Donald Trump señala a los medios, durante un acto electoral en Charlotte, Carolina del Norte./ AP

"Muy buena conversación", así calificó Donald Trump este lunes el diálogo que mantuvo la noche anterior con el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, al que llamó para felicitarlo por su victoria en la segunda y definitiva vuelta de los comicios presidenciales.
Trump, con quien es comparado Bolsonaro por su discurso nacionalista y su populismo, aseguró en Twitter que ambos acordaron trabajar "estrechamente" en materia de comercio y defensa.
"Tuve una muy buena conversación con el nuevo presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, quien ganó la carrera con un margen sustancial", escribió Trump en la red social este lunes por la mañana.
"¡Acordamos que Brasil y Estados Unidos trabajarán estrechamente en comercio, defensa y todo lo demás! Excelente conversación telefónica, ¡lo felicité!", añadió el mandatario.


Fue Bolsonaro la noche electoral el primero en informar de la llamada de Trump, que calificó de "contacto bastante amigable".
Después, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, confirmó la conversación a través de un comunicado en Washington. "Ambos expresaron el fuerte compromiso de trabajar lado a lado para mejorar la vida de los pueblos de Estados Unidos y Brasil y como líderes regionales de las Américas", manifestó.
La elección de Bolsonaro en Brasil abre una nueva era de las relaciones del gigante sudamericano con el país del norte.
El ultraderechista Bolsonaro se impuso el domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales frente al izquierdista Fernando Haddad con más del 55 por ciento de los votos. Asumirá la presidencia el próximo 1° de enero, 19 días antes de que Trump cumpla dos años en la Casa Blanca.

EE.UU., un socio más cercano

Estados Unidos será "un socio más cercano a Brasil durante el gobierno" de Bolsonaro, aseguró Steve Bannon, ex asesor de Donald Trump, que dio la bienvenida al brasileño al club de dirigentes nacionalistas y conservadores llegados al poder en los últimos años.
En una entrevista publicada este lunes por el diario Folha de Sao Paulo, Bannon aseguró que "Estados Unidos será un socio más cercano a Brasil durante el gobierno de Bolsonaro, porque en una parte del mundo donde hay socialismo radical y caos en Venezuela, y crisis económica, con el FMI mandando en Argentina, Bolsonaro representa el camino del capitalismo esclarecido y será un líder populista nacionalista".
El ex estratega de comunicación de Trump también resaltó los parecidos entre el mandatario estadounidense y el recién electo líder brasileño, tanto de fondo como de forma.
Según Bannon, hay "muchas semejanzas" entre Trump, Bolsonaro y otros líderes "populistas y nacionalistas" de derecha, como Viktor Orban, primer ministro húngaro; Matteo Salvini, ministro de Interior de Italia; o Nigel Farage, líder pro Brexit en Reino Unido.
"Veo tres puntos en común entre esos líderes: en situaciones muy confusas, consiguen identificar cuáles son los principales problemas y articular soluciones. Por ser auténticos, consiguen conectarse con la masa, particularmente con la clase trabajadora y la clase media, de manera muy visceral. Y, en tercer lugar, tienen carisma", enumeró.
En cuanto a Trump y Bolsonaro, destacó que ambos emplean la estrategia de hacer "declaraciones provocativas para llamar la atención" y "conseguir ser escuchados en medio del barullo". "Ambos son especialistas en conectarse con las masas", dijo.
Fuente: AFP y EFE
 
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