La Argentina, más lejos de la CIDH
Por Ana Baron
Clarín
Desde que la democracia llegó a nuestro país en 1983, todos los
gobiernos apoyaron y promovieron el trabajo de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos. (CIDH) de la OEA. Es sabido que el
histórico viaje que hizo esta Comisión a la Argentina en 1979, en plena guerra sucia , salvó muchas vidas.
El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, sin embargo, ha comenzado a distanciarse de la CIDH
. En medio de la ofensiva que está liderando Venezuela, Ecuador, y
Bolivia, para recortarle sus poderes y eventualmente crear una nueva
comisión sin la presencia de los Estados Unidos, la Argentina ha dejado
de defender la CIDH como siempre lo había hecho.
Durante el
discurso que pronunció en la Asamblea Anual de la OEA, el canciller
Héctor Timerman se sumó a las voces que piden reformas en esa
organización. Y si bien algunos dicen que los cambios son necesarios
para fortalecer la comisión, cuando se ha dicho lo mismo en el pasado, el objetivo fue debilitarla.
“Cristina Kirchner cedió a las presiones de Rafael Correa y de Dilma Roussef”, dijo a Clarín
un funcionario de la OEA que pidió no ser identificado. “Brasil está
enojado por las críticas que recibió de la CIDH por la represa que está
construyendo en Belo Monte. Y los países del ALBA acusan a la Comisión
de ser un arma del imperialismo.
Correa viajó especialmente
a la asamblea de la OEA para terminar con la autonomía de la Comisión y
las medidas cautelares que son uno de sus instrumentos principales para
frenar abusos, torturas y muertes”, dijo la fuente.
No todos los
defensores de derechos humanos argentinos están de acuerdo con la
posición del gobierno argentino. El periodista “Horacio Verbitsky y la
gente de CELS están haciendo todo lo posible para que Argentina vuelva a su posición tradicional ” dijo a Clarín
una fuente desde Buenos Aires. Sin embargo, la presidenta de las
Abuelas de la Plaza de Mayor, Estela Carlotto, dijo a esta corresponsal
en Washington que ella está a favor de la creación de una “comisión
latinoamericana, sin Estados Unidos”.
“Los ataques que
sufrió la comisión hace 15 años, como los de hoy, tienen que ver con el
autoritarismo, con la vocación de ejercer el poder sin controles,
internos o externos -como dijo en su momento Guillermo O Donnell- en
forma Sultanista” dijo a Clarín Juan Méndez un ex miembro de la
CIDH, actual el relator para la Tortura de la ONU que fue detenido y
torturado durante la dictadura argentina.
En aquel momento viajó
a la Asamblea general de la OEA para vociferar en contra de la CIDH el
entonces presidente de Perú Alberto Fujimori; este año fue Correa, pero
al final la intención es la misma. Según Méndez el caso Brasil es
distinto. “No veo en Rousseff una vocación de autoritarismo. Sí creo que
tuvo una reacción desmedida al dictado de medidas cautelares. Se pueden
discutir si las medidas cautelares de Belo Monte eran correctas. Pero
usar ese incidente para tratar a de debilitar a la comisión es
peligroso. Un gobierno democrático como el de Dilma no debería prestarse
a eso”.
Habrá que ver qué hace al final la Argentina. La
asamblea de la OEA resolvió convocar a una reunión extraordinaria en
seis meses que deberá decidir cual será el futuro de la CIDH.
No hay comentarios:
Publicar un comentario