martes, 24 de julio de 2012

EEUU: no nos asusta competir con China en América Latina


'No nos asusta competir con China en América Latina': EE. UU.

 
'No nos asusta competir con China en América Latina'
Mike Hammer creció en América Latina. Vivió en Honduras, El Salvador, Colombia, Venezuela y Brasil.

 

Mike Hammer, subsecretario de Estado adjunto para Relaciones Públicas explica por qué.

En medio de un agitado cambio de escenario económico mundial, en el que la hegemonía de Estados Unidos ya no es lo que era antes, donde Europa lucha por evitar que se hunda su proyecto en las costas de Grecia o España, y donde la economía china avanza con paso firme en América Latina, la administración de Barack Obama ha decidido que llegó el momento de dar un golpe de timón para reconducir sus relaciones políticas y económicas.
"Para tener una influencia importante en el mundo tenemos que empezar por fortalecer nuestra economía aquí, en América Latina", aseguró Mike Hammer, subsecretario de Estado adjunto para Relaciones Públicas, en una entrevista con el Grupo de Diarios América (GDA).
Tras el fin de la guerra en Irak y el repliegue de sus tropas en Afganistán, calculado para finales del 2014, Estados Unidos revisa sus prioridades en todo el mundo. La necesidad de acomodarse a las dinámicas y los desafíos que surgieron después del fin de la Guerra Fría animan hoy a la más poderosa y extendida diplomacia del planeta a tratar de contener el avance de potencias como China. También intenta reconducir su agenda de cooperación y desarrollo que, durante demasiado tiempo, se ha enfocado en temas de seguridad para combatir las amenazas del terrorismo y el crimen organizado internacional.
Hammer es un diplomático que conoce bien el alma latina. Apasionado del fútbol, expedicionario de la realidad en el hemisferio desde sus años de juventud y con un dominio del español que lo convierte en un funcionario prácticamente inmune a las barreras culturales con Latinoamérica, se ha convertido en un interlocutor de excepción.
América Latina ha estado fuera de la agenda del presidente Barack Obama durante mucho tiempo. ¿Por qué se interesa en la región ahora?
Tenemos que reconocer en qué punto de la historia nos encontramos. Las democracias de América Latina han experimentado un desarrollo tremendo. En los últimos 15 años, 56 millones de personas del hemisferio han entrado a la clase media. Este avance ha creado mayores oportunidades para la estabilidad, para el desarrollo y para la libertad. Y nosotros queremos ser parte de este proceso.
¿Qué dirección tomará esa relación?
Queremos seguir con nuestras buenas relaciones con todos los países del hemisferio y crear un ambiente en el cual podamos cooperar en los retos y desafíos que enfrentan nuestros pueblos. Por eso, el enfoque debe ser más económico.
¿Cómo piensan hacerlo?
Vamos a seguir apoyando a las instituciones democráticas y a seguir prestando atención a la seguridad y a la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen. Son temas que seguiremos tratando muy a fondo y con un espíritu de cooperación. Pero lo que más necesitan los ciudadanos de nuestros pueblos son oportunidades económicas y de desarrollo, y la libertad de expresarse y vivir en paz y en tranquilidad.
¿No cree que es un poco tarde para tratar de recuperar el terreno que le ha ganado China en todo el hemisferio?
No. No creo que estemos llegando tarde. De hecho, durante mi carrera de 25 años, siempre se ha hablado de la necesidad de promover el libre comercio y de hacer avanzar los intereses económicos de Estados Unidos...
Pero, insisto, ¿no les preocupan el peso y el avance cada vez mayor de China en América Latina?
No. Nosotros sabemos muy bien que es un mercado muy competitivo y tenemos mucha confianza en la capacidad de nuestras compañías, de nuestra economía, de nuestra sabiduría, de nuestra capacidad de innovación para seguir siendo líderes mundiales en el terreno económico.
China supera los 180.000 millones de dólares en exportaciones al año y ha sido denunciada sistemáticamente por sus prácticas desleales...
La realidad, ciertamente, es que hay mucho crecimiento en China. Eso es algo que se reconoce y, mientras ellos respeten las normas internacionales de libre comercio, nosotros vemos bien la libre competencia. No le tememos a nadie. Pero siempre competimos como pares, en un tipo de competencia en un campo nivelado.
¿Cree que los desencuentros de su país con potencias regionales como Brasil o con los países del Alba pondrán en riesgo sus esfuerzos?
No lo creo. Históricamente siempre habrá desacuerdos entre ciertos países. Siempre habrá cambios de gobierno; habrá perspectivas distintas y aptitudes diferentes. El presidente Obama y la secretaria Clinton han vislumbrado una nueva era en la que Estados Unidos trabajará con los países que estén interesados en ser nuestros socios, porque, al final del día, los ciudadanos del hemisferio quieren ver más oportunidades económicas.
¿Que hay desacuerdos? Sí, es cierto. Y me imagino que seguirá siendo así con algunos países que no ven las cosas exactamente igual que nosotros. Pero, históricamente, nuestro modelo económico ha sido extremadamente exitoso. Ha generado empleo y riqueza que otros modelos no han logrado.
¿Las medidas de gobiernos como el de Argentina, que restringen las importaciones, hasta dónde perjudican su relación comercial?
Nosotros queremos que, con cualquier país y en cuestiones de comercio, se respeten las normas internacionales. Y si hay medidas que se están tomando que desanimen la inversión y vayan en contra de las normas internacionales, es muy preocupante.
¿No los preocupa que la crisis de la zona euro vaya a frustrar esta iniciativa de EE. UU. para relanzar sus relaciones económicas y comerciales con todo el mundo?
Ciertamente hay una crisis complicada en Europa. Estados Unidos se mantiene en permanente contacto con los distintos gobiernos implicados para ver cómo se soluciona esta situación. No cabe duda de que hoy estamos interconectados y lo que afecta a uno afecta a todos.
Por ello, independientemente de las soluciones que tome cada país, lo que es cierto es que si le va bien a Estados Unidos con la iniciativa de fortalecer sus vínculos comerciales con América Latina que estamos lanzando, pues creemos que tendrá un impacto positivo en otros países.
'En América no hay socios principales'
Durante la Cumbre del G-20, celebrada a mediados de junio, en Los Cabos (México), EE. UU. lanzó un programa para estrechar sus vínculos económicos, diplomáticos y de seguridad con América Latina. La necesidad de fortalecer este tipo de relaciones ya se había hecho manifiesta durante la Cumbre de Las Américas en Cartagena, en la que el presidente Barack Obama recordó que en el 2009, se había comprometido a entablar relaciones de igualdad, basadas en el muto respeto, con todos los gobiernos americanos. "Lo diré una vez más -dijo entonces Obama, desde el Centro de Convenciones- en América no hay socios principales o secundarios, somos simplemente socios".

J. JAIME HERNÁNDEZ
El Universal (México)

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