sábado, 9 de junio de 2012

Argentina ante la CIDH

La Argentina, más lejos de la CIDH

Por Ana Baron

Clarín
Desde que la democracia llegó a nuestro país en 1983, todos los gobiernos apoyaron y promovieron el trabajo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (CIDH) de la OEA. Es sabido que el histórico viaje que hizo esta Comisión a la Argentina en 1979, en plena guerra sucia , salvó muchas vidas.
El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner, sin embargo, ha comenzado a distanciarse de la CIDH . En medio de la ofensiva que está liderando Venezuela, Ecuador, y Bolivia, para recortarle sus poderes y eventualmente crear una nueva comisión sin la presencia de los Estados Unidos, la Argentina ha dejado de defender la CIDH como siempre lo había hecho.
Durante el discurso que pronunció en la Asamblea Anual de la OEA, el canciller Héctor Timerman se sumó a las voces que piden reformas en esa organización. Y si bien algunos dicen que los cambios son necesarios para fortalecer la comisión, cuando se ha dicho lo mismo en el pasado, el objetivo fue debilitarla.
“Cristina Kirchner cedió a las presiones de Rafael Correa y de Dilma Roussef”, dijo a Clarín un funcionario de la OEA que pidió no ser identificado. “Brasil está enojado por las críticas que recibió de la CIDH por la represa que está construyendo en Belo Monte. Y los países del ALBA acusan a la Comisión de ser un arma del imperialismo.
Correa viajó especialmente a la asamblea de la OEA para terminar con la autonomía de la Comisión y las medidas cautelares que son uno de sus instrumentos principales para frenar abusos, torturas y muertes”, dijo la fuente.
No todos los defensores de derechos humanos argentinos están de acuerdo con la posición del gobierno argentino. El periodista “Horacio Verbitsky y la gente de CELS están haciendo todo lo posible para que Argentina vuelva a su posición tradicional ” dijo a Clarín una fuente desde Buenos Aires. Sin embargo, la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayor, Estela Carlotto, dijo a esta corresponsal en Washington que ella está a favor de la creación de una “comisión latinoamericana, sin Estados Unidos”.
“Los ataques que sufrió la comisión hace 15 años, como los de hoy, tienen que ver con el autoritarismo, con la vocación de ejercer el poder sin controles, internos o externos -como dijo en su momento Guillermo O Donnell- en forma Sultanista” dijo a Clarín Juan Méndez un ex miembro de la CIDH, actual el relator para la Tortura de la ONU que fue detenido y torturado durante la dictadura argentina.
En aquel momento viajó a la Asamblea general de la OEA para vociferar en contra de la CIDH el entonces presidente de Perú Alberto Fujimori; este año fue Correa, pero al final la intención es la misma. Según Méndez el caso Brasil es distinto. “No veo en Rousseff una vocación de autoritarismo. Sí creo que tuvo una reacción desmedida al dictado de medidas cautelares. Se pueden discutir si las medidas cautelares de Belo Monte eran correctas. Pero usar ese incidente para tratar a de debilitar a la comisión es peligroso. Un gobierno democrático como el de Dilma no debería prestarse a eso”.
Habrá que ver qué hace al final la Argentina. La asamblea de la OEA resolvió convocar a una reunión extraordinaria en seis meses que deberá decidir cual será el futuro de la CIDH.

No hay comentarios:

Publicar un comentario