lunes, 1 de abril de 2013

"El principio de autodeterminación no vale para los Kelpers"

"El derecho de la autodeterminación de los pueblos es un derecho democrático fundamental": lema del referéndum …Este año hubo un evento aparentemente crucial en cuanto a la discusión sobre la sobreanía de las Islas Malvinas: el referéndum que realizaron los residentes para decidir quién los gobierna. O, por lo menos, tuvo una relevancia muy grande en las coberturas de los medios de comunicación.

Este elemento se suma a una serie de capas que se van sedimentando en la problemática, que tiene a Argentina y Gran Bretaña como protagonistas. Nuestro país, reclamando la "devolución" de las Islas. Gran Bretaña pide que se respete el deseo de los habitantes de seguir siendo representados por los ingleses.

Pero, ¿qué se esconde detrás de estos reclamos? ¿Cuáles son los recursos estratégicos que tienen las islas? ¿Son tan importantes como para insistir en su dominio? ¿Tiene Argentina posibilidades reales de una recuperación? Con la designación de un Papa argentino, ¿puede cambiar la situación?

Leandro Morgenfeld es docente de historia de la UBA y el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), especializado en relaciones internacionales. Aquí, su visión sobre el conflicto, y algunos aportes históricos que no está de más recordar a la hora de formarse una opinión sobre el conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas.

- ¿En qué estado diplomático está la relación Argentina - Gran Bretaña por las Malvinas?

- La actual relación con Gran Bretaña está condicionada por el conflicto en torno a Malvinas. Desde 2010, cuando avanzó la exploración para la extracción de petróleo, se fue tensando el vínculo bilateral. El año pasado, al cumplirse 20 años de la guerra, hubo picos de enfrentamiento, fundamentalmente por las declaraciones de David Cameron y Cristina Kirchner. De todas formas, el conflicto está circunscripto a Malvinas, no afecta toda la relación. Alicia Castro asumió como embajadora argentina en Londres y en otros aspectos la relación bilateral es normal. De todas formas, este año también siguieron los roces: en  marzo, una petrolera inglesa anunció nuevas inversiones millonarias, Cameron intentó que Obama cambiara la posición estadounidense, se realizó el referéndum de los malvinenses. Argentina, por su parte, continúa con la campaña internacional para propiciar el diálogo reclamado por la ONU, rechaza la militarización del Atlántico Sur y denuncia el avance de las exploraciones hidrocarburíferas de las compañias inglesas.

- ¿Podrías resumirme los argumentos mediante los cuales Argentina insiste en la "devolución" de las islas?

-Luego de diversos incidentes, el 22 de enero de 1771 se firmó una declaración conjunta entre Gran Bretaña y España reconociendo los derechos de Madrid sobre las islas. Tres años más tarde se produjo la evacuación británica. Hasta 1830, Gran Bretaña no volvió a realizar reclamos por derechos en Malvinas. En enero de 1811, pocos meses después de la Revolución de Mayo, el gobernador  de Montevideo reunió a todas las tropas realistas para enfrentar a los revolucionarios de Buenos Aires. Para ello, los españoles abandonaron las islas, que a partir de ese momento quedaron despobladas. En esa década fueron visitadas esporádicamente por pescadores de distintas nacionalidades, quienes las usaron como refugio y para obtener víveres. Declarada la independencia, en 1816, las Provincias Unidas del Río de la Plata asumieron la soberanía de las islas -como legado de la corona española-, de acuerdo al principio de uti possidetis, que determinaba la soberanía territorial en base a los antiguos límites administrativos coloniales de las ex metrópolis. En 1820, el gobierno de las Provincias Unidas tomó posesión formal de las islas, enviando a la fragata Heroína, al mando del coronel David Jewett (de origen estadounidense). El primer representante de las Provincias Unidas fue Pablo Areguati, quien arribó a las Malvinas en 1823. Durante la década siguiente, no hubo conflicto, hasta la ocupación británica, realizada por la fuerza. Éste es el principal argumento argentino.
   
- ¿Y Gran Bretaña? ¿Cómo defiende su soberanía sobre las mismas?

- Gran Bretaña aprovechó en 1832 un conflicto entre Buenos Aires y Washington para avanzar en su pretensión colonialista. Reivindicando derechos abandonados explícitamente en 1774, los ingleses tomaron posesión de las islas en enero de 1833, a través del capitán John James Onslow. Sabían que el gobierno de Estados Unidos, en fuerte controversia con las Provincias Unidas, no se opondría a la ocupación británica, es decir que no aplicaría la Doctrina Monroe. A lo largo de las décadas siguientes, sostuvieron que la ocupación de hecho les otorgaba derechos. Y, más adelante, sostuvieron que había que respetar el deseo de los isleños, que pretenden seguir siendo británicos. Argentina señala que no son una población original, sino descendientes de una población trasplantada tras la ocupación colonial y la expulsión de las autoridades y los pobladores de las Provincias Unidas. Por eso no vale para los kelpers el principio de autodeterminación, no son una población originaria.

- En cuanto al status de los residentes, ¿te pareció lógico que en el referéndum ganara la opción de seguir bajo la soberanía inglesa? ¿Por qué?

- Era esperable que los malvinenses ratificaran lo que se sabía: que son y quieren seguir siendo británicos. Tras la guerra, Thatcher impulsó cambios económicos para el desarrollo de Malvinas. Se estableció una nueva constitución para las islas, que les otorgaba a los malvinenses mayor control sobre los asuntos internos. Gracias a las licencias que otorgan, los isleños tienen uno de los PBI per cápita más altos del mundo. La decisión británica de permitirle al gobierno isleño declarar una zona económica de 320 kilómetros alrededor de las Islas fue lo que les dio jurisdicción sobre las aguas y una transformación en los ingresos: el PBI pasó de 8 millones de dólares en 1985 a casi 60 millones en sólo algunos años. En 2012 se situó en torno a los 200 millones. Si bien las condiciones de vida en la isla no son para nada envidiables, existe una expectativa en torno a los ingresos que puedan llegar a partir de la explotación de hidrocarburos.
 
La presidenta argentina Cristina Kirchner calificó de "parodia" al referéndum en las islas Malvinas, donde triunfó …

- ¿Qué tipo de validez tiene el referéndum? ¿Es una cuestión política, cultural, o de qué índole?

- El referéndum no tiene reconocimiento internacional, ni de la ONU. Es decir, no cambia la situación preexistente desde el punto de vista diplomático. El conflicto es entre Gran Bretaña y Argentina. Fue una movida para intentar contrarrestar el creciente aislamiento que, en ámbitos diplomáticos internacionales, tiene la posición inglesa. Es claramente una cuestión política, pero sin demasiada influencia a mi juicio. En el caso del gobierno inglés, Cameron quizás puede usar el plebiscito para justificar internamente que está defendiendo no una colonia, no una base militar en una región estratégica, no las regalías petroleras de algunas corporaciones, sino la voluntad soberana de ciudadanos británicos que viven en los confines del mundo, bajo la amenaza del "imperialismo argentino". Pero más allá de eso no le veo otra significación.

-  ¿Qué importancia a nivel geográfico-estratégico ocupan las Malvinas?

- La ocupación de Malvinas tiene una importancia significativa a nivel geopolítico. La creciente presencia militar británica contituye una amenaza para el Cono Sur por las siguientes razones: la Base de Mont Pleasant es uno de los principales cinco enclaves militares extranjeros en América, que costó 1200 millones de dólares; está ubicada en un área estratégica; tiene dos pistas: de 2590 y 1525 metros, aptas para aterrizaje y despegue de aviones capaces de transportar tropas y equipos. Además, funciona en red con las bases de control y espionaje de todo el planeta; posee una estación naval de aguas profundas (Mare Harbour) apta para submarinos nucleares y silos  capaces de lanzar armas nucleares; Gran Bretaña invierte en la base 150 millones de dólares anuales.   

- ¿Y a nivel recursos económicos?

- Los intereses económicos también son muy importantes. La pesca, como dijimos, reporta ingresos millonarios. Además, hacia el año 2010, se reflotó la posibilidad de obtener petróleo en Malvinas. Según algunas estimaciones inglesas, habría más de 12.000 millones de barriles de reservas, un 600% más que las de Argentina. Se calcula que en cuatro años podría comenzar a extraerse petróleo de Malvinas. Según plantea el especialista Federico Bernal, esta explotación le permitiría a Gran Bretaña ahorrarse años de importaciones de crudo por un valor cercano a los 60 mil millones de dólares. Actualmente hay varias compañías inglesas que están explorando en distintas regiones. En marzo de 2012, Argentina amenazó con llevar a tribunales internacionales a las empresas que prestaran algún tipo de colaboración con las petroleras. El objetivo es denunciar la explotación ilegal de recursos que pertenecen a Argentina y obligar a Gran Bretaña a iniciar el diálogo demandado por la ONU. Y además, hay recursos gasíferos (el año pasado la firma inglesa Borders and Southern Petroleum PLC encontró condensado de gas natural en las costas de las Malvinas).

- ¿Cuál viene siendo el rol de Estados Unidos ante esta disputa?

- No hay que olvidar que la presencia militar británica en el Atlántico Sur se da en el marco de la OTAN, lo cual hace que Estados Unidos no acompañe a los demás países americanos en el reclamo por el fin de la militarización de la región por parte de una potencia extracontinental. Estados Unidos, que fue un aliado vital británico en la guerra de 1982, viene hace tiempo sosteniendo una posición: reconoce de hecho el gobierno kelper, pero no se expide sobre la disputa en torno a la soberanía de las islas, a la que reconoce como un conflicto entre Argentina y Gran Bretaña (o sea que no lo considera un conflicto tripartito en el que los malvinenses sean parte de las negociaciones). Argentina destaca estos dos aspectos. Londres intentó torcer esta posición, sobre todo luego del reciente plebiscito. Pero el Departamento de Estado mantine su relativa prescindencia. De todas formas, considero que Washington no va a romper la alianza estratégica con Londres por lo que no se deben tener expectativas en la posible "ayuda" de Estados Unidos.

- La Presidenta le pidió al nuevo Papa una intermediación por las Islas. ¿Qué aporte creés que puede hacer el nuevo purpurado a esta cuestión, teniendo en cuenta que el poder de la Iglesia ha decaído en los últimos años, pero considerando el que históricamente ha ostentado? ¿Puede ser la puerta de entrada a la solución del problema?
 
- Creo que fue una jugada del Gobierno para poder reinvindicar a Bergoglio, resistido por parte del progresismo que apoya al kirchnerismo. Es cierto que el ahora Papa, cuando era Cardenal, reivindicó a los muertos en Malvinas. Y esas declaraciones generaron críticas de Cameron. Si el Vaticano pide a Gran Bretaña que se inicie el diálogo, se sumaría a los múltiples organismos que exigen que se cumplan las resoluciones del Comité de Descolonización de la ONU, que desde 1965 exige a Gran Bretaña que inicie negociaciones con Argentina por la disputa por Malvinas. No creo que pueda haber una solución a través de una mediación papal, pero sí quizás un elemento más de presión. Me parece que habría  que considerar medidas latinoamericanas que afecten los intereses de las multinacionales inglesas en la región (petróleo, tierras, bancos, comercio). Con esta vía puede avanzarse en forzar a Gran Bretaña a sentarse a negociar.

Leandro Morgenfeld es, además, investigador del CONICET. Autor de Vecinos en conflcito (Ediciones Continente, 2011)  y  Relaciones peligrosas. Argentina y Estados Unidos (Capital Intelectual, 2012) y del blog www.vecinosenconflicto.blogspot.com.

1 comentario:

  1. Cuando criticas a Gran Bretaña por la colonización, en la misma frase que hablas de heredando las islas de España, ¿estás manteniendo una cara seria?

    ResponderEliminar