martes, 14 de febrero de 2017

Por qué la Alianza del Pacífico podría hundir al Mercosur. Entrevista Morgenfeld Yahoo Noticias

Daniela M. – Buenos Aires, Argentina

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, llegó al poder con un puñado de promesas. Entre ellas, la de “volver a ser parte del mundo”. Sucede que desde su visión de Gobierno, la gestión que lo precedió, el kirchnerismo, se centró en “políticas populistas” hacia el interior del país, en lugar de mirar cómo integrarse con sus vecinos y, claro, con el “mundo”. Por esto, el mandatario impulsa una serie de medidas para trabajar sobre la Alianza del Pacífico, el bloque regional que conforman Chile, Perú, Colombia y México. Pero, ¿cómo podría afectar esta estrategia al Mercosur, el bloque que ya reúne más de 13 millones de kilómetros cuadrados, 275 millones de habitantes y un PIB equivalente a más de 4 billones de dólares?
“En días en que el planeta vive segregación, xenofobia y proteccionismo, Chile y la Argentina han iniciado un camino de colaboración. Hemos conversado sobre los avances, entre otros ámbitos, sobre los desastres naturales”, aseguró Michelle Bachelet, presidenta de Chile, frente a Macri en un acto por la conmemoración del bicentenario de la “Batalla de Chacabuco”. Macri, por su parte, se mostró entusiasmado por la foto con su par chilena:

La relación entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur viene dando que hablar desde hace ya unos meses. El norte que guía a ambos países parecería ser el libre comercio: “Ambos países no están de acuerdo con las señales de proteccionismo que vienen de distintos lugares. Lo que se ha acordado es oponer al proteccionismo la apertura, más integración, poner en valor nuestras exportaciones”, explicó Heraldo Muñoz, ministro de Relaciones Exteriores de Chile.
Y la voluntad explícita de Macri no tardó en hacerse notar. En una declaración conjunta, acordaron “en su calidad de Presidentes Pro Témpore de Mercosur y de la Alianza del Pacífico, promover la realización, en el corto plazo, de un encuentro de Ministros y Ministras de Relaciones Exteriores de los países que integran ambos bloques”.
De hecho, en la declaración se señala la intención de “alcanzar un acuerdo de liberalización comercial ambicioso frente a las tendencias proteccionistas observadas a nivel internacional que se contradicen con el esfuerzo para alcanzar el crecimiento sostenible y el desarrollo inclusivo”. Desde junio del año pasado,
Pero el acuerdo no se da sólo en términos de facilidades comerciales, sino que podría tener algunas consecuencias para el bloque regional de América Latina.

La estrategia: hacer y deshacer

Las prioridades de las relaciones internacionales de Mauricio Macri como presidente fueron claras: abrirse al librecomercio a través de tratados y organismos internacionales. A los pocos meses de asumir, el expresidente norteamericano Barack Obama ya estaba en la Argentina de visita. Se trataba de una fuerte señal, luego de que los gobiernos kirchneristas cerrarán el diálogo con los Estados Unidos. A partir de este encuentro bilateral, en el cual el Presidente argentino llamó a recomponer el vínculo diplomático, las señales entre el partido que gobierna la Argentina y los países alineados con la política norteamericana fueron en consonancia.
Para entender la Alianza del Pacífico hay que tener en cuenta el mapa regional. “Surgió en 2011, bajo el impulso del entonces presidente Alan García, como un foro regional integrado por Perú, Colombia, Chile y México –más de 200 millones de habitantes, un tercio del PBI de América Latina-, ideado para contrarrestar la creciente influencia bolivariana, a través del ALBA. En ese entonces, los gobiernos de Argentina y Brasil cultivaban estrechas relaciones con sus pares del ALBA. En su manifiesto inaugural, la ‘Declaración de Lima’, los socios fundadores señalaban que pretendían ‘avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas’”, explica Leandro Morgenfeld, Doctor en Historia (UBA-Conicet), docente y especialista en Estados Unidos. Según el analista internacional, Estados Unidos impulsó este foro para intentar reposicionarse en la región, contrarrestar el avance chino e impulsar a través de la misma su proyecto más ambicioso, el Acuerdo Transpacífico (TPP). “Ambas iniciativas, la Alianza del Pacífico y el TPP eran complementarias y funcionales a los intereses de la Casa Blanca en América Latina. Washington pretendía que los países con los cuáles ya tiene Tratados de Libre Comercio bilaterales (Colombia, Chile, Perú) se unieran e impulsarán el TPP”, explica a Yahoo Noticias.
La política de Estados Unidos suele ser negociar con cada país por separado, no con el conjunto. Con lo cual, la alianza de los gobiernos le resultó siempre un tipo de incomodidad para su política internacional. La intención de Mauricio Macri parece ser, así, dar marcha atrás en las políticas que el kirchnerismo le aplicó a la diplomacia latinoamericana, más cercana a gobiernos inclinados hacia la centroizquierda. Fue el kirchnerismo, de hecho, quien rechazaba el acercamiento al bloque del Pacífico por cuestiones políticas, al relacionar directamente las políticas de estos países con el gobierno de los Estados Unidos.
Pero los tiempos cambiaron con Macri, sobre todo con el gran gesto de la visita de Barack Obama apenas asumió el presidente Argentino.
Por esto, las intenciones de Macri apuntan a desandar el camino recorrido por el kirchnerismo. “Desde que asumió Macri tomó la agenda de Estados Unidos e intentó sumarme a los TLC que se negociaban. A contramano de lo que está pasando en Estados Unidos y en Europa, insiste en la apertura económica e impulsa el acuerdo Mercosur-Unión Europea y la convergencia con las economías menos industrializadas y más abiertas que integran la Alianza del Pacífico. Así, a mitad de año formalizó el ingreso de la Argentina como observador e intenta remolcar al resto de la región hacia el modelo chileno o peruano, resistido en países como Brasil o la Argentina, con entramados productivos más complejos”, explica Morgenfeld.
Según el historiador, lo que Macri quiere hacer es consolidarse como socio fundamental de Estados Unidos.
Pero esto podría ser un problema si se lo mira en el contexto internacional, es decir, si se piensa el lugar hacia el cual están apuntando las políticas de los países alrededor del mundo. “El problema que tienen los gobiernos neoliberales, que apostaron a los TLC y a la atracción de inversiones estadounidenses es que el Brexit y el triunfo de Trump modificaron el escenario internacional. Estos gobiernos se quedaron, desde el punto de vista ideológico y discursivo, sin el modelo a imitar”, aporta Morgenfeld.

El Mercosur, entre los números y la Alianza del Pacífico

La Alianza del Pacífico fue creada en 2011, en sus bases se encuentra el librecomercio (aspecto que separó a los Kirchner durante tantos años y que hoy lo acerca a Macri). Engloba un PBI per cápita promedio de US$ 16.759. Esto representa la mitad del comercio de América latina con un dato no menor: atrae el 41% de la inversión extranjera.
El Mercosur reúne un total de 295 millones de personas entre Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Venezuela. La Alianza del Pacífico suma 217 millones entre Chile, Perú, Colombia y México. El mercosur reúne un PBI per cápita de 17.370, apenas un poco más que la Alianza del Pacífico. En cuanto a la importancia que ocupan en relación a las exportaciones, el Mercosur se ubica en el cuarto lugar de los bloques económicos mundiales en cuanto a volúmen. La Alianza del Pacífico exporta cerca de US$ 455.000 millones.
¿Cómo se relacionarían ambos bloques comerciales? “En la actualidad, el Mercosur sufre un doble embate. Hoy en día predominan los gobiernos neoliberales. Cartes en Paraguay, luego del golpe parlamentario contra Lugo, Temer en Brasil, después del golpe parlamentario contra Dilma (cuyo canciller, José Serra, es un histórico opositor al Mercosur) y Macri en Argentina. Los tres resolvieron suspender a Venezuela, para aislarla diplomáticamente y forzar la caída de Maduro. Al mismo tiempo, se plantea la “flexibilización” del Mercosur, permitiendo a cualquier país que firme un TLC con un país extra zona, lo cual prácticamente lo sentenciaría a desaparecer”, piensa Morgenfeld.
“Además, Macri impulsa un TLC con la UE, que sería tan pernicioso como el ALCA y una convergencia con la ALPA. Dada la parálisis en muchas iniciativas de infraestructura, institucionales y monetarias, el Mercosur importaba fundamentalmente como bloque político. El proceso de cambio que vivió en el último año lo está terminando de poner en crisis”, sentencia.
Está claro, así, que la estrategia es distinta respecto del kirchnerismo. “La gestión anterior no lo integraba, porque privilegiaba otra estrategia de integración regional. La ALPA siempre tuvo una aceitada relación con Estados Unidos y promovía una agenda contraria al eje bolivariano. Macri, en cambio, toma a Colombia, Perú o Chile como modelos para la Argentina, por eso promovió los vínculos con cada uno de esos países y con el bloque en general. Es una opción político-ideológica”, cierra Morgenfeld.
Restará ver si la opción político-ideológica llevará a la Argentina por el camino del crecimiento o si, una vez más, el endeudamiento terminará por aplastarla en un futuro.

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