martes, 29 de septiembre de 2015

Distintas lecturas sobre el discurso de Cristina Kirchner en la ONU



CRISTINA KIRCHNER REVELO UN PEDIDO DE ESTADOS UNIDOS CON RESPECTO A IRAN ANTES DE LA NEGOCIACION POR EL MEMORANDUM

“Hay mucha hipocresía y poco interés en la verdad”

El caso AMIA y el conflicto con los fondos buitre acapararon el mensaje de la Presidenta en la Asamblea General de la ONU. Reveló una gestión de un enviado de Barack Obama en 2010 y reclamó por el ex espía Antonio Stiuso.
 
Por Victoria Ginzberg (Página/12) 
 
Desde Nueva York
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reveló en su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas uno de los entretelones de la negociación por el Memorándum de Entendimiento por la causa AMIA. Dijo que en 2010 un funcionario de Estados Unidos pidió a la Argentina colaboración para proveer a Irán de combustible nuclear para su reactor. Gary Samore, entonces asesor de Barack Obama, contó en ese momento que su país ya estaba dialogando con Teherán, lo que terminaría en el acuerdo firmado este año. El gobierno argentino le pidió que pusiera la solicitud por escrito, eso no ocurrió y nunca más hubo noticias de Samore ni de ninguna otra persona vinculada con este asunto. Pero la información de que había conversaciones entre Irán y Estados Unidos hizo que la Argentina sintiera que también era posible abrir un canal para destrabar la investigación sobre el atentado a la AMIA. “Uno se pregunta cuál era el motivo de oponerse al acuerdo de cooperación judicial. Hay mucha hipocresía, mucha geopolítica y poco interés por lograr memoria, verdad y justicia para los familiares”, dijo la Presidenta en relación a las críticas recibidas por su gobierno en este tema. En la misma línea, reclamó a los Estados Unidos colaboración para ubicar al ex espía Antonio Stiuso, quien, dijo –sin nombrarlo directamente– está “protegido” en Estados Unidos. “Siempre sostuve que la causa AMIA era un complicado tablero de ajedrez, ahora creo que es una telaraña de intereses externos a mi país en la que quedan atrapados los mas débiles y más chicos.”
Fue su último discurso como presidenta ante las Naciones Unidas. Y hubo dos temas que se llevaron casi todos los 45 minutos que habló: los fondos buitre y las derivaciones de la investigación por el atentado a la AMIA. Pero las dos cosas no quedaron aisladas, porque CFK mencionó la campaña que los holdouts hacen para acusarla de complicidad con el régimen iraní. En relación a los buitres, destacó la votación que se realizó hace tres semanas en la misma Asamblea General de la ONU sobre el marco de regulación para la reestructuración de las deudas externas (ver aparte). Otro hilo que guió la intervención fue la crítica hacia el gobierno norteamericano. No sólo le reclamó colaboración para ubicar a Stiuso, sino que hasta le hizo un tiro por elevación al celebrar el acuerdo entre el gobierno de Colombia y las FARC: “Intentaron terminar este conflicto a bombazo y fusil. Pero los conflictos se solucionan hablando, no a bombazos”.
CFK fue presentada en el recinto como “la excelentísima señora Cristina Fernández, presidenta de la Argentina”. Vestida de blanco, fue conducida al estrado por personal de protocolo y se sentó en una silla crema con respaldo alto por unos minutos. Luego, se ubicó delante del pedazo de mármol verde que aparece como telón de fondo de todos los jefes de Estado que hablan en la Asamblea General (en realidad la pared del hemiciclo es altísima y está pintada de dorado) y comenzó su discurso.
Para introducir el tema AMIA, CFK saludó el acuerdo que Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Reino Unido y Francia hicieron con Irán con el objetivo de detener su desarrollo nuclear. Y luego hizo su revelación. “Nosotros sabíamos de estas negociaciones”, señaló. Así, contó como en 2010 visitó Buenos Aires Samore, que era el principal asesor de Obama en temas nucleares. Narró que le dijo al canciller Héctor Timerman que estaban hablando con Irán para que no siguiera enriqueciendo uranio, pero que el gobierno de ese país (todavía estaba al frente Mahmud Ahmadinejad) necesitaba que la Argentina le diera combustible para un reactor, ya que el país tenía la tecnología y lo había hecho en 1987. Según relató la Presidenta, Timerman transmitió que era difícil, ya que las relaciones con Irán estaban muy dañadas por el atentado a la AMIA. “Le dije al canciller que si la petición se hacía por escrito íbamos a colaborar. Porque el objetivo de la no proliferación nuclear era importante. Creo que fue la última vez que nuestro canciller vio a Gary Samore. Cuando en 2013 la Argentina firmó el memorándum para destrabar la investigación del atentado, porque ese fue el objetivo, castigar a los culpables, parece que se hubieran desatados los demonios. Y cuando ahora el 2 de abril se firma el acuerdo (con Estados Unidos), uno se pregunta cuál era el motivo de oponerse al acuerdo de cooperación judicial. ¿Cuál es el motivo? Lo escuché hoy aquí cuando otro presidente habló de la hipocresía. Hay mucha hipocresía, mucha geopolítica y poco interés por llegar a la memoria, verdad y justicia para los familiares.” La Presidenta recordó que el memorándum fue ratificado por el Congreso y le deseó a Obama que el Parlamento de su país no trabe su acuerdo, “porque es una contribución al proceso a la paz, nosotros somos coherentes”.
El discurso entró luego en terreno judicial. CFK contó que se está llevando a cabo el juicio por el encubrimiento del atentado en el que están acusados, entre otros, el ex presidente Carlos Menem y el ex juez Juan José Galeano y que ella ordenó desplazar a “sectores de la Inteligencia por fuertes sospechas de entorpecer la investigación”. “Algunos venían desde 1972, pasaron por todos los gobiernos, incluido el nuestro y dictaduras. Hoy están radicados en Estados Unidos”.
“Hemos citado hemos al embajador de Estados Unidos para pedir explicaciones de en qué calidad se encuentra este ex servicio en este país”, reveló también CFK. Otro dato que hasta ahora no se sabía.
Oscar Parrilli, titular de la Agencia Federal de Inteligencia, contó luego que en la reunión con Noah Mamet, él y el canciller le pidieron al embajador colaboración pero que las respuestas fueron más bien evasivas. El gobierno, además, envió a través de la embajadora Cecilia Nahón dos cartas al Departamento de Estado con el mismo propósito.
La Presidenta también recordó que los nuevos fiscales de la causa AMIA pidieron a Interpol una alerta azul (de paradero) sobre el espía: “Como (Néstor) Kirchner y yo hemos solicitado colaboración a Irán, ahora también perdimos la colaboración de Estados Unidos”, reclamó.
Luego volvió a los buitres para mencionar que a partir de la investigación sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman aparecieron “datos estremecedores”, como relaciones con servicios secretos externos y con los fondos buitre. “¿Por qué dedico tanto tiempo a este tema? –preguntó retóricamente–. Es mínimo en relación al que dedicaron organizaciones de este país vinculadas a los buitres para difamarnos. Para decir que éramos cómplices de Irán. Si somos cómplices de Irán, ¿qué es el presidente Obama. No se puede seguir con el doble estándar en materia diplomática”, dijo CFK y provocó aplausos. “Mi gobierno –finalizó– va a seguir incansablemente buscando verdad y justicia.”


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En la ONU, Cristina acusó a EE.UU. de “proteger” a Stiuso

Gobierno.Defendió el pacto con Irán y vinculó al ex hombre fuerte de la SIDE, a Nisman y a los fondos buitre en una “telaraña” de intereses detrás de la investigación del atentado a la AMIA.
Cristina Kirchner acusó ayer a los Estados Unidos de darle protección al ex Director General de Operaciones de la ex Secretaría de Inteligencia (SIDE), Jaime Stiuso. Lo hizo en su último discurso como Presidente ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Lo hizo también sin dar el nombre, aunque sí claras referencias del poderoso espía argentino que trabajó codo a codo con el gobierno de su fallecido esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, y que se convirtió para la saliente jefa de Estado en un archienemigo. Lo definió en general como “esta persona”, “protegida no sé de quién”.
En su discurso de unos 40 minutos, octava en el turno de la tarde, después del presidente de Zimbawe, la Presidente volvió a defender el memorándum de entendimiento con Irán al que sin embargo ayer le pidió colaboración para implementarlo, en un evidente gesto de que Teherán no ha dado ni un paso más en el acuerdo. Afirmó que la investigación del atentado terrorista a la AMIA (1994, 85 muertos) era una “telaraña” de intereses, donde se mezclan el fallecido Fiscal Alberto Nisman, y los fondos buitre.
Cristina ya había agradecido largamente la resolución de la ONU que busca proteger los procesos de reestructuración de deuda soberana, había definido a los fondos buitre como “depredadores”, cuando recordó que a fines del año pasado “por fuertes sospechas de trabar” la investigación del atentado terrorista a la AMIA, desplazó del cargo a “altos funcionarios” de inteligencia. “Algunos de ellos venían desde el año 1972”, aclaró refiriéndose claramente a Stiuso y su gente.
Señaló que a los pocos días murió Nisman, el fiscal especial para la causa AMIA (el 18 de enero pasado). “Yo siempre dije que la AMIA era un complicado tablero de ajedrez de la política internacional. Hoy digo que es una telaraña ajena a los intereses de mi país: una telaraña en la que quedan atrapados los personajes más chicos, y los más grandes quedan afuera”, aseguró.
“En la investigación por el caso Nisman aparecen datos estremecedores sobre contactos con agencias de inteligencia, con fondos buitre”, soltó cuando en realidad, hasta el momento, lo que hizo en público Cristina es haberse hecho eco de un escrito periodístico del ex director de la DAIA, y hoy funcionario kirchnerista, Jorge Elbaum.
“Hemos citado al embajador norteamericano en nuestro país (por Noah Mamet) para pedir explicaciones acerca de en qué calidad se encuentra el principal responsable de la investigación de la AMIA (Stiuso) en este país”, contó dando por sentado los hasta ahora trascendidos de que se encuentra en la Florida.
Cristina contó que la embajadora en Estados Unidos, Cecilia Nahón, había presentado dos notas y mantenido entrevistas en el Departamento de Estado para pedir información sobre en “qué calidad” estaba Stiuso en este país. “Yo diría protegido, no sé por quién”, enfatizó. Y recordó que su gobierno pidió a Interpol que “dicte orden azul” (la que busca a una persona afectada a un asunto penal y alerta si la encuentra) sobre el paradero de Stiuso. “Hoy también pedimos la colaboración de Estados Unidos”, remató.
Sobre su memorándum firmado con Irán, que por ahora está bajo calidad de “inconstitucional” ante la justicia argentina, habló luego de celebrar el acuerdo nuclear alcanzado por Irán, EE.UU. y otras potencias. Enojada con las críticas a su propio acuerdo, habló de “hipocresía” y contó que un asesor de la Casa Blanca al que identificó como Gary Samore (que figura como ex presidente del denominado “Unidos contra el Irán Nuclear”) se entrevistó en Buenos Aires con el canciller Héctor Timerman para que Argentina le siguiera proveyendo combustible nuclear a los iraníes para “el reactor Teherán” fabricado por los argentinos en 1987. Dijo que les pidió un compromiso por escrito pero que “fue la última vez que nuestro canciller vio a Gary Samore”.
El recinto ante la Asamblea no estaba muy poblado a esa hora, lo que es normal cuando no hablan líderes de países centrales o mandatarios famosos por alguna razón. La delegación argentina la aplaudía.
Cristina llegó a Nueva York el sábado y anoche mismo emprendió su regreso a la Argentina. Participó sólo de dos actividades. En la ONU comenzó a hablar pasadas las 18 locales. A esa hora también se desarrollaba la bilateral entre Obama y Vladimir Putin, sobre sus fuertes diferencias en torno a la guerra civil en Siria y el avance de los terroristas del Estado Islámico, al que Cristina volvió a vincular y de manera muy singular con una producción cinematográfica. Parecida a un filme de Francis Coppola, destacó literalmente la Presidente de Argentina ante el plenario de las Naciones Unidas.

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Cristina dijo que Stiuso está "casi protegido" en EE.UU.

Acusó a Washington de actuar con "hipocresía" y volvió a justificar el pacto con Irán por la AMIA
LA NACION
 
NUEVA YORK.- En uno de los discursos más duros en contra de Estados Unidos, Cristina Kirchner acusó ayer a la Casa Blanca de actuar con "hipocresía" por haberle propuesto, en 2010, que negociara un acuerdo con Irán.
En su despedida del recinto de las Naciones Unidas (ONU), la Presidenta descargó todo su malestar con el gobierno de Barack Obama, que a esa hora estaba reunido con Vladimir Putin en otro sector (ver aparte).
Con tono de denuncia, sostuvo que desde la Casa Blanca le daban protección al ex espía Antonio Jaime Stiuso, al que no nombró. Dijo que lo había echado de la Secretaría de Inteligencia "por fuertes sospechas de entorpecer la investigación" de la causa AMIA, y reveló que para eso había contado con la complicidad de Washington. "Si nosotros somos cómplices del régimen iraní. ¿qué es Barack Obama entonces? No se puede seguir con esta hipocresía", planteó, en referencia al acuerdo nuclear que firmaron las potencias con Teherán.
Lo dijo después de revelar que había sido la propia administración del demócrata la que le había sugerido en 2010 que la Argentina le vendiera combustible nuclear a Irán y que, tras su reclamo de que el pedido quedara expuesto por escrito, el gobierno de Estados Unidos se negó. Entonces fue cuando Cristina Kirchner recibió el primero de los dos aplausos que se llevó en la Asamblea General, en la que habló durante 39 minutos. El recinto estaba ocupado a esa hora por la mitad de las delegaciones, que sólo esperan a sus presidentes y se retiran.
"Mi gobierno va a seguir incansablemente buscando la verdad. Solicitamos la colaboración de Irán y de Estados Unidos para que contribuya a aclarar la presencia de este ciudadano [por Stiuso] que va a ser requerido, y ya lo es, por la justicia en la Argentina", exigió, sobre la intención oficial de que el Departamento de Estado dé cuenta del paradero del ex espía que para la jefa del Estado está "casi protegido" por Washington.
Cristina contó, además, que el canciller Héctor Timerman había citado al embajador de Estados Unidos, Noah Mamet, para pedirle explicaciones, reunión que se hizo el 30 de junio, y en la que también estuvo Oscar Parrilli, a cargo del área de Inteligencia. Según revelaron más tarde los dos funcionarios, Mamet se había negado a prestar colaboración.
"Mucha hipocresía. Mucha geopolítica mezclada en el medio y muy poco interés por saldar la memoria de las víctimas", se quejó. Según el relato que hizo ayer la Presidenta, quien había ido a proponerle a la Casa Rosada que la Argentina le vendiera combustible nuclear a Irán, en 2010, había sido Gary Seymour, asesor del presidente estadounidense para Asuntos Nucleares, que le hizo la sugerencia porque como su gobierno estaba comenzando las negociaciones por un acuerdo para controlar la producción iraní, necesitaban de un país que tuviera ese tipo de combustible para convencer a Teherán de aceptar la negociación a cambio de tener garantizada la producción de sus reactores.
La Presidenta denunció que desde Estados Unidos habían intentado "deteriorar la imagen de su país" al rechazar el fallido memorándum para destrabar la investigación del atentado a la AMIA, y lo relacionó con la muerte de Nisman. Lejos de esquivar el tema, habló directamente del fiscal y sostuvo que su muerte "constituye algo más que un paso más de un tablero de ajedrez de la geopolítica. Se trata de una telaraña de intereses externos donde quedan atrapados los más débiles".
En su defensa del acuerdo con Irán por la causa AMIA, Cristina insistió en que era el único camino posible para destrabar la investigación del atentado. "Ahora sólo podemos apelar a la buena voluntad de Irán porque no tenemos otro instrumento", afirmó, en referencia a que la Justicia lo declaró inconstitucional.
Sin respiro, vinculó al fiscal de la causa AMIA con los fondos buitre y los Estados Unidos. "En la investigación por la muerte de Nisman aparecen datos estremecedores de vinculaciones de servicios secretos externos con cuentas en el exterior con relaciones con los fondos buitre. No vengo a hablar con hipocresía", reiteró el concepto. Aunque no los nombró, tácitamente, también se refería a los representantes de la comunidad judía en la Argentina.
Tan fuertes fueron los dardos hacia Estados Unidos que la Presidenta estuvo ayer al borde de acusar a la administración norteamericana de financiar al grupo terrorista Estado Islámico. "Tengo un gran interrogante de cómo funciona este grupo islámico... ¿quién lo financia?", se preguntó, y mostró su asombro por las imágenes que publican de las ejecuciones con un "despliegue cinematográfico digno de Francis Ford Coppola".
Después de celebrar la resolución que aprobó la ONU por las reestructuraciones de deuda (ver aparte), la Presidenta intentó matizar el encendido tono contra Obama. "Quiero irme de esta asamblea haciendo homenaje al continente del que me siento hija" y felicitó a Cuba y a Estados Unidos por el histórico acuerdo bilateral.
 

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