martes, 17 de abril de 2018

Morgenfeld: “La intervención de EE.UU. en Siria no tiene nada que ver con proteger civiles”

Morgenfeld: “La intervención de EE.UU. en Siria no tiene nada que ver con proteger civiles”

Morgenfeld: “La intervención de EE.UU. en Siria no tiene nada que ver con proteger civiles”

Notas. Periodismo Popular


Leandro Morgenfeld, historiador e investigador CONICET analizó en comunicación con “Insurgentes” por Radio Sur 88.3 el ataque a Siria del pasado fin de semana realizado por parte las potencias occidentales y sus consecuencias.

- ¿Cómo podemos analizar el accionar de EE.UU. en este ataque teniendo en cuenta que según expresaron distintos medios de comunicación y autoridades de distintos países se llevó a cabo sin pruebas, solo con una denuncia de una presunta agresión con armas químicas por parte del gobierno sirio?

– Primero, del supuesto ataque del 7 de abril, hasta ahora, el gobierno norteamericano no llegó a presentar ninguna prueba. Es decir, pasaron diez días, hubo un ataque con misiles en la madrugada del sábado por parte del de EE.UU., Francia y Gran Bretaña y no presentó ninguna prueba.
Segundo, lo hizo sin el aval de Naciones Unidas, violando los principios de las relaciones internacionales porque fue un ataque unilateral. En este caso de Washington con dos aliados subordinados.
En tercer lugar, cambia radicalmente lo que Donald Trump propuso que iba a hacer en la campaña. “Nos equivocamos de amigos en Medio Oriente”, había señalado en referencia a la política de Barack Obama y de Hillary Clinton que financiaron a distintos grupos terroristas para complicarle el patio trasero al gobierno sirio y estos grupos terminaron creciendo, crearon el Estado Islámico, crearon un califato ocupando parte de Irak y de Siria, se les fueron de las manos y ahora son el gran enemigo de EE.UU.
Trump dijo que había que colaborar con Rusia y Siria para exterminar a estos grupos terroristas. Lo que está haciendo es borrando con el codo lo que había dicho en la campaña. Hace dos semanas dijo: “Tenemos que terminar de retirar nuestras tropas de Siria”. Lo que hizo el sábado por la madrugada es revertir eso. Atacó, trata de generar una situación de zozobra en la región, en un país que estaba relativamente estabilizado después de una tragedia que empezó en 2011 por el accionar de estos grupos y les quieren mandar una señal a Rusia.

- ¿Por qué decís que están buscando enviar una señala a Rusia?

– Los ganadores, entre comillas, de la guerra son el gobierno sirio, Rusia e Irán que son los grandes enemigos de EE.UU. en la región. Lo que quiere hacer entonces es mandar una señal. Ahora amenazan con incrementar las sanciones económicas a Siria, pero también a Rusia. Y más allá de todo esto, responde tambié al frente interno muy complicado que tiene Trump en EE.UU. por las presiones del establishment militar.
Pese a lo que propuso en la campaña Trump aumentó fuertemente el presupuesto militar, presentó hace pocas semanas un nuevo presupuesto de 621 mil millones de dólares. 12% más que el del año anterior, 10 veces más grande que el presupuesto militar de Rusia, y cuando uno aumento tanto el presupuesto y coloca tantos generales en puesto claves del gobierno, la salida militar está siempre presente. Ir hacia un conflicto exterior para abroquelar la opinión publica interna y para justificar ese gasto militar.
La intervención en Siria no tiene nada que ver con proteger a los civiles, con garantizar los derechos humanos, con proteger la libertad o luchar contra el autoritarismo del gobierno sirio, sino que tiene que ver con una lucha geopolítica, con intereses económicos y con tratar de modificar el mapa político en una región tan caliente y compleja como Medio Oriente.

- Para entender un poco a qué se refiere EE.UU. cuando habla de este supuesto ataque con armas químicas ¿cómo podemos definirlas? ¿Son legales?

– El uso de armas químicas, mucho más contra la población civil, está prohibido por las leyes internacionales y por una serie de acuerdos. En el caso de Siria, después de muchas negociaciones se había resuelto que en 2014 entregara la disposición que tenía de estas armas. Hay una organización internacional que depende de Naciones Unidas la OPAQ, que se encargó de fiscalizar y lo que hizo EE.UU. en este caso fue bombardear antes de que se hiciera la investigación.
Digo esto porque hay muchas operaciones de doble bandera. Esto quiere decir, para justificar un ataque contra un enemigo yo hago que supuestamente ese enemigo haya hecho una acción contra mí, un aliado o contra la población civil y con eso justifico el ataque.
En el año 2003 la CIA organizó una parafernalia para justificar el ataque a Saddam Husein, la invasión a Irak con supuestas armas de destrucción masiva y después se demostró, incluso reconocido por las máximas autoridades de EE.UU. que se habían fraguado las pruebas para justificar un ataque militar.

- ¿Cómo queda posicionada Rusia, hoy colocada como contrapunto por el mismo Donald Trump? ¿Qué se espera que pueda pasar?

– Efectivamente, tiene que ver no sólo con la disputa entre EE.UU. y Rusia, sino también con las potencias regionales que son claves y que tienen posiciones que van negociando siempre.
En primer lugar Turquía que en los últimos meses se alejó de Washington y se aproximó a Moscú; en segundo lugar Irán; en tercer lugar Israel; y en cuarto lugar -no por orden de importancia- Arabia Saudita. Recordemos que el primer viaje que hizo Trump al exterior fue a Arabia Saudita y ahí anunció venta de armamento norteamericano por más o menos 250 mil millones de dólares en los próximos años.
Claramente hay intereses no sólo geopolíticos sino económicos. Arabia Saudita es quien financia a muchos de los grupos que se oponen al gobierno sirio, a muchos de los grupos fundamentalistas a los que EE.UU. indica como sus grandes enemigos. Rusia efectivamente se involucra en la guerra hace unos años y desde ese momento el gobierno de Bashar al Assad logra estabilizar la situación también con el apoyo de Irán.
Rusia tiene su única base militar importante en la región en Siria y lo que se está discutiendo ahora es la reconstrucción del país y qué empresas van a hacer grandes negocios. Fuentes del gobierno decían que va a costar 400 mil millones de dólares reconstruir lo que se destruyó en los últimos siete años. Por eso lo que hay es un juego de pinzas sobre qué va a pasar una vez que se cierre el conflicto.
Hace un año y medio que Siria está estabiliazada, ya controla el Gobierno y el ejercito el 90% del territorio, el califato del Estado Islámico está prácticamente destruido. La gran discusión entonces es quienes participan en esa reconstrucción. EE.UU., Francia y Gran Bretaña ya no dicen “queremos sacar al Gobierno Sirio”, dicen “queremos que no usen armas químicas”. Ya no quieren provocar lo que ellos llaman un cambio de régimen, lo que se perfila hasta ahora es que se va a lograr estabilizar la situación y quieren limitar la influencia rusa, iraní y otros países europeos en el negocio de la reconstrucción.

¿Puede haber una escalada de violencia de carácter mundial?

– La reacción de Vladimir Putin más allá de repudiar claramente este ataque unilateral de EE.UU., hasta ahora fue bastante medida. Porque el ataque fue bastante medido. No preveo que en el corto plazo vaya a haber una escalada militar que lleve un a enfrentamiento directo involucrando a actores más importantes. Va a haber una pequeña rispidéz y tiene que ver con que Trump en su momento planteó un cambio estratégico de llegar a un acuerdo con el gobierno ruso para enfrentar a China, para contener a su gran adversario global.
Ese giro que pretendía Trump es muy resistido por un establishment económico y político en Washington que está instigando lo que se llama “trama rusa” que le habría hecho ganar las elecciones a Trump y están empujando una confrontación cada vez mayor con Moscú. Rusia por otro lado va a ser sede del mundial en pocas semanas, eso también va a limitar la reacción de Rusia para evitar una escalada.

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