El historiador e investigador del Conicet Leandro Morgenfeld,
advirtió sobre la creciente injerencia de Estados Unidos en la política
argentina y consideró que “que Trump diga a quién deben votar los
argentinos es humillante para nuestra soberanía nacional”. Agregó que
este nivel de intervención “supera con creces lo de Braden en 1945 y
1946, cuando intentó evitar que Perón gane las elecciones”.
Contó que se preparan actividades en Mar del Plata para el 4 y 5 de
noviembre, al cumplirse 20 años del No al ALCA, un hecho que, aseguró,
“marcó un hito en la historia de América Latina y fue un ejercicio de
soberanía”.
De la política exterior de Javier Milei,
Morgenfeld señaló que era la “más desastrosa desde la vuelta de la
democracia hace 42 años”, y que estaba “alineada como nunca antes con
Estados Unidos, ni siquiera en la etapa de las relaciones carnales”.
Analizó lo que debería hacer en materia exterior un futuro gobierno post
Milei.
Dijo que “China esta semana se acaba de
convertir en el primer destino de las exportaciones de la Argentina”, y
que Milei “no puede reemplazar las exportaciones que tiene la Argentina a
China con exportaciones a Estados Unidos”.
El
doctor e investigador del Conicet, también se refirió a la posible
invasión militar de Estados Unidos a Venezuela. Dijo que si eso ocurre
van a convertir una región de paz en un caos, y consideró importante que
las organizaciones se expresen en contra de una posible invasión.
Además, analizó las elecciones presidenciales que se van a realizar en
Chile en noviembre, según las encuestas en segunda vuelta puede ganar la
ultra derecha.
- Este año se cumplen 20 años del “No al ALCA” en Mar del Plata. ¿Se está organizando algún acto o actividad conmemorativa?
- Si se están analizando distintas actividades, hay una que se está
organizando en Mar del Plata el 4 y 5 de noviembre, que están convocando
varias organizaciones. Todavía no están definidos los oradores, pero el
martes 4 van a haber varias mesas de debate y el miércoles 5 de
noviembre un acto político.
- ¿Qué queda hoy
de aquel rechazo y de la política latinoamericana soberana que encabezó
Hugo Chávez en 2005 con el “¿ALCA, al carajo?”
- Bueno, yo creo que el rechazo, el no al ALCA en Mar del Plata, marcó
un hito, marcó un hito en la historia de América Latina, en los vínculos
con Estados Unidos, fue un ejercicio de soberanía, cinco países, entre
ellos los tres de mayor PBI de Sudamérica en ese momento, que eran
Brasil, Argentina y Venezuela, junto con Paraguay y con Uruguay le
dijeron no al ALCA, pero sobre todo fue una construcción por abajo muy
importante en los cinco foros sociales mundiales que se hicieron entre
el 2001 y el 2005, la Alianza Social Continental, la Coordinadora de
Centrales Sindicales del Cono Sur y muchos otros grupos que
construyeron, se hizo una consulta contra el ALCA en la Argentina y
otros países, fue un proceso muy importante que luego permitió avanzar
en la coordinación y la cooperación política latinoamericana en la
integración regional. Se crearon el ALBA, la Comunidad Sudamericana de
Naciones, después la Unasur y la CELAC, así que ese no al proyecto
hegemónico de Estados Unidos permitió una inédita coordinación política a
nivel regional.
- ¿Cómo evalúa la política exterior del gobierno de Javier Milei?
- Bueno, la política exterior de Milei sin duda es la política exterior
más desastrosa, sí, desde la vuelta de la democracia hace 42 años, de
hecho, acaba de renunciar hace menos de 24 horas el canciller Gerardo
Werthein. Milei va a tener en menos de dos años tres cancilleres cuando
nombre al próximo (la entrevista con
se hizo el miércoles 22), nunca ocurrió con ningún gobierno de la
vuelta de la democracia que en cuatro años hayan tenido tres
cancilleres, Milei en menos de dos años es el tercer canciller que va a
tener. Ellos la venden como una política exitosa, pero es una diplomacia
subordinada, sí, a las necesidades de Milei de sacarse fotos, de
potenciar su figura, de conseguir sostenimiento externo frente a una
política de ajuste brutal a nivel interno. Una política exterior que
dinamitó todas las tradiciones de la Argentina, dinamitó las posiciones
en materia de defensa del multilateralismo, de defensa del principio de
no injerencia en asuntos interiores de otro país, alineada como nunca
antes de Estados Unidos, ni siquiera en la etapa de las relaciones
carnales, peleándose con los principales gobiernos, los principales
socios comerciales como Brasil o como China, sacando a Argentina del
grupo BRICS que teníamos que entrar el primero de enero del 2024 y es el
grupo más dinámico de la economía y de la política a nivel global y
Argentina da un portazo a ese grupo al cual más de 20 o 30 países están
esperando para ingresar en todos los órdenes político económico
ideológico militar alineándose con Estados Unidos, votando en Naciones
Unidas con Estados Unidos e Israel, avalando al gobierno de Netanyahu
condenado por genocida en todo el mundo, es decir, una política exterior
que no redunda en nada salvo en apoyo para Milei y para el sector
financiero y para el rescate o los múltiples rescates financieros que
consiguió por parte del gobierno de Trump.

- ¿Qué lectura hace sobre la creciente injerencia de Estados Unidos en la Argentina y qué consecuencias puede tener?
- Es una política abierta y explícitamente injerencista de Estados
Unidos que supera con creces lo de Braden en 1945 y 1946, cuando intentó
evitar que Perón gane las elecciones en febrero del 46, porque ahora ya
no es solamente el embajador de Estados Unidos, en este caso Peter
Lamelas que acaba de asumir y que tuvo, cuando tuvo su conferencia, su
entrevista de ratificación en el Senado de Estados Unidos, declaraciones
absolutamente injerencistas en relación con la política interna de la
Argentina, que el secretario del Tesoro Scott Bessent sí abiertamente
esté actuando como si fuera el ministro de Economía de la Argentina y
hace un mes que cada dos días tuitea algo sobre la Argentina, que el
propio Trump diga que la ayuda está supeditada, que el 26 de octubre
voten a La Libertad Avanza, es decir, que un presidente de otro país, en
este caso de Estados Unidos, el país más poderoso de América, diga a
quién tienen que votar los argentinos, es un acto humillante para
nuestra soberanía nacional, es un injerencismo desembozado, es decir, a
cielo abierto, explícito, como nunca se produjo en la historia
argentina.
- ¿Qué relevancia tiene hoy la relación comercial con China para la economía argentina?
- Es muy importante, China esta semana se acaba de convertir en el
primer destino de las exportaciones de la Argentina, superando a Brasil,
es decir, ¿qué está haciendo Milei? Está peleándose con el país que es
el principal destino de las exportaciones. El segundo es Brasil, con
quien también se pelea Milei porque tiene una política absolutamente
confrontativa con el gobierno de Lula, a tal punto que nunca hizo una
visita de Estado a Brasil, cosa que todos los presidentes, incluido
Menem, tenían como primera visita de Estado, fue a un acto con Bolsonaro
contra Lula y después fue apenas a dos cumbres en Brasil, pero con
gestos muy contrarios con el gobierno de Lula, es decir, una política de
hostigamientos a China, incluso al principio de coqueteo con Taiwan, un
subordinarse a Estados Unidos, cuando Scott Bessent dice explícitamente
en múltiples entrevistas que el compromiso de Milei para conseguir este
rescate es sacar a China de la Argentina, canceló la compra de aviones
chinos que ya estaba comprometida con el gobierno anterior y terminó
comprando aviones de origen estadounidense, canceló el financiamiento
chino para Atucha 3, la cuarta central nuclear de la Argentina.Bueno,
Scott Bessent pidió en abril cuando vino que iba a haber ayuda a la
Argentina a cambio de que desarmen el swap de monedas con China, es
decir, frenar, se frenó la participación china en licitaciones claves y
estratégicas, es decir, la subordinación a Estados Unidos tiene como
contracara pelearse con el principal destino de las exportaciones de la
Argentina que hoy es China.
- Si el gobierno
argentino cumple con el pedido de Estados Unidos de romper vínculos con
China, ¿qué impacto económico y geopolítico podría generar?
- Bueno, tiene un problema Milei con eso, como también lo tuvieron
Bolsonaro y otros gobiernos, Bolsonaro estaba muy alineado con Trump 1,
sin embargo, China es un socio económico fundamental de Brasil y las
clases dominantes en Brasil le pusieron un límite a esas fricciones con
China, a tal punto que nunca se fue el grupo BRICS Brasil, viajó
Bolsonaro a China, fue sede de una cumbre presidencial del grupo BRICS
en Brasil. Bueno, esta es la diferencia con Milei, que la subordinación
es total y absoluta a Estados Unidos profundizando la dependencia.El
problema es que no puede reemplazar las exportaciones que tiene la
Argentina a China con exportaciones a Estados Unidos porque el sector
agropecuario es muy poderoso en Estados Unidos y compite con el
argentino a tal punto que es parte de la base electoral de Trump y están
siendo hoy muy críticos con el perjuicio que ellos perciben en relación
a esta profundización del vínculo con la Argentina. Fueron los sojeros
hace unas semanas cuando criticaron muy duramente a Scott Besen porque
el rebajar a retenciones cero a las exportaciones de las soja hizo que
China le compre a la Argentina y no a Estados Unidos y ahora lo están
haciendo con la promesa de Trump de esta semana de comprar carne
argentina que compite con la carne de los productores norteamericanos.
- ¿Qué implicancias tuvo para la Argentina la decisión de abandonar el bloque de los BRICS?
- Bueno, implicancias muy graves de abandonar el grupo BRICS, abandonar
la construcción de un orden más multipolar, que es a lo que está
apuntando el grupo BRICS.Se está peleando con todo el mundo emergente,
con esta estrategia que había diseñado Lula de, junto con la Argentina,
tener una posición de América Latina en este grupo emergente y en otros
de América del Sur, en todas las discusiones sobre un multilateralismo
que tiene que reflejar este mundo más multipolar. La gran pregunta o
incógnita es si un futuro gobierno, después del gobierno de Milei puede
volver a negociar el ingreso al grupo BRICS y desde ahí tener una mayor
autonomía estratégica.
- Frente al escenario
actual, ¿qué debería hacer un futuro gobierno distinto al de Milei en
materia de política exterior e integración regional?
- Creo que un futuro gobierno primero tendría que recomponer los
vínculos con los países de América Latina y el Caribe y en particular
sin duda con Brasil, pero bueno, volver a tener una política como
supimos tener de coordinación política con el gobierno de México, de
Brasil, de Uruguay, de Colombia y otros gobiernos de la región. En
segundo lugar, volver a tener el lugar que supo construir la Argentina
en términos de la participación en organismos multilaterales, es decir,
el multilateralismo es uno de los espacios que tienen países como la
Argentina para confrontar o para tener una posición de más fuerza frente
a las potencias a nivel global. En tercer lugar, tener una estrategia
regional y nacional de diversificar las relaciones internacionales y
creo que sería muy importante que vuelva a tejer las negociaciones para
que Argentina se incorpore al grupo de los BRICS-MAS, que hoy en día ya
tienen a 10, 11 países y que es un grupo que le permitiría en un
continente donde Estados Unidos con Trump tiene una presión cada vez más
fuerte, tener mayor margen de maniobra y más autonomía.
- ¿Ves posible una intervención militar de Estados Unidos en Venezuela? ¿Qué efectos tendría en la región?
- La intervención militar de Estados Unidos en Venezuela es algo con lo
que se viene coqueteando hace muchos años, es algo con lo que incluso
en la primera administración de Trump, John Bolton, el consejero de
Seguridad Nacional y otros han tratado de impulsar un ataque militar
directo.Ya tenemos entre cinco y siete embarcaciones civiles que fueron
hundidas por Estados Unidos en las últimas semanas en el Caribe. Esto es
gravísimo porque ahí se aprobó la semana pasada posibles acciones
encubiertas de la CIA para provocar una caída del gobierno de Venezuela y
si se concreta una intervención militar, que cada vez es más probable
en Venezuela, transformaríamos una región de paz en una suerte de
desastre, como ocurrió con la intervención militar de Estados Unidos en
otros lugares del mundo. Con lo cual es muy importante para evitar esto,
que en la región se pronuncian todas las organizaciones políticas,
sociales, todos los gobiernos para frenar esta intervención militar,
como en algún sentido lograron hacerlo en el 2019, que los principales
gobiernos de la región le dijeron a Estados Unidos que no iban a avalar
una acción militar en Venezuela. A tal punto esto produce fracturas en
Estados Unidos que la semana pasada renunció sorpresivamente Halsey, el
jefe del Comando Sur, que había asumido hace unos meses y que debía
estar tres años en el cargo, renunció y según se publicó en el New York
Times, esta renuncia tenía que ver con diferencias con la administración
Trump en torno a esta acción militar que se está llevando adelante en
Venezuela.
- ¿Cómo analiza el panorama
político en Chile? ¿Cree posible un triunfo de José Antonio Kast y un
giro hacia la ultraderecha similar al de Milei?
- Chile va a ser el próximo país donde hay elecciones, si bien a la
coalición gobernante, que lleva como candidata a una dirigente del
Partido Comunista, le puede ir bien en la primera vuelta, todo indica en
las encuestas que en la segunda vuelta va a ganar alguno de los
candidatos derechistas o ultra derechistas, o sea que se va a producir
un giro hacia la derecha en Chile. Si bien está por verse cómo primero
le va a Milei el 26 de octubre y cómo eso también impacta en Chile y en
el resto del continente, sin duda la apuesta de Estados Unidos es que se
produzca en las elecciones próximas, tanto en Chile como las del año
que viene en Brasil y en Colombia, un giro hacia la derecha y tener
gobiernos más subordinados. Bueno, hay que ver qué pasa primero en la
Argentina con estas elecciones y luego en la primera vuelta de Chile, y
después eventualmente qué pasa en el balotaje, porque la situación
política es muy dinámica, es muy difícil prever lo que va a pasar, de
hecho ocurrió en Bolivia que el balotaje finalmente no lo ganó Quiroga,
sino que lo ganó Paz, un candidato que propone o proponía una transición
después de 20 años de gobiernos del MAS en forma menos drástica o más
suave, si se quiere, que la que proponía el otro candidato.