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BUENOS AIRES, 2 feb (Xinhua) -- El analista argentino Leandro Morgenfeld afirmó hoy que la postura de Estados Unidos sobre el vínculo entre América Latina y China es "cínica y paternalista", y la enmarcó en una "política que busca alinear a los gobiernos derechistas de la región en su predica contra países como Cuba y Venezuela".
El jueves por la noche, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, acusó de actitudes "imperialistas" a China y a Rusia.
Tillerson, en un discurso en la Universidad de Texas en Austin antes de su gira latinoamericana que incluye a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, advirtió a los países latinoamericanos contra la "dependencia excesiva a las relaciones económicas con China", diciendo que la región "no necesita nuevas potencias imperialistas".
En entrevista con Xinhua, el experto e historiador argentino dijo que "la rutilante frase pronunciada por el secretario de Estado en Texas, horas antes de emprender su primera gira por América Latina, contiene un gran nivel de cinismo".
"Justamente fue Estados Unidos el que, en los últimos dos siglos, pero fundamentalmente desde 1898, desplegó una política imperial en lo que despectivamente consideran un 'patio trasero', es decir su área de influencia exclusiva".
Con sus palabras, Tillerson "ratifica que la región es un área vital para la estrategia de proyección imperial de Estados Unidos y que están dispuestos a intentar sostener su hegemonía, frenando el avance de China y Rusia", observó el analista, investigador adjunto del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina.
Al explicar el porqué de esa advertencia de Washington hacia la región latinoamericana, Morgenfeld sostuvo que EEUU no ha mostrado "una política clara hacia América Latina, al punto tal que todavía no se nombró el Subsecretario de Estado para los asuntos hemisféricos. Rex Tillerson, de cara a la próxima Cumbre de las Américas (Lima, 13 y 14 de abril) va a pretender mostrar su interés por la región y alinear a los gobiernos derechistas en sus ataques contra Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, entre otros".
Sin embargo, "claramente la prédica anti-hispana del presidente Donald Trump genera amplios rechazos en la región, sumado a sus ataques contra México, Cuba y Venezuela", afirmó.
En la mirada del coordinador del grupo de trabajo "Estudios sobre Estados Unidos" del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), las palabras de Tillerson conjugan "injerencismo. Y un componente de ese injerencismo en la región es el paternalismo".
"La idea de que los latinoamericanos somos inferiores, que necesitamos una tutela, ya sea para construir los sistemas políticos democráticos, resguardar libertades o combatir el narcotráfico y el terrorismo. Tillerson pretende reactualizar la Doctrina Monroe de 1823, aquella que planteó que Estados Unidos sería el garante de la no intromisión de potencias extra-regionales", explicó.
"Hoy la preocupación de Washington no es Europa, sino China, principal socio comercial, prestamista e inversor en muchos países latinoamericanos, y Rusia, con fluidos vínculos con países que no están alineados con las políticas estadounidenses", subrayó.
Al abordar la posible acogida que tendrían en la región los dichos de Tillerson, Morgenfeld indicó que "puede tener acogida en los gobiernos derechistas, que tienen afinidad ideológica con ese discurso más propio de la guerra fría y que permanentemente esgrimen el modelo político y económico estadounidense como el que hay que imitar".
"Claro que no tienen en cuenta las asimetrías. Justamente, al contrario de lo que planteó el jefe de la cancillería estadounidense, la relación entre Estados Unidos y los países latinoamericanos no es de socios, sino de una superpotencia y países no centrales, dependientes", enfatizó.
"El problema para los gobiernos alineados con la Casa Blanca, como el de Mauricio Macri (presidente de Argentina), es que Trump suscita históricos niveles de rechazo en la región, con lo que la subordinación a alguien que genera tanto rechazo tiene un costo político interno", advirtió el analista.
Consultado si Estados Unidos mantiene una actitud condescendiente con la región, aconsejando qué socios debería tener, el analista dijo que "sí, absolutamente. Pretende imponer su voluntad en Venezuela y Cuba, sin respetar el principio de autodeterminación. La excusa es la defensa de la democracia. Pero el apoyo al fraude en Honduras, y a los golpes institucionales en Brasil (2016) y Paraguay (2012) muestran que hay una doble vara".
"El objetivo es atacar a los gobiernos no alineados con Washington, a quienes pretenden construir una integración regional autónoma o un vínculo exterior más diversificado, que incluya otros países fuera de Occidente", planteó el experto argentino.
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