sábado, 8 de septiembre de 2012

Venezuela: a un mes de elecciones claves para la región

Venezuela a un mes del voto

Página/12
El presidente Chávez mantiene una ventaja importante en las encuestas y se encamina a una nueva reelección. Sin embargo, el candidato opositor puso en duda la veracidad de esos sondeos y criticó la gestión del oficialismo.

A falta de un mes para las elecciones presidenciales del 7 de octubre, el oficialismo encabezado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y su adversario, Henrique Capriles Radonski, han calentado la campaña con una guerra de encuestas e intercambio de acusaciones.
Chávez dijo recientemente que sería “imposible” que perdiera la contienda contra Capriles, el abanderado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), como se conoce a la alianza opositora. “Yo les pido (a los opositores) que se vayan preparando para reconocer lo que es indudable, es imposible que nosotros no ganemos las elecciones del 7 de octubre. Miren que si yo tuviera alguna duda de eso no diría lo que estoy diciendo”, declaró el miércoles Chávez durante una rueda de prensa.
Acto seguido, el mandatario reveló el último sondeo de la encuestadora Datanálisis, que situaba la intención de voto a su favor en el 37,5 por ciento, y de Capriles en el 23,2 por ciento, lo que dejaría al gobernante bolivariano con una ventaja de 14,3 unidades. Chávez, que llegó al poder en 1999 y ha ganado dos reelecciones desde entonces, dijo que la diferencia que lo separaba de Capriles, lejos de acortarse tendía a crecer, por lo que recomendó a sus adversarios que “vayan buscando una camilla” tras el nocaut que sufrirán.
Capriles replicó a estas encuestas presentadas por Chávez asegurando que el mandatario hubiese sido feliz con un rival débil, pero prometió que llegará a la presidencial por medio del voto. “¿Saben qué pasa? Que a este gobierno le encanta un bate quebrado, le encanta que hubiese podido elegir a un candidato, pero no. Yo voy a ser presidente porque el pueblo me va a elegir, ésos son otros que pretendieron llegar al poder por el golpe de Estado, yo todo lo que he logrado ha sido con votos”, respondió en un acto en el oriente venezolano.
Posteriormente, el director de la encuestadora Hinterlaces Oscar Schemel reveló que según la última medición realizada en agosto, el 50 por ciento de los consultados manifestaba su intención de votar por Chávez y el 32 por ciento por Capriles, algo que atribuyó a la “conexión emocional” de Chávez con la población. “Hay una identificación (del chavismo) con un discurso moral, con un discurso basado en valores y principios que representan un modelo de país y de sociedad. Cuando le preguntamos a la gente sobre los ideales de Henrique Capriles, la gente menciona: seguridad, empleo, educación, es decir, no son tanto ideales morales, principios y valores, sino que son más bien propuestas programáticas”, explicó.
Schemel indicó que la campaña opositora se ha centrado en presentar a Capriles como el candidato ideal para solucionar los problemas que afectan a Venezuela, pero sus asesores han subestimado la importancia del factor emocional. “Esos componentes emocionales, afectivos, que tienen que ver con la condición de clase de los electores y de los venezolanos ha sido reiteradamente subestimada por los intelectuales venezolanos muy cercanos a la oposición”, lamentó Schemel.
Por el contrario, Chávez no se habría visto afectado por la ineficiencia de su gestión en resolver los mayores problemas del país por su naturaleza mesiánica. “Los líderes religiosos nunca tienen la culpa, siempre el culpable es otro”, remarcó. Esta situación llevó a Schemel a una conclusión rotunda: “El presidente Chávez va a ganar la elección del 7 de octubre, la pregunta es por cuánto”.
Sin embargo, estos números están lejos de intimidar a la oposición. El dirigente del “Comando Venezuela” en Caracas, Carlos Vecchio, advirtió que existe una “guerra sucia” basada en denuncias de planes secretos y encuestas desfavorables contra Capriles debido a su buen desempeño en las encuestas. “Cuando existe una guerra sucia es porque hay que frenar al otro candidato a como dé lugar. Eso es algo que está escrito en cualquier librito de política”, reflexionó.
Vecchio destacó que entre las tácticas a las que ha recurrido el gobierno como parte de la campaña se encuentra “forjar” documentos sobre un supuesto “paquetazo” económico neoliberal que Capriles estaría preparando, buscar “personajes de mala reputación” para denunciar a Capriles y hacer creer que Chávez va a ganar la elección por un amplio margen. El dirigente opositor también desmintió las cifras presentadas por Chávez. “Las encuestas que manejamos de (la empresa) Consultores 21 nos dan cuatro puntos arriba.”
Por su parte, el politólogo e internacionalista Sadio Garavini se mostró contrario a la opinión de Schemel y resaltó el “gran despliegue” que ha tenido la campaña del candidato opositor. “Lo que yo noté es que por un lado Capriles demostró una mayor capacidad de trabajo de lo que yo creía (...) Ha realizado una campaña con gran despliegue y un enorme esfuerzo físico”, estimó Garavini en referencia a los casi 200 pueblos y ciudades que ha visitado el opositor.
Garavini manifestó que “el gobierno quiere crear la impresión de que Chávez es insuperable, que va a ganar”, pese a que los números que maneja dan a Capriles una intención de voto del 47 por ciento contra el 45 del presidente socialista. El ex embajador venezolano en Suecia advirtió que “el gobierno podría querer proyectar la imagen en el exterior de que tiene una ventaja irreversible para buscar crear las condiciones para desconocer un posible resultado adverso, alegando un fraude”.
Vecchio recalcó que la mejor muestra del éxito de la campaña de Capriles es que mantendrán la estrategia en el mes que resta de contienda. “Hasta el momento, todo nos ha salido bien y cuando te salen bien las cosas no hay que cambiarlas”, concluyó.

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