viernes, 1 de noviembre de 2013

Hacia un arreglo con los fondos buitres?









ELLIOT MANAGEMENT LES ASEGURO A SUS INVERSORES QUE CONFIA EN UNA “SOLUCION CONSENSUADA” CON ARGENTINA

Buitres en vuelo de aproximación

Página/12
El fondo que encabeza Paul Singer, responsable de los pedidos de embargos más duros para Argentina, distribuyó una carta a sus inversores en la que dice confiar en una salida negociada con Argentina. Cómo son las distintas instancias en juego.

Los fondos buitre ahora buscan una salida consensuada al conflicto legal que los enfrenta con la Argentina por una demanda de 1330 millones de dólares. Elliot Management, de Paul Singer, uno de los fondos especulativos que encabeza la demanda, sostuvo en una carta a sus inversores que confía en una “solución consensuada”. No es la primera vez que intentan acercar posiciones mientras transitan las distintas etapas judiciales por el pago de los bonos caídos en default en el 2001. La anterior ocasión fue cuando el administrador del fondo, Jay Newman, reclamó una “solución beneficiosa para ambas partes”. Los buitres cuentan con un fallo favorable de la Cámara de Apelaciones de Nueva York sobre la supuesta discriminación del Estado argentino en los pagos entre su deuda reestructurada y la que se mantiene en default.
El tribunal había convalidado, como fórmula de prorrata para compensar la supuesta discriminación, el pago en efectivo de la totalidad de los 1330 millones reclamados. La Argentina había propuesto una nueva instancia para el canje de deuda. La Cámara convalidó la polémica fórmula de pago que propusieron los fondos al juez Thomas Griesa, pero la implementación de esa decisión quedó en suspenso a la espera de que la Corte Suprema de Estados Unidos definiera si tomaba el tema, como le había solicitado el gobierno argentino. En su reciente acordada de fines de septiembre, el máximo tribunal resolvió postergar una definición.
Argentina tiene todavía pendiente una definición de la Corte de Apelaciones respecto de un tratamiento en plenario del caso (en banc) y, si resultara rechazado, tendría una nueva instancia para acudir a la Corte Suprema de los Estados Unidos. Esas sucesivas dilataciones son las que los buitres intentarían evitar con un arreglo entre ambas partes. Estos fondos ya habían solicitado a la Cámara de Apelaciones que levante la medida de no innovar (stay) y ejecute la sentencia contra Argentina. Según los tiempos judiciales habituales, eso extendería el litigio hasta mediados del año próximo. El propio Singer reconoció hace unas semanas que “la disputa legal con Argentina va para largo”, lo que utilizaron como una excusa para pedir que se levante el stay.
Mientras tanto, los fondos buitre no se privan de buscar un arreglo económico y para lograr ese objetivo mandan señales de acercamiento de posiciones. Lo s grupos especulativos que retienen los bonos en default habían hecho llegar a las autoridades del Ministerio de Economía la propuesta de aceptar una quita de intereses, pero menor a la que plantea la tercera edición del canje, cuya reapertura se hizo bajo las mismas condiciones que en 2010. Desde el Palacio de Hacienda sostienen que no habrá negociaciones por fuera de los carriles legales.
El fondo de Paul Singer, sin embargo, se muestra optimista. En una carta enviada a inversores, que reproduce la agencia internacional Reuters, el trimestre fue “ajetreado” en lo concerniente a su conflicto por la deuda argentina, pero confía en llegar a una “resolución por consenso”. La misiva detalla los múltiples eventos de la disputa judicial. El texto luego se focaliza en criticar el gobierno de Barack Obama, al que califica de “disfuncional”, y también a las políticas monetarias expansivas de la Reserva Federal.
En las últimas semanas, trascendió que algunos inversores extranjeros con bonos reestructurados estarían dispuestos a generar un fondo para colaborar con la compensación demandada por los buitres y tratar de evitar un default técnico. Otra posibilidad es recorrer todas las instancias judiciales y llegar a diciembre del año próximo. En esa fecha cae la cláusula ingresada en las reestructuraciones anteriores, que obliga al país a no ofrecer en operaciones posteriores una propuesta con mejoras en las condiciones. Bajo esa cláusula, cualquier arreglo con los fondos buitre derivaría en una ola de juicios contra el Estado argentino por parte de quienes aceptaron el canje de deuda con quita de capital y extensión de plazos. Una vez que caiga la cláusula, el país puede acordar una salida negociada.

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