sábado, 30 de noviembre de 2013

Entrevista a los buitres: quieren una oferta concreta para acordar con el gobierno argentino

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El Grupo de Tareas Estadounidense para Argentina (ATFA, según su sigla en inglés), opinó que el Gobierno no logrará evitar un nuevo default si intenta delegar en los inversores privados la posibilidad de llegar a un acuerdo extrajudicial con los holdouts que ya le ganaron un juicio en dos instancias.
Una de las jefas de ATFA, que representa a los grupos de inversores norteamericanos afectados por el default de la Argentina de 2001, la ex embajadora Nancy Soderberg, dijo en diálogo con LA NACION desde Washington que el nuevo canje de deuda no tiene muchas perspectivas de éxito. Y negó que el país esté mostrando una mayor voluntad de pago; por el contrario, consideró que sigue intentando eludir los fallos judiciales en ese país.
-¿No cree que la Argentina demostró nuevamente voluntad de pago al suspender la ley cerrojo y decidir, una vez más, reabrir el canje a los holdouts ?
-No, no vemos ninguna voluntad; la Argentina repetidamente se negó a respetar el proceso judicial en Estados Unidos. De hecho, en el anuncio de reapertura del canje incluyó una pretensión de huida de los tribunales de Nueva York.
-¿Cree que los inversores participarán de este nuevo canje?
-No podemos hablar por los inversores, pero me preguntaría por qué cualquier inversor cambiaría su bono con ley de Nueva York por otro con ley de Buenos Aires.
-Algunos abogados especialistas en deuda creen que los bonistas pueden ganar muchos casos en la justicia de Estados Unidos, pero no podrán cobrar porque la Argentina no tiene activos embargables en el exterior. ¿Está de acuerdo con esta idea?
-Es en el mejor interés de la Argentina acordar con sus acreedores. El país, sus provincias y sus empresas ahorrarían miles de millones de dólares si se lograra. Por esta razón, creemos que, en última instancia, habrá un acuerdo. Pero este requiere que la Argentina se siente y negocie con sus acreedores, algo que se negó hasta ahora a hacer.
-¿Apoyan la negociación iniciada entre un grupo de bonistas que entraron al canje, agrupados en el Exchange bondholder group, y los holdouts , para evitar un default argentino si la Corte Suprema rechaza tomar el caso del pari passu?
-La Argentina debe ser la que tome la responsabilidad por sus deudas. Debe venir a la mesa y negociar. Es un requisito para lograr cualquier acuerdo exitoso.
-¿Cree que los holdouts y los bonistas que entraron a los canjes deben compartir pérdidas para llegar a un acuerdo?
-Le corresponde a la Argentina negociar. Los bonistas que entraron a los canjes no son los responsables de esta deuda, ni tienen la capacidad para cerrar un acuerdo por sí solos. La noción integral de un acuerdo entre privados no está basada en la realidad. Solo la Argentina puede llegar a un acuerdo.
-¿No cree que fondos como Gramercy y Fintech tienen una actitud mejor que NML y Elliot para encontrar una solución?
Esa es una cuestión subjetiva e inmaterial. NML y Dart tienen derechos en los términos acordados bajo los contratos en los que la Argentina brindó cuando emitió sus bonos. La "actitud" no es un factor relevante en cuestiones legales.
-El Gobierno está tomando conciencia de su restricción para financiarse sólo con sus reservas. ¿Cree que puede financiarse nuevamente en el mercado de capitales a una tasa de interés baja?
-Sí, absolutamente; pero sólo si primero arregla con sus acreedores. Solamente después de ese paso tendrá acceso a ese financiamiento.
-Le enviaron cartas a la embajaora ante Washington, Cecilia Nahon, para que el Gobierno negocie. ¿Obtuvieron respuesta?
-La embajadora Nahon se rehusó a encontrarse con nosotros, o con los acreedores. Nosotros le daríamos la bienvenida a la posibilidad de reunirnos con ella.
Soderberg, quien cumplió altos cargos diplomáticos en la administración Clinton, maneja ATFA con otro ex funcionario de esa gestión demócrata, Robert Shapiro. Sin embargo, también tienen un amplio apoyo en el Partido Republicano y el gobierno de Obama admite que ha sido clave para que el Congreso de EE.UU. promueva sanciones financieras y comerciales en contra de la Argentina en estos años

viernes, 29 de noviembre de 2013

‘Bye bye Monroe, hello Troilo’

‘Bye bye Monroe, hello Troilo’

Pese a lo que digan muchos, Estados Unidos no se ha “retirado” de Latinoamérica. Su presencia es relevante en cuestiones económicas, políticas, asistenciales y militares. Y los países de la zona no deben confundirse.





Recientemente, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, proclamó lo que en los hechos ya resultaba evidente a mediados de la década pasada: el ocaso de la doctrina Monroe.Un conjunto de factores estructurales de diversa índole, de tendencias globales y regionales y de transformaciones de envergadura en muchos países del continente —incluido, por supuesto, EE UU— fueron confirmando los límites y los costes de la diplomacia coercitiva, de la capacidad de Washington de intervenir unilateralmente en los asuntos internos de América Latina y de lograr, sin consultar a nadie, la satisfacción de sus principales objetivos en el área.
Quizás de modo un tanto ingenuo, algunos observadores en la región detectaron en las palabras de Kerry una nueva vocación de aislacionismo de Estados Unidos respecto a Latinoamérica. Con escasa base empírica, hubo otros que percibieron que el gesto de Kerry era la constatación de que Estados Unidos ya se había “ido” de América Latina. La consecuencia natural de esas dos lecturas fue enseguida una sola: bye bye Monroe, adiós Estados Unidos.
Probablemente resulte más preciso reconocer que el fin de la doctrina Monroe no implica el “retiro” o el “olvido” de Estados Unidos con relación a América Latina. Es posible que resulte útil comenzar a hablar de la doctrina Troilo como una suerte de sustituto simbólico a propósito de las relaciones interamericanas. Aníbal Troilo no fue un político latinoamericano, sino uno de los más grandes bandoneonistas argentinos. Nocturno a mi barrio fue una composición suya especial: no solo la escribió en 1968, sino que fue la única que interpretó en 1972. Su letra viene al caso. En aquel soberbio tango, Troilo decía: “Alguien dijo una vez que yo me fui de mi barrio. ¿Cuándo? ¿Pero cuándo? Si siempre estoy llegando”. La letra tanguera se puede usar para discernir cómo, a pesar de las apariencias y de algunos diagnósticos altisonantes que han ido surgiendo en la propia América Latina, los datos concretos más recientes muestran que Estados Unidos nunca se “fue” de la región: hello Troilo.
Según un estudio, en 2012 la inversión fue cinco veces mayor que en los cinco años anteriores
Por ejemplo, es cierto que el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se desvaneció en 2005 en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata. Pero Estados Unidos ya suscribió y ratificó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con México y Canadá, el Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y República Dominicana y los tratados de comercio bilaterales con Chile, Colombia, Perú y Panamá. Mientras Mercosur no ha definido una mirada medianamente consistente hacia el Atlántico ni tiene una perspectiva consensuada con relación al otro océano que baña las costas de América Latina, la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, Perú y México) se suma, por interés propio, a la denominada pivot strategy mediante la cual Estados Unidos busca afirmar su proyección de poder en Asia, acompañada por aliados regionales, y rodear a Beijing para limitar la influencia china en la cuenca del Pacífico. Paralelamente, Estados Unidos continúa siendo, a pesar del avance de China en América Latina, el principal inversor en México y la cuenca del Caribe según el último informe de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en la materia. Además de acuerdo a la misma fuente, y a pesar de la persistente crisis económica interna, “en 2012 las empresas transnacionales de Estados Unidos fueron responsables del 24%” de la inversión extranjera directa en América Latina; “un porcentaje mayor que el de los cinco años anteriores”.
En cuanto a políticas contra el narcotráfico, y al margen de que se cuestione en la región la llamada “guerra contra las drogas”, Washington ha llevado a cabo el Plan Colombia, la Iniciativa Andina, el Plan Mérida, la Iniciativa de Seguridad de la Cuenca del Caribe y la Iniciativa de Seguridad Regional para Centroamérica. La creación en 2009 del Consejo Sudamericano de Defensa fue trascendental, pero se produjo después de que Estados Unidos volviera a restablecer en 2008 la IV Flota que había sido disuelta en 1950 y que ahora tiene como misión principal combatir el crimen organizado transnacional. Es cierto que en diciembre de 2000 se cerró la infausta Escuela de las Américas, donde se adiestraron tantos dictadores de la región, pero el total de latinoamericanos entrenados en Estados Unidos entre 1999 y 2011 fue, según el sitio web Just the Facts (www.justf.org) de 195.807 —superior a algunas de las décadas de mayor contacto intramilitar en el continente—. A ello hay que sumar la consolidación de bases en Centroamérica y el Caribe y la ampliación de facilidades militares, como el despliegue de radares y el aumento de operaciones contra las drogas, en esa zona próxima que Washington considera su “tercera frontera”.
Por más diversificación de la asistencia que han buscado los Estados latinoamericanos, la ayuda total a la región de Estados Unidos sigue destacándose sobre el resto de países: 17.317 millones de dólares para el periodo 2009-2014. La asistencia militar y policial de Estados Unidos a América Latina, 6.821 millones de dólares entre 2009-2014, supera la cantidad brindada por cualquier otra nación extrarregional. Si bien la región apuntó a tener fuentes distintas en cuanto a la provisión de armamentos, el total de ventas de armas de EE UU a Latinoamérica fue de 11.191 millones de dólares entre 2006 y 2011. Aunque Estados Unidos se replegó de Ecuador al finiquitarse su uso de la base de Manta y no logró que fuese constitucional el acuerdo con Colombia para usar siete bases militares de ese país, Washington logró sellar dos compromisos con Brasilia —el acuerdo de cooperación en defensa de abril de 2010 y el acuerdo de seguridad en información militar de noviembre de ese mismo año— e iniciar la readecuación de un acuerdo de cooperación en defensa con Perú de 1952. Corresponde aclarar asimismo que según el Stockholm International Peace Research Institute, EE UU es el segundo proveedor de armamentos de Brasil después de Francia y antes de Alemania y Suecia.
En todo momento del año hay hasta 4.000 efectivos militares desplegados a lo largo y ancho de la región
En buena parte de la opinión pública y política persiste la idea de que la cuestión de los drones (vehículos aéreos no tripulados) y de las fuerzas de operaciones especiales se manifiesta fuera de la región; en especial, en Asia Central, Próximo Oriente y el norte de África. Sin embargo, los drones operan en los límites entre Estados Unidos y México y ya hay ensayos con dichos vehículos para interceptar cargamentos de drogas en el Caribe, al mismo tiempo que, según una nota del The Washington Post de julio de este año, los militares estadounidenses han empleado drones, los llamados ScanEagles, en Colombia. Por su parte, las Special Operations Command South, en el marco del Comando Sur con sede en Miami, vienen desarrollando ejercicios con varias fuerzas armadas de la región y el Air Force Special Operations Command ha estado activo en América Central desde 2009. Cabe destacar que en el último año ha surgido un interés de las firmas constructoras de drones en Estados Unidos para desplazar a Israel como principal proveedor de los mismos, mientras que el almirante William McRaven, al frente del Special Operations Command, indicó en 2012 la voluntad del Pentágono de expandir el rol de las fuerzas de operaciones especiales en América Latina, a pesar de no ser esta un área desde donde se ponga en jaque la seguridad nacional de Estados Unidos. Las afirmaciones de McRaven coinciden con lo expresado a principios de este año por el general Sean Mulholland del US Special Command South. Hay que añadir que, según una nota de comienzo de 2013 de Associated Press, en todo momento del año hay hasta 4.000 efectivos militares de Estados Unidos desplegados a lo largo y ancho de América Latina.
En síntesis, Estados Unidos no ha sido pasivo ni irrelevante en materia de relaciones interamericanas, ya sea en lo económico, en lo político, en lo asistencial y en lo militar. Nunca se “fue” de la región: está ahí. La doctrina Monroe perdió vigencia, pero eso no significa que Estados Unidos se haya retirado de América Latina. En realidad, Washington siempre está “llegando” a la región: bye bye Monroe, hello Troilo.
El gran desafío para la región es saber cómo manejar esas relaciones y cómo avanzar en la autonomía internacional de América Latina, salvaguardando los intereses nacionales de cada país. La región se equivoca si confunde el reconocimiento de parte de Estados Unidos de nuevas realidades mundiales y continentales con inactividad por parte de Washington respecto a la región. El error podría ser mayúsculo si no se entiende que es imperativo para Latinoamérica desagregar temas y discernir coyunturas en sus relaciones con Estados Unidos: al final del día ese país es, simultáneamente, proveedor de orden y desorden en el continente.

Juan Gabriel Tokatlian es director del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de UTDT.

jueves, 28 de noviembre de 2013

La estadounidense Monsanto tiene una patota aliada en Argentina


"REPRESION TERCERIZADA"

Una patota atacó la protesta contra Monsanto en Malvinas

Página/12
Manifestantes que acampan desde hace dos meses frente al predio donde se construye la planta de la productora transnacional de semillas fueron agredidos por un grupo de personas que llegó en un camión. Desde la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida acusaron a "una patota de la UOCRA" y denunciaron que prendieron fuego el campamento que habían montado en el lugar. Al menos 20 personas resultaron heridas. La semana pasada Sofía Gatica, referente de la protesta, recibió amenazas de muerte.

Según denunciaron a distintos medios cordobeses los manifestantes, esta mañana llegó una "patota" de al menos unos 60 desconocidos y atacaron con palos y piedras a los manifestantes en uno de los puestos que bloquea el predio de la localidad de Malvinas, a unos 12 kilómetros de la ciudad de Córdoba. Hubo heridos y graves destrozos.
El ataque se produjo un día después de que el intendente de Río Cuarto, Juan Jure, rechazara por decreto el pedido de Monsanto para instalar un centro de investigación y mejoramiento de soja e híbridos de maíz en esa ciudad.
Esther Quispe, de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, dijo que se trataba de "unos 60 tipos que llegaron en varios camiones, atacaron a pedradas y palos a jóvenes, mujeres y hombres, y provocaron incendios y unos 20 heridos". "Hemos sufrido una agresión por parte de agentes que dicen ser delegados de la UOCRA, intentamos sacarles fotos pero se niegan. La gente de Malvinas no hace esas cosas", indicó Quispe.
La dirigente cuestionó también la actitud de la Policía que, dijo, "mira sin hacer nada". "Nos están sacando las carpas y no nos dejan pasar, hay gente sangrando", advirtió. "Convocamos a todos los vecinos de Córdoba, les pedimos que se acerquen porque es muy grave que esto vuelva a suceder, la sociedad también es víctima del sistema en el que vivimos", dijeron los manifestantes.
Por su parte Ariel Gutierrez, delegado de la UOCRA en Monsanto, negó los hechos denunciados y dijo que "somos trabajadores y queremos que nos garanticen la fuente laboral". Afirmó también que los disturbios comenzaron cuando dos cuadrillas "intentaban ingresar al predio para desarrollar sus tareas".

miércoles, 27 de noviembre de 2013

"Historia y política: un vínculo necesario". Panel sobre la relación entre EEUU y América Latina (Borón, Calloni, Morgenfeld)



Viernes 29/11, 19.30 hs (Hipólito Yrigoyen 1584), vamos a estar en el cierre de las Jornadas de la Carrera de Historia de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo, con Atilio Borón y Stella Calloni, hablando de la relación entre Estados Unidos y América Latina. 


John Kerry, el gran maquillista del “imperio benévolo”




Las palabras del Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ante la OEA cuando dijo que "La era de la Doctrina Monroe ha terminado” quedarán registradas para la historia como la mayor mentira cometida de todas las administraciones estadounidenses. El actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, merece otro premio Nobel o Guinness por la farsa. Hoy, los estrategas del Pentágono pretenden hacer creer a los gobiernos y pueblos del mundo, que el imperio estadounidense ha cambiado y se ha vuelto “benévolo” y “respetuoso” de las soberanías de los pueblos del mundo, y particularmente de la región que históricamente pretendió dominar.
¿A quienes pretenden engañar EE.UU. cuando miente públicamente sobre sus intensiones de “renovada” diplomacia para América Latina? Un animal carroñero no puede cambiar su dieta compuesta de carne putrefacta porque moriría; esa es su naturaleza. Así como es la del imperialismo de mentir, robar y destruir para dominar.
Meses atrás, el mismo Kerry en un discurso ante el Congreso de EE.UU se había referido a América Latina como "nuestro patio trasero" [1]. Hoy intenta recoger y maquillar bien sus palabras durante su más reciente discurso ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington cuando dijo "La era de la Doctrina Monroe ha terminado”, y agregó más adelante "La relación que buscamos, y para cuyo impulso que hemos trabajado duro, no se trata de una declaración de Estados Unidos acerca de cómo y cuándo va a intervenir en los asuntos de otros estados americanos. Se trata de que los países se perciban unos a otros como iguales, de compartir responsabilidades, de cooperar en cuestiones de seguridad y de adherirse no a la Doctrina, sino a las decisiones que tomamos como socios para promover los valores y los intereses que compartimos".
Quienes conocen bien al imperialismo estadounidense están vacunados contra sus mentiras y la demagogia común de todos los inquilinos que han pasado por la Casa Blanca.
La administración Obama sólo se ha diferenciado de las anteriores, por su empeño en rescatar la falsa “diplomacia imperial” que antes había sido rota y tirada a la basura por la arrogancia de los halcones imperiales y en especial por la administración de George W. Bush.
Hoy los halcones imperiales han comprendido que EE.UU. no puede seguir actuando, por sí solo, como gendarme del sistema-mundo. La crisis financiera-económica-social-política que presenta EE.UU. ha puesto límites a la prepotencia supremacista que desde siempre ha inspirado a los ideólogos imperiales. Por otro lado, los gobiernos de la Unión Europea, Rusia y China no estaban ya dispuestos a seguir soportando la prepotencia de Bush. Así que los estrategas imperiales buscaron un nuevo rostro que simulara un cambio, y lo lograron momentáneamente con la figura de Barack Hussein Obama: un hombre negro, con capacidad de organizar un “buen” discurso diplomático y demagógico para contentar a los aliados europeos. Obama logró negociar con Europa la repartición del botín libio, fundamentalmente con Francia, y alcanzó a comprometer a Europa en los gastos militares de las nuevas campañas bélicas emprendidas en África y a mantener las fuerzas aliadas dentro del insoportable pantano que se ha vuelto la invasión a Afganistán.
En el fondo, la nueva diplomacia maquillada por Kerry en la OEA manifiesta la aceptación, a disgusto, de la realidad que sumerge a EE.UU. El discurso, además de reconocer la crisis estructural del capitalismo en EE.UU., también es de resignación ante la realidad mundial que distingue los nuevos bloques políticos y económicos mundiales que imponen límites y exigen respeto. Los países que conforman al Consejo de Cooperación de Shanghái, Eurasia, los BRICS y el MERCOSUR son la real pesadilla para EE.UU.
La nefasta Doctrina Monroe, que fue elaborada por John Quincy Adams, y más tarde atribuida a James Monroe en 1823, promovía los viejos sueños coloniales de los estrategas imperiales de dominio completo del nuevo continente bajo el lema “América para los americanos (del norte)”. Era un intento de anexionarse, paulatinamente, todos los territorios que habían obtenido su independencia de los antiguos imperios europeos (fundamentalmente de España y Portugal), además, esta vieja doctrina se enarbolaba con el propósito de distanciar, aún más, a Europa de sus pretensiones sobre América Latina.
Pero esta doctrina nunca alcanzó sus objetivos planteados en aquellos primeros años. En el siglo XX, la revolución cubana marcó su declive. Si bien, la mayoría de los países de América Latina pasaron a ser neo-colonias de EE.UU. (países mono productores y muy dependientes económicamente de los capitales del norte), los Estados Nacionales creados luego de los procesos independentistas se mantuvieron intactos, con cierto grado de soberanías, lo que permitió a muchos de estos países maniobrar en la cuerda floja sobre el barranco de la entrega completa. La era del neoliberalismo apenas alcanzó a dar algunos pasos en sus propósitos, pero su proyecto del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA) fue enterrado por la nueva oleada de mandatarios revolucionarios y progresistas en 2005, Mar de Plata, Argentina.
China como la gran amenaza
El discurso de Kerry puede interpretarse, también, como un discurso de desesperación. Estados Unidos ve cada día perder su “patio trasero” frente a su mayor rival económico: China.
Interesantes estudiosos hechos por la CEPAL y por numerosos expertos indican que gradualmente América Latina pierde interés en EE.UU. y se acerca a China.
Un interesante análisis realizado por el comentarista político Vladislav Gulévich y publicado por el sitio fondsk.ru revela lo que realmente preocupa a los estrategas imperiales. Dice Gulévich:
"En general, la cooperación económica con los países latinoamericanos fortalece la seguridad alimenticia y energética de China, ofrece grandes mercados para los productos chinos, y en el futuro puede reconfigurar el espacio geopolítico en el 'patio trasero' de EE.UU. a su favor". Más adelante agrega: "En Washington, al parecer, bajo estas condiciones, sin correr el riesgo de contrarrestar duramente la penetración de China en América Latina, están tratando de hacer todo lo posible para limitar el impacto de China y para restringirlo solo a la esfera de la economía, sin permitir que se extienda a la esfera política. Sin embargo, es poco probable que a largo plazo China se limite estrictamente a las relaciones comerciales con América Latina", explica el experto, citando como ejemplo un acuerdo de concesión de préstamos entre Bolivia y China de 2011 en virtud del cual, además de 300 millones de dólares, el gigante asiático suministra varios vehículos para el Ejército boliviano y cooperación técnico-militar. Según Gulévich, Pekín va a continuar con esta política” [2].
Los estrategas imperiales observan impávidos, pero furiosos, a su “patio trasero” escapar de sus manos sin poder hacer mucho para evitarlo. América Latina busca en el gigante asiático lo que EE.UU. y Europa nunca han ofrecido, ni podrán ofrecer. China invierte en capital productivo, sede tecnología y no interviene en los asuntos internos de los países donde circulan sus capitales. Esto demanda a EE.UU. en bajar un poco el tono a su desafiante discurso. Los voceros estadounidenses se han topado con los límites que hoy le impone la realidad de la región, pero no se quedarán de brazos cruzados.
Así lo hizo entender John Kerry en su discurso ante la OEA. Kerry no dejó pasar la oportunidad para mostrar el puñal de la amenaza. Pese a insistir en el “fin” de la política intervencionista en América Latina, el vocero imperial dejó claro que ello no implica dejar de seguir manifestando "inquietudes" en casos de desviaciones de las vías democráticas. Dijo: "reciente debilitamiento de las instituciones democráticas" en Venezuela o la necesidad de reformas políticas "más amplias" en la todavía "autoritaria" Cuba”. Una semana más tarde volvió, esta vez, la vocera del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki, a retomar las riendas del discurso agresivo contra Venezuela cuando dijo, en referencia a la Ley Habilitante aprobada en Venezuela, que “el Gobierno estadounidense ve importante, para las instituciones democráticas servir a sus roles designados y apropiados. Y creemos que la separación de poderes es elemento esencial de la democracia" [3]. ¿No es, acaso, un doble discurso?
América Latina está escapando de las manos de EE.UU. Esta realidad comienza a ser digerida, a duras penas, por los voceros imperiales. El ex consejero de Seguridad Nacional de EE.UU. Zbigniew Brzezinski culpa al "activismo populista" que amenaza con desviar la transición hacia un nuevo orden mundial, dice: “el aumento en el activismo populista en todo el mundo está demostrando ser perjudicial para la dominación externa como la que prevalecía en la época del colonialismo y el imperialismo” [4].
Muchos creyeron que el siglo XXI también sería de la hegemonía de EE.UU. como lo fue el siglo pasado. Nada será igual que antes. El estratega Brzezinski admite que esta es ya una “ilusión”, la dominación estadounidense ya no es posible debido a un acelerado cambio social provocado por "las comunicaciones de masas como la radio, la televisión e Internet, que han estimulado "un despertar universal de la conciencia política masiva", pero Brzezinski olvidó admitir que la crisis estructural del capitalismo ha creado en todo el mundo condiciones objetivas y subjetivas que, más temprano que tarde, terminarán por provocar una revolución a escala mundial.

Fuentes:
[1] http://www.telesurtv.net/articulos/2013/04/18/john-kerry-considera-a-latinoamerica-el-patio-trasero-de-estados-unidos-1243.html
[2] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/111766-kerry-fin-doctrina-monroe
[3] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/112058-venezuela-denunciar-intromision-eeuu-asuntos-internos
[4] http://actualidad.rt.com/actualidad/view/111579-brzezinski-resistencia-populista-orden-mundial

lunes, 25 de noviembre de 2013

Ley de Derribo de aviones: sirve para combatir el narcotráfico o para aumentar la injerencia de la CIA y el Pentágono?



OPINION > FRENTE A LA LEY DE DERRIBO, UNA DOCTRINA ARGENTINA DE DEFENSA NACIONAL

Defensa Nacional

Por Sonia Winer *(Página/12)
Aprovechamos el debate que se viene dando en torno de la ley de derribo para destacar su inconstitucionalidad y mostrar cómo dicha propuesta resultaría contraria a la coherencia que han tenido las políticas impulsadas en nuestro país durante la última década, signadas por el respeto al principio de inocencia y debido proceso, tanto en el plano nacional como en el internacional. Las declaraciones del ministro Agustín Rossi, quien señalara que la ley de derribo “subvierte el Código Penal y se constituye en pena de muerte sin juicio previo”, vienen a reafirmar políticas que, devenidas en experiencia práctica, brindan hoy una riqueza de elementos más que suficientes para la elaboración conceptual de una Doctrina Argentina de Defensa que debiera direccionar las medidas a tomar en la materia evitándonos a todos ahondar en discusiones irresponsables como la que se pretende instalar en torno del papel que presuntamente podría jugar la Fuerza Aérea para lidiar con el problema del narcotráfico. Respecto del carácter inconstitucional de la ley de derribo, basta mencionar que tras la reglamentación de la Ley de Defensa Nacional, por medio del decreto 727 firmado por Néstor Kirchner en 2006, se circunscribió de modo definitivo la utilización del instrumento militar sólo “ante agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otro/s Estado/s”. Normativa ampliamente consensuada por diversos sectores políticos tras la recuperación de la democracia y que buscó articular una delimitación clara de roles entre Defensa y Seguridad no sólo para coartar el poder castrense, sino también para erradicar la Doctrina de la Seguridad Nacional y los fundamentos que habían habilitado el intervencionismo militar en asuntos de política interna en otras épocas o aquellos que, alineados con Estados Unidos, aspiraban a reinvolucrar a nuestras fuerzas en tareas policiales escudados en la supuesta modificación de la representación estratégica de la amenaza en la post Guerra Fría.
Como señaló Nilda Garré (Página/12, 18/11/13), nuestro país ha sido firmante del Convenio sobre Aviación Civil Internacional de 1944 que regula todo lo vinculado con la actividad aeroespacial, así como también de su ampliación tras el Protocolo de Montreal de 1984 (donde Argentina se destacó por su actuación resultando signataria del mismo junto con más de cien países), el cual incorpora el artículo 3 bis, donde plantea que “todo Estado debe abstenerse de recurrir al uso de las armas en contra de las aeronaves civiles en vuelo y, en caso de interceptación, no debe ponerse en peligro la vida de los ocupantes de las aeronaves ni la seguridad de éstas”.
Protocolo que surgió tras numerosos hechos trágicos y sucesivos derribos de aviones no militares, como el de una avioneta de Misioneros en Perú en 2001 que terminó con la vida de una madre y su beba de tan sólo 7 meses.
Un dato a tener en cuenta es que las voces que se manifiestan en favor de la ley de derribo no parecen interesadas en que dicha normativa violaría los artículos 5, 6 y 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos o que incumpliría el 6 y el 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos –ambos de jerarquía constitucional, artículo 75 inciso 22 de nuestra Carta Magna–, pues pretenden abonar la idea para nada inocente de que el combate contra el narcotráfico precisa de la violación de la legislación vigente y dar por tierra con los fundamentos que han regido al derecho en la modernidad. Soterradamente, lo que aparece es la intención de ir instalando en la opinión pública una concepción que postula el principio de culpabilidad en el marco de lo que Gunther Jacobs ha caracterizado como “derecho penal del enemigo”. Este podría sintetizarse en la frase “toda persona es culpable hasta que demuestre lo contrario” y tiende a avalar la ejecución extrajudicial y la des-ciudadanización, perspectiva que viene siendo difundida por el Comando Sur norteamericano y por agencias europeas y que postula como obstáculo los progresos logrados en materia de derechos humanos en nuestra región.
La reglamentación de la ley 23.544 vino a consolidar, en un momento histórico especial –luego de que le dijéramos no al ALCA en Mar del Plata–, un vector ideológico, ético y moral en el que nos constituimos como referente a nivel mundial gracias a la capacidad de resistencia y de lucha de nuestro pueblo y a la voluntad política de nuestro gobierno. Vector que fundamentó las reformas político-jurídicas formalizadas y se instituyó en garantía de estabilidad democrática y de no retorno a dictaduras, pues la normativa en Defensa se articuló con otras iniciativas orientadas al saneamiento de los organismos militares y a la búsqueda de justicia frente a los crímenes de lesa humanidad cometidos en el pasado. Medidas que además resultaron acompañadas de acciones destinadas a impulsar la ciudadanización del personal castrense junto con su efectiva democratización brindando el marco de coherencia adecuado a una serie de políticas implementadas durante los últimos años que, como ya mencionamos, devinieron condición de posibilidad para inferir una doctrina singular de Defensa atravesada por la perspectiva de derechos humanos.
Y es que la especificidad de esta doctrina radica no sólo en el respeto por la legalidad nacional e internacional asociada al principio de inocencia y al debido proceso, en la conducción civil política efectiva de la Defensa (y su delimitación con la Seguridad interior), sino en la promoción de ésta con perspectiva de derechos (expresada en la creación y readecuación de diversas áreas ministeriales como la Dirección Nacional de Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario dependiente de la Secretaría de Asuntos Militares) y de género, ligada a un proyecto de desarrollo y de paz (en consonancia con las intervenciones gubernamentales sobre el hemisferio y a nivel mundial). (1)
Por ende, la propuesta realizada por José Pampuro (Clarín 11/11/13), Sergio Massa y compañía, la cual no sólo se plantea contraria al derecho vigente, sino también al espíritu que ha signado a las políticas de nuestro país durante la última década, evidencia que ha llegado el momento de asumir la formalización de nuestra propia experiencia práctica, explicitando una Doctrina Argentina de Defensa Nacional que redunde, en definitiva, en beneficio de nuestros intereses y los de toda la humanidad.

* Secretaria de Investigación de la Escuela de Defensa Nacional del Ministerio de Defensa y becaria postdoctoral del Conicet.

(1) Una muestra de ello se vio cuando, debido al fallecimiento de Néstor Kirchner, aparte de Argentina siete países sudamericanos declararon duelo oficial y se produjo una declaración conjunta de los 12 países de la Unasur en donde se lo calificó como un “líder clave” en la integración regional y se decretó por primera vez duelo regional por tres días.


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El mito del derribo de aviones

Por   | Para LA NACION


Existe un dato elocuente e innegable: la Argentina dejó de ser un actor marginal en la geopolítica de las drogas. Hay suficiente evidencia acumulada que indica el creciente lugar del país en el lucrativo negocio transnacional de los narcóticos, así como el avance de una criminalidad organizada que cuenta con el contubernio activo de ciertos policías y políticos. Eso puede prenunciar el encumbramiento de una pax mafiosa en diferentes espacios geográficos; es decir, la eventual consolidación de una nueva clase social criminal, con capacidad hegemónica en su territorio ante el debilitamiento del Estado, la desorientación de las elites dirigentes y el desdén de la sociedad civil.
Frente al tamaño del desafío, una parte de la dirigencia política viene sugiriendo que la solución está en aprobar y aplicar una ley de derribo de aviones civiles . Aunque las voces que están a favor no comulgan ideológicamente con los gobiernos "bolivarianos" de la región, invocan que Venezuela ya tiene legislación en la materia y que Bolivia avanza en una ley de interceptación de aeronaves civiles ilícitas u hostiles. Además, aducen que otros países de América del Sur ya tienen, desde hace años, leyes de derribo. No se toma en consideración la inexistencia de ese tipo de medidas en democracias avanzadas.
Instalado el tema, lo importante es propender por una deliberación razonada sobre el derribo de aviones. Hay varios asuntos por tener en cuenta. En primer lugar, desde el punto de vista del derecho internacional no hay acuerdos o tratados que legitimen aquella práctica, tal como lo indican el Convenio Internacional sobre Aviación Civil de 1944, el Convenio para la Represión de Actos Ilícitos contra la Seguridad de la Aviación Civil de 1971 y el protocolo relativo a una enmienda al Convenio Internacional sobre Aviación Civil de 1984. Distintos incidentes de derribo -entre otros, el de la Unión Soviética a un avión de Korean Airlines, el de Israel a un avión de Libyan Airlines y el de Estados Unidos a un avión de Iranian Airlines- motivaron mayores restricciones al uso de la fuerza contra aeronaves civiles. Aún en el marco actual de la llamada "guerra contra el terrorismo", no existe un instrumento que habilite y le otorgue legalidad internacional al abatimiento de aviones no militares.
En segundo lugar, la experiencia regional en este tema debe ser evaluada con detenimiento. Los primeros países sudamericanos en recurrir a esa táctica en el contexto de la "guerra contra las drogas" fueron Perú y Colombia. Las "victorias" proclamadas, en parte invocando el uso del derribo de aviones, han sido pírricas. Por ejemplo, por algunos años se argumentó el "triunfo" peruano de principios de los años 90. Fue evidente que por un tiempo se redujo el plantío de coca en Perú y se interrumpió el envío de pasta de coca a Colombia, donde usualmente era procesada y convertida en cocaína. Ello derivó en que Colombia aumentara su propia superficie de siembra de hoja de coca y desarrollara toda la cadena productiva -cultivo, procesamiento y tráfico- en su territorio. Los más recientes incrementos de erradicación de coca en Colombia llevaron a que, en los últimos años, el área cultivada de coca y su procesamiento creciera, otra vez, en Perú y Bolivia. Esto es lo que los especialistas llaman "efecto globo": se aprieta mucho al narcotráfico en un país, hay logros transitorios, el negocio aumenta en otro país y tiempo después retorna o se expande en nuevos ámbitos. El fenómeno de la coca no se entiende en el mundo andino si no se comprende la lógica del "efecto globo".
En tercer lugar, al tratar el tema del derribo de aviones escasamente se analiza el comportamiento de los barones de las drogas y sus organizaciones. Usualmente, suceden dos cosas: adaptan el transporte de las drogas y optan, temporalmente, por vías fluviales o terrestres y elevan su disposición a corromper e infiltrar a los cuerpos de seguridad. El crimen organizado es más flexible, innovador y sofisticado de lo que las autoridades suelen reconocer. Apuntar a un medio -una avioneta- en vez de a los protagonistas -los capos del narcotráfico- es una táctica casi pueril.
En cuarto lugar, derribar aviones no implica que no haya errores funestos. Algunos pueden ser, incluso inducidos por el propio narcotráfico: por ejemplo, saturar con desinformación para que el Estado termine abatiendo aviones que transportan personas y no mercancías ilegales. En otros casos, los pésimos protocolos de derribo llevan a tumbar aviones equivocados.
En quinto lugar, es importante examinar las políticas de derribo de aviones civiles de pares cercanos y de países que no tienen cultivo de sustancias ilegales, tales como coca o amapola. Es relevante destacar que esa táctica en nada ha cambiado la situación de consumo, violencia y tráfico en naciones como Brasil. Si el núcleo más crítico del asunto de los narcóticos y el avance del crimen organizado en ese país está en las favelas, el abatimiento de aviones es inútil como mecanismo para enfrentar ambos retos.
En sexto lugar, adoptar la táctica de derribo lleva, más temprano que tarde, a depender de Estados Unidos. La CIA, la DEA, el Comando Sur y el Pentágono pasan a ser actores clave en la política antidrogas de un país, y con ello se va perdiendo la diferencia y separación entre seguridad y defensa.
Finalmente, el derribo de aviones hace parte del arsenal represivo en la lucha contra las drogas; arsenal que ya ha probado ser ineficaz. Un muy reciente estudio muestra que a pesar de los ingentes recursos destinados al control de la oferta de drogas ilícitas, éstas tienen hoy precios más bajos y una pureza superior en comparación a la década de los años 90.
En síntesis, ¿tiene la Argentina un problema serio de drogas? Sí. Entonces, ¿es el derribo de aviones civiles una buena alternativa para ir superando ese problema? No.

domingo, 24 de noviembre de 2013

"Un error que confirma la intervención de EE.UU. en Cuba"

Un error que confirma la intervención de EE.UU. en Cuba

 

Un error que confirma la intervención de EE.UU. en Cuba


www.marcha.org.ar
 
En los últimos días se dio a conocer que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) usó por error una línea desprotegida para enviar documentos a diplomáticos estadounidenses en La Habana. Allí se reveló un plan de seis millones de dólares para desestabilizar al gobierno de la isla.

La USAID, denunciada por varios gobiernos latinoamericanos debido a su injerencia en asuntos internos, cometió un error al enviar documentos desprotegidos a funcionarios de la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana. Allí se informaba sobre el lanzamiento de la iniciativa SOL-OAA-13-000110 el 10 de julio de este año en la que la agencia norteamericana destinaba seis millones de dólares para financiar el entrenamiento de presuntos disidentes. De los documentos también se pudo saber que al menos 20 organizaciones no gubernamentales solicitaron los fondos para llevar adelante esta tarea.
Según el periódico anticastrista El Nuevo Herald, quienes manejaron esos escritos no los clasificaron como “secretos”, aún cuando referían misiones que el gobierno de Obama encomienda a sus agentes “para derribar al régimen comunista”.
El plan incluye propuestas de presupuesto, formas de observar y evaluar el progreso, organigramas y experiencia de otros proyectos desestabilizadores diseñados para Cuba bajo la ley Helms-Burton de 1996 sancionada en EE.UU. para reforzar el bloqueo. Esta ley, en su sección 109, autoriza al gobierno estadounidense a “prestar asistencia y otros tipos de apoyo a personas y organizaciones no gubernamentales independientes en favor de los esfuerzos de democratización de Cuba”. De esta forma legaliza la injerencia en los asuntos internos de un país extranjero violando la legalidad internacional.
¿Qué es la USAID?
La historia de USAID se remonta al Plan Marshall de reconstrucción de Europa impulsado por EE.UU. después de la Segunda Guerra Mundial y al “Punto cuatro” del Programa de ayuda a los países pobres. Depende directamente de la Secretaría de Estado del gobierno norteamericano y brinda formalmente préstamos para el desarrollo, asistencia técnica, fondos para emergencias, etc.
Sin embargo, es conocido el uso que hace el gobierno de Estados Unidos de esta agencia para sus acciones de desestabilización e injerencia en los asuntos internos de otros países. Uno de los casos más famosos es el de Dan Anthony Mitrione, instructor norteamericano en técnicas de tortura, que arribó a Uruguay en la década de 1970 con credencial de la USAID para entrenar a los militares uruguayos. Este hecho fue retratado en la película “Estado de Sitio” del director Costa Gavras.
También se conoce como en 1971 la CIA usó a Antonio Veciana, un agente cubanoamericano de Miami que había ubicado como especialista en finanzas en la USAID de Bolivia, para organizar el intento de asesinato contra el presidente cubano Fidel Castro durante su viaje a Santiago de Chile.
La USAID sigue, hoy en día, actuando de esta forma en América Latina, motivo por el cual el gobierno boliviano decidió expulsarla de su territorio.
Entre gusanos se comen la manzana
A pesar de estos antecedentes la USAID, al menos, debe cumplir con ciertas formalidades por ser una agencia gubernamental. Por estos motivos, durante los últimos años ha habido problemas entre las supuestas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) que fomentan la “democracia” en Cuba y la agencia. Representantes de las ONGs se quejan de la falta de “seguridad” con que se maneja la agencia norteamericana y los pedidos exagerados de información sobre sus actividades.
La organización, con sede en Washington, Freedom House, devolvió voluntariamente una “subvención” de 1,7 millones de dólares destinados a Cuba en 2011 luego de quejas de que la USAID estaba pidiendo “demasiada información” sobre cómo los fondos iba a ser usados, incluidas las identidades y los planes de viaje de los participantes.
“Tomamos muy en serio la necesidad de rendir cuentas por estos programas”, dijo en aquel momento el Daniel Calingaert, el director adjunto de Programas de la Freedom House. Pero las peticiones de información de USAID son “no sólo onerosas. También aumentan el riesgo de lo que hacemos”.
Curioso que una ONG se niegue a informar qué tareas van a realizar a Cuba las personas que envían para “fomentar el desarrollo democrático” en el país.
Los inconvenientes se repitieron ante este caso donde la USAID no tomó las medidas de seguridad necesarias y dejó “al descubierto” a las ONGs que habían pedido formar parte de este plan de 6 millones de dólares para desestabilizar al gobierno cubano.

sábado, 23 de noviembre de 2013

"Estados Unidos entierra la finada Doctrina Monroe"

 

Alainet

El Secretario de Estado de Estados Unidos hizo su estreno en la OEA a lo grande: anunció el entierro de la Doctrina Monroe. Doctrina formulada por los Estados Unidos en el siglo XIX, para encubrir a la infinidad de intervenciones –directas e indirectas– en los países del continente, bajo el pretexto de resolver los conflictos hemisféricos dentro del continente.

El lema “América para los americanos” tenía pocas ambigüedades, dado que los propios norteamericanos intentan monopolizar América para ellos mismos. La supuesta protección del continente de intervenciones de potencias de otros continentes sirvió para reservar la región para la hegemonía norteamericana.

No habría mejor escenario para el discurso de Kerry que la OEA. Porque tanto la Doctrina Monroe, como la propia OEA, ya son cadáveres políticos hace tiempo. La posibilidad de que los Estados Unidos intervengan en países del continente supondría la capacidad de crear las condiciones políticas para hacerlo.

Desde el momento de la formulación de esa doctrina, los Estados Unidos se abrogaron el derecho de imponer sus intereses por la fuerza, invadiendo países, orquestando golpes de Estado, imponiendo su voluntad a la OEA. Hasta que los países del continente resolvieron crear instancias de integración independientes de los Estados Unidos. Son los casos del Mercosur, de la UNASUR, del Banco del Sur, del Consejo Suramericano de Defensa, de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe.

Cuando América Latina decidió asumir sus problemas en el marco de la integración de sus países, la Doctrina Monroe y su heredera, la OEA, fueron enterradas. A pesar de tentativas de golpe en varios de los países que tienen gobiernos progresistas –entre ellos, Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y del éxito obtenido en Honduras y Paraguay -, los Estados Unidos tienen que enfrentarse a mecanismos regionales que tutean para dirimir los conflictos, como es el caso del Consejo Suramericano de Defensa y de una doctrina solidaria que no reconoce a gobiernos nacidos de golpes militares.

Las soluciones pacificas para los conflictos entre Colombia, Ecuador y Venezuela, así como las acciones de solidaridad, que ayudaron el gobierno boliviano a derrotar tentativas separatistas, ya habían demostrado que las soluciones de nuestros conflictos no pasan por la OEA y, menos aún, cualquier tipo de actuación de los Estados Unidos.

El discurso de Kerry llega muy tarde, cuando la propia realidad y los gobiernos latinoamericanos ya enterraron la Doctrina Monroe y la OEA se encuentra completamente superada por los procesos de integración regional.

Emir Sader es académico de la Universidad del Estado de Rio de Janeiro.

Fuente: http://alainet.org/active/69127

(Traducción ALAI)

jueves, 21 de noviembre de 2013

Acuerdo Argentina-Brasil contra el espionaje

La Argentina pacta con Brasil un plan de lucha contra el espionaje

Acechados por el fantasma y las denuncias de espionaje internacional liderado por los Estados Unidos en la región, la Argentina avanzará entre hoy y mañana en la instrumentación de un acuerdo con Brasil para establecer un escudo de defensa cibernética. No sólo esto: también apoyará en las Naciones Unidas una cláusula innovadora que promueve Brasil para encuadrar como una violación de los derechos humanos los casos de incursión en la intimidad de las personas por medio de las nuevas tecnologías.
El acuerdo sobre seguridad cibernética fue impulsado por las presidentas Cristina Kirchner y Dilma Rousseff, pero empezó a tomar forma ayer cuando arribó a Brasilia una delegación del Ministerio de Defensa y de la Cancillería de la Argentina que hoy será completada con la visita del ministro de Defensa, Agustín Rossi.
"Hay una firme intención de poner como tope de la agenda bilateral de la Argentina y Brasil el problema de los ataques cibernéticos de Estados Unidos", comentó ayer a LA NACION un destacado diplomático de Itamaraty.
En la práctica, este acuerdo prevé tareas de capacitación de los efectivos militares y de referentes de inteligencia brasileños a la delegación de la Argentina. La intención de máxima de ambos países es conformar una suerte de oficina de defensa cibernética común. En Brasil ya están más avanzados en esta materia y de hecho buena parte de la administración federal cuenta con nuevos sistemas de encriptación de la información para tratar de impedir el espionaje externo.
El ministro de Defensa Celso Amorim se reunirá este mediodía con Rossi, y expresó días atrás que "debemos estar preparados para rechazar cualquier intento de alcanzar un blanco, de cualquier parte que venga. Y en eso entra la necesidad de tener capacidad de disuasión".
Amorim recibirá a Rossi en Brasilia y luego ambos funcionarios se reunirán con las delegaciones que están trabajando en la capacitación de defensa cibernética y participarán de un plenario de cierre de jornada.
La ambición de Brasil es desarrollar estos acuerdos en el Consejo Sudamericano de Defensa de la Unasur. En todos los casos, Brasil apunta a proteger hacia el futuro los recursos naturales de la región. En los informes públicos que hace el Ministerio de Defensa brasileño deja en claro, al igual que Itamaraty, que la puja internacional de los próximos años estará dada por la defensa de los espacios naturales, como la Amazonia o el Atlántico, centros de recursos naturales de energías no renovables.
Por otra parte, la intención del gobierno de Rousseff es presentar junto con Alemania y el apoyo estratégico de otros países europeos y latinoamericanos, incluida la Argentina, una planteo innovador en el próximo debate de la Asamblea General de la ONU que imponga la moderna cláusula de violación de la intimidad de los ciudadanos como una violación directa de los derechos humanos.
Según comentaron diplomáticos de Brasil, la presidenta Rousseff cree que Estados Unidos hará una fuerte presión para impedir esta cláusula. No por casualidad, en la última reunión del Mercosur en Montevideo Rousseff insistió en cosechar un apoyo del bloque regional contra el espionaje. A la vez, Brasil está convocando para marzo próximo a una conferencia mundial sobre comunicación en Río de Janeiro con el objetivo de sumar socios en su lucha contra el espionaje mundial.
Las denuncias del espía norteamericano Edward Snowden, quien reveló que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos había espiado a Rousseff y otros funcionarios brasileños desataron una dura puja de Brasilia con Washington.

Planteo en la embajada

En la Argentina no hubo denuncias de espionaje contra Washington, pero fuentes calificadas de la Casa Rosada confirmaron a LA NACION que funcionarios de la Cancillería trasladaron a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires su "fuerte preocupación" por el escándalo de escuchas que afectó a países de la región.
No fue una queja formal ni un reclamo. Sólo una preocupación que quiso dejar planteada el Gobierno.
Ante una consulta de LA NACION, fuentes diplomáticas norteamericanas expresaron que "Estados Unidos considera seriamente las preocupaciones de sus aliados y socios". Si bien adelantaron que la embajada no realizará declaraciones públicas sobre presuntas actividades de inteligencia, añadieron: "Ya hemos manifestado claramente que la clase de actividades de inteligencia que Estados Unidos lleva a cabo en el extranjero no difiere de la realizada por el resto de las naciones".
A su vez, los diplomáticos norteamericanos coincidieron en que, "como mencionó el presidente Obama, Estados Unidos está reviendo la manera en que se realizan las actividades de inteligencia, de modo de equilibrar adecuadamente las cuestiones legítimas de seguridad de nuestros ciudadanos y aliados con las cuestiones de privacidad que todos compartimos como individuos".
Sobre las preocupaciones puntuales que planteó la Casa Rosada desde la embajada norteamericana, las fuentes consultadas destacaron que "el gobierno de los Estados Unidos responderá por la vía diplomática a nuestros socios y aliados en las Américas y el resto del mundo".
"Creemos que es importante que este tema no nos distraiga del objetivo más amplio y duradero de lograr una relación aún más productiva con nuestros socios", explicaron finalmente los diplomáticos de Washington

miércoles, 20 de noviembre de 2013

"Desafíos ciudadanos en la integración"

 Pedro Sánchez (ALER), Adalid Contreras, ex secretario de la CAN  y Luis Hernández, periodista de La Jornada
 
Ecos del Encuentro Latinoamericano

Alainet

En la medida en que tengamos incorporada ciudadanías en los procesos de integración estos serán procesos irreversibles, entre tanto son procesos sujetos a los vaivenes de las decisiones gubernamentales”, manifestó Adalid Conteras , exsecretario general de la Comunidad Andina (CAN), en uno de los foros del Encuentro Latinoamericano “Democratizar la palabra en la integración los pueblos”, que se desarrolló en Quito del 4 al 6 de noviembre con la participación de comunicadores y activistas sociales del continente.

El evento se constituyó en una oportunidad para debatir y reflexionar sobre la situación latinoamericana, la marcha de los procesos de integración y los desafíos que se presentan para los movimientos sociales y los/as comunicadores/as.

Una primera idea fuerza que expuso el periodista y escritor mexicano Luis Hernández es que América Latina está inmersa en un proceso de reinvención en la medida que su “destino final de pensarse y actuar como región no está aún definido”. Y es que, como lo manifestó Osvaldo León, director de ALAI, el tema de la integración es un proceso en disputa entre las tendencias que pugnan por mantener y profundizar la dependencia hacia Estados Unidos y aquellas que se inscriben en el camino de la independencia y de la soberanía.

América Latina, en este contexto, está redefiniendo su reinserción en un mundo “complejo y convulso” (de múltiples crisis) en el que Estados Unidos ya no es el único actor como potencia unipolar. En la región están presentes nuevos actores internacionales como la República Popular China como la nueva potencia emergente; la Federación Rusa, que vuelve a poner sus ojos en América Latina luego de que la abandonara como resultado de la crisis de 1989-1990; la Unión Europea que se encuentra inmersa en una fuerte crisis y en proceso de declive; y Canadá, que tiene su peso específico sobre todo por la incursión de sus transnacionales mineras en la región.

A esto hay que sumar el surgimiento de Brasil como la potencia regional que, según Luis Hernández, condiciona muchos de los procesos regionales y las crisis económicas de 2007 y 2009 que provocaron el colapso de los mercados de crédito en Estados Unidos y gran parte del mundo desarrollado.

América Latina se ve abocada a redefinir sus relaciones con los nuevos actores extracontinentales y esto le “da al continente, la posibilidad de múltiples relaciones, de múltiples pertenencias y de entrecruzamiento de pertenencias de los países a los sistemas de integración del continente”, señala Adalid Contreras, quien pone los ejemplos de Chile y Perú, el primero de los cuales ha suscrito alrededor de 38 acuerdos de libre comercio y el segundo, aproximadamente 30.

Contreras señala que cuando analizamos los casos del Perú y de la CAN, se puede señalar que “nuestros sistemas de integración también se están redefiniendo, porque ya no son la única referencia para sus países miembros, son una referencia más que debe reinventar su sentido y su naturaleza”.

Para enfrentar la multipolaridad y la crisis internacional, los países de la región están impulsando políticas nacionales propias y soberanas, que hacen que “el concepto de soberanía esté primando sobre el concepto de integración en las relaciones actuales del continente”, señala Adalid Contreras. Y agrega que, por ello, “no es casual que la composición y estructura de funcionamiento de UNASUR tengan un carácter inter-gubernamental en sus estructuras de decisión”, pues ello obedece al momento histórico de América Latina en el que cada uno de los Estados quiere tener su propia representación. Esto no siempre fue así, ya que, por ejemplo, cuando se creó la Comunidad Andina, a fines de los años sesenta del siglo pasado, ésta tuvo un carácter supranacional, es decir que tomaba decisiones vinculantes que estaban por encima de las decisiones de cada país.

Otro elemento a tener en cuenta, es la fragmentación geográfica de la región en cadenas de valor impuestas por los países desarrollados, que relega a América Latina a la condición de productora de materias primas, con las consecuencias de fragilidad y vulnerabilidad en sus economías ante los cambios de los precios de las materias primas.

Estos procesos, sin embargo,no son fijos y están en movimiento, pudiéndose afirmar que en América Latina hay un sentimiento de pasar de la prioridad de las soberanías a una maximización de la importancia de los procesos de integración, sostiene Contreras, quien asevera que estamos viviendo un cambio de época en el que América Latina está recuperando su dignidad y puede ser un factor importante en el rediseño de un nuevo orden mundial, aportando nuevos paradigmas de desarrollo como el buen vivir o vivir bien,que van más allá de los criterios meramente comerciales. Además hay otros elementos importantes como “nuestra continuidad democrática, la superación paulatina de conflictos intrafronterizos, el desarrollo de gabinetes binacionales y otras formas de integración”, que están haciendo de éste, un continente distinto.

Desafíos

El exsecretario general de la CAN considera que la primera gran tarea es fortalecer la UNASUR, “que es la casa grande de la integración latinoamericana y después la CELAC, no en orden de importancia sino en el orden del tiempo. UNASUR debe ser el espacio donde converjamos todos, donde nos complementemos todos, con un sentido pluralista y con posibilidad de acuerdos en aquello que podamos converger”. Contreras señala que la UNASUR necesita una institucionalidad viable para un regionalismo de nueva generación, una institucionalidad fuerte con algunos niveles de supranacionalidad, pues no hay integración sin que los estados le cedan al menos un pedazo de soberanía, para que las decisiones sean continentales y vinculantes. Es importante superar la toma de decisiones por consenso y adoptar mecanismos de geometrías variables, que permitan que unos avancen en una cosa y en otros en otra, y desarrollar mecanismos de cooperación reforzada o de cooperación sur-sur, especialmente con los países en situación más asimétrica.

Otro desafío es la participación y construcción de ciudadanía suramericana y latinoamericana; actualmente la participación ciudadana en los organismos de integración todavía es débil. En la medida en que se incorporen las ciudadanías en los procesos de integración, estos serán procesos irreversibles y no dependerán de los vaivenes de las decisiones gubernamentales. Y en este aspecto, la UNASUR tiene mucho que rescatar de organismos como la CAN, que creó instancias de participación como un consejo de pueblos indígenas y una mesa de los pueblos afrodescendientes, del Mercosur y de otros, en aspectos como la movilidad humana, los derechos laborales, los derechos de seguridad social, la atención consular, el derecho de residencia.

Cultura de integración

En la región todavía prevalecen los contenidos y las agendas que imponen las trasnacionales mediáticas que durante muchos años han trabajado en la subjetividad de la gente con sus propios métodos y lenguajes, se reflexionó en el Encuentro. La mayoría de noticias es generada por las agencias de los países desarrollados, el 80 % de las imágenes provienen de las grandes trasnacionales.

Para enfrentar a estos “monstruos” hay que construir un tejido de comunicación contrahegemónico y una agenda que incluya los temas y los contenidos que los latinoamericanos necesitamos, que reflejen la idiosincrasia y la cultura de nuestros pueblos.

Hay que construir una cultura de la integración e impulsar una comunicación participativa, afrontando el reto de encontrar los elementos que nos unen en un espíritu latinoamericanista, destacando la importancia de la unidad, de las convergencias, de la compatibilidad de valores, de la interculturalidad, de la identidad y de la necesidad de afrontar los desafíos de los cambios estructurales.

Finalmente se señaló la necesidad de generar propuestas, políticas y estrategias de comunicación para la integración con un sentido claro, no para hacer propaganda de la integración sino para hablar de los sentidos y propósitos de la misma, creando un sistema de comunicación que pase de las incidencias a los logros y a los acuerdos.

Más información sobre el Encuentro en :http://alainet.org/encuentro.php

Fuente: http://alainet.org/active/69079

martes, 19 de noviembre de 2013

EEUU-América Latina: fin de la Doctrina Monroe? Kerry promete en la OEA una relación "entre iguales"

Foto
John Kerry, secretario estadunidense de Estado, pronunció ayer un discurso sobre la política de Washington hacia América Latina, en la sede de la OEA, en Washington.

La relación con AL ha cambiado; se acabó la Doctrina Monroe: Kerry

Al hablar en la sede de la OEA reconoce las preocupaciones entendibles por el espionaje.
En la nueva política de EU hacia la región todos los países se perciben como iguales, sostiene.
 
David Brooks (La Jornada)

El secretario de Estado John Kerry elogió hoy el desarrollo democrático y económico de las Américas como la relación de iguales entre Estados Unidos y los países del hemisferio, mencionó como excepción el caso de Cuba, donde exigió mayores reformas políticas y, de paso, reconoció las preocupaciones entendibles de países latinoamericanos ante las revelaciones del espionaje estadunidense, mientras proclamó el fin de la Doctrina Monroe.
En un discurso sobre la política estadunidense en el hemisferio en la sede de la Organización de Estados Americanos en Washington, copatrocinada por Dialogo Interamericano, subrayó que la era de la Doctrina Monroe se ha acabado, ya que “la relación que buscamos… no se trata de una declaración de Estados Unidos sobre cómo y cuándo intervendrá en los asuntos de otros estados americanos. Se trata de cómo todos nuestros países se perciban como iguales, compartiendo responsabilidades, cooperando sobre asuntos de seguridad, y adhesión no a una doctrina, sino a las decisiones que tomamos como socios para promover los valores y los intereses que compartimos”.
Según su vocera, no fue la primera vez que Kerry ha proclamado la muerte de esa doctrina.
Kerry dijo que la prioridad es la promoción y protección de la democracia, seguridad y paz de los pueblos de las Américas, y que el mayor desafío es cómo usamos a nuestros gobiernos democráticos para entregar desarrollo, superar la pobreza y mejorar la inclusión social en las Américas.
Energía, cambio climático y libre mercado
Kerry hizo énfasis en lo que llamó el mercado más grande de la historia humana, el mercado de energía nueva en las Américas, en el contexto del desafío del cambio climático. Indicó que se trata de un mercado de 6 billones de dólares con 4 mil millones de usuarios. Señaló que las Américas se han vuelto el nuevo centro de nuestro mapa global de energía, al informar que nuestro hemisferio es proveedor de una cuarta parte del petróleo crudo del mundo y casi una cuarta parte de su carbón, y un tercio de la electricidad mundial.
Pero ante el cambio climático, afirmó, se requieren cambios en las políticas energéticas para abrazar el futuro de la energía sobre el de la energía del pasado, advirtió que las consecuencias del cambio climático serán superiores al costo de invertir en abordar ese desafío desde ahora.
A la vez, elogió el desarrollo del libre comercio en el hemisferio y la integración de países como México a las negociaciones sobre el acuerdo comercial transpacífico conocido como el ATP. Afirmó que el gobierno del presidente Barack Obama ha redoblado su compromiso con el Tratado de Libre Comercio (TLC), lo que llamó el paso singular más grande hacia la prosperidad compartida en el hemisferio.
Kerry celebró que el crecimiento económico de América Latina es nutrido por políticas económicas sanas, programas sociales innovadores y mayor comercio e inversión internacional. Indicó que el comercio entre Estados Unidos y América Latina casi se ha triplicado en la ultima década y vinculó esto con que 73 millones de latinoamericanos han salido de la pobreza en ese periodo.
Al subrayar que casi todos los países del hemisferio han superado las dictaduras del pasado (sin mencionar el apoyo estadunidense a muchas de ellas) para consolidar democracias por todas las Américas, Kerry declaró que Cuba permanece como la excepción. Indicó que desde el inicio de la presidencia de Barack Obama se ha buscado un nuevo comienzo con Cuba y recordó que la semana pasada Obama afirmó: tenemos que ser creativos y continuar actualizando nuestras políticas.
Aseveró que ambos gobiernos están, por ahora, encontrando alguna cooperación sobre intereses comunes, y señaló que cada año cientos de miles de estadunidenses visitan la isla y que cientos de millones de dólares fluyen de Estados Unidos a Cuba en comercio y remesas. Estamos comprometidos con este intercambio humano, y en Estados Unidos creemos que nuestros ciudadanos son actualmente nuestros mejores embajadores. Son embajadores de nuestros ideales, nuestros valores y nuestras creencias.
Concluyó que aunque son bienvenidos algunos de los cambios en Cuba que permiten que más cubanos viajen libremente y trabajen para sí mismos, advirtió que estos cambios no nos deben cegar a la realidad autoritaria de la vida de los cubanos ordinarios. En un hemisferio donde los ciudadanos en todas partes tienen el derecho de escoger a sus líderes, los cubanos de manera única no lo hacen. Finalizó con la insistencia, a nombre del hemisferio y la OEA y su Carta Democrática, de una reforma política más amplia en Cuba.
No mencionó que, sin excepción, todos los países del hemisferio votaron para repudiar el bloqueo estadunidense contra Cuba –el eje de la política de Washington hacia La Habana– en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas el mes pasado.
Un par de problemas
Kerry hizo brevísimas referencias a los problemas diplomáticos más visibles en las relaciones entre Washington y América Latina. Abordó el escándalo detonado por las revelaciones del espionaje masivo –incluido el de mandatarios en México y Brasil– que brotaron de la filtración de documentos secretos de la Agencia de Seguridad Nacional por Edward Snowden al recordar que el verano pasado viajó a Brasil, donde dijo que se topó con manifestantes que denunciaban políticas estadunidenses (al parecer, no precisó). Kerry afirmó que el momento fue actualmente la imagen de una democracia saludable. Seguido hizo su única referencia a lo que ha sido uno de los problemas diplomáticos más severos en las Américas durante su estancia al frente del Departamento de Estado: “Y hoy son nuestros valores democráticos compartidos que nos han permitido aguantar desafíos como las preocupaciones entendibles alrededor de las revelaciones de vigilancia…”
Y fue en este contexto sobre las fundaciones democráticas que abordó, con una sola frase, otro tema conflictivo para Washington: expresamos nuestra preocupación cuando instituciones democráticas son debilitadas, como hemos visto recientemente en Venezuela.
Y sin mencionar cuál fue el papel de su gobierno en lo que muchos consideran un golpe de Estado en Honduras, Kerry indicó el apoyo de su gobierno a la misión electoral de la OEA en Honduras en estos días para que todos aseguren que esta elección sea transparente, inclusiva, pacífica e imparcial y que el proceso sea uno en que el pueblo hondureño pueda confiar para expresar su voluntad, al aludir a los comicios presidenciales del próximo domingo.

Fondos buitre: Nueva y esperable resolución adversa de la justicia de EEUU. Ahora queda la instancia de la Corte Suprema

  Fondos buitre: el pleno de la Corte de Nueva York no revisará el fallo adverso a la Argentina

Fondos buitre: el pleno de la Corte de Nueva York no revisará el fallo adverso a la Argentina

El Cronista
El Gobierno había solicitado que la sentencia dictada por tres jueces, que obliga al país a pagar u$s 1.300 millones a los holdouts, sea juzgada por los 13 integrantes del tribunal. Ahora, la defensa argentina podría apelar la decisión en un plazo de 90 días.

La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York rechazó hoy un pedido de la Argentina, para que el fallo adverso que obliga al país a pagar 1.300 millones de dólares a los holdouts sea revisado por el plenario de ese tribunal, según informó la agencia Reuters.
La Argentina había solicitado que la sentencia dictada por tres jueces sea juzgada por los 13 integrantes del tribunal, en lo que se denomina revisión ‘en banc‘.
En consecuencia, ahora el próximo paso para la defensa de la Argentina es apelar a la Corte Suprema de los Estados Unidos, para lo que cuenta con 90 días hábiles.
Esta resulta ser la segunda parte de la causa que los holdouts mantienen con la Argentina en tribunales de los Estados Unidos. La primera etapa se concentró en la discusión si la Argentina había violado la cláusula de igual tratamiento de acreedores, litigio en que los acreedores obtuvieron fallos favorables en primera instancia y en las apelaciones.
En consecuencia, ese segmento judicial ya llegó a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que no se pronunció y lo dejó abierto.
En su momento, una de las especulaciones fue que el máximo tribunal de los Estados Unidos eligió mantener stand by el caso de la Argentina hasta tanto llegara a su estrado la segunda porción del juicio.
En esta etapa se define el monto y la forma en que la Argentina debe pagarle a los acreedores.
Tanto el juez Thomas Griesa como un tribunal compuesto por tres jueces de la Corte de Apelaciones de Nueva York fallaron que el pago debe ser por 1.330 millones de dólares, en una vez y en efectivo.
Ante esta revés Argentina pidió que el fallo lo estudien los 13 magistrados de la Corte de Apelaciones, acto que hoy fue denegado y favorece en forma directa a los fondos Elliot y NML. Capital.
Por tanto, la última instancia es elevar el pedido a la Corte Suprema de los Estados Unidos, acto para el que la Argentina reserva judicial.
La noticia se conoció en momentos en que crecen las versiones que fondos de inversión con buenos vínculos con el gobierno argentino están llevando adelante negociaciones con aquellos favorecidos por los fallos judiciales para evitar el posible default del país.

FUENTE: Agencias Washington