martes, 26 de junio de 2012

Lugo participará en la Cumbre del Mercosur

Lugo formó un gabinete paralelo y vendrá a la cumbre del Mercosur

Por Daniel Vittar

El mandatario destituido dijo que quiere volver al poder. No dijo cómo lo haría. Sostuvo que su “gabinete en las sombras” vigilará al régimen. Y que habló con Cristina para presentarse en la reunión del organismo regional en Mendoza el viernes.
Asuncion. Enviado Especial - Clarín
El ex presidente Fernando Lugo comenzó una trabajosa ofensiva para posicionarse políticamente luego de la destitución sumaria del Congreso que el viernes pasado lo sacó del poder en Paraguay. Ayer conformó un gabinete paralelo con ex funcionarios de confianza para “vigilar” al actual gobierno, insiste con volver al poder y anunció que irá el próximo viernes a la cumbre de Mercosur en Mendoza, para lo cual ya se puso de acuerdo con Cristina Kirchner, quien ejerce en este momento la presidencia pro-tempore del organismo. Allí, dijo, va a “explicar pormenorizadamente lo que ha ocurrido aquí”.
Dentro de la estrategia que viene marcando, volvió a desacreditar al actual gobierno de Federico Franco -“no tiene ninguna autoridad”, sostuvo- y remarcó que la única forma de restablecer la institucionalidad es que le permitan retornar al poder, aunque no supo explicar mediante qué mecanismos legales se podría concretar esa medida. “Quiero resistir hasta que recuperemos el mando, porque aquí hubo un golpe parlamentario’’, afirmó. Cuando se le planteó que resultaba difícil que la situación se revirtiera tras su aceptación pública de la destitución, respondió con ironía: “En Paraguay y en política todo es posible”.
Lugo fue acusado de mal desempeño en sus funciones y apartado del cargo en un juicio político que apenas duró un día, y donde sólo tuvo dos horas para su defensa. Hubo 39 votos a favor de la destitución y sólo 4 en contra. Su vice Federico Franco asumió como presidente y ahora completará el período de gobierno hasta el 15 de agosto de 2013.
El mandatario aceptó el juicio y su desplazamiento. Pero luego aclaró que lo hizo “sólo para evitar la violencia’’. En este sentido ayer tuvo otro revés, ya que la Corte Suprema de Justicia rechazó por “improcedente’’ el pedido presentado por sus abogados para anular el proceso parlamentario. “En un juicio político se juzgan conductas políticas y no es un juicio ordinario; es responsabilidad del Congreso’’, señaló el tribunal en la breve argumentación en la que, paradójicamente, se sostuvo en jurisprudencia que reunió en un libro uno de los abogados defensores del propio Lugo.
Después de recluirse un par de días a raíz del golpe anímico que implicó su destitución, el ex obispo volvió ayer a mostrar iniciativa, recostándose en la contención que le dan los gobernantes de la región. Con toda la intención de marcar terreno propio, reunió a su “mini” gabinete en el mismo horario en que Franco le tomaba juramento a sus nuevos ministros. Es más, el acto oficial tuvo que ser demorado 15 minutos para que no coincidiera con la rueda de prensa de Lugo.
No sólo complicó a sus adversarios políticos, sino también a la teve local que iba de Lugo a Franco, sin saber a quién darle prioridad.
Ante los periodistas Lugo explicó que dará continuidad a su cuerpo de ministros al estilo de un “gabinete en las sombras”, un mecanismo usual en Gran Bretaña. “Con los ministros queremos convertirnos en fiscales, observadores y monitorear todo lo que van a hacer los nuevos ministros”, dijo el político destituido. Y explicó que verificará si los nuevos funcionarios mantienen las “políticas que venía desarrollando el gobierno”.
Volvió a incentivar la reacción social, que hasta ahora es escasa y esporádica, aunque aclarando que se deben evitar acciones de violencia. “Vamos a potenciar toda iniciativa de resistencia pacífica para revertir lo que ha ocurrido en el viernes negro de la semana pasada; la Constitución nacional contempla una resistencia.
Esa resistencia debe ser pacífica, pacífica ”, repitió para que quedara claro.
Lugo decidió dar esta pelea interna porque cuenta con respaldo de varios mandatarios de la región. Si bien es casi unánime el blindaje que consiguió en Unasur, no ocurre lo mismo con los integrantes del Mercosur.
En ese organismo -integrado por Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil- sólo nuestro país mantiene una posición de ruptura con el actual gobierno paraguayo. El uruguayo José Mujica calificó de “golpe de Estado parlamentario” lo ocurrido, pero se manifestó contrario a aplicar medidas severas. “No somos partidarios de sanciones económicas, aislamiento económico, ni nada de eso porque eso lo termina pagando la gente”, dijo.
Para Dilma Rousseff la situación agrega la complicación de que hay unos 350.000 productores brasileños en Paraguay que piden que se acepte a Franco. Se atribuye a eso que el asesor en Asuntos Internacionales Marco Aurelio García sostuviera que hay que “dejar que esa crisis en Paraguay se decante sola para ver cómo va a quedar”.

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