viernes, 21 de septiembre de 2012

Argentina-EEUU y el proteccionismo



Denuncias de proteccionismo son proteccionistas

Por Jorge Argüello
Desde el inicio de la crisis económico-financiera de 2008-2009, dos fenómenos han llegado para quedarse hasta que aclare. Por un lado, un proceso recesivo en las principales economías mundiales que redujo la demanda interna, especialmente en los países desarrollados. La otra, y su consecuencia, una clara tendencia de los países a adoptar medidas comerciales para protegerse. Ante la crisis, cada protagonista pone en juego sus fichas. Y su poderío. Así, los países desarrollados reaccionaron primero con planes de estímulo, como en Estados Unidos, y se lanzaron a colocar sus excedentes de producción en mercados externos, con una avalancha de bienes sobre mercados de economías emergentes como la nuestra, que toman sus precauciones. Hasta allí, las tensiones comerciales imaginables.
Pero una cosa es que en ese contexto haya debates, peticiones y reclamos como los que recoge a diario la Organización Mundial del Comercio (OMC), un escenario político que permite salidas negociadas sin llegar a un proceso contencioso de solución de diferencias. Y muy otra que desde las naciones más afectadas por la crisis se atropelle de pronto al resto con denuncias de proteccionismo que, paradójicamente, sólo esconden más proteccionismo. Si no, veamos. Desde la crisis de 2008, Estados Unidos ha sido objeto de solicitud de consultas 13 veces por medidas comerciales con efectos distorsivos en el comercio mundial, cuando la Argentina sólo ha recibido 5 peticiones de consultas que ni siquiera entraron en un proceso contencioso de solución de controversias.
Más atrás en el tiempo, los antecedentes confirman las políticas comerciales de cada uno. Estados Unidos afrontó 116 casos desde la creación de la OMC (1995) y 73 casos en los últimos diez años. La Unión Europea, 71 casos en total y 42 en la última década. México, 14 casos en total y 10 desde 2002. ¿Y la Argentina? Desde la creación de la OMC nuestro país sólo registró 18 casos y apenas 5 en la última década.
Y si el argumento básico contra los países más proteccionistas es que compran menos al resto del mundo, con la Argentina no aplica: en 2011, entre todos los países del G-20, fuimos el segundo que más incrementó sus importaciones desde los cinco continentes, el 30,8%. Y desde 2003, las importaciones argentinas del resto del mundo crecieron ¡cuatro veces y media (447%)!
Por sólo mencionar a los países que ahora plantean quejas a la Argentina, en ese mismo ranking de importaciones dentro del G-20, por ejemplo, Japón quedó octavo, Estados Unidos decimocuarto y México, decimosexto. ¿Quién es el proteccionista? ¿Somos proteccionistas si durante la última década nuestro intercambio con Estados Unidos se duplicó (107,7%), si el déficit de nuestra propia balanza comercial con ese país creció un 54% en 2011 y en los primeros meses de 2012 otro 48% contra el año anterior? Y aun así, el mercado norteamericano no acepta la importación de un solo limón argentino (mayor productor mundial).
¿Suena a proteccionismo que en la relación bilateral con Japón, el comercio haya alcanzado los u$s 2.003 millones en 2010 con saldo a favor para Tokio de u$s 379,20 millones y que en 2011 las importaciones argentinas desde allí hayan crecido un 18,8%, hasta los u$s 1.415 millones? En los primeros seis meses de 2012, las exportaciones niponas a la Argentina crecieron el 21,99% en comparación con el mismo período 2011, mientras que las exportaciones argentinas a Japón sufrieron una contracción de alrededor del 20,62% respecto de igual período 2011.
Aun así, y al igual que Estados Unidos, Japón aplica restricciones injustificadas (apertura mercado carnes) las que se suman a las prácticas proteccionistas tradicionales -como los subsidios agrícolas- que perpetúan un sistema de comercio multilateral desequilibrado y que constituyen una prueba más del doble estándar existente entre países desarrollados y en desarrollo en materia de comercio internacional. ¿Parece proteccionismo que las importaciones desde México hayan llegado a u$s 2.533 millones en 2011, con un aumento del 39,4% contra 2010 y con déficit de u$s 820 millones para la Argentina? Y aun así, por revisar un acuerdo automotor hace sólo dos meses, ese país nos atribuye ante la OMC medidas proteccionistas y hasta «prácticas no transparentes».
Como se ve, los reclamos de Estados Unidos, México y Japón pueden ser el resultado de grupos de presión comercial puntuales, pero no reflejan de ningún modo la realidad de los flujos comerciales del intercambio bilateral que la Argentina mantiene con ellos. En cambio, se observan medidas hacia sus propios mercados internos que perpetúan un sistema de comercio multilateral desequilibrado y que constituyen una prueba más del doble estándar existente entre países desarrollados y en desarrollo en materia de comercio internacional.
Si las potencias comerciales insisten en disimular con quejas su propio proteccionismo, ahora que les toca a sus mercados internos sentir la crisis, sólo agravarán la situación y nos dejarán a todos más lejos del único camino para restablecer un razonable equilibrio en el comercio global, que es el de un acuerdo general que distribuya el impacto, que nos saque adelante y evite la sinrazón de una guerra de denuncias cruzadas donde nada es lo que parece.

Este artículo fue publicado en el diario Ambito Financiero

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