jueves, 26 de enero de 2012

¿EEUU y el doble comando o noticias basura en torno a las Malvinas?

A continuación, una columna de Alejandro Jasinski, para Radio la Voz de Rusia, sobre la reciente intervención de EEUU en el conflicto por Malvinas. Más abajo, un análisis crítico de la diplomacia argentina, por parte de Javier Villalonga.


¿EEUU y el doble comando o noticias basura en torno a las Malvinas?

Autor: Alejandro Jasinski – Corresponsal en Buenos Aires para La Voz de Rusia

La semana pasada comentamos que estaba recrudeciendo la batalla diplomática por las Islas Malvinas. Como nunca en las últimas décadas, el conflicto por la soberanía de los territorios ocupados por la potencia europea emergió a la luz pública. Algunos aseguran que se trata de una posición indeseada por el gobierno inglés, pero los hay quienes creen que es una forma de distraer la atención de su población, que enfrenta un récord de más de dos millones y medio de desocupados.
 Las acusaciones cruzadas de la semana pasada alcanzaron un alto voltaje. El gobierno del premier David Cameron acusó de “colonialista” la actitud argentina, convocó al Consejo Nacional de Seguridad inglés y aprobó un “plan de contingencia militar” en las islas, ante la próxima llegada del príncipe William. En respuesta, el canciller argentino aseguró que “no va a contestar ningún agravio de tipo militarista” y remarcó que “la única vía que tiene Inglaterra para salir de este embrollo es la negociación directa”.
Las intenciones británicas de “militarizar” el conflicto no provienen únicamente de su gobierno. Los diarios sensacionalistas ingleses, desde el Daily Mail hasta el The Sun, hablan de los planes para “defender las islas” y advierten sobre los supuestos planes argentinos para “invadir con pescadores”. Uno de los últimos títulos de The Sun advierten que banderas  británicas han sido quemadas en manifestaciones sociales en Argentina, lo cual es cierto, pero en protestas minúsculas. Los comentarios de los lectores ingleses no se han quedado atrás. Algunos aseguran que dejarán sus vidas para defender a los habitantes de las islas de los “despotismos hispánicos”. Por cierto, a contramano de la actitud inglesa, el gobierno argentino sigue cosechando apoyos a la exigencia de negociar bilateralmente la soberanía de las islas en el marco de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el brete de la posición argentina consiste en saber hasta dónde habrá que subir la apuesta, a sabiendas que intentar bajar la tensión sin ningún compromiso inglés de por medio resultaría un papelón gubernamental. Y Gran Bretaña no parece estar dispuesta a cumplir con las resoluciones de la ONU y sigue desoyendo a la comunidad internacional. A los ejercicios militares que realizará próximamente en Malvinas y a la presencia de miembros de la familia real, se le suma el avance de la exploración de los recursos petrolíferos y pesqueros en conflicto. Esto nos lleva a una inquietud de primer nivel: ¿qué han dicho los Estados Unidos al respecto?
El pasado viernes, el gobierno norteamericano, por un lado, reconoció “la administración de facto de las islas Malvinas” por parte de Gran Bretaña y alentó “el diálogo por canales diplomáticos normales para resolver las diferencias”. El gobierno argentino interpretó esta decisión como una ratificación de la anterior postura de la secretaria de Estado, Hillary Clinton. El asunto es que Estados Unidos no ha hablado de un “derecho” inglés ni han mencionado a los isleños ni a su presunto derecho a la autodeterminación, que es el principal argumento jurídico de los británicos. Acompaña de esta forma las resoluciones de la ONU que consideran a los habitantes de las islas como objeto de negociación y no parte de la misma.
Sin embargo, una última noticia empaña una visión superficial de las declaraciones gubernamentales. Se trata de la supuesta decisión de una petrolera de capitales norteamericanos de aportar unos mil quinientos millones de dólares al gobierno británico para participar de la explotación de hidrocarburos en Malvinas. Se trataría de la firma Anadarko, con sede en Houston, Texas y el dinero en cuestión iría a parar a la puesta en producción de los pozos explorados por la británica Rockhopper. Los directores de la firma estadounidense, al parecer, serían importantes ex militares y funcionarios y mantendrían fuertes vínculos con el Pentágono y, se asegura, “tiene la aprobación de los más altos niveles” políticos en Washington. El problema es que la información provino del sensacionalista diario inglés The Sun. Una pregunta entonces merece esta novedad: ¿se trata de una evidencia más del doble comando en Estados Unidos o una muestra de que la militarización del conflicto impulsada por el gobierno británico incluye la guerra psicológica y la noticias basura?


"A malvinizar, a malvinizar". Por Javier Villalonga, director de gacetamercantil.com

Londres y Buenos Aires volvieron a cruzarse por distintos motivos a raíz del enclave colonial en el Atlántico sur. La ecuación “más petróleo, menos soberanía” comienza a tomar forma. Los problemas domésticos de David Cameron y las lagunas de la política exterior de Argentina.


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