Este martes se informó la suspensión del partido que el sábado 9 de junio jugarían las selecciones de Argentina e Israel como parte de la preparación para el Mundial de Fútbol que se desarrollará en Rusia. El encuentro, que originalmente se iba a realizar en la ciudad israelí de Haifa, había sido trasladado a Jerusalén, que es parte del territorio en disputa con el Estado de Palestina. La decisión de jugar el partido en la Ciudad Santa iba en línea con la medida que tomó el presidente norteamericano, Donald Trump, al trasladar la embajada de su país a Jerusalén y reconocer esa ciudad como la capital de Israel –medida que va contra lo que manda el derecho internacional y las resoluciones de Naciones Unidas–.
La política exterior del gobierno de Mauricio Macri se ha basado en un alineamiento total con las posturas de Estados Unidos, el Reino Unido e Israel. Este nuevo posicionamiento geopolítico de Argentina también ha implicado que el gobierno de cambiemos haya puesto gran parte del armado de su seguridad en manos de Israel, sus servicios de inteligencia y el negocio de la compra de armas.
Contexto dialogó con Jorge Elbaum, periodista, sociólogo y presidente del Llamamiento Argentino Judío, quien explicó la alineación geopolítica en la que el gobierno de Macri ha decidido poner a Argentina.
– Usted denunció que el precio que Argentina pagó las lanchas que le compró recientemente a Israel para seguridad es realmente excesivo.
– Las lanchas que se han comprado tienen sobreprecio indudable y es probable que también lo tenga el software para seguridad interior que se ha adquirido y del que no hay información. A futuro habrá que ver quién se quedó con ese sobreprecio.
Elbaum: “Macri se siente cómodo con Netanyahu y Trump y no con Evo Morales y Maduro. En lugar de alinearse con quienes quieren la unidad de Latinoamérica, prefiere alinearse con los sectores más belicistas del mundo”.
– ¿Por qué Argentina compra este tipo de material a Israel, un gobierno que, como usted ha señalado, siempre ha votado contra el reclamo argentino por la soberanía de Malvinas?
– En este tema también entra en juego el aspecto geopolítico. Uno no le compra armas a cualquiera, sino a aquel con el que uno pretende tener un nivel de confianza estratégicá. La decisión de Macri de comprarle armas a Israel supone un pacto geopolítico. Macri se siente cómodo con Netanyahu y Trump y no con Evo Morales y Maduro. En lugar de alinearse con quienes quieren la unidad de Latinoamérica, prefiere alinearse con los sectores más belicistas del mundo.
– Parece extraño pensar que un partido de fútbol, como el que iban a jugar la selección de Argentina y la de Israel, sea parte de ese alineamiento.
– El partido original se iba a jugar en Haifa, pero después se cambió a Jerusalén, que es una ciudad que ha sido anexada contra el derecho internacional. Jerusalén iba a ser capital de dos países, pero Israel pretende que sea únicamente suya, que sea indivisible. En ese marco, Estados Unidos ha contribuido a la provocación contra los palestinos al disponer que su embajada esté en Jerusalén.
– Algunos señalan que Argentina podría seguir los pasos de Guatemala y Paraguay al alinearse a la postura de Estados Unidos y trasladar, también, su embajada a Jerusalén. ¿Usted cree que esto es posible?
– Lamentablemente, es lo que puede esperarse de Macri y de su alineamiento internacional con los sectores más reaccionarios.