sábado, 3 de diciembre de 2011

CELAC: ¿América para quién?



CELAC: ¿América para quién?
Por Leandro Morgenfeld

A principios del siglo XIX, Monroe lanzó el lema de “América para los (norte)Americanos”, que expresaba el interés expansionista estadounidense en lo que luego consideraron su “patio trasero”. Al mismo tiempo, Bolívar planteaba la convocatoria a un congreso en Panamá, sin Estados Unidos, para construir una patria grande, basada en la integración latinoamericana. España, décadas más tarde, pretendió reposicionarse en la región, a través de una Unión Iberoamericana, excluyendo a Estados Unidos, y reivindicando su papel de viaje metrópoli.
En el último siglo, las tensiones entre una organización panamericana, iberoamericana o latinoamericana signaron los diversos procesos asociativos en la región. En 1991, cuando entraba en vigencia el Mercosur, Estados Unidos lanzaba la “Iniciativa para las Américas” (para imponer su proyecto del ALCA) y España las Cumbres Iberoamericanas. Hoy en día, con la gran crisis europea y la menguante hegemonía estadounidense, estamos ante una oportunidad histórica de lograr la integración latinoamericana que se nos niega hace dos siglos. La CELAC podría ser el inicio de ese proceso. Pero para ello debe superar no sólo la oposición de las potencias (Estados Unidos y Europa presionaron siempre para lograr la balcanización latinoamericana), sino también la de muchos países de la región cuyos gobiernos despliegan vínculos estrechos con Washington (México, Chile, Colombia, Panamá y Costa Rica). La CELAC, para no ser un sello más que con el tiempo pierda el vigor inicial, debe establecerse como una comunidad alternativa a la OEA. En ese sentido, es preciso que se priorice la posición de Ecuador, Venezuela, Cuba o Bolivia, y no la de Argentina y otros países, renuentes a que la naciente organización reemplace a aquella que históricamente respaldó la posición de Estados Unidos. América Latina debería abandonar los resquemores regionales, la “competencia” interna por erigirse en líderes regionales y las históricas tendencias a constituirse en satélites de distintas potencias externas.
Para avanzar, la CELAC debería: alentar una integración no en función de los intereses del gran capital de las multilatinas (multinacionales de la región), sino de los intereses populares; establecer una estrategia para reemplazar a la OEA como instancia de coordinación continental; avanzar en el establecimiento de un Banco del Sur y otras instancias para hacer frente a la crisis económica mundial; y construir una integración que no se circunscriba a las esferas estatales y a la acción de los jefes de gobierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario