jueves, 28 de abril de 2011

Argentina y Estados Unidos: Wikileaks, el avión decomisado y las conflictivas relaciones bilaterales

A menos de dos meses de su creación, este blog recibió sus primeras 1000 visitas únicas!
Les agradecemos todos los comentarios.
A modo de celebración, va el primer artículo ínédito escrito especialmente para este blog.








Argentina y EEUU: Wikileaks, el avión decomisado y las conflictivas relaciones bilaterales


En los últimos meses, la relación entre Argentina y Estados Unidos, históricamente conflictiva, volvió a estar en el ojo de la tormenta. Los cables que se están conociendo, filtrados por Wikileaks, van mostrando evidencias de cómo la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires sigue teniendo un inmenso poder en la política interna. Estos documentos diplomáticos, que tradicionalmente se conocen, desclasificación mediante, un cuarto de siglo después de haberse producidos, ahora están accesibles al público pocos meses después de haberse producidos. Mucho se ha escrito sobre la cuestión, pero fundamentalmente sobre los aspectos menores, más cercanos al chisme político que a lo que realmente importa. La relación bilateral pareció volver a tensarse en las primeras semanas de este año. Primero, cuando se conoció la no visita de Obama a Argentina, en el marco de su primera gira presidencial por América del Sur en el mes de marzo (el presidente estadounidense circunscribió su fugaz estadía a Brasil, Chile y El Salvador). Y segundo, con el escándalo del avión militar norteamericano, del cual se decomisaron ciertas armas y drogas no declaradas. Las quejas públicas de Obama sobre la cuestión y la negativa del gobierno argentino a devolver los materiales incautados reavivaron la tensión en los últimos días.
Estados Unidos, aún la principal potencia a nivel mundial, sigue gozando de un poder inusitado. Su Embajada en Buenos Aires, más que un símbolo, es un poder real en el país. Se inmiscuye en los asuntos internos, y opera a favor de sus capitalistas (los casos de Cargill, Monsanto o Kraft son sumamente ilustrativos al respecto), y también presiona en pos de profundizar la “balcanización” latinoamericana (alentando las divisiones internas e instando a unos a contener las medidas más radicales de otros). Mientas tanto, muchos políticos argentinos muestran su doble discurso. Políticos de la oposición que piden a Washington que presione al gobierno argentino. Defensores públicos de la soberanía nacional y de la integración latinoamericana, que en realidad en privado morigeran sus posiciones.

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