miércoles, 18 de enero de 2017

A pesar del cambio de contexto mundial desde la elección de Trump, Macri insiste con un Mercosur "flexible" y con el avance de Tratados de Libre Comercio

El presidente electo de Estados Unidos, Donald TrumpPor la llegada de Trump, Macri busca un Mercosur más flexible

Ante el nuevo escenario global, el Gobierno propondrá a Brasil acelerar pactos comerciales con otros bloques; se anunciará uno con Suiza y Noruega
 
DAVOS, Suiza.- El mundo cambió. Cómo se va a reconfigurar la economía global es una incógnita que ni siquiera los principales líderes del mundo político y corporativo reunidos en el Foro Económico Mundial saben responder aún.
Sin embargo, el gobierno de Mauricio Macri tiene en claro que el país debe establecer, cuanto antes, tantos nexos comerciales como sea posible para adaptarse al nuevo escenario del Brexit y de Donald Trump en la Casa Blanca. Por eso buscará embarcar a Brasil en una flexibilización del Mercosur para avanzar en negociaciones con distintos bloques comerciales.
"Desde el Mercosur, el que haya una desaceleración de las negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea permite acelerar el acuerdo entre el Mercosur y la UE. Hemos hecho una agenda común con Brasil y vamos a tener reuniones acá, en Davos, alrededor de esa cuestión. También nos va a hacer proyectar a otros lugares. Viendo cómo se reposiciona el mundo, si es que se produce un reposicionamiento macro", dijo la canciller Susana Malcorra, en una charla con periodistas, en el hotel Spenglers.
La ministra anticipó que, al cierre de la semana, se anunciará un acuerdo del Mercosur con la Asociación de Libre Comercio Europea (EFTA), que integran Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein.
Es una comunidad más pequeña, pero muy interesante. Nos puede servir para un caso testigo de una negociación más ágil con la Unión Europea; incentivarnos a nosotros y a los propios europeos", explicó Malcorra. "También estamos viendo de avanzar con la comunidad de África del Sur, que es un continente que nos interesa mucho, y de avanzar con India, eventualmente, y Canadá, Japón... Y China es una cuestión para encarar como Mercosur, pero un poco más atrás. También estamos avanzando en una Alianza del Pacífico", subrayó. Según pudo saber LA NACION, para el segundo semestre, la idea es poder anunciar asimismo un acuerdo con Corea del Sur.
Lo que está a la vista es que la "dinamización" del Mercosur es una prioridad en la agenda nacional. Y más allá de lo que pueda avanzar la delegación argentina hoy en el encuentro que tiene agendado con sus pares brasileños, está previsto que el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Horacio Reyser, junto con representantes del Ministerio de Producción, que encabeza Francisco Cabrera, viajen a Brasilia una vez que finalice el WEF para seguir trabajando sobre cuestiones bilaterales del Mercosur e intra-Mercosur, en donde se destacan cuestiones como los temas fitosanitarios. Luego, el mes que viene, será el presidente Mauricio Macri el que viajará para reunirse con su par brasileño, Michel Temer.
"Hay que lograr ponerse de acuerdo con Brasil para darle mayor agilidad a todo lo que se está haciendo, tener resultados concretos", explicaron fuentes del equipo económico a LA NACION. "Esto incluye generar mecanismos para unificar cuestiones que pueden tener agencias como el INTI [el Instituto Nacional de Tecnología Industrial] o el Senasa [Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria], y que puedan resolverse problemas de manera centralizada, coordinada."
La Argentina, aseguran desde la delegación oficial, debe adaptarse así al nuevo mundo. Pese a que en Davos los cuestionamientos al proceso de globalización son una constante -casi tan habituales en las charlas como las elucubraciones sobre el futuro de EE.UU. con Donald Trump como presidente-, en el Gobierno están convencidos de la importancia de integrarse al mundo, para así también recibir inversiones y ganar competitividad.
"Estamos discutiendo las mejores políticas. La competitividad no es sólo bajar los costos previsionales, no está tan claro que ayude a generar empleo. Aunque esto se está discutiendo -dijo a LA NACION el ministro Cabrera-. También son importantes el acceso a la tecnología, que hemos bajado el costo ya en un 66%, la infraestructura y los acuerdos comerciales."
Por la mañana, Cabrera formó parte de un panel del que participaron los presidentes de las empresas ABB y Mitsubishi, y de la Universidad Carnegie Mellon, además de la secretaria general de la Confederación Internacional de Sindicatos. Allí se debatió sobre el impacto de la tecnología en el empleo. Cabrera se describió como un "tecno-optimista", pero admitió que la Argentina tiene un problema de productividad en la industria y que la estrategia de integrarse al mundo para sumar tecnología e inversiones "genera miedo".
"El empresariado piensa en productividad con una concepción antigua", dijo el ministro. "Acá, en Davos, quiero atraer inversiones a la Argentina, compañías grandes que traigan innovación e integración al mundo", subrayó. El moderador del encuentro, Johan Aurik, presidente de la consultora A. T. Kearny, le dijo que él había sido testigo del "miedo" que existe ante el cambio, en diciembre, cuando estaba en el país y vio en las noticias que a la combi en la que iba Macri le tiraban piedras. "Hay tensión y miedo. Porque cuando hablamos de normalizar la economía e integrarla, eso produce miedo. Cuando hablamos de comercio internacional, las pymes tienen miedo. Tenemos mucho qué hacer", respondió Cabrera.

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