miércoles, 25 de enero de 2017

Mexicanos exigen a Peña Nieto que cancele visita a Washington, tras decretos que firmó hoy Trump

 

Los mexicanos exigen a Peña Nieto que cancele la reunión con Trump


CIUDAD DE MÉXICO – Mexicanos de todas las estirpes políticas se unieron este miércoles para exigir al presidente Enrique Peña Nieto que cancele su visita a Washington, programada para el 31 de enero.
El pedido surgió después de que el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para comenzar la construcción de un muro fronterizo.
Poco importó que no hubiera claridad sobre qué significa la orden, qué tanto puede realmente hacer Trump sin el aval legislativo o cómo será pagado el muro. La provocación fue suficiente para muchos.
“De cara a la emboscada de hoy y a las políticas de ‘a mi manera o de ninguna manera’, México haría bien en revaluar el viaje del presidente de la próxima semana”, dijo Arturo Sarukhán, exembajador de México en Estados Unidos.
En Twitter, otros fueron menos mesurados, al calificar el anuncio de Trump como “una ofensa”, una “bofetada” y un “monumento a las mentiras”.
La orden ejecutiva complica una relación de por sí tensa ha sido desde la campaña, cuando se volvió más difícil ignorar las promesas de Trump sobre construir un muro, deportar a millones de mexicanos y cancelar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Aun así, el anuncio del miércoles logró empeorar las relaciones bilaterales, pues se dio justo cuando el canciller Luis Videgaray se encontraba en Washington para un primer día de discusiones preliminares de cara a la visita de Peña Nieto.
Videgaray fue quien impulsó que Trump visitara la residencia oficial mexicana de Los Pinos durante la campaña. Las críticas resultantes lo llevaron a renunciar como secretario de Hacienda, aunque su fortuna revivió después de la victoria electoral de Trump y así regresó al gabinete como ministro de Relaciones Exteriores.
Pero cualquier esperanza de que la invitación que le extendió al entonces candidato republicano le diera algo de campo de maniobra quedó desechada después de que fue recibido en Washington con la orden para construir el muro.
Aunque el gobierno de México no respondió de inmediato al anuncio de Trump, muchos mexicanos dijeron que el intentar ser conciliatorios con el nuevo presidente ya no es una opción.
“Somos como Charlie Brown y ellos son Lucy con el balón de fútbol”, dijo Jorge Castañeda, excanciller de México. “Peña es un presidente débil en un país débil durante un momento débil, pero debe de tener agallas”.
México no quiere empezar una guerra comercial o de palabras con Washington, pero varios funcionarios de alto rango han dicho en últimos días que estarían dispuestos a dejar atrás el TLCAN si las negociaciones no son favorecedoras para los intereses mexicanos. Esa postura era impensable hace apenas unos meses.
Y es que, conforme las promesas de Trump se materializan en acciones, el discurso público ha cambiado.
“Ya no va a poder disfrutar de la cooperación mexicana en estos temas” de seguridad, dijo Roberto Ortiz, mexicano de 72 años que vende GPS para automóviles.
Pese al desencanto, algunos mexicanos reconocen la firma de la orden ejecutiva de Trump como un acto político: buena parte de la frontera entre Estados Unidos y México ya tiene vallas y la migración ilegal persiste.
“Los gestos simbólicos no van a cambiar el hecho de que somos vecinos y nuestros países se afectan mutuamente”, dijo Carlos Pascual, exembajador estadounidense en México. “No tenemos opción alguna más que seguir trabajando para encontrar mejores soluciones”.
Otros hasta tomaron con buen humor el anuncio de que comenzará a construirse el muro y dijeron que la creatividad mexicana lo volverá inútil.
“No cambiará la vida en México”, dijo Ariel Najum, de 39 años. “Ya saben cómo somos los mexicanos: si ellos construyen para arriba, nosotros lo hacemos por debajo… con túneles”.

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