lunes, 11 de junio de 2012

El lobby en EEUU para sancionar a Argentina

El frente externo / Crece la presión de legisladores republicanos

Más quejas en Estados Unidos por medidas de la Argentina

El ministro Lorenzino enfrentará un clima adverso en su paso por Washington
Por Silvia Pisani  | LA NACION
WASHINGTON.- Cuando el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, comparezca aquí para explicar por qué no se les paga a los bonistas norteamericanos, encontrará un renovado lobby que incorpora desde la tensión por las Malvinas hasta la nacionalización de YPF para presionar a la Argentina al pago de sus compromisos financieros.
Si en principio el principal argumento de los lobbistas eran los reclamos de los llamados fondos buitres, las decisiones que en los últimos meses adoptó el gobierno de Cristina Kirchner ampliaron el abanico de reclamos.
"Las acciones del gobierno argentino no han hecho sino generar la condena internacional en los últimos meses", se argumentó, esta semana, en una atípica deliberación del subcomité de Mercado de Capitales de la Cámara de Representantes.
En ella, la pretendida "costumbre" de la administración Kirchner de "desafiar las leyes internacionales" ocupó buena parte del debate y fue usada por legisladores republicanos para cargar contra el demócrata Barack Obama, a quien le exigieron más dureza frente a un "tirano".
La ofensiva fue liderada por los diputados republicanos Scott Garrett, Michael Grimm y Steve Srivers. Los demócratas Jim Himes y Carolyn Maloney intentaron enfrentarla, tras recordar que el reclamo para que la Argentina "pague lo que debe" es un mensaje constante de los departamentos de Estado y del Tesoro.

Problemas

Por debajo se adivinaba la mano de la American Task Force Argentina, uno de los grupos de presión más activos contra el gobierno argentino, pero ya no el único.
Desde la nacionalización de YPF también empieza a advertirse una ofensiva -mucho más discreta, pero suficiente para exasperar a autoridades argentinas- para demorar los créditos que el país negocia ante organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"Estamos teniendo problemas", admitieron a LA NACION fuentes familiarizadas con esas gestiones. "Todo el mundo sabe que los españoles se están poniendo pesados cuando analizan expedientes argentinos", dijeron fuentes de la entidad.
En contraste, no hay autoridad española que haya admitido directiva alguna o política deliberada al respecto. "Usaremos todos los frentes posibles para hacer sentir nuestra presión", advirtió, sin embargo, en abril pasado, el ministro de Finanzas de España, Luis de Guindos.
En todo caso, la presión se suma a la que desde hace un año ejerce Estados Unidos como represalia por la "inconducta financiera" del país. Hasta ahora, en ningún caso sirvió para el extremo de llegar a trabar créditos. La creciente ofensiva, tanto en el Congreso norteamericano como en los organismos de crédito, coincide esta semana en su pico con una nueva visita de Lorenzino, en este caso, para exponer sobre la política oficial en materia de manejo de la deuda externa. "La verdad, es un gesto bastante poco diplomático", dijo el diputado Grimm. "Más que hablar en una conferencia, sería bueno que viniera aquí y que, bajo juramento, nos explicara por qué su país se burla de los inversores norteamericanos", acotó Garrett.
No está previsto que el ministro les conceda el gusto. Hasta ahora, su agenda se limita a una conferencia bajo las acogedoras paredes de la embajada argentina. Aunque, tal como lo hizo en aquella ocasión, es posible que realice gestiones reservadas. Lo que sí se descuenta es que de aquí partirá hacia Nueva York para sumarse a la comitiva de Cristina Kirchner. Se espera que allí la acompañe en una reunión con empresarios.
Entre los diputados republicanos que consideraron "poco diplomática" su comparecencia, está fresco el recuerdo de sus expresiones en el sentido de que la justicia norteamericana "cede a las presiones de los fondos buitres" cuando falla a favor de tenedores de bonos.
En su visión, resulta "incomprensible" que la Casa Blanca "no se ponga del lado" de sus contribuyentes. "Se trata de un país [la Argentina] que acumula más de cien fallos en su contra en tribunales federales norteamericanos y que se especializa en ignorarlos", añadió Garrett, quien preside el subcomité de Mercado de Capitales.

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