sábado, 2 de junio de 2012

OEA: polémica por la CIDH


Mañana, asamblea en Bolivia

OEA: polémico inicio de la cumbre

Insulza, criticado por "debilitar" la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Por Silvia Pisani  | LA NACION

WASHINGTON.- La Organización de Estados Americanos (OEA) inicia mañana su asamblea general en Bolivia, en medio de cuestionamientos a su titular, el chileno José Miguel Insulza, a quien muchos consideran uno de los "peores secretarios generales" que tuvo el organismo.
Buena parte de las críticas contra Insulza provienen de entidades defensoras de los derechos humanos, que le reprochan su permeabilidad ante la ofensiva de varios gobiernos de la región -entre ellos, el del venezolano Hugo Chávez- para socavar el papel de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Presionado por un malestar creciente, Insulza se vio obligado a defender su gestión. "Yo no quiero debilitar a la CIDH, sino otorgarle un poco de flexibilidad en su funcionamiento y hacerla más previsible", se atajó.
El argumento no convenció. "Lo que usted propone es un grave error, que pone en riesgo y en la incertidumbre al sistema interamericano de derechos humanos cuando a él se le deben, precisamente, los mejores logros regionales en la materia", contraatacó el titular de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco.
Uno de los puntos de la reforma de Insulza que provoca más irritación es el que promueve que la CIDH "haga consultas" con los Estados a los que supervisa antes de aplicar medidas cautelares que puedan molestarlos.
Es curioso que se quiera pretender ese cambio "cuando las medidas cautelares de la comisión han salvado la vida a cientos de personas en la región", disparó, a su vez, el ex presidente de la CIDH Robert Goldman.
La labor de la CIDH ha sido largamente ponderada en distintos ámbitos. "Es la verdadera joya de la corona, lo que mejor funciona de la OEA y, sin embargo, se la quiere debilitar", subrayó Victoria Amato, de la Fundación para el Debido Proceso, en diálogo con LA NACION.
También la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) clamó ayer por mantener la "independencia" de la CIDH y rechazar las recomendaciones avaladas por Insulza, al considerar que podrían abrir la puerta a un "debilitamiento" de su tarea y, particularmente, de la que realiza su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión.

Escándalo

La embestida en contra de la CIDH se hizo más palmaria a partir de presiones del gobierno de Chávez, uno de los que más ha incumplido las disposiciones del organismo de derechos humanos.
"Nosotros lo pusimos a Insulza en la OEA a cambio de que éste descabezara a la CIDH", dijo meses atrás el embajador de Caracas ante el organismo Roy Chaderton. "La verdad, nos hubiese convenido apoyar a otro candidato porque él nos ha fallado en lo que prometió", añadió el diplomático.
Fue uno de los peores escándalos en el pasado reciente de la OEA. Insulza, que estaba presente, optó por permanecer callado.
El intento reformista de Insulza llega en un momento delicado para la CIDH, que se encuentra en pleno proceso para elegir nuevas autoridades. Su actual presidente, el argentino Santiago Cantón, dejará el cargo en julio próximo.
Cinco militantes y expertos en materia de derechos humanos resultaron preseleccionados para sucederlo. Se trata del guatemalteco Frank La Rue, actual relator especial de Libertad de Expresión en la ONU, y de los mexicanos Javier Hernández y Emilio Alvarez, reconocidos expertos del tema.
También figuran dos mujeres: la peruana Sofía Macher, que trabajó en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, y la norteamericana Elizabeth Abi-Mershed, actual secretaria ejecutiva adjunta de la CIDH.

No hay comentarios:

Publicar un comentario