ECONOMIA › CAMERON SE ACERCO, HABLO SOBRE EL REFERENDUM Y SE ALEJO CUANDO CRISTINA LE EXIGIO RESPETAR RESOLUCIONES DE LA ONU
El face to face que revolucionó la Cumbre
Antes de la sesión plenaria, Cameron se acercó a
Cristina para defender el referéndum en Malvinas y suscitó un duro cruce
verbal en el que la Presidenta volvió a reclamar el respeto a la
convocatoria al diálogo. “Muestra la debilidad británica”, según la
delegación argentina.
Desde Los Cabos
–La Argentina tiene que respetar el referéndum de los isleños.–Yo le quiero entregar este sobre que contiene las cuarenta resoluciones de las Naciones Unidas que ordenan a Gran Bretaña y a la Argentina sentarse a negociar.
–Lo importante es el referéndum.
–No, lo importante es que Gran Bretaña y la Argentina cumplan con las resoluciones de las Naciones Unidas.
–Yo no quiero hablar de soberanía.
–Yo tampoco voy a hablarle a usted de soberanía. Lo que quiero es hablar de respetar las decisiones de las Naciones Unidas. Si participamos de las Naciones Unidas, respetemos las resoluciones.
El áspero diálogo entre Cristina Fernández de Kirchner y el primer ministro británico, David Cameron, ocurrió ayer a las 9.30 de la mañana. Fue antes del inicio de las deliberaciones de los presidentes del G-20. La jefa de Estado argentino estaba sentada en su banca revisando papeles cuando se le acercó el mandatario inglés. Primero utilizó un tono amable. Le dijo que quería agradecerle el apoyo argentino a la creación de un banco europeo que actúe como prestamista de última instancia, a fin de disipar los temores sobre el euro. Hizo referencia a lo que CFK había planteado la noche anterior en la primera sesión plenaria. Sorprendida, la Presidenta le respondió en el mismo tono que había visto las principales portadas de la prensa internacional y no reflejaban optimismo sobre el resultado de la cumbre. Entonces Cameron la interrumpió y le dijo que quería conocer su posición sobre el referéndum que convocan los isleños para decidir sobre su soberanía, y que él cree en la autodeterminación de los pueblos. Lo que siguió es lo que se cuenta al principio, según la versión que entregó el canciller Héctor Timerman, que tiene algunas diferencias con la que presentó el gobierno británico. El intercambio terminó de manera abrupta, con Cameron ofuscado, sin aceptar el sobre que le extendía Fernández de Kirchner y volviendo a su asiento.
El momento quedó retratado por un fotógrado de la presidencia argentina. Fue el primer y único diálogo entre ambos, que vienen cruzando declaraciones públicas desde hace meses, pero nunca cara a cara. El inglés se mostró desconcertado cuando CFK tomó el sobre con las cuarenta resoluciones de la ONU sobre la cuestión Malvinas. Su tono de voz cambió y pasó a estar tenso. Así lo dijeron a este diario fuentes oficiales. El gobierno inglés, por el contrario, sostuvo en una declaración que la que quedó dubitativa cuando Cameron le reclamó que respete el referéndum de los isleños fue la Presidenta argentina.
“El primer ministro habló con Cristina Kirchner al margen y antes de que comenzara la primera sesión de trabajo. Discutieron brevemente de cuestiones como los bancos centrales y la actividad monetaria. Y entonces el premier dijo: ‘No estoy proponiendo una discusión total ahora sobre las Falklands, pero espero que haya tomado nota de que los isleños van a realizar un referéndum y usted debería respetar sus puntos de vista. Nosotros deberíamos creer en la autodeterminación y actuar como demócratas acá en el G-20’. Kirchner respondió yéndose por las ramas sobre los títulos de España, la ONU y Malvinas. Su intérprete no pudo seguirla. Los argentinos parecían tener un funcionario con una cámara en la mano, pero no había periodistas en la sala”, resumió el comunicado de Downing Street, omitiendo lo sustancial: que Cristina Kirchner quiso entregarle un sobre con las disposiciones de la ONU y Cameron lo rechazó.
Después, por la tarde, el primer ministro ofreció una conferencia de prensa. Justificó su planteo a CFK y atacó al gobierno argentino por su política “proteccionista” en materia comercial. Pese a que había más de un centenar de periodistas de todo el mundo queriendo hacer preguntas, Cameron seleccionó sólo a medios británicos. “Creo que hice lo correcto al pedirle a la Presidenta argentina que respete el referéndum. Es importantísimo y queremos que todo el mundo sepa que hay un referéndum para conocer la opinión de los isleños. Hay que proclamarlo, así el mundo deja un poco de lado la propaganda argentina”, agregó. Finalmente, dijo que “en esta cumbre del G-20 ha quedado claro que las medidas proteccionistas que ejercen países como la Argentina no son aceptables”.
Por la mañana, no había pasado una hora del incidente cuando el canciller Timerman se presentó ante los periodistas con el famoso sobre en la mano e hizo un minucioso relato de lo ocurrido. De ahí en más se armó un revuelo. Periodistas ingleses, españoles y de otros países se interesaron por la cuestión y empezaron a buscar testimonios. Una hora más tarde, el canciller regresaba para dar una conferencia ante la prensa internacional. Fue en español, pese a los insistentes pedidos de periodistas británicos para que hablara en inglés.
–¿Este episodio tiene alguna sustancia o es un intento de Buenos Aires para captar votos, y también de Londres? –preguntó uno de ellos.
–No fue la Presidenta argentina la que se acercó a Cameron, porque ésta es una reunión para hablar sobre la crisis europea. El que se acercó para hablar de un tema que no es de la agenda del G-20 fue el primer ministro. El momento para hablar de Malvinas fue la semana pasada, cuando las Naciones Unidas convocaron al Reino Unido y a la Argentina a dialogar en el comité de descolonización, y una vez más Gran Bretaña se negó a un pedido de la ONU –respondió el canciller..
–Hace treinta años hubo una guerra, la Argentina invadió las Falklans y hubo un triunfador. ¿Cuál es la posición argentina al respecto? –lanzó otro.
–Usted dice que hace treinta años hubo una guerra. Hace 180 años hubo una invasión británica en suelo argentino. El Reino Unido invadió cuatro veces la República Argentina, porque los que son colonialistas y famosos en el mundo por ser colonialistas son el Reino Unido, no la Argentina. La Argentina siempre estuvo en contra del colonialismo y luchó contra el colonialismo, y vencimos.
Cameron anteayer había vuelto a asegurar que la Argentina es colonialista por no aceptar el referéndum de los kelpers, y había anticipado que se lo diría a Cristina Kirchner. “Cameron demuestra un total desconocimiento sobre lo que es el colonialismo. Tantos años de ejercer como potencia colonial se han olvidado que ellos son los responsables de que exista colonialismo”, devolvió ayer Timerman.
El hecho de que Cameron se haya acercado a CFK para hablar del tema Malvinas fue interpretado por el gobierno argentino como una señal de debilidad de su par inglés. Eso significa que Gran Bretaña ya no puede seguir con la estrategia de ignorar la cuestión, como hizo durante largo tiempo. “La presión internacional que estamos logrando es tan fuerte que tienen que salir a decir algo. Ya no pueden hacerse los desentendidos”, evaluaron ante Página/12 fuentes oficiales. “China, Rusia, todos los miembros del Comité de Descolonización respaldan la posición argentina. Estados Unidos se abstiene. Eso es un golpe fuerte para ellos, es como si nosotros tuviéramos que aceptar que Brasil se abstiene”, agregaron.
La Presidenta aprovechó ayer sus audiencias bilaterales con el presidente chino, Hu Jintao, y ruso, Vladimir Putin, para agradecerles su permanente apoyo por el tema Malvinas (ver aparte). “¿Qué clase de miembro de las Naciones Unidas es Gran Bretaña que exige a otros países que respeten las resoluciones de la ONU y ellos se niegan a hacerlo desde 1965?”, se preguntó Timerman cuando habló para la prensa internacional. Tal vez sin quererlo, Cameron terminó generando una plataforma que sirvió al gobierno argentino para amplificar su reclamo y sus argumentos en la pelea por la recuperación de las islas.
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