sábado, 25 de febrero de 2017

Kuczynski, el neoliberal presidente de Perú, fue el primer mandatario latinoamericano que recibió Trump en la Casa Blanca: librecomercio y Venezuela, dos temas de debate. El magnate confirmó que su primer viaje a la región será en 2018 a la Cumbre de las Américas en Lima

 

Kuczynski defiende el valor de América Latina ante Trump

El peruano es el primer presidente latinoamericano recibido por el republicano

El País

No era tarea fácil. El peruano Pedro Pablo Kuczynski disponía este viernes de apenas 40 minutos para la primera reunión de un presidente latinoamericano con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, el republicano Donald Trump. De ellos, solo 15 minutos eran un estricto cara a cara. Poco tiempo para asegurar la continuidad de las buenas relaciones bilaterales, a la par que convertirse en portavoz de todos los temores y agravios que América Latina siente con este nuevo presidente de Estados Unidos. Y la lista es larga: desde el proteccionismo exacerbado de Trump, que afecta al comercio regional, a sus amenazas a los inmigrantes, muchos de los cuales proceden del hemisferio.
Así que Kuczynski no perdió el tiempo. “América Latina necesita crecer más y vamos a hablar sobre cómo hacerlo", dijo el presidente ante las cámaras que recogieron los primeros momentos de la reunión con Trump en el Despacho Oval. "¿Quizás tiene algunas ideas para ello?", le preguntó bromeando a Trump. "Sí, las tengo", replicó este.
A Trump le gusta decir, y lo reiteró otra vez este viernes, poco antes de su cita con Kuczynski, que los acuerdos comerciales que EE UU tiene firmados son malísimos y perjudiciales para los intereses nacionales. En entrevista con la Agencia EFE en horas previas a la reunión en la Casa Blanca, el presidente del Perú, que tiene en EE UU a su segundo mercado de exportación y un acuerdo de libre comercio vigente desde hace más de una década, había replicado recordándole que su país también compra "muchas cosas a Estados Unidos".
"Estados Unidos tiene un superávit con el Perú o sea, que los estamos en cierta forma ayudando", subrayó. Proteger el libre comercio en las Américas y en el resto del mundo es la principal tarea que se ha autoimpuesto Kuczynski en su cita con Trump, tal como adelantó el mandatario antes de tomar el vuelo hacia EE UU.
Pese a las visibles diferencias, Kuczynski aseguró que la reunión fue “muy cordial y constructiva” y se manifestó confiado en poder mantener una “muy buena relación con EE UU”. Por el momento, Donald Trump visitará Lima para acudir a la Cumbre de las Américas el próximo año, según aseguró el peruano en su cuenta de Twitter.
La cuestión de la inmigración era considerada también tema obligado. Al fin y al cabo, esta misma semana el Gobierno de Trump dio nuevas instrucciones a las agencias migratorias que, en los hechos, abren la puerta a las deportaciones masivas, uno de los temas que más resentimiento han provocado en América Latina. Según adelantó Kuczynski, su objetivo era recordarle a Trump que “la emigración latina a EE UU ha contribuido a rejuvenecer la población”, entre otros beneficios. El discurso de Trump en la Conferencia de la Acción Política Conservadora también estuvo lleno de ataques a los inmigrantes y de promesas de “echar a los tipos malos del país”.
Kuczynski, muy cuidadoso, reveló a periodistas tras la reunión con Trump que explicó la situación sobre todo de los inmigrantes peruanos en el país, de los cuales solo una cifra muy baja están detenidos por algún delito, subrayó. No quiso entrar en la polémica del republicano con México acerca del muro fronterizo que insiste en construir y se limitó a manifestar su preferencia por "los puentes a los muros".

Trump pregunta por Venezuela

Ambos también debían discutir asuntos bilaterales y regionales. Según destacó Trump nada más comenzar el encuentro, tenía intención de tratar un tema que le lleva ocupando bastante las últimas semanas: Venezuela.
“Tenemos un problema con Venezuela, lo está haciendo muy mal”, dijo el presidente republicano, que ya sacó a relucir este tema en la conversación telefónica que mantuvo con Kuczynski el 12 de febrero, en la que se gestó este encuentro. Venezuela también ha ocupado parte de las llamadas telefónicas de Trump con otros mandatarios latinoamericanos, como el argentino Mauricio Macri.
Pero según el presidente peruano, en su charla la situación venezolana solo "se mencionó de forma tangencial". Presionado sobre la postura de Lima ante Caracas, Kuczynski fue igual de cuidadoso: "La posición del Perú es la de un amigo de América Latina. Apoyamos la democracia y haremos todo lo posible para que prevalezca la democracia y el bienestar en todos los países de Latinoamérica", dijo sin entrar en detalles.
La primera jornada en EE UU del presidente peruano comenzó en Nueva York, donde defendió ante el nuevo secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, la importancia del multilateralismo, otro de los principios que la llegada de Trump al poder pone en duda.
El sábado, Kuczynski recibirá en la Universidad de Princeton la medalla Madison, la máxima condecoración del prestigioso centro, en donde además dictará la conferencia Una nueva era para Latinoamérica.

El caso de Alejandro Toledo, en manos de la justicia

Uno de los temas que se espera que trate el peruano durante su estancia en EE UU, incluso con Trump, es el de su predecesor Alejandro Toledo, que se presume está en este país y sobre quien pesa una orden de prisión preventiva de 18 meses por haber recibido presuntamente 20 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. La cautela de Kuczynski volvió a salir a relucir cuando se le preguntó por este asunto. Solo "unos segundos", dijo el presidente, se dedicaron a hablar sobre la situación de Toledo, un "tema que lo maneja el poder judicial en el Perú, el poder judicial aquí, y eso seguirá su curso", dijo. "Nosotros no estamos directamente envueltos en eso. Respetamos el debido proceso judicial", fue lo máximo que accedió a decir al respecto.

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