sábado, 7 de abril de 2012

Fallo en contra de fondos buitres

La deuda en default

EE.UU. rechazó un reclamo de bonistas contra la Argentina

Sin embargo, el gobierno de Obama pide que se avance en un acuerdo con los acreedores.
Por Silvia Pisani  | LA NACION
WASHINGTON.- El gobierno norteamericano rechazó la posibilidad de que el gobierno argentino sea obligado a pagar intereses a los tenedores de bonos en default que aún los tienen en disputa, pero, al mismo tiempo, hizo un firme llamado a que el país "llegue a un arreglo" con todos sus a creedores.
Esperada por el gobierno argentino, la opinión de la Secretaría de Justicia norteamericana tira abajo una cuestionada decisión del juez Thomas Griesa, que, en febrero último, había dispuesto en primera instancia un pago de intereses en favor de NML-Elliott y Dart.
Ambos fondos de inversión -que el Gobierno llama "buitres"- no aceptaron ninguno de los dos canjes de deuda ofrecidos y vienen reclamando por el pago de los papeles de deuda con los que se quedaron.
Lo que pretendía el fallo de Griesa era que ambos fondos cobraran intereses por los papeles en su poder y que lo hicieran al mismo tiempo o en forma anticipada respecto de los bonistas que sí aceptaron los canjes de 2005 y de 2010.
"Eso nos puede traer serios problemas con nuestros acreedores", protestó, en su momento, el ministro Hernán Lorenzino.
En aquella ocasión, en diálogo con LA NACION, el embajador Jorge Argüello había asegurado que el Gobierno estaba "tranquilo" porque descontaba que la decisión de Griesa no sería ratificada.
Esa impresión fue corroborada ayer cuando el gobierno de Barack Obama produjo una opinión en el sentido de que no sería recomendable una decisión judicial de ese tipo, dado que puede -sostuvo- complicar el panorama entre los acreedores.
El mismo documento, sin embargo, llama al gobierno de Cristina Kirchner a "llegar a un acuerdo" con todos sus acreedores internacionales, en lo que implica una ratificación de lo que ha sido, hasta ahora, la posición de la Casa Blanca.
La opinión de Washington se dio bajo una figura denominada "amicus curiae'', por la que una tercera parte interviene y da su parecer en un conflicto entre otras dos.
Griesa mismo había manifestado sus dudas al momento de emitir el pronunciamiento ahora cuestionado. De la transcripción del trámite de la audiencia se desprende que el magistrado no concordaba del todo con el pedido de los fondos, pero lo concedió tras considerar que el país no es un deudor "fiable".
En aquel momento, el gobierno argentino aseguró estar tranquilo". Lo hizo tras recordar que los Estados Unidos ya habían emitido opiniones contrarias a la teoría a la que apelaron los fondos para reclamar el pago de los intereses.
El gobierno estadounidense había descripto esa argumentación como "novedosa, contraria a las políticas de los Estados Unidos y violatoria de la ley de inmunidad soberana de los Estados" (FSIA, por su sigla en inglés).
También había expresado que implicaba una "amenaza injustificada a las reestructuraciones de deuda logradas en forma consensuada y ordenada y, en definitiva, un ataque injustificado a las instituciones financieras internacionales".
El fallo nunca entró en vigor porque fue apelado por la la Argentina y quedó en suspenso. La expectativa, ahora, es que quede sin efecto por completo.

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