jueves, 10 de enero de 2013

Buitres al acecho

ESTOS FONDOS TRABARON 28 EMBARGOS Y ARGENTINA RECUPERO LOS BIENES SIN CEDER A LA PRESION

El asedio permanente de los buitres

Además de la fragata, el listado incluyó reservas del Banco Central, cuentas de las embajadas, inmuebles de la Fuerza Aérea y hasta el Tango 01, el avión presidencial. Cuál es la estrategia de los fondos especulativos.
 
Tomás Lukin (Página/12)
“No compramos deuda argentina para quedarnos con un barco demasiado grande para navegar en Long Island.” A comienzos de noviembre, un mes después de conseguir un embargo contra la Fragata Libertad en Ghana, el titular del fondo buitre NML Capital y Elliot Management, Paul Singer, difundió una carta a sus inversores explicándoles su estrategia para cobrar la totalidad de los bonos de deuda Argentina en default que poseen. “La economía y ciudadanos argentinos se beneficiarían inmensamente si el Gobierno respetara la ley y pagara la deuda que aún está en default, así que seguimos presionando”, detallaba en su misiva. Hasta la retención del buque escuela en el puerto de Tema el 2 de octubre pasado, los fondos buitre trabaron embargos por todo el mundo contra 28 bienes del Estado Nacional como reservas del Banco Central, cuentas de las embajadas, inmuebles de la Fuerza Aérea y hasta el Tango 01, el avión presidencial. En todos los casos, el Estado argentino recuperó el bien embargado sin haber negociado con los fondos buitre.
Los buitres son fondos especulativos que compran a precio de remate deuda de países o empresas en default/quiebra –o al borde de una crisis– y luego reclaman judicialmente el ciento por ciento más los intereses de sus títulos. Adicionalmente, la mayoría de los fondos están radicados en paraísos fiscales para eludir el pago de impuestos y esconderse en la opacidad que ofrecen esos reductos. La puja política y legal entre Argentina y los buitres comenzó luego del cese de pagos del 23 de diciembre de 2001 y se profundizó a partir del primer canje de deuda concretado por el país en 2005.
Hoy después de una reestructuración en dos tramos –2005 y 2010– que implicó una quita cercana al 70 por ciento, la reducción de los intereses y la extensión de los plazos hasta 2038, se normalizó el 92,4 por ciento de la deuda en default. En ese proceso, el peso de la deuda se redujo de 160 a 41 por ciento del PIB. El resto supone un valor cercano a los 11.200 millones de dólares. Según estimaciones oficiales, de este total el 8,3 por ciento se encuentra en manos de residentes estadounidenses pero la mayor parte está en poder de fondos buitre. También existen fondos con pequeñas acreencias que ya ingresaron al canje pero continuaron adquiriendo deuda en default a la espera de una hipotética re-reapertura del canje.
El listado de fondos buitre que accionan legalmente e impulsan un fuerte lobby en contra de Argentina contabiliza 47. Sin embargo, se trata sólo de variaciones en la composición accionaria entre los mismos fondos, que se identifican por alguna letra o número. Los más conocidos son EM Ltd., propiedad de Kenneth Dart, y NML Capital y Elliot Management, de Paul Singer. Además de litigar contra Argentina alrededor del mundo, provocando situaciones de tensión financiera, ambos fondos tienen inversiones productivas en el país.
Singer es uno de los principales donantes de la policía de Nueva York, fundador de la American Task Force Argentina –el lobby de los buitres en Washington–, y financista de la reciente campaña presidencial del republicano Mit Romney. NML Capital encabeza el reclamo por 1400 millones de dólares en la Justicia de Nueva York basado en una forzada interpretación de la cláusula pari passu, pero él no sólo apunta su ingeniería especulativa contra Argentina. El fondo buitre recibió más de 58 millones de dólares de Perú por unos bonos en default adquiridos por 11,4 millones y 90 millones de dólares del Congo a cambio de deuda por 20 millones.
Uno de los últimos y más rentables negocios de Singer fue a través de Elliot en Estados Unidos después de adquirir y especular con la autopartista Delphi, una ex subsidiaria de General Motors. En medio del estallido de la burbuja especulativa en Estados Unidos, su fondo desembarcó junto con otros buitres en Delphi donde se convirtió en el accionista controlante. Primero adquirieron su deuda por un 20 por ciento de su valor nominal y luego sus acciones pagando sólo 67 centavos por acción. Cuando salió al mercado las acciones cotizaron 22 dólares, una ganancia del 3000 por ciento.
La exorbitante rentabilidad de los buitres no hubiera sido posible sin el acceso, presiones de cierre de todas sus plantas y destrucción de 25 mil puestos de trabajo mediante, a los distintos planes de salvataje que lanzó el gobierno de Barack Obama. En total, los subsidios, condonación de deudas y beneficios estatales de Delphi ascendieron a 12.900 millones de dólares. Finalmente, de 29 plantas que tenía la compañía en Estados Unidos sólo 4 siguen funcionando. Una investigación realizada por Greg Palast publicada en la revista norteamericana The Nation reveló que uno de los inversores en ese negocio junto con Singer fue el ex candidato presidencial republicano y su esposa, Mitt y Anne Romney. Por su inversión inicial de un millón de dólares recibieron, por lo menos, 15,3 millones de dólares. El martes pasado Delphi anunció su desembarco en Argentina a través de la compra de la empresa sanjuanina TAC.
Por su parte, el fondo EM Ltd, propiedad de Kenneth Dart, cuenta con presencia en el país. Se trata de Dart Container, una productora de vasos térmicos de telgopor cuya planta está radicada en el Parque Industrial de Pilar desde 1997. Sus vasos están disponibles en los dispensers de agua del Palacio de Hacienda donde conviven los ministerios de Economía, Industria y Planificación Federal.

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